Capítulo 1.
Mónica se despertó como todos los días de su fantástica vida y siguió su rutina.
Se aseó, se vistió y bajó a desayunar. Sus padres la esperaban con su hermana pequeña. Después de desayunar llevó a su hermana al colegio y luego ella se dirigió a su instituto. Sería el primer año en el que su profesor particular no la ayudaría.
-¡Mónica!-la llamó su mejor amiga Laura.
-¡Laura!¡Érika!¿Qué tal el verano?-le preguntó mientras las abrazaba.
-Genial. Mi familia por fin me ha llevado a Japón. Mi padre por poco me devuelve a Barcelona por mis gritos de fangirl por todas partes. Además, he avanzado con mi japonés-dijo Lucía, una otaku fujoshi total.
-Yo como todos los veranos. En casa de mi abuelo en Miami. Allí nieva, por lo que no me he puesto morena-dijo Érika triste.
-¿Y el tuyo, Mónica?-le preguntó Lucía sacando un manga.
-Bueno, todas las mañanas en la playa con mis abuelos y algunas tardes cuidando de niños, y César me ha ayudado con los deberes...-terminó sonrojada.
-¡Aaaaahhhh!-gritó Érika-chico guapo a las tres, repito, chico guapo a las tres.
Mónica dirgió su vista a donde la de su amiga miraba y miró aquellos ojos azules que la enamoraron cuando los vio por primera vez a los 11 años. César estaba en aquel instituto. "¿Qué hace aquí? Mierda, ha terminado la universidad y ahora trabaja aquí, ¿por qué mundo?", pensó Mónica.
-¿Moni, le conoces? Estás pálida-le preguntó Lucía preocupada.
-Es César...-dijo en un susurro.
-¡César!-le llamó Lucía mirando a Mónica maliciosamente.-Esto es por lo de la piscina el año pasado.
César se les acercaba. Al ver a Mónica le sonrió y andó aún más rápido. Cuando llegó a su lado, ella le arrastró al armario del conserje.
-¿Qué narices aquí?-le preguntó.
-Trabajo aquí. Mi padre es el director.
-¿Qué?-preguntó atónita.
-Creo que me has escuchado bien. ¿A qué clase vas?-le preguntó César.
-Voy a la clase 1C, ¿por qué?
-Nos vemos allí, alumna-se despidió él besándole la mejilla.
Cuando César salió del armario, ella estaba muy roja. Justo cuando intentaba olvidarse de él, aparecía en su instituto.
Cuando llegó a su clase, se sentó entre Lucía y Érika. Lucía la vio roja y sonrió pícaramente. Ella iba a replicar, pero entró César y volvió a ponerse roja.
-Hola, alumnos. Me llamo César y seré vuestro tutor este año. Acabo de graduarme en la universidad. Ahora que me he presentado, quiero conoceros mejor, luego podréis preguntarme lo que queráis.
Todos se presentaron. Cuando llegó el turno de Mónica él dijo:
-Tú no hace falta que te presentes, te conozco muy bien, hermosa.
Ella se sonrojó y se enfadó a la vez. César le guiñó un ojo y le sonrió.
Cuando terminaron el día y tenían que salir, César le pidió a Mónica que se esperara. Ella se quedó sentada en su mesa mientras veía cómo César cerraba la puerta y corría las cortinas de las ventanas.
-Profesor, ¿qué está haciendo?-le preguntó confusa.
-No me llames así cuando estemos solos, por favor. Llámame César, como siempre.
-Está bien, César, ¿para qué me has llamado?-le dijo poniéndose a su lado.
-Bueno, este año no seré tu profesor particular y... creo que te extrañaré. Por eso quiero darte mi número de teléfono.
-Pero ya lo tengo.
-Me lo he cambiado. Me robaron el móvil la semana pasada. Así si tienes alguna duda me preguntas y también te aviso para nuestra cita-dijo César pasándole un papel con uno números escritos en él.
-¿Nuestra cita?
-Desde que te vi por primera vez, cuando tenías once años, me llamaste la atención. Llámame pedófilo si quieres, pero siempre he querido pedirte salir. Ahora has crecido y me siento más seguro, así que, ¿Mónica, te gustaría tener una cita conmigo?-le confesó besándole la mano.
-Tú también me llamaste la atención, pero... nos llevamos 9 años. ¿No son demasiados?-dijo ella retirando su mano un poco triste.
-El amor no tiene edades.
-Está bien, mándame un mensaje con la fecha, la hora y el lugar-aceptó después de pensar unos minutos.
Él la abrazó muy sonriente y le iba a besar la mejilla, pero ella también lo iba a hacer, por lo que sus labios quedaron juntos y César siguió el inesperado beso, el cual Mónica continuó gustosa. César subió a Mónica a su mesa para seguir de una forma mejor los besos. En ese momento, la puerta se abrió y apareció el padre de César y director del centro.
-¿Qué está pasando aquí?-preguntó enfadado.
-Papá, yo...-empezó César alisándose la camisa, que se había arrugado por los besos.
-Nosotros, em...-intentó continuar Mónica con lo labios rojos y peinándose el pelo.
-Sí, ya he visto lo que hacíais, no necesito es explicación. Lo que sí quiero saber es por qué mi hijo de veinticinco años se está dado el lote con mi alumna de dieciséis.
-Em... Yo tengo prisa, tengo que ir a por mi hermana... Adiós-dijo Mónica rápidamente. Iba a besar a César, pero recordó que su padre estaba allí, por lo que solo le abrazó y le susurró un "Suerte".
Corrió hacia el colegio de su hermana, la cogió en brazos y salió pitando hacia su casa. Nada más entrar, fue a su habitación y se sentó en la cama. Seguidamente, suspiró y se tumbó.
-Menudo día. Primero veo a César cuando quiero olvidarlo, luego me da su número, me pide una cita, yo acepto cómo una tonta y luego nos besamos. Y lo peor, su padre, el hombre más irascible y serio del mundo, nos pilla. Recemos para que mañana sea mejor.
Hola!!!!!Que tal?????? Espero que muy bien. Yo estoy muy pero muy feliz. Y el por qué es muy fácil. Nuevo cap de nueva historia, estoy escuchando BTS (pondría corazones, pero estoy en el ordenador y no puedo poner corazones XDXDXDXD) y lo mejor de todo, ayer nos dieron las notas del trimestre y... ¡LO HE APROBADO TODO CON UNAS NOTAS ESTUPENDAS BITCHES! Bueno, espero que os guste este cap y esta nueva historia.
Bye bye!!!!
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