Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 17

- ¿Qué es ese rico olor? - preguntó Dinah nada más entrar a la cocina de su casa. Camila llevaba un delantal blanco sobre la ropa que llevaba.

- Me desperté con ganas de hacer tarta. - Dijo Camila sonriendo ampliamente.

- Solo haces pastel cuando estás muy feliz. - Dijo Dinah, después de todo conocía a Camila desde hace mucho tiempo.

- Y, de hecho, lo estoy. Hoy Lauren sale del hospital. - dijo emocionada. - ¿Puedes mirar el pastel por mí?

-- Es el mismo que siempre: preparas el pastel y me gusta. Dinah se burló, riendo. - Por supuesto que miro, después de todo te irás.

- Es solo que no habrá tiempo para ...

-- Ya se. Es lo mismo de siempre: tú preparas el Pastel y yo me lo como. - Dijo Dinah riendo.

-- Perdon. - dijo Camila deformando su sonrisa.

-- ¿Estoy bromeando? Adoro hacer eso. - Reclamó Dinah. - ¿Y esta canasta de chocolate de aquí? ¿De quién es? - preguntó Dinah mientras Camila se llevaba las manos a la espalda para desatarse el delantal.

- Es mio. Yo lo compre. - Afirmó, desatando el lazo del delantal y quitándolo del cuerpo.

- ¿No era Lauren solo una amiga? Preguntó Dinah con una mirada sugerente y enarcó una ceja.

- Sí, bueno. - declaró Camila.

- Sabes que este montón de corazoncitos aquí, este osito de peluche y bombones en forma de corazón demuestran algo más, ¿no? - preguntó Dinah riendo y Camila resopló.

- ¿Quién dijo que son para Lauren? - preguntó Camila.

- Dijiste en el hospital que le comprarías bombones. - Dijo Dinah. - ¿Vas a decir que no?

- Está bien, sí es para ella, pero tiene la mentalidad de un niño, por Dios, deja de decir estupideces. - Se exaltó.

- Camila, no te estoy juzgado. - Dijo Dinah con calma. - Pero debes asumir que te gusta, es visible. - Camila suspiró y se sentó, torciendo la comisura de la boca.

- ¿Es tan obvio?

- ¿Por qué estás  bien vestida? ¿Te das cuenta de que tienes maquillaje? Odiabas el maquillaje. - Camila se rió, pero se sonrojó.

- Es solo delineador de ojos, Dinah. Todavía odio el maquillaje. - dijo Camila. - Entonces, ¿debería dejar de darle estos chocolates? - preguntó confundida.

-- ¿Qué? No. ¡Totalmente no!

-- ¿Entonces qué hago?

- Continúa con lo que está haciendo. - Camila arqueó una ceja.

- ¿Crees que debería? Su madre notará algo. Cielos, donde estaba yo con mi cabeza ...

- ¡Walz! - gritó Dinah uno de los apodos que le había dado a Camila. -- ¡Calma! - dijo Dinah tan pronto como la miró.

- Dinah, siempre, siempre de verdad, hago todo mal. - dijo, dejando caer los brazos sobre la mesa. - No sé qué hacer. No debería pensar en ella de esa manera, pero es tan pura y ...

- No quise asustarte diciendo que me pareció romántico, solo quise decir que no debieras mentirme y, sobre todo, a ti misma. - Dijo Dinah, colocando una mano sobre el hombro de Camila y acariciando la región. - Eres paciente, Mila, así que sigue tu corazón y todo estará bien.

-- ¿Crees? - preguntó Camila.

- Creo que ahora lárgate de aquí porque ese pastel es mío. - Dijo Dinah sonriendo, viendo a Camila reír y arrojarse a sus brazos, en un fuerte abrazo.

- Te amo, pero por favor cierra la maldita puerta, porque definitivamente no es normal para mí saber de memoria cómo es el cuerpo de tu novia sin ropa. - dijo Camila riendo.

- Lo cerraré. - Dijo Dinah.

- Perfecto, nos vemos. - dijo ella, dándole a Dinah un beso en la mejilla. Rápidamente tomó la canasta de chocolate, su bolso y se fue.

[...]

- ¿Es aquí donde ordenaron chocolates y caramelos? - preguntó Camila entrando a la habitación. Le sorprendió que Clara no estuviera allí, pero no dijo nada.

- Sí. - dijo Lauren enfáticamente. - Camz, ya me voy a casa.

- Lo sé, tu madre me pidió que fuera contigo. - Dijo acercándose a la cama.

