- Tu casa es linda. - dijo Lauren, analizando cada rincón del lugar donde entró con Camila. La niña insistió en que quería visitar la casa de su "Hada Camz" y Camila no pudo negarse.

- Bueno, no es mío, pero aquí es donde vivo. - explicó Camila, ayudando a Lauren, quien había estado caminando con muletas durante unos días.

Clara se había negado a ir, alegando que Lauren necesitaba mezclarse con gente de su edad y necesitaba un poco de libertad para crecer; también afirmó confiarle su vida a Camila, ya que le estaba dando su joya más preciada durante todo un fin de semana.

- ¿Junior? - gritó Camila y en unos segundos el chico ya estaba allí, acompañado de Wilker.

-- Hola chica. - Dijo sonriendo a Lauren.

"Hola", dijo Lauren suavemente.

- ¿Puedes subir las cosas de Lauren por mi? Necesitaré llevarla y ...

-- De ninguna manera. Yo la llevaré, Camila. Ese gimnasio tiene que servir para algo además de calentarme. - bromeó, viendo una expresión de escepticismo formarse en el rostro de Camila.

-- ¿Estás seguro? -- Preguntó. - Quiero decir, no la dejaras caer ni nada.

-- Tranquila Déjala conmigo. - dijo y Camila solo confío porque él siempre la cargaba escaleras arriba cuando jugaban entre ellos.

- Voy a la cocina a preparar algo de comer. Ella aun no ha comido. - Dijo, viendo a Wilker levantar las cosas de Lauren con las muletas ya Junior levantaba a la Ojiverde. - Espérame arriba, estaré ahí, en un rato Laur.

- ¿Has sido amigo de Camz durante mucho tiempo? Lauren preguntó mientras el chico la cargaba en sus brazos.

- Desde que se mudó a esta ciudad. -- Él explicó.

"Oh," dijo Lauren. - ¿Y cuánto es eso?

-- No sé. Aproximadamente cuatro o cinco años.

- ¡Oh! Gracias. - Le agradeció en cuanto la dejó en el suelo, tomando sus muletas de manos de Wilker, que los había seguido.

- No hay necesidad de agradecer, eres mi futura cuñada. Si eso hace feliz a Mila, eso es suficiente para mí. Lauren frunció el ceño.

- ¿Cuñada? - preguntó confundida.

- Sí. Soy el mejor amigo de Camila, bueno, Wilker y yo lo somos. - Él explicó. - Pero a pesar de ser un poco tonto soy buena gente. ¿No es así, Wilker? -- Preguntó.

-- Si hombre. Wilker asintió con la cabeza y le tocó la mano.

- Vez. - dijo riendo. - Entonces, considero a Camila como una hermana. Entonces, si no eres solo amiga de Camila, seguro que en el futuro serás mi cuñada. Lauren volvió a deformar la expresión de su rostro.

- ¿No es Camz solo mi amiga? - preguntó y Junior suspiró.

- Dime una cosa, ¿Tu la besas? Lauren volvió a fruncir el ceño. - ¿en la boca? - La niña asintió sonriendo de inmediato y Junior se rió.

- Bien, chica. - dijo riendo, volviendo a tocar la mano de Wilker, quien también se rió al descubrir eso. - Me siento como un profesor, - Se rió un poco más, recuperando el aliento momentos después. - Lo siento, me dejé llevar. -- Dijo. - Entonces, como dije, cuando dos personas que se gustan y actúan así, con besos y caricias, pero Camila es demasiado correcta para haber hecho frutifantastico contigo, así que estoy seguro de que aún no han llegado allí.

-- ¿Que es eso? Preguntó Lauren, apenas capaz de pronunciar la palabra.

- Es una palabra que Wilker y yo inventamos para ... ¡ay! El codo de Wilker hizo que el chico se callara.

- Si Camila se entera de lo que le estás enseñando pronto estarás sin tu amigo. - Dijo, señalando las partes inferiores del chico.

-- Es correcto. Lauren, olvídalo, te mostraré la habitación de Camila y Dinah. Sigueme. - Y así lo hizo Lauren.

[...]

- ¿Puede Dinah dormir contigo cuando tiene miedo? - preguntó Lauren mirando la cama vacía junto a la de Camila. Las dos se abrazaban, Lauren en el pecho de Camila, solo para tomar una siesta después de la comida, a petición de Lauren.

- Bueno, sí, pero ella no suele tener miedos y normalmente cuando los tiene, Normani los mantiene alejados.

- ¿Qué son? Preguntó Lauren.

- Novias. Lauren parpadeó lentamente, recordando el tema que había tenido con Junior un poco antes.

- Camz, ¿no somos solo amigas? - Camila se quedó sin reacción. No esperaba eso en ese momento.

- Bueno, definitivamente no en sentimientos como dos amigas.

-- ¿Eso porque? Preguntó Lauren.

- Porque, un, nos atraemos la una con otra y ... - Camila estaba a punto de estallar de vergüenza. - Esta cama es muy pequeña, ¿no crees? Lauren frunció el ceño ante el repentino cambio de tema.

-- ¿No porque?

- Estoy pensando en comprarme una cama más grande, para cada vez que vengas y asi nos sintamos más cómodas. - Dijo contenta de que Lauren no volviera al tema anterior.

- No, Camz.

-- ¿Porque no? - preguntó Camila confundida.

- Porque, tendremos espacio. - dijo Lauren, abrazando el cuerpo de Camila debajo de ella.

- Eso es lo que queremos. - dijo riendo.

"No" insistió Lauren.

- Lauren, será mejor para nosotras. Es más cómodo. - explicó Camila, sin entender el rechazo de Lauren a una cama doble.

- ¿Aún podremos dormir juntas? - Oh, es por eso, pensó Camila, con una amplia sonrisa dominando su rostro.

-- Claro que si. - Dijo sutilmente, viendo a Lauren levantar su rostro y mirarlo intensamente.

-- ¿Lo juras? - preguntó, sintiendo el cariño de Camila en su espalda.

-- Lo juro. - dijo Camila dulcemente.

- Camz, cuando dos personas se gustan, se besan, ¿verdad? - preguntó, tratando de probar la teoría de Junior.

- Sí. - respondió Camila.

- Y tú y yo nos gustamos, ¿verdad?

- Me gustas mucho, mucho, mucho y creo que yo también te gusto.

- Me gustas, Camz. Mucho.

- ¿Mucho? - preguntó sonriendo y Lauren asintió.

- Entonces haremos ... Frutifan ... Frutifantastico? - sonrió al acertar con la palabra, haciendo desaparecer todo el color del rostro de Camila.

- ¿De dónde has oído eso? Preguntó bruscamente.

-- Perdon. - dijo Lauren, haciendo una mueca por el tono de voz de Camila.

- Oye, lo siento, no quise asustarte. - Dijo Camila en voz baja, colocando un beso en la frente de la Chica. - Junior o Wilker, ¿quién te lo contó? - preguntó, reprimiendo el deseo de abofetear a la persona en la cara.

- Junior.

- ¿Te explicó qué es eso? - preguntó con miedo.

- Wilker no lo dejó, pero ¿qué es, Camz? - Camila cerró los ojos con irritación. Ni siquiera medio día en la Casa y ya había sido una mala influencia para la niña.

- No creo que sea apropiado decírtelo todavía. Un día te lo diré. - dijo Camila y eso solo hizo que la curiosidad de Lauren aumentara aún más, pero ella lo aceptó.

- ¿Puedo darte un beso? Lauren preguntó y Camila asintió.

- No tienes que preguntar, Laur. - La más grande frunció el ceño.

- ¿Puedo besarte cuando quiera sin preguntar? - preguntó sorprendida y emocionada.

- Sí, cuando quieras. - Dijo, al ver a Lauren sonreír feliz e inclinarse, para tocarle los labios gentilmente. Mientras Camila disfrutaba del largo pero delicioso beso que le estaba moldeando a la perfección, pensó en cómo podría desmembrar a Junior por haberle sacado ese tema a Lauren.

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Gracias por tu ayuda para este capitulo @AnapaulaRibeiro653 Sin ti no lo hubiera logrado.