capitulo 36
Camila había tomado prestado el auto de Junior ese día para llevar a Lauren a casa antes de ir al hospital. El frío ya no era tan fuerte, después de todo era casi primavera, pero todavía estaban bien abrigadas.
Ella ya tenía el dinero para comprar su propio auto, pero lo dejó en el banco, ganando intereses hasta que viera que era sumamente importante. Ella se había ido a vivir a una república hace años solo para ahorrar dinero, después de todo, su padre le envia el dinero para los gastos de una casa grande solo para ella, por lo que logra ahorrar mucho al mes.
- Te ves muy hermosa cuando conduces. Lauren elogió, notando el semblante serio y concentrado de su novia.
-- Gracias. - dijo Camila, entrelazando sus dedos con los de Lauren. Caminó con cuidado, a baja velocidad, después de todo lo que Lauren ya había tenido un accidente automovilístico, no necesitaba otro.
- Sé que es tu cumpleaños, Camz, pero ¿puedo preguntarte algo? Preguntó Lauren, al ver el coche aparcado frente a su casa.
- Lo que quieras, amor. - dijo Camila, volviéndose para mirarla. Lauren se aflojó el cinturón y se mordió el labio inferior.
- ¿Enséñame a conducir? - preguntó emocionada, reparando la sorpresa que invadía el rostro de su novia.
- Creo que todavía es muy pro ...
- De nuevo eso. - bufó Lauren, luciendo molesta.
- ¿Qué es eso, Laur?
-- Nada. - Dijo, soltando el aire de sus pulmones. -- Hablamos más tarde.
- No hagas eso, Laur. - dijo Camila riendo. - Sabes que odio ser curiosa.
- Es que te puedes enfadar. Lauren dijo, mirando sus manos.
- ¿Me lo dirás más tarde? Camila preguntó y Lauren asintió.
- Mire, es la Sra. Wilson. - Dijo Lauren emocionada, mirando por el espejo retrovisor a la vecina del frente barriendo su acera. - Voy a saludarla.
-- Yo te acompaño. - dijo Camila, aflojando su cinturón.
- No. Estás justo a tu hora.
- Pero puede que haya un coche y ...
- Camila, ¿cuándo vas a detener esto? Lauren preguntó irritada.
- ¿Parar con qué? - preguntó Camila confundida.
- Con eso para aprender. - le explicó. - Sé que me amas y sé que lo haces por mi propio bien, pero el médico, el psicólogo, el psiquiatra y todos los demás en el mundo, incluida mi madre, me dijeron que hiciera cosas por las personas de mi edad.
- Solo quería hacerte compañía. - Dijo, viendo a Lauren arquear una ceja. - Está bien, es solo que ... estás progresando muy rápido. No se que tan lejos puedo dejarte ...
- No eres mi madre para dejarme hacer algo o no. - dijo Lauren irritada y Camila estaba asombrada. Nunca había visto a su novia explotar así. - Sé que es tu cumpleaños y no quiero que tu día sea malo, así que hablaremos más tarde.
- Espera... - preguntó Camila, sosteniendo suavemente la muñeca de Lauren cuando vio que la chica iba a abrir la puerta. - ¿De verdad estás molesto conmigo por querer protegerte? Lauren suspiró y se tomó unos segundos antes de mirárla.
- Ni siquiera me dejas cruzar la calle, como si fuera tan estúpida como para no mirar a ambos lados. - dijo Lauren. - Sobre tener relaciones, lo entiendo, Camz, todavía no crees que estás lista, aunque demuestras claramente que lo estás. - continuó. - No me dejas hacer nada con la gente de mi edad ni dejas que tus amigos hablen de ciertos asuntos cuando estoy presente, pero he estado pensando mucho en eso.
- ¿Conmigo?
- Sí, contigo - dijo Lauren. - Estoy segura de que mi madre podría haberte dicho: "No te quiero cerca de mi hija, ella todavía tiene la mente de un niño". Pero ella no lo dijo, Camz. ¿Sabes porque?
- ¿Por qué ella confía en mí? - preguntó Camila confundida.
