capitulo 32
-- ¿Sobre nosotras? - preguntó Camila.
-- Si. - dijo Clara, moviéndose inquieta en su silla. - ¿Están progresando como pareja?
-- Este, Sí. - dijo Camila, aún confundida.
- Oh, increíble. - dijo Clara asintiendo.
- Sí. - Dijo Camila, al ver que el tema era extraño.
- Ustedes dos ya ... - Clara dejó morir las últimas palabras.
- ¿Ya que? Preguntó Camila, sintiendo de repente su rostro enrojecerse por completo.
- ¿Han tenido algún avance en su vida sexual? - Era cierto, Camila deseaba poder cavar un hoyo y enterrarse allí mismo.
- "No," respondió Camila, notando que Clara estaba tan incómoda como ella lo estaba.
- ¡Oh! - respondió Clara. - Es solo que anoche fui a llevarle la ropa limpia a Lauren ... Y ella estaba ... - Clara se frotó una mano con la otra. - Con una mano, ya sabes ...
-- No, no se. - dijo Camila. ¿Era realmente lo que ella estaba pensando?
- Por Dios, Camila, no me lo pongas más difícil. - dijo Clara riendo avergonzada.
- ¿Se tocó a sí misma? - preguntó finalmente Camila, al ver a Clara asentir.
- Comenzó a parpadear desesperadamente cuando me vio allí y dijo que nunca había hecho eso antes, que solo estaba tratando de imitar a la chica del video. - Los ojos de Camila se agrandaron. - ¿Qué video, Camila?
- Lo siento mucho, por eso. - dijo Camila completamente avergonzada. - Mi amiga tenía un DVD erótico y Lauren terminó viéndolo. Realmente me siento avergonzada. Ya lo tiré.
-- ¿Fue la Semana pasada?
- No, Ya ha pasado un mes.
- Entonces ese no es el video del que te estoy hablando, querida. Dijo que era el video de la semana pasada. - Camila torció la boca y frunció el ceño.
- No avistó nada de eso después de ese dia, Clara. - Dijo Camila con sinceridad. - Voy a hablar con Lauren al respecto.
- ¿Estás bien con eso? - preguntó Clara y Camila asintió sin mirarla.
- Te juro que estoy actuando lo más directamente posible. - dijo Camila y Clara sonrió.
- Lo sé, cariño. Nunca confiaría a mi hija a nadie que fuera menos que increíble. ¿Ella ... ha hablado de esto contigo?
- Tuvimos algunas conversaciones y ella siempre ... - Camila se calló y negó con la cabeza. - Creo que será mejor que lo hable con alguien más.
- ¿No te sientes cómoda conmigo? - preguntó Clara en tono de broma y Camila se acurrucó en su silla.
-- No es eso. Es solo que eres su madre y ese tema sería vergonzoso para las dos. - Le dijo.
- Pero tal vez pueda ayudar, tengo experiencia. Dime: ¿Qué te aflige?
- ¿Estás segura de que realmente quieres saberlo? - preguntó Camila mordiéndose el labio inferior y Clara asintió, casi diciendo "no" internamente. - Bueno, Lauren suele mostrar mucho cariño cuando estámos... Solas. - ¿De qué carajo estaba hablando con su suegra? Se regañó mentalmente.
-- ¿A qué te refieres?
- Al principio me escapé, pero tuvimos una conversación y después decidimos tomar una ducha fría. - dijo Camila y Clara contuvo la risa.
- ¿Estás diciendo que Lauren quiere, tú quieres, pero en lugar de hacer algo te das una ducha fría? - La risa llenó las cuatro paredes de la cocina y Camila se sonrojó, sintiéndose estúpida.
- Sí. Ella ... Se desarrolló mentalmente muy rápido. No sé cómo actuar. - Dijo Camila en voz baja, sintiendo que se le formaba un nudo en la garganta y miró sus manos sobre la mesa.
- Oh, hija, perdón por reírme. - Dijo Clara al darse cuenta de que Camila estaba a punto de llorar. - Es algo nuevo para mí.
- Tengo estos sueños ... - dijo Camila. - Donde tú o ella me acusa de aprovecharme de ella, o de ir demasiado rápido. Puedo esperar, solo ... - Un sollozo salió entre los labios de Camila y el corazón de Clara se hundió. - Lamento no saber cómo controlar mi cuerpo. - preguntó, entregándose a un intenso llanto.
Clara se puso de pie y se acercó a ella, empujando a Camila hacia su pecho y abrazándola protectoramente.