-- ¿Y tu vas a ir? Lauren preguntó esperanzada.

- Sí, pero no me voy a quedar mucho tiempo. Tengo que ir al hospital más tarde.

- ¿Y yo te acompaño?

- No, Laur. Nuestros días son los martes y jueves. - explicó, colocando la canasta en el regazo de Lauren y su bolso en la silla.

"Es todo ..." comenzó Lauren, colocando su rostro contra el plástico transparente en la canasta. -- ¿Es para mi?

- Sí. - respondió Camila con una sonrisa en los labios.

- Hay un osito de peluche, Camz. ¡Que bonito! - Dijo Lauren con la boca abierta.

- Sí, pasaba por una tienda y lo vi en el escaparate. Pensé que te quedaba bien. - Dijo, mirando al osito blanco, con hocico negro, que tenía en sus manos un corazón rojo.

- ¿El tiene nombre? - preguntó Lauren y Camila negó, ayudando a Lauren a aflojar el lazo para poder acceder al osito de peluche y los chocolates y caramelos.

- No. Cuenta contigo para que elijas uno. - dijo Camila, viendo a Lauren parpadear confundida.

- ¿Tengo que elegir ahora?

- No, Laur. Puedes elegir cuando quieras. - Dijo, viendo a Lauren olfatear el oso antes de abrazarlo.

- Camz, ¿podrías prestarle un poco de tu perfume?

-- ¿Porque? ¿Es apestoso? - preguntó Camila levantando una ceja.

- No. Es porque me voy a acostar con él. - dijo Lauren, haciendo que Camila sonriera tontamente. - Y ya dije que me gusta tu olor. Creo que a él también le gustará.

- Bueno, se lo pondré entonces. - dijo Camila inclinándose sobre la cama.

- Mamá dijo que esta tarde empiezo a tomar clases. - informó Lauren mientras acariciaba el peluche.

- Estoy muy feliz con la noticia, princesa. - dijo Camila.

- Eso significa que estoy creciendo, ¿no? - preguntó, haciendo reír a Camila a carcajadas. - Dijiste que querías que fuera grande pronto.

- Realmente lo hago, pero no quiero que apresure las cosas. - dijo Camila, acariciando el brazo de la niña. - Estudiar es un gran paso adelante y estoy muy orgulloso de ti.

-- Gracias. -- Ella dijo. - Camz ... ¿Son todos los chocolates de corazón para mí también? Preguntó tan pronto como notó la canasta.

-- Todos.

- ¿Y puedo compartir con alguien?

- Con quien quieras. - respondió la niña sonriendo.

- Entonces quiero compartirlo contigo. - dijo ella, mirando a Camila. - Gracias por los regalos.

-- De nada. - respondió con una suave sonrisa.

- Camz, ¿puedes ayudarme con algo súper importante? - Preguntó seriamente.

-- Claro. Sólo dilo.

- Mi amiga va a ir a mi casa conmigo. ¿Podrías tomarla por mí? Preguntó, señalando la flor, que todavía estaba viva en el jarrón.

- Por supuesto que sí, ángel. - respondió Camila.

-- Gracias. - dijo Lauren. - ¿Por qué te pones más y más hermosa cada vez que te veo? - preguntó inocentemente, haciendo suspirar a Camila.

- Me pregunto lo mismo de ti. - dijo Camila al ver a Lauren sonreír.

- Hoy estoy mejor vestida porque mamá me ayudó. ¿Te gusta mi lazo? -- Preguntó. Camila sonrió y se permitió volver a analizar a Lauren. Llevaba un vestido blanco y un lazo rojo en el pelo. Estaba lista para irse, esperando a su madre.

-- Yo lo adoró. Siempre me gustaron los lazos. - respondió Camila con sinceridad.

- Vamos, cariño mío ... Ay, Camila, ya estás aquí. ¡Perfecto! - Dijo Clara entrando a la habitación. - El taxi ya nos espera.

- Voy con Camz. - dijo Lauren sonriendo. - Y con nuestro hijo. - Clara levantó una ceja y Camila abrió la boca para decir algo, sin embargo, no salió nada.

- ¿Hijo? Clara preguntó, confundida.

- Sí. Leo. - Dijo señalando al osito de peluche. Clara asintió riendo y Camila, aunque sonrojada, sonrió, después de todo, Lauren había elegido un nombre para su hijo , como ella lo había llamado.

*****

Amo traduccir está historia 😍

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro