28
─Jimin, hijo, ¿podemos hablar? ─fueron las palabras de JoonLe para su hijo que legalmente lo era.
─Pasa... ─respondió aquel joven sin dejar de ver su monitor, pues estaba retomando las clases.
─ ¿Qué haces hijo? ─preguntó viendo a su hijo mientras estudiaba, nunca antes se había sentido tan cercano a él.
─Trato de poner al día la universidad, Taehyung ya tiene su proyecto de tesis, yo aún no lo he decidido... ─informó a su padre o más bien tío, ahora que ya todo se sabía pero que nadie iba cambiar lo legal.
─Taehyung volvió diferente... parece que aprendió la lección... ─dijo JoonLe recordando al antiguo amigo de su hijo.
─Creo que Taehyung no recibió un castigo, más fue bendecido, porque ahora hay más personas que lo aman que antes, de esas personas aprendió que el valor no radica en la riquezas, pero ¿y tú?, ¿has aprendido algo? ─cuestionó esta vez Jimin., que se giró para hacer la pregunta y vio fijamente a JoonLe.
─Hijo, creo que no debí separarte de tus padres, eso aprendí, tu necesitabas a una familia y no dinero y riquezas, falle como padre... ─respondió dolido aquel hombre, avergonzado y quien sabe con más sentimientos por delante.
─Oye... no, yo no soy un delincuente, estoy sano ahora y todo fue gracias a que te preocupaste por mí, hiciste lo posible por encontrar a mi papá por las razones que sean y los has traído para mí a nuestro hogar, no has fallado... ─Habló dejando de lado la computadora para acercarse a JoonLe, no era su intención que el hombre se sintiera mal, pero quizá en el fondo sabía que algo había salido mal. Ambos se fundieron en un fuerte abrazo que significaba la reconciliación de los Park, la familia que estuvo desunida por la clase social y la riqueza, algo que nada valía. JoonLe se despidió de Jimin pues debía irse de viaje como lo había hecho su esposa días antes, ahora había más calidez en ese hogar, horas más tarde, Taehyung llegó en su nuevo vehículo, otro Camaro SS pues le gustaba demasiado ese modelo, Jimin lo vio llegar y sonrió.
─Solo no te mates en este, ¿está bien? ─fueron las palabras de Jimin en tono burlón, sin separar la mirada de su visitante.
─No creo, igual no morí... ─respondió en defensa y siguiendo la broma, bajando de aquel vehículo.
─No lo hagas nunca alíen... ─ambos empezaron a caminar al interior de la casa.
─Quiero pedirte oficialmente que seas mi padrino, me caso en una semana... ─informó Taehyung, algo que tomó por sorpresa a su amigo.
─ ¿Tan pronto? ─preguntó bajo su sorpresa Jimin.
─Escúchame... yo quiero que ella tenga todo lo que la vida le quitó desde muy pequeña, quiero que este bien cuando yo no este... ─respondió el joven Kim.
─Cuándo... ¿cuándo no estés?, ¿amigo de que hablas?, me asustas... ─Jimin empezó a sentir miedo de la respuesta, tardó segundos en arrepentirse de haberla hecho.
─Tengo un aneurisma a raíz del consumo de drogas, que se terminó de formar con el golpe del accidente, solo empeoró, no saben si es operable porque aún están analizándome, pero me genera fuertes dolores de cabeza, siento que me mata... tengo miedo... ─Taehyung de verdad se veía atormentado al responder ─sé que es la forma en la que debo pagar mis deudas... ─analizó sintiendo evidente pesar por sí mismo.
─Oye... aún no están seguros, estarás bien, no te mortifiques antes de tiempo ─Jimin no pudo evitar abrazar a su amigo. Ambos pasaron un buen rato, a pesar de las noticias, se sintieron como si nada hubiera cambiado entre ellos, el cariño nunca se perdió, porque entendían que tenían que superar el pasado para que las cosas fluyeran.
Taehyung fue a su oficina, pero esta vez lo esperaba alguien, la madre de Jihoo, la chica que Taehyung había asesinado, él joven Kim entró y se acomodó cuando la señora entró. ─Buenos días, Kim Taehyung... ─habló molesta aquella mujer.
─Señora Han... ─rápidamente se puso en pie he hizo una reverencia ─ jamás le di el pésame por la muerte de Ji... ─estaba por continuar cuando ella lo interrumpió enérgicamente.
─No te atrevas a mencionar su nombre, asesino... ─dijo aquellas palabras con odio y saña, la mujer que al parecer nunca había creído en la inocencia del joven. Taehyung sintió como su piel se puso fría, la cárcel fue lo primero que le vino a la mente, aquella mujer lo sabía, lo había descubierto y peor aún, lo odiaba y con justa razón, ella siguió hablando pero Taehyung no escuchaba, estaba aturdido, pronto aquella dolorosa punzada que lo atacaba volvió a aparecer, su cabeza comenzó a doler, mientras la mujer seguía soltando su veneno, él solo pudo poner las manos en su cabeza para tratar de apaciguar el dolor pero era imposible, así como se fue perdiendo la voz de la visitante también fue saliendo de su vista, incluso sentía como las náuseas empezaban a atacarlo por tanto dolor. ─Así que los rumores son ciertos... estas muriendo... espero que ese dolor sea mucho más fuerte que el que le hiciste sentir a mi hija, maldito... ─seguía aquella señora, veía a Taehyung tomar su cabeza afligido por el dolor, arqueó una ceja sin despegar la mirada del joven que había caído de rodillas al piso y sonrió. Cuando Taehyung intento tomar el teléfono para pedir ayuda, la señora Han se lo quitó.
─Por favor... necesito ayuda, por favor ─suplicaba arrodillado por el mismo malestar, era tanto que poco a poco fue cayendo al piso, ya no estaba razonando.
La señora Han lo veía con regocijo, puso seguro a la puerta y dejó que Taehyung sufriera aquella horrible agonía, hasta que no pudo más, Taehyung perdió el sentido y entonces ella se vio tentada a acabar con él, pero llamaron a la puerta y ella fingió pedir ayuda. De ese modo, ella se sintió vengada, lo vio sufrir aquel fuerte dolor agónico al verdugo de su hija, ella salió del edificio y fue rumbo a la tumba de su hija. El mejor amigo de Jimin fue internado de emergencia, pues al parecer el dolor no cedía y Taehyung parecía confuso, adormecido, como drogado y con mucho dolor, los médicos los dejaron verlo pero debían intervenir de inmediato. ─Será una craneotomía abierta, es la forma más rápida, pero es la peor... ─explicó el neurocirujano.
─Esto no puede estar pasando, lo acabamos de recuperar... ─el tormento de Hansung era tan evidente que Jimin sintió como su corazón se estrujo más al verlo, definitivamente el karma era más vengativo que Taehyung.
─Si lo hubieran encontrado unos minutos antes, no habría llegado a este punto ─fue lo último que el médico dijo.
Jimin se acercó a Taehyung, tocó su frente ─Cálmate alíen, estarás bien... ─habló suave tratando de darle paz.
─Mochi... dile a mis padres que la cuiden... diles que la amo y que no la dejen sola, esto es mi culpa... esto... ─antes de continuar la enfermera le puso una mascarilla con oxígeno y anestesia para dormirlo.
Jimin solo pudo ver cómo se llevaban a su mejor amigo con el riesgo de no volver a verlo... su corazón dolía.
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