- Oye, nadie te está juzgando, mi amor. - dijo Clara, acariciando la espalda de Camila. - No tienes que asumir toda la responsabilidad de Lauren por ti.
-- Pero...
-- Pero nada. - dijo Clara, sin dejar de acariciar a Camila. Los brazos de la niña rodearon al mayor y los sollozos comenzaron a disminuir gradualmente después de un rato. - Cariño, no sabemos cómo funciona su cerebro, pero ya tenemos la ligera idea de que es lo que quiere.
- Pero es demasiado pronto. Puedo esperar ... no estoy...
- Oye ... - la llamó Clara, para que no volviera a enloquecer. Pobre mujer, pensó Clara, debe haberse estado torturando mentalmente durante semanas. - Necesitamos esperar algo cuando alguien no está listo. Entonces, si Lauren demuestra que quiere, no te crucifiques, por favor. - preguntó Clara. - Solo Dios sabe que Lauren tiene mucho que aprender todavía, pero se enamoró de ti, Camila, y aunque tiene sus fases inocentes, es natural que, una vez desahogada, este lado se desarrolle muy rápido, incluso más con las dos, saliendo y durmiendo juntas.
- Eso crees ...
- Si, más sin embargo Prefiero seguir sin saber la vida sexual de mi hija. - dijo Clara riendo. - Pero si pasa algo más, no te culpes. Lauren está al mismo ritmo que tú en todo esto. ¿Todo esta bien? - Camila asintió e iba a decir algo, pero la figura de Lauren invadió la cocina.
- Mam ... - Se calló al ver a su madre abrazando a su novia. - Camz, ¿qué es? Preguntó Lauren, corriendo al otro lado de la silla y arrodillándose junto a la chica.
- ¡Oye, no corras! - dijo Camila, sintiendo a Lauren limpiarle las lágrimas. -- No abuses.
-- ¿Por qué estabas llorando? - preguntó, ignorando lo que dijo Camila.
- Bueno, las dejaré solas. Nos vemos el lunes, querida.
- ¿Realmente no te quieres quedar? - preguntó Camila.
- No. Voy a terminar de tejer. - Respondió Clara en voz baja.
-- Gracias. - le dijo Camila a Clara, quien sonrió simplemente. -- De verdad.
- No hace falta que me des las gracias por nada, eres mi nuera, la familia es buena para eso. - Camila no pudo explicar el tamaño de la bendición que sintió cuando vio que esa mujer era parte de su vida.
-- ¿Cariño? - Lauren llamó tan pronto como su madre se fue, apoyando su cabeza en el regazo de Camila. - ¿No me vas a decir por qué llorabas? - Camila sonrió y llevo su mano al cabello de Lauren.
- No. Es un asunto de tu madre y mío. - Vio a Lauren resoplar y quedarse en silencio. - ¿No me darás un buen beso, mi vida? Te extrañe. Lauren se mordió el labio inferior con fuerza. ¿Cómo se rinde tan rápido ante Camila? Ella no sabía cómo explicarlo.
- Le dijiste un secreto a mi madre y no a mí. - Lauren lo intentó de nuevo, pero la mano de Camila acariciándola la hizo derretirse por completo. - Argh ... Solo un besito, porque estoy enojada. - Camila se rió y asintió, viendo a Lauren levantarse y pegar sus labios a los de ella, profundizando el beso momentos después.
- Te extrañe… - susurró Camila contra su boca tan pronto como se separaron.
- No me gusta verte llorar, ¿sabes por qué?
- ¿Porque te gusto tanto? - preguntó Camila riendo.
- También, pero es porque siempre que un hada llora alguien muere.
- Sabes que no soy un hada de verdad. - dijo Camila, besando la comisura de los labios de Lauren y envolviendo sus brazos alrededor del cuerpo de la chica cuando la sintió sentarse en su regazo.
- Lo sé, pero para mí siempre serás mi hada Camz. - dijo Lauren como si fuera un secreto. - Y como hada podrías hacer realidad mi deseo, ¿verdad? - Camila rió nasalmente.
- ¿Y cuál sería?
- No estés más triste. - dijo Lauren solemnemente y Camila suspiró. - Y helado de plátano. - Camila se rió a carcajadas.
- ¿Con este frío? - preguntó Camila. - Y ese ni siquiera es tu favorito, Laur.
- En realidad no, pero es el tuyo. - dijo, apoyando su frente en la de Camila y mirándola a los ojos marrones. - Y como el helado me hace muy, muy feliz, espero que también te lo haga a ti.
- ¿Me estás cuidando? - sugirió Camila, sonriendo tontamente.
-- Siempre.
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