Capítulo 10 "Solo te quiero a ti" (Editado)
-Habla- lo obligué.
-¿Recuerdas la noche en que me rechazaste por estar borracha?- asentí, aunque realmente no me acordaba de nada -Pues después de que me rechazaste, me emborrache a más no poder, llego Karla y me llevó a alguna parte que no recuerdo-
-Supongo que se aprovechó de ti- pregunte.
-Si. Y pues paso lo que tenia que pasar. Ella se embarazo después de nuestro encuentro y me obligó a estar con ella. Esa mujer esta loca, porque amenazó con suicidarse si la dejaba sola, por eso esta aquí- dijo Antony con nostalgia en su voz.
A pesar de ser obligado a casarse con ella, no le iba a perdonar el mal que me estaba haciendo.
-Yo solo te quiero a ti- interrumpió mis pensamientos.
No quería escucharlo ahora. Quería pensar, cenar y dormir. Pero mi cena se había quedado abajo en la escaleras, así que solo pensaría y dormiría.
-Vete- dije tranquila ante la situación
-No pelearé contigo, pero evita pelear. Lleva a mi hijo o hija adentro. Por favor- pidió suplicante.
-Solo vete- pedí.
Antony abrió la puerta y sin decir nada, se fue. No sabia que pensar, no sabia que me había sucedido abajo. Tenía ¿celos? No estaba enamorada y menos de el.
Pero hasta yo misma me había desconocido, jamas había actuado así, ni siquiera cuando mi novio de años me había engañado. Yo no era así.
Entre tanto pensar y pensar, quedé dormida.
A la mañana siguiente, tocaron la puerta, me levante y abrí. Pues me había dado cuenta que ya no la cerraban, solo los guardias se quedaban ahí.
-El señor Antony quiere que baje a desayunar- dijo algún guardaespaldas de Antony.
Solo asentí y cerré la puerta. Entré al baño y me duché. No tarde mas de 15 minutos en bañarme y "arreglarme". Porque para ser sinceros, no me arreglaba, pues mi imagen era lo que menos importaba.
Bajé las escaleras y recordé la escena de anoche. Era genial ver sangrando a esa perra. Me reí en mis adentros. Llegue al comedor y Antony estaba leyendo el periódico. Al escucharme entrar subió la mirada y me dedico una sonrisa. Yo solo lo vi y me senté.
El desayuno ya estaba puesto. Había jugó de naranja natural, pan tostado con mermelada y fruta picada.
Decidí romper el silencio.
-¿Y tu barbie arrogante?- pregunté.
-Se llama Karla y no se encuentra en casa- aclaró sin quitar la vista del periódico.
-Mejor para mi- respondí mordiendo el pan tostado.
Siguió el silencio hasta que yo lo volví a romper.
-¿Se puede saber a donde fue?-
Antony bajo su periódico y me miro a los ojos.
-Digo, si se puede saber, solo por curiosidad. No es que me importe- le dije subiendo mis hombros.
Sus ojos eran realmente hermosos, parecían universos donde te podías perder de tan solo verlos.
Espera ¿que acabo de pensar? Sacudí mi cabeza para sacar esos pensamientos absurdos.
-Se fue de fiesta, de compras, con su madre, no me importa- dijo Antony indiferente subiendo la mirada nuevamente a su periódico.
Estaba embarazada y se iba de fiesta, con su madre o de compras. Eso no era común en las mujeres embarazadas, o al menos en las que yo conocía. Pero decidí no prestarle mas atención a ese tema.
-Que bien- respondí secamente.
Estaba a punto de acabarme mi desayuno.
Tenia ganas de salir y explorar, así tal vez encontraría una manera de salir de aquí. Sabía que para salir debía preguntarle primero a Antony.
¿De verdad esa era mi única opción?...
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