AnLe permanecía junto a la señora Park, mientras Jimin era examinado, resulta que las cosas iban empeorando a pasos agigantados, había sangrados más frecuentes y mucha más fiebre, los médicos estaban empezando a especular sobre el futuro del joven Park pero no tenían valor de hablarlo con sus padres. Tenían planeada una última quimio antes del alotransplante de médula ósea, pero no sabían si iba a sobrevivir en ese estado tan deplorable en que se encontraba, salieron con el joven Park en silla de ruedas y lo llevaron a su habitación, Boyung trato de estar más tiempo con él. Sin embargo, el olor a medicinas y alcohol le incomodaban, se despidió de su hijo en cuanto lo dejaron en la habitación y pidió a AnLe que cuidara de él, ella asintió pero sus pensamientos decían lo que opinaba de aquella fría mujer, realmente le pareció indignante que se fuera así como así.

Fue molesto para ella saber que su familia prefería dejarlo con alguien que no era parte de, que quedarse con él, le dolió ver eso, luego recordó que quién siempre cuidaba de él era Taehyung, así lo había conocido, le dio una punzada de culpa saber que ahora Jimin solo sentía desprecio por aquel que tanto cuidó de él. Pero Taehyung estaba en un lugar donde sentía paz, nada de sus ideales de gente rica ahora lo dañaban y tenía a parte de los Park, a Somin, aquella joven huérfana que siempre lo cuidaba cuando él estaba débil e indefenso.

Esta vez no era la excepción, Taehyung empezó a despertar y lo primero que sus ojos encontraron fue con ella, cocinaba algo y parecía muy concentrada, el joven Kim sintió algo muy bonito al verla, el dolor se había ido por completo, parecía que sólo había sido un episodio. ─Es hermoso despertar con esta imagen tan hogareña... ─dijo con esa voz de recién despierto Taehyung.

─No digas esas cosas... solo me avergüenzas, pero despiertas justo para el desayuno... ─respondió Somin con una flamante sonrisa.

─ ¿Por qué estás tan temprano aquí?, ¿dónde están Nana y Leejung? ─preguntó inquieto Kim.

─Ellos tuvieron que ir a trabajar, además a comprar medicinas para tu dolor, están muy preocupados por tu estado de salud, lo de ayer fue bastante preocupante... ─dijo poniéndose seria ante la situación de pensar que el accidente podría ocasionarle más daño a largo plazo.

Taehyung se levantó para acercarse a ella, tomó sus manos y las besó ─Somin... gracias por cuidar de mi junto a mis padres temporales, he aprendido mucho junto a ustedes, sabes que no he sido bueno, quizá vaya a prisión, pero quiero que salgas de aquí, quiero llevarte a mi casa y que vivas segura ahí aunque yo no esté... ─Habló suplicante.

─Pero... Tae... no sé qué decirte, tu familia, tú... ─ella se soltó y retrocedió un poco ─ y tu mundo son diferentes a lo que conozco, eres una especie de príncipe y yo... ─Taehyung la interrumpió.

─Eres la princesa más bella que he conocido, quiero que seas mi princesa y que cuides de mí en mi hogar... ─insistió y poco a poco fue acercándose a los labios de Somin.

Ella estaba temblando, siempre lo amo en silencio, jamás pensó que él sintiera lo mismo y respondió el beso que Kim fue profundizando, la arrastró hasta su cama, la deseaba, ella fue adueñándose de su corazón con sus buenas acciones y esa atención desinteresada que siempre mostró, ambos cayeron, Taehyung era dulce y tierno, sus besos eran apasionados y cálidos, la amaba. Somin se entregó por segunda vez en su vida, pero esta vez era algo especial, algo sublime, Taehyung subió su vestido y beso palmo a palmo su piel, devoró su pecho mientras que su mano habría sus piernas, se separó de ella para desnudarse, sus dedos empezaron a trabajar en los pliegues íntimos de la chica.

Los gemidos ante el tacto del masculino empezaron a llenar aquel lugar, dos dedos entraban y salían de ella mientras los labios de Kim succionaban cuidadosos los pezones de ella, cuando supo que estuvo lista empezó a entrar en la intimidad de su pareja. Levantó las caderas de Somin sobre sus piernas para que esta rodeara su cintura y poder profundizar más aún, el movimiento fue lento en el principio, pero poco a poco fue aumentando la velocidad, Somin se sentó sobre Taehyung y se aferró a su espalda, lo deseaba, ambos se amaban en ese momento. Fue así que entre tanto, las estocadas fueron fuertes y lentas en medida de que el clímax estaba llegando, Taehyung se dejó ir completo y sin pensarlo dentro de ella y Somin sobre él ─Te amo... desde el primer momento en que te vi... no es fácil decirlo pero te amo... ─habló Taehyung entre jadeos placer.

Después de aquello, se relajaron, era como si de alguna manera su amor se hubiera sellado, ambos estaban comiendo lo que Somin había cocinado, reían felices y Taehyung ocasionalmente de cada cosa, también había besos furtivos pero legítimos, Taehyung de verdad se había enamorado, había perdido la frialdad que Jihoo vivió, habló con sinceridad con Somin y ella aceptó y entendió su pasado. Ahora él abrigaba la esperanza de hacer una familia hermosa y feliz, quería volver a ver a su amigo aunque fuera por un momento y decirle todo lo que había vivido, él había prometido siempre quedarse y sabría entenderlo, pensaba.

Pero aquel momento fue interrumpido cuando la voz ronca de alguien le llamó por su nombre ─ ¡Taehyung! ─habló y el mencionado volvió a verlo, soltando el vaso que tenía en su mano provocando un estruendo al que el joven no le dio importancia.

─ ¡¿Mamá, papá?! ─respondió moviéndose de su lugar, retrocediendo con una enorme confusión y miedo, por un momento el tiempo se detuvo, sus padres estaban ahí.

Lo habían buscado, eso significaba que lo amaban, que no lo habían dejado a su suerte, su garganta comenzó a doler, sus ojos a arder, el llanto lo traicionó. Los señores Kim se movieron para abrazar a su pequeño, su amado hijo que había creído muerto estaba vivo frente a ellos, no les cabía tanta felicidad en sus corazones.