POV. PAOLA

-¿Donde estoy y que pasó?- pregunté confundida.

No recordaba nada. Solo recordaba lo del corte y como había empezado a desmayarme, pero después de eso, todo era negro.

-Tranquila, estas bien, necesito que le doctor esta aquí- sonaba preocupado .

Antony salió de la habitación. Me alegraba saber que podía contar con él y que se preocupaba por mí. Pero la otra parte quería ser libre, pues recordaba la causa del porque estaba aquí. Primero antes que nada debía organizar mis sentimientos y emociones.

En estos momentos podía ser libre, pero ¿quería serlo?

Exploré con la vista la habitación del hospital, era bonita ¿Cuánto habrá gastado en este hospital? pues se veía privado y caro.

Mientras pensaba y recapacitaba lo que había pasado, recordaba mi vida afuera de aquí: mis amigos, mi familia, mi escuela. ¿Cómo había llegado a este punto? Sin tan solo hubiera esperado a mi hermano para regresar a casa.

El brazo me empezó a doler y fue entonces cuando noté la venda en mi brazo. Noté dos sondas en mi brazo: una llevaba sangre y otra suero.

Mi estomago hizo un ruido, dando a entender que tenía hambre, y no lo dudaba, pues llevaba días sin probar algo.

En ese momento entró Antony por la puerta de la habitación, venía junto a un doctor. Él tomó asiento en el sillón pequeño que estaba a lado de la cama, y el doctor se coloco enfrente de la camilla. Su rostro transmitía lastima, y Antony parecía frustrado.

-Señorita Miller, soy el doctor Ferreira- dijo presentándose el joven de bata blanca.

-¿Qué pasó?- ignoré totalmente su presentación, estaba desesperada por saber el porque se sentían así.

El doctor suspiró.

-¿Recuerda algo, recuerda como llegó aquí?- pregunté el doctor.

Yo negué con la cabeza, si recordaba algunas cosas pero no quería darle vueltas a asunto.

-El día de ayer, usted sufrió un paro cardíaco, una hemorragia y ...- volvió a suspirar.

Estaba a punto de volverme loca.

-¿Y que mas?- pregunté desesperada, miraba Antony y al doctor para que alguien me dijera algo. Antony habita permanecido callado con un gesto de seriedad.

-Anemia- respondió por fin el doctor.

¿ANEMIA? 

-¿Como es posible?- apenas logré decir con un hilo de voz.

Antony se levantó bruscamente de la silla y abandonó enfadado la habitación. Yo solo lo miré irse y luego mis ojos enfocaron al doctor.

-Hubo muchas causantes en esto. Primero, tenías una buena alimentación y de repente dejaste de comer. Segundo, la sangre perdida fue mucha y causó daños en tu cuerpo. Ademas de que moriste por unos segundos, haciéndote mas débil aun-

-¿Todo eso?- pregunté  sorprendida al mismo tiempo

¿Morí?

-Influyeron otros factores: la depresión, el estrés, entre otros- volvió a suspirar- Tendrás que quedarte aquí hasta que controlemos tu anemia, y estés bien completamente- me sonrió intentando tranquilizarme.

-Gracias doctor- le regresé la sonrisa, el salió de la habitación y en seguida entro Antony, el causante de tanto drama.

¿Por qué  tenía que hacer mi vida tan difícil?...