La luz del sol, y los primeros rayos del amanecer, estaban entrando, poco a poco, por la ventana de aquel viejo barco pesquero abandonado y varado a las afueras de la ciudad. Era algo que ya, no tenia nada afuera de lo común, y lo único que iba a seguir ahora, justo después de eso, era que Balto y sus ocupantes se despertaran por fin, después de una larga noche de descanso.

No solo era el, o al menos, había quienes de echo, ya se habían levantado desde hace mas temprano, que el, en especial ciertas amigos y amigas suyas, que durante esa mañana, decidieron, que era momento de ir a visitarlo, por lo muy preocupados que el los tenia durante las ultimas semanas.

Una de sus amigas, resulto no ser otra, que una pequeña perrita morada pomerania, llamada Dixie, quien recientemente se había vuelto una amiga muy cercana a el. Y quizá algo mas que eso, sobre todo, si se tenia en cuenta, que algo que a ella le llamaba mucho la atención. El echo, de que Balto prefiriera tener que estar durmiendo aun en ese lugar, en ese viejo bote, cuando el mismo ya sabia que tenia un mucho mejor lugar donde dormir.

La noche anterior, Balto había tenido un sueño muy extraño, demasiado extraño si se lo preguntan, por alguna razón, que solo el propio Balto sabia, el decidió que lo mejor que podría hacer, era guardarse aquel sueño para si mismo, y no decírselo a nadie, sobre todo una vez, que se ponía a pensar, en todo lo que había visto en el mismo, y que si se lo contaba a alguien, era claro que a Balto se le podrían hacer muchas burlas por creer que estaba loco:

Balto yacía corriendo sin parar, y con una aparente y gran desesperación como nunca antes se había sentido, sin que el supiera como ni tampoco porque. Era una zona extraña, no podía ver casi nada a su alrededor, solo un pequeño sendero de piedra, a cada paso que daba pero nada mas, solo eso, y nada mas que eso, en verdad que era muy extraño. Pero como lo único que sabia era que no tenia nada mejor como hacer, tan solo comenzó a moverse por ese mismo lugar, y mientras avanzaba se dio cuenta, de que al asomarse hacia los lados de ese sendero de piedra, no había nada, una vez que miro hacia abajo. Como si fuera un precipicio, ese parecía que si uno caía de ese sendero, o mas bien de ese puente de piedra, caería también por un lugar frío, que en verdad se veía como una muy larga caída, o bien, también parecía que ese abismo, no tendría fin. Lo cual, desde luego que lleno de terror a Balto, y por tanto, se mantuvo en el centro de ese puente tanto como pudo. Antes de comenzar a correr sin parar, Balto miro hacia todos lados, mientras gritaba nombres en voz alta, con la esperanza de recibir una respuesta y escuchar otra voz, no le importaba de quien, pero mientras fuera una voz, eso lo calmaría un poco. Pero por mas que intento, Balto no pudo escuchar nada. Y su inquietud y nerviosismo solo seguía creciendo al no ver a su alrededor, nada mas que niebla, una neblina gris, y que en verdad no le dejaba ver nada, ni hacia arriba, ni hacia abajo, ni hacia los lados, solo podía ver hacia enfrente y hacia atrás, pero aun así, todo lo que había en dichas direcciones, era el puente a lo lejos, mismo que solo se podía distinguir, pero unas muy pequeñas farolas que estaban puestas a los lados del puente cada un par de metros, y que brillaban lo suficiente como para verse desde lejos. Pero de ahí en fuera, eso era lo único que se podía ver. Balto solo continuo su camino por aquel puente tratando de mantener la calma. Sabiendo por donde no pasar, si lo que quería era no caerse de ese puente. Hasta que escucho algo que de inmediato lo hizo dirigir su vista hacia el frente de ese puente. Y que incluso lo llevaría a comenzar a correr con todas sus fuerzas hacia adelante, aunque no era como que hubiera mas direcciones, pero igual Balto solo comenzó a correr y correr sin parar y sin detenerse en lo mas mínimo. Todo lo que Balto pudo hacer, era tratar de llegar lo mas rápido posible hacia dicho lugar, pero nada mas. Quería llegar antes de que la voz se callara, y si, la razón, por la que Balto comenzó a correr a toda velocidad, fue que le pareció escuchar la voz de alguien de una persona a lo lejos, la cual le pregunto si acaso estaba perdido, desde lejos y gritando, Balto respondió de la misma forma que si, y luego pregunto donde estaba, la voz solamente le dijo que si, pero solo se limito a decir en que lugar se encontraba, a unos cuanto metros de donde el estaba, por lo que Balto solamente comenzó a correr, mientras seguía llamando a la voz para no perderla, solo siguió y siguió corriendo tan rápido como pudo, decidido a llegar donde la voz. Pero en un punto, parecía que esta, poco a poco seguía y seguía haciéndose mas débil, con el riesgo de perderla, y de que esta finalmente se extinguiera, así como tampoco parecía importar que tanto corriera, la voz de alguna forma que el no entendía, nunca se acercaba, y el solo seguía sin poder ver nada. En un punto parecía que la voz finalmente dejo de escucharse, lo cual solo acabo por hacer que Balto se asustara, y se llenara de un terror, al ver que una vez mas volvería a quedarse solo en ese lugar, el miedo que sentía en ese momento, así como su preocupación seguía creciendo, y llevo a que Balto acelerara aun mas el paso, pero ya no en busca de encontrar a la fuente de la voz, sino completamente desesperado en poder encontrar alguna salida, la que fuera, pero sin éxito alguno. Balto aun así no pensó en ningún momento en dejar de correr, y a cada momento que pasaba, su desesperación no hacia mas que crecer, a la vez que pensaba y pensaba y pensaba, en como rayos había salido de ese lugar, y si podría salir de ahí. Entonces, justo en ese momento algo le llamo mucho la atención, algo de lo que Balto en ese momento no se dio cuenta, hasta que esto le dio justo en la cara, era un rayo de luz, mismo que otra vez logro despertar sus sentidos de alerta, y ahí fue cuando vio lo que parecía ser una luz brillante quedar hasta el otro lado del sendero. Una vez mas, Balto siguió decidido a no darse por vencido, ahora esperando que esa luz brillante que veía hasta el otro lado del puente y que era casi segadora no se apagara como la voz a la cual ni siquiera pudo reconocer ni comprender en realidad. Acelero una vez mas el paso, justo cuando ya se estaba deteniendo por el cansancio. Y nuevamente prosiguió como bala, ahí fue cuando algo mas paso, toda la neblina a su alrededor de pronto comenzó a disiparse, como si un fuerte viento la estuviera moviendo y en efecto, Balto casi pudo sentir en su cuerpo, dicha brisa fuerte, misma que de alguna manera lo hizo sentirse aun mas tranquilo, pues en realidad la misma si lo estaba poniendo algo nervioso. Y ver como esta se iba para ver ahora lo que el podría considerar un cielo azul, completamente azul, fue algo mas que tranquilizador, pero esta aun no se había ido por completo y el todavía seguía viendo la inmensa luz a la distancia. La cual dicho sea, si que se veía ya cada vez mas cerca, muy a diferencia aquella voz. Y que de verdad fue un gran alivio para el, siendo justo ahí, cuando entonces la neblina se disipo por completo, y la luz dejo de verse tan fuerte, revelándose esta como algo que Balto asumió que era el sol, y la neblina dejando ver la gran altura a la que el puente estaba y que abajo de este parecía haber tierra y agua, por causa de la gran altura a la que se encontraba, y entonces Balto llego por fin al final de ese puente de piedra. Uno que tenia ahora en si mismo, varias escaleras, y también...toboganes, con los que descender...hacia allá abajo...un lugar que no se parecía en nada a algo que Balto había visto antes, comenzó a acercarse a las escaleras para intentar bajar cuando de pronto...

