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luego de aquella conversacion, si es que se le puede llamar conversacion a ese pequeño intercambio de palabras
me retire a mi habitación, con la excusa de que tenia sueño
diablos, Stephen Connor me dejo exhausta y ni siquiera fingi ser buena con el
me acerque a la ventana de mi habitacion
hay demasiada tranquilidad
- vaya princesita, tantos lujos y tantas reglas, deberias dejar de seguirlas en algun momento - dice burlándose en cuanto entra a mi habitación
Me sorprendi por su repentina visita no deseada, mientras el veia los colores pasteles de las paredes y aquellos libros de los cuales se destacaba mi libro de "el código Da Vinci", no se daba cuenta de mis gestos aun
- no molestes - dije ruborizada mientras lo veía examinar toda la habitación, sin permiso
- vaya- saco "el código Da Vinci" en cuanto lo descubrió - crei que tus padres eran católicos - dijo ojeando el libro
- lo son - digo mirándolo con recelo
- asumo que tu no - me mira
- soy atea, hasta que se compruebe que dios existe - me encojo de hombros
- vaya, asumo que tus padres lo saben - pregunta en tono afirmativo y niego mirándolo
- nunca les he dicho, seria una deshonra para ellos - digo mirando al suelo
- a veces es bueno que hablen de ti, no sabes quienes te puedan creer - sonrie
- ¿es que hablan mal de ti? - ríe
- hay quienes dicen que soy el perdido de la familia - dice mirando la ventana
- ¿Cómo es que no te conocí hasta ahora? - lo mire
- no me dejaron relacionarme con ningún miembro de la familia hasta ahora - dijo indiferente
- vaya eso es algo no tan raro entre los miembros de la nobleza - digo algo deprimida
- ¿sientes tristeza por mi, princesa? - me ruborizo
- cla... claro que no - digo avergonzada - es solo que es lo mismo conmigo, siempre hago lo que quieren y no puedo ser lo que quiero - suspiró frustrada
- hazlo - lo miro - haz lo que quieras, no te pueden obligar a ser perfecta siempre - sonrie
- bueno, tal vez sea cierto, pero les tengo miedo - miro al suelo
- deja de temerles - dice restándole importancia
- lo dices como si fuera fácil
- lo es - asegura
- ¿como? - pregunto intrigada
- simplemente di lo que sientes, ellos son tus padres, no tus carceleros - me sonrie
- aun así les tengo miedo - miro a otro lado
- bueno, entonces no se puede hacer nada - se encoge de hombros y se acerca
No se en que momento fue que me vi atrapada en su mirada o cuando fue que nuestros labios se juntaron, pero había perdido el sentido del tiempo, por suerte nadie vendría a esta hora
Cuando se separo me miro intensamente, sus ojos negros brillaron con deseo y no podia sentirme mas atrapada en ellos
- ¿sabias que lo prohibido puede ser tan excitante? - me sonrie mientras se acerca a la puerta
- ¿que? - digo sin creerme lo que acaba de pasar
- cuando quieras jugar, puedes ir a visitarme - dice divertido - yo no te tratare como tus padres - me dice volteándose
¿A que se refería con eso? y ¿por que me beso? Eran dos de las preguntas que quería contestar
- eso se sintió bien - dije tocando mis labios
me mordí los labios, suspirando, dejándome caer en el suelo
era mi primer beso, con mi primo, me gusto y quería que siguiera
Necesitaba tranquilizarme o iría a terminar lo que el idiota comenzó..
Era mi primo quien me había besado y yo no lo impedí, seguí el imperioso beso
Al día siguiente me vestí yo sola y no quise que nadie se encargara de mi, lo cual fue raro por que por lo general siempre llega Doc a decirme lo que debo hacer
Tenia ese día unos shorts cortos, una blusa roja y unas balerinas, mi cabello recogido en una coleta
Como dijo el, era algo divertido dejar de ser el títere
Cuando me senté a desayunar mis padres ni se interesaron en mi, solo comieron y se fueron para quedarme sola con mi primo
- veo que esta vez no tienes colores tan fresas como ayer - dice bromeando
- no siempre tengo que lucir un vestido rosa - dije indiferente sin verlo
- ya veo - sentí su incesante mirada
-¿pasa algo? - pregunte mirándolo
- nada - respondió sin apartar la vista
- ¿por que me miras? - le digo apartando mi vista
- ¿no puedo hacerlo?
- puedes pero parece que quisieras decirme algo
- quiero volverte a besar - lo mire sorprendida mirando a todos lados
- cállate, ¿no ves que somos primos? - le regaño
- ¿y?
- ¿Cómo que y? - digo molesta
- no es como si fuésemos hermanos - dijo indiferente
- aun así tenemos la misma sangre
- no la tenemos, así que deja de ser tan dramática - dijo el muy molesto
¿la simple idea de sentirse parte de nuestra familia lo molestaba?
justo en este momento no habia nadie, es muy raro y mucho mas aun cuando mi "primo" dice que tiene mala reputación
- si buscas a alguien, solo están los de la cocina y los que asean, creo que el que me burlara de que aun tienes niñera los hizo tomar medidas - dijo mi primo sonriendo
- ¿hiciste que? -abri mis ojos mientras el bebia un poco de vino
- ¿no te gusta? - me miro luego
- y yo creyendo que todo habia pasado por que me negue a que me cambien
- pareces una bebe siendo cambiada por otros - bromeo
- no juegues conmigo imbecil - dije molesta
- oh vaya, la princesa se rebelo - seguia bromeando mi primo
- no vale la pena hablar contigo - me levanto suspirando - me voy
- claro que no - el tomo mi brazo y me jalo a la mesa
-¿que te pasa? - me queje antes de que el me bese nuevamente
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