capitulo 20
En ese momento Camila había colocado a Lauren boca arriba, con ambas piernas encima de la pelota suiza. Con un movimiento circular, balanceó las piernas de Lauren sobre la pelota, enseñándole cómo hacerlo sola.
- Dime si algo te molesta, ¿de acuerdo? - preguntó Camila y Lauren asintió, fascinada al sentir su cuerpo moverse así. De una manera divertida. Sus ojos alternaban entre sus piernas y Camila, quien tenía una expresión suave, pero concentrada en su rostro. Lauren suspiró, Camila se veía muy hermosa con ese atuendo blanco que solía usar en el hospital.
Sus ojos no pasaron por alto la franja negra del traje de baño de Camila, ligeramente expuesta, que le recordó que pronto entrarían a la piscina. Camila le sonrió y su mente vagó hacia algo que necesitaba con urgencia compartir con Camila, era crucial.
- La profesora me enseñó muchas cosas y hasta me dejó escribir con bolígrafo. ¿Puedes creer? - dijo Lauren, demasiado emocionada por ese simple hecho, considerando que cuando tenía seis años escribía solo a lápiz.
- Eso es realmente asombroso. - dijo Camila riendo, sujetándo con cuidado debajo de la rodilla de la niña para seguir rotando su cuerpo.
- También tuve clase esta mañana. - dijo Lauren. - Y esta vez fue con tres personas de la edad de mi mamá. - Camila frunció el ceño y miró a Clara.
- Solo están alfabetizando ahora y pensé que sería bueno que ella también conociera personas mayores. - Explicó, viendo a Camila asentir.
- La Sra. Ruldoff me dijo que viera series para adolescentes. - dijo Lauren sonriendo.
- Increíble, pero vamos. ¿Crees que puedes hacer esto sola? Preguntó Camila, viendo a Lauren hacer una mueca.
-- ¿Ver series? - preguntó confundida, escuchando una dulce risa salir de los labios de Camila.
- No, Lauren. Me refería a los movimientos. - Explicó con una sonrisa.
-- No sé. Si lo pueda hacer ya me duele imagínate si lo hago sola?
-- ¿Te duele? ¿Por qué no me lo dijiste? - preguntó Camila preocupada. - ¿Donde te duele?
-- Mi vientre. Lauren dijo, llevando una mano al borde de su camisa y moviéndola hacia arriba.
-- Bien aquí. - Puso su mano sobre su vientre, haciendo que Camila frunciera el ceño.
- ¿Cuándo empezó este dolor? - preguntó Camila.
- Cuando empezaste a moverme así. - explicó, paralizándose en el mismo momento. Se quedó asi durante unos segundos, sin decir nada o incluso sin moverse, hasta que sus pestañas comenzaron el famoso Parpadeó, parpadeando lo más rápido que pudieron. -- ¡Mamá! - Gritó.
-- ¿Sí? Preguntó Clara, sorprendida por el tono desesperado en la voz de su hija.
- Yo ... yo ... - Su respiración se aceleró y luego la niña rompió a llorar, haciendo que ambas la miraran con preocupación.
- ¿Qué pasó, querida? Preguntó Clara, agachándose junto a su hija.
-- Yo no quería. ¡Yo lo juro! - Dijo aún llorando. ¿Que le paso? Ella Estaba bien hasta hace unos segundos, pensó Clara.
- Lauren, pase lo que pase, todo está bien. - dijo Camila en voz baja, viendo a Lauren negar frenéticamente con la cabeza. -- ¿Qué paso?
- Yo ... - Un pequeño sollozo se ahogó. - Creo que oriné mi ropa. - Clara abrió mucho los ojos ante la declaración y automáticamente bajó la mirada a la región, pero estaba seca.
- Cariño, no te orinaste. Esta seco. - informó al ver a Lauren sollozar de nuevo y quitarse una lágrima antes de levantar la cabeza y verlo por sí misma.
- Pero lo sentí. - Dijo, no convencida de lo que vió. Sus manos fueron a la cintura de sus pantalones cortos de lycra, moviéndolos hacia arriba con sus bragas, solo para abrir bien los ojos y comenzar un llanto compulsivo.
- Hija, que ...
- Voy a morir, mamáa.... - dijo Lauren llorando aún más, haciendo un esfuerzo extra para sacar sus piernas de la parte superior de la pelota. -- ¡Me ayudas! - preguntó, sintiendo a la mujer abrazarla y llevar su cuerpo a su regazo.
- Creo que tengo una idea de lo que está pasando aquí. - dijo Camila un poco consternada.
- Hay sangre. - Dijo Lauren entre sollozos, haciendo que Clara recobrara el sentido. Una pequeña sonrisa divertida apareció en los labios de Camila antes de que se levantara y fuera a su bolso.
- Aquí. - Dijo en cuanto regresó, entregándole un tampón a Clara. - Me está muy cerca por llegar a mí y por eso estoy en guardia.
- Hija, no te estás muriendo, mi amor. - dijo Clara, pero fue en vano, continuaba el llanto.
- Lauren, les pasa a todas las mujeres cuando crecen. - dijo Camila sentándose a su lado y acariciando su espalda. - A mí también me pasará en unos días. Es algo que llega todos los meses. - Explicó, viendo a Lauren voltearse hacia ella, enfocando toda su atención en sus ojos.
-- ¿Todos los meses? - preguntó sollozando involuntariamente. Sus ojos enrojecidos hicieron que Camila sintiera la urgencia de calmar a la chica.
- Sí, - dijo Camila, tomando su mano y llevándola a sus labios, colocando un beso en la piel.
- ¿Entonces no voy a morir? Preguntó Lauren, mirando la otra mano de Camila limpiar sus lágrimas.
- Todos moriremos algún día, pero no por eso. - dijo Camila sonriendo, al ver que la mirada asustada de Lauren se volvía confusa.
- ¿Y que hago ahora? - Preguntó.
- Le di un paquete a tu madre y ella te enseñará a usarlo. - Le explicó. - Hay duchas en el baño de la izquierda.
- ¿Pero qué pasa con el dolor? ¿Es normal? -- Preguntó.
- Se llaman cólicos y algunas de nosotras, lamentablemente, lo padecemos. - Dijo haciendo una mueca. - Ve con tu madre a ducharte y ponte la ropa que usarías después de la piscina. Iré a la otra ala del hospital a buscar un medicamento para tu dolor y estarás bien, ¿de acuerdo?
- Camz, entonces me acariciarás la barriga para que se me pase? - preguntó con una mueca de dolor y Camila asintió.
- Sí, angelito. - Dijo, envolviendo sus brazos alrededor de la niña y ayudando a Clara a ponerla en la silla. - Nos vemos en unos minutos.
- ¿No te demores? Duele mucho. - preguntó, sintiendo los suaves labios de Camila tocar la piel de su rostro.
- Voy tan rápido que ni te darás cuenta de que fui. - Dijo, sintiendo a Lauren entrelazar sus dedos durante unos segundos.
-- Esta bien. - Dijo, soltando los dedos de Camila cuando su madre comenzó a empujar la silla lejos de la niña. - vuelve rapido, Camz. - gritó desde lejos, haciendo que Camila riera con gracia antes de correr por la medicina que le había prometido a Lauren.
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