- También, pero sobre todo, porque confía en mí. - dijo Lauren, inclinándose y dándole un beso a Camila antes de abrir la puerta. - Necesito crecer, Camila, y te juro que lo estoy intentando. Todos intentan ayudarme con esto, pero la persona más importante para mí, además de mi madre, no colabora mucho. - Habló con seriedad. -- Buen servicio. - Dijo Lauren solemnemente antes de cerrar la puerta y Camila sintió la necesidad de salir del auto e ir a arreglar las cosas, pero era su momento, así que puso en marcha el auto.
[...]
-- Ya estoy aquí. ¿De qué tenías que hablarme? Preguntó a Simon, sin aparente humor.
- Se trata de tu desaparición hace un tiempo, alegando que tu novia estaba enferma. - dijo con seriedad y Camila resopló, no estaba de buen humor, había sido sobreprotectora con Lauren sin siquiera darse cuenta y, lo peor de todo, no había notado que le dolía a su novia. Qué mala novia era, pensó.
- No estoy obligada a tener presencia al cien por ciento. - dijo Camila secamente y el hombre sonrió, causando que Camila arrugara su rostro en completa confusión.
- ¿Sabes por qué me burlé tanto de ti? - preguntó y Camila lo negó. - Porque me vi en ti, niña: Siempre dedicada, sin vida social, trabajaba horas extras, sacaba las mejores notas.
- ¿Y por qué es esto un problema? - preguntó Camila bruscamente.
- Porque perdí a mi esposa y solo lo supe nueve horas después, porque no quería contestar el teléfono, después de todo estaba estudiando en mi hora de almuerzo. - Dijo con amargura. - Ella estaba viva y podría haberle dicho un último adiós, pero puse el trabajo por encima de todo. - Camila lo miró sorprendida.
- ¿Estás diciendo que ... solo porque contigo fue asi conmigo sería igual? ¿Que me tratastes como basura por tu pesar? Preguntó incrédula, mirándolo asentir.
- Pero cuando me llamaste hace unas semanas y mencionaste que faltarías por tu novia... - dijo. - Vi que eras diferente. Me gustaría disculparme contigo.
-- Guau. - dijo Camila, sintiéndose enojada y al mismo tiempo lástima. - Realmente estás tratando de redimirte.
-- Lo Estoy. - Dijo, entregándole un papel envuelto con un lazo rojo. Camila lo tomó con algo de miedo, pero cuando lo abrió no podía creer lo que estaba leyendo.
-- No lo creo. - Dijo Camila con la boca abierta, sonriendo de inmediato.
- Te hice trabajar el doble, eres más que apta. - Dijo sonriendo. Fue una de las pocas veces que Camila lo vio sonreír. - Desde esa llamada hablé con todos en la universidad y el hospital, ¿te graduarías en julio, eh? - Camila asintió. - Bueno, sigue adelante con tu proceso, enhorabuena, eres oficialmente fisioterapeuta.
Camila ni siquiera supo cuando las lágrimas habían comenzado a caer de sus ojos, pero podía sentirlas allí.
- Puedes ir a la graduación en julio, junto con tus compañeros, si quieres. -- El dice. - Bienvenida al personal del hospital. El día de hoy eres un asalariada.
-- Muchas gracias. - dijo ella, viendo su certificado con ojos brillantes.
- Lo recibí la semana pasada, pero vi en tu archivo que hoy era tu cumpleaños, así que esperé. - Dijo suspirando. -- Feliz cumpleaños. - Dijo con una sonrisa. -- Era solo eso. A trabajar, Cabello.
- Simon ... - lo llamó Camila en cuanto le dio la espalda. - No se podía predecir que su esposa moriría. Tu no tienes la culpa. Él asintió con la cabeza y la miró desconcertado.
- Gracias Cabello, de verdad tienes buen corazón. -- El dice. - Quizás algún día crea lo que dijiste. - Dijo sonriendo con tristeza, volviéndose y saliendo.
Camila en ese momento fue un torbellino de sensaciones. Se sentía mal por él, demasiado feliz por ella, enojada consigo misma por lastimar a Lauren y finalmente, devastada por querer compartir algo tan grande con alguien que probablemente no quería verla en ese momento.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro