N. Maya…

Era temprano por la mañana al despertar y baja a la cocina me percató de la nota que esta pegada en el refrigerador donde decía que mis padres estarían fuera hasta la tarde, y que mis 3 comidas estaban en el refrigerador; opte por irme a bañar, tenia toda la tarde planeada primero bañarme, segundo desayunar y ver mi serie hasta las 3:00 am, si todo muy bien calculado. Después de cambiarme y desayunar esta apunto de desconectarme de la realidad y adentrarme al bello mundo de Netflix cuando empezó a sonar el teléfono.

-¡Necesito tu ayuda! – gritaron al otro lado del teléfono.

-Alex? – pregunte mientras acercaba de nuevo el teléfono a mi oreja.

-¡Maya ven rápido, por favor, no se que hacer! – se escucha más angustiado que antes.

-Alex pero que paso!? – ya me estaba empezando a dar miedo.

-¡Ven rápido! – dijo por última vez antes de colgar.

Rápidamente fui poros cosas y salí disparada a la casa de Alex, empecé a tocar la puerta como loca al pensar en que clase de estupidez se había metido ahora, cuando se abrió de golpe la puerta, mientras Alex se apoyaba de lo más normal en el marco de la puerta con un mechones de cabello en la cara y algo en si camiseta que al parecer era baba.

-Maya, lindura, que te trae por aquí? – pregunto como si nada.

-Tus gritos por el teléfono, eso me trae aquí – dije cruzándome de brazos – y bien.

Alex se limita a reír apenado y se aparta al sentir entra sus piernas a una niña.

-Hola – dijo la pequeña.

-Hola princesa – dije poniéndome a la altura de la niña - ¿Cómo te llamas?.

-Lucía pero todos me dicen Lucy – doce la pequeña extendiendo sus bracitos.

-Bueno princesa Lucy, ¿cuántos añitos tienes? – pregunté obteniendo la atención de la pequeña de nuevo.

-Estos años – dijo extendiendo sus manitas frente a mi, cinco deditos en su manita y dos en la otra.

-Wow que grande estas Linda – dije tomando sus manitas, ella se limitó a sonreírme y regresó adentro.

-Es una ternura – dije mirando a Alex.

-Eso parece – dijo en un susurro.

-Te escuche – dije riendo, de inmediato escucho el llanto de un bebé, Alex se aparta para dejarme ver al pequeño bebe sentado en la alfombra de la sala y sin preguntarle entre.

-Hola mi amor – dije mientras tomaba al pequeño entre mis brazos – que lindo estas – dije da doble cariño al pequeño ¿como se llama?

-Andy – dijo Alex limpiando su camiseta.

-¿Son tus primos? – pregunté sentando me en el sillón.

-Si Maya y ya que veo que te agradaron, te gustaría ayudarme a cuidarlos? – dijo Alex un poco apenado.

-No lo sé Alex – dije mirando a los pequeños, realmente son adorable.

-Te regresaré el favor pero por favor ayúdame – dijo sentándose a mi lado.

-Bien, lo haré – dije riendo – tranquilo.

-Mil gracias Maya – se levantó para tomar a Andy entre sus brazos – bien campeón terminemos de comer.

En seguida la pequeña se sienta a mi lado, y me so ríe tiernamente.

-¿Cómo te llamas? – preguntó la pequeña.

-Me llamó Maya – dije sonriendo.

-Eres bonita, Alex habla de ti sabias? – dijo ella tocando mis cachetes.

-De verdad linda? – mire a Alex que miraba a Lucy apenado.

-Oops, será nuestro secreto Maya – viejo Lucy en mi oreja.

-Bien princesa, ya desayunaste? – me levante para que me acompañará.

-Si, comí cereal que tenia muchos colores, rosas, verdes, azules, amarillas y moradas, pero yo solo me comí rosas, azules y moradas por que la otras causan gases – dijo tratando de sentarse en la silla del comedor.

-Interesante pequeña – dije sentando me a su lado.

-Como es que contigo esta tan tranquila, a mi… a mi me odia – dijo limpiando su camiseta de nuevo.

-No te odio primo, pero no sabes como tratar a las chicas – dijo haciendo pucheros – a ti te trata bien? – dijo llamando mi atención.

-Si linda, es buena persona – reí al ver la reacción de Alex ante el comentario de su pequeña prima.

-Los chicos son sucios, feos y huelen mal – dijo ella – pero mi primo es limpio y huele a nuevo.

-Y soy guapo – dijo el completando la frase.

-Dile que si, aunque vas sabemos que no es verdad – me susurro Lucy a mi oído haciendo que me matara de risa.

-Maya podrías traerme una camiseta – dijo sacando al pequeño de su silla – la leche escupida no huele bien.

-Bien ya vuelvo – dije riendo para después dirigirme a su habitación en busca de una camiseta. Al bajar veo a Lucy peleando con Alex.

-Eres un primo muy malo, quiero ver a crema de maní – dice ella mientras se tira encima de el.

-Lucy se llama bolita de grasa y comprende no puedes ya le aplastante su colaboración dos veces – dice el alzando al aire un pequeño gatito.

-¿Que pasa aquí? – dije riendo.

-El primo Alex no te da a manteca – dice Lucy cruzándose de brazos.

-Bolita de grasa – dice de nuevo Alex llevándose al gato.

-Princesa por que no vamos a caminar una rato – le digo tocando su nariz.

-Si, ¿el primo Alex irá? – preguntó haciendo una cara de disgusto.

-Si linda iremos los cuatro – dije riendo.

-¿Adonde vamos? – dijo Alex con toda la energía del mundo.

-No metas a Dora en esto, a ti no te sale – dijo Lucy molesta.

-¿Como un cuerpo de siete años tiene un carácter tan jodido? – dijo Alex frustrado.

-¿jodido? – repitió la pequeña –¿es un juego o algo así? Jodido, jodido, jodido, jodido…

-Eso no se repite linda – dije tapando su boca – esa palabra es mala.

-Okey – dice sonriendo – Vamos quiero ir por un helado.

-Bien por un helado iremos – dije ayudándole a ponerse sus botas.

-Alex salió cargando a Andy que ahora estaba dormido y Lucy iba saltando por la cera.

-Sabes, dicen que mi primo Alex es bonito – dijo mirándome.

-¿Enserio cariño? -la mire sonriendo.

-¿Tu lo crees? – dijo curiosa – para ti es bonito.

-Amm, si es bonita persona – dije viendo para otro lado.

-¿Te gusta el primo Alex? – dijo abriendo los ojos como platos – como es posible, ¿te hechizo cierto? Primo malo – se cruzo de brazos.

-No, no me gusta tu primo Lucy – reí ante los gestos de asco que le tiraba a sus espaldas.

-Bueno, por que sabías que el se comía los mocos? – dijo susurrando.

-Lose, todos nos comemos los mocos linda – al decir eso inmediatamente se giro.

-Bien llegamos ¿de que lo quieres Lucy? – le pregunto Alex.

-No veo – la pequeña por más que intentará no llagaba a ver los sabores.

-A ver pequeña – Alex me dio a Andy quien ya se había despertado – 1..2..y.. 3 – la  levanto muy alto para después dejarla ver los sabores.

La pequeña Lucy eligió su helado, al regresar a casa a lo lejos cerca del parque pude ver a Brandon con Tania hablando, me entro la curiosidad de que de repente los dos chicos más detestables estuvieran hablando cualquiera que conozca a esos dos pensaría los mismo ¿Qué hacen hablando? Al poco tiempo de ver esa escena me percató de la mirada de Brandon hacia mi, me limite a seguir mi camino con Andy en mis brazos hasta llegar a casa.

-Bien pequeña que quieres - dijo Alex a verla tan tranquila.

-¿Maya tu cocinas? – dijo ella ignorando por completo a Alex, el cuál se limitó a hundirse su cabeza en el sillón.

-Si Lucy, te preparo algo? – pregunte arreglando las colita de ella – galletas?

-Sii, me gustaría mucho – dijo feliz.

-Bien pero necesitaré la ayuda de Alex así que necesito que vigiles Andy que esta dormido.

-Esta bien – dijo y se sento en el sillón a ver sus caricaturas.

-Amo a tu prima, y Andy es muy tierno – le dije a Alex quien me acompaño a la cocina.

-también quiero a esos mocosos pero a veces es difícil más cuando tu prima no te quiere – dijo apoyándose se espaldas en el lavaplatos donde estaba yo buscando el molde para cocinar.

-Ella te quiere a su manera idiota – dije riendo.

-Por cierto, te parezco bonito o bonita persona? – dijo acercándose a mi.

-A que viene eso? – alce una ceja ante su comentario.

-Por si le mentiste a mi prima – dijo con una mirada tierna. El y sus estúpidas y lindas miradas.

-a pásame la harina – dije rodando los ojos.

Al poco rato sentí como Alex pasó un poco de harina por mi nariz.

-Ya tenías tiempo de no ponerte roja – dijo riendo.

-Idiota – dicho eso tire harina por toda su camiseta, por lo cual Alex optó por abrazarme por detrás para llenarme de más harina.

-Basta! – dije exaltada mientras le seguía tirando harina.

-Esta bien – dijo Alex como si nada.

Al rato de ya tener todo listo solo faltaban pequeños retoque en los cuales Alex me ayudaba.

-Te vez linda cocinando – dijo quitándome un mechón de cabello para mirarme – aun que estés llena de harina – seguido de eso se rio y limpio la harina que tenia en mi mejilla.

-Y tu también lleno de babas y harina – dije al ver baba seca de Andy en su camiseta se limitó a reírse y empezó a ayudarme con las galletas al terminar solo faltaba los chocolates que estaban en un estante bastante alto, al intentar tomarlo siento a mis espaldas a Alex quien mientras agarraba el tarro de chocolates me acorralo a las esquinas de los muebles de su cocina.

-Querias esto – dijo sin alejarse de mi.

-Si.. – sentía como mis mejillas ardían como nuca, pero pude ver que Alex tenía sus mejillas rojas también Javier do que bajara la mirada al encontrarme con sus ojos puestos en mi; sentí como su mano acaricio mi mejilla para luego levantar mi mentón para mirarlo, su ojos grises se miraban muy brillantes y me pareció lindo verlos tan de cerca. No sabía que estaba pasando, ¿por que no lo alejo?, no me parecía incomodo en absoluto.

-Cada que veo tus ojos de cerca, son mis bonitos – dijo bajando la mirada para después mirar de nuevo con una tierna sonrisa. Hasta que de la nada se. Escucho un ruido a lejos.

-¿Son novios?! – dijo Lucy alzando la voz, al percatarnos de su presencia, notamos lo cerca que estábamos uno del otro, por lo que nos separamos rápidamente.

-¿Linda de que hablas? – dije metiendo la bandeja  con galletas al horno – las galletas pronto estarán listas.

-Soy pequeña pero no tontita, se ven rojos – dijo cruzándose de brazos.

-Vamos a ver televisión – cargue a Lucy hacia afuera dejando a Alex solo.

-Que tienes en la cara? – dijo tocando la harina de mi cara.

-Harina pero ahorita me limpio – dije mientras Alex se sentó a mi lado en el suelo para jugar con Andy.

Se miraba muy tierno jugando con el.

-Creo que serias buen padre – dije llamando su atención con mientras me sentaba a su lado.

-Tu igual Maya, no padre, madre – dijo rápidamente lo cual me causó gracia.

Luego de unas horas de comer galletas, pusimos una película y nos sentamos los cuatro en el sillón, con Andy en mis brazos y Lucy a lado mío.

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Espero les haya gustado el capitulo 🙊♥️✨

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