¡¡Balto!!, el mestizo finalmente se despertó de forma casi abrupta luego de ser sacudido con fuerza por su padre Boris y sus hermanos Muk y Luk que ya estaban comenzando a brincar sobre el. Algo que desde luego, a Balto no le gusto demasiado pues casi lo lastiman con eso.

Boris: ¡Balto despierta!

Balto: ¿Que?, ¿Que? ¿Que? ¿Que pasa?

Dijo mientras se sacudía lo suficiente, para luego emitir un suave bostezo, y salir por fin de su vieja sabana.

Boris: ¿Te pasa algo Balto?, te estabas moviendo demasiado. Parecía que tenias una pesadilla.

Balto: En realidad si fue algo así. Pero no había necesidad de despertarme en realidad.

Boris: No es solo eso Balto, una de tus amigas vino a verte, y te esta llamando desde hace un buen rato.

Balto: ¿Amiga?

Boris: Si, tu amiga Dixie. Me acaba de preguntar si estas aquí.

Balto: Oh no puede ser, seguro va a venir con lo mismo de siempre.

Boris: No digas eso Balto, ellos solo se preocupan por ti y lo sabes.

Balto: Si lo se, pero creo que ya les había dejado muy en claro que no los dejaria a ustedes, ni al que siempre habia sido mi hogar.

Boris: Pues si que son persistentes, pero debes disculparlos, no lo hacen así a propósito.

Balto: Bien supongo que no tengo opción, y no puedo solo dejarla ahí esperando.

Boris: Si Balto, tampoco seas así con ella.

Balto se levanto y salio del barco, luego de darle sus buenos días a su padre, a su madre y a Muk y Luk, para acercarse a la cubierta del barco, y ver justo afuera del mismo, a quien Balto ciertamente le generaba algo de preocupación ver. Pues ella, era alguien, que en serio lo hacia dudar de su relación con Jenna, si tenia en cuenta, la costumbre que siempre tenia últimamente de juzgar su relación con Balto, y lo mismo era con ella, con quien de echo pasaba mas tiempo. Dixie también la criticaba mucho a ella por estar con Balto, de la misma forma que ahora lo criticaba a el por estar con Jenna y ciertamente, Balto ya no podía recordar en que momento comenzó esta costumbre de ella. Pero igual nunca llego a darle mayor relevancia a ello, ni a sus criticas, ni a sus comentarios no tan agradables que de ven en cuando hacia de Jenna, ni tampoco de los constantes, y si bien no molestos, si incomprensibles por completo intentos de coqueteo por parte de ella hacia el, que desde lo ultimo que paso, no ha dejado de hacerlo nunca.

Continuara.