Taehyung no supo que hacer aquella señora parecía conocerlo, sintió miedo porque algo le decía que volver a su vida anterior era malo y peligroso, temía por algo que no sabía y sin pensarlo se echó a correr sin detenerse, buscaba sentirse seguro, los gritos de su madre fueron quedando atrás. A medida que se alejaba imágenes en su mente fueron apareciendo, sus padres, Jimin, Lyne, todos iban saliendo a la luz en su mente, pero aquello que lo atormento fueron sus acciones, vio como había lastimado personas inocentes, sus recuerdos estaban volviendo pero le estaban haciendo mucho daño. La señora Kim estuvo a punto de correr tras el pero AnLe la detuvo ─ ¿señora, que ocurrió? ─preguntó asustada por la reacción.

─ ¡Es mi hijo, es Taehyung! ─gritó desesperada por ir tras él.

─Señora, Taehyung murió, ese joven debe ser el hijo de la dueña de este lugar, por favor volvamos al auto... ─insistió AnLe, sin soltarle el brazo para que no fuera.

─Tienes que creerme... era mi hijo, mi pequeño Taehyung... ─la señora Kim habló entre lágrimas, no sabía si era de angustia o de felicidad, su hijo estaba vivo. Pero había huido de ella, eso no lo entendía. Taehyung había recordado todo, su corazón que ahora bueno no podía con tantas culpas, se había ocultado sintiéndose perseguido, estaba al pie de un árbol, abrazando sus rodillas y sacando con lágrimas aquello que lo oprimía, el señor Leejung lo había perseguido en la distancia, quería ver su reacción pero lo que estaba viendo le estaba partiendo el alma. No se pudo contener y se acercó a él para abrazarlo fuerte, que sintiera la seguridad de que nada malo le iba a pasar.

─Soy malo... por eso me abandonaron a mi suerte, por eso nadie me buscó en este tiempo... soy un monstruo... ─dijo aferrado a aquel abrazo que de verdad le ayudaba.

─No es verdad, quizá lo fuiste pero ahora eres el muchacho más noble que he conocido, no sé cuál es tu nombre, ni de dónde vienes o para dónde vas pero para mí has sido aquel hijo que perdí... ─le dijo conmovido por el sentimiento de su joven invitado.

Minyoung había observado toda la escena del encuentro entre Taehyung y la señora Kim desde su lugar pero no había querido intervenir, pensó que no era lo mejor porque la señora llamó hijo a su pequeño protegido y este había huido, pensó que quizá eran malos. La señora Kim había llegado a la casa de los Park, AnLe había llamado al señor Kim, ella estaba hecha un manojo de nervios, Jimin bajo y escuchó cada palabra que ella había dicho, pero él estaba molesto. Taehyung no era una buena persona y si de verdad estaba vivo querría seguir haciendo daño y quizá lastimar de nuevo a AnLe y eso ya no era algo que quería, las posibilidades eran casi nulas pero sí estaba vivo no quería seguir siendo su amigo, se lo diría en cuánto lo viera.

Estaba cansado de sus actitudes, se su mal proceder, le diría todo a sus padres y terminaría aquella amistad, quizá iba a morir pero no iba seguir siendo el cómplice de alguien tan vil y despiadado, no más, se decía a sí mismo mientras veía llorar a la señora Kim. ─No estoy loca, se lo que vi, tenían sus ojos con una mirada dulce, algo había diferente en él, pero eran sus ojitos, su cabello esponjado que le cubría la frente como cuando recién se levanta, sus lunares, su estatura, su voz, era él, lo vi tan lindo con aquel delantal de vendedor, mi hijo está vivo, por favor tienes que creerme amor ─le dijo suplicante a su esposo.

─Amor, qué más quisiera yo, sabes cuánto lo amé, pero él murió, se nos fue, y esto solo remueve en mi la pena de haberlo perdido ─habló triste Hansung, tratando de calamar lo que su esposa decía.

─Creo que no podemos aferrarnos a eso, quizá era alguien que se me parecía, porque, ese mercado de hortalizas está lejano al lugar del accidente, además sabemos cómo era Taehyung, jamás estaría vendiendo en un lugar así, no tiene sentido... ─siguió Jimin.

─Yo tampoco lo vi, solo alcance a ver a alguien que corría pero ya estaba muy alejado, tampoco puedo decir que fue él, es que es inaudito ─agregó AnLe que seguía tan sorprendida por todo lo que la señora decía.

─Creo que la pena ha sido demasiado para ti, querida, deberías buscar ayuda, esto no es sano, todos extrañamos a tu hijo y nos lastima pensar en la posibilidad de volverlo a ver siendo algo imposible, es doloroso en verdad ─fueron las palabras de la señora Park, todos creían que aquello había sido producto de su imaginación por el dolor de la pérdida pero la realidad era otra. Todos en la Mansión Park estaban en revuelo pues aquello sería un total cambio, si Taehyung estaba vivo las personas del edificio Jeon tendrían que seguir buscando un hogar para vivir a pesar de sus escasos recursos pues el edificio Jeon sería irremediablemente demolido para usar el terreno. AnLe temía por su vida, sabía que Taehyung había muerto intentando acabar con ella y está vez lo iba a lograr, quizá incluso llegase a dañar a su familia y eso no podría soportarlo, Taehyung no debía estar vivo ella no quería que fuera así muy a pesar del dolor de su familia. El caos había llegado a sus vidas, el señor Kim ahora no sabía que pensar, tenía mucho que procesar y tampoco quería que su esposa se molestara con él porque la amaba, era lo más hermoso que le había pasado en la vida y el simple hecho de verla dolida con él le hacía daño.

Jimin había tomado la decisión de cerrarle las puertas a Taehyung, eso era definitivo, no había vuelta atrás vivo o muerto no quería saber más de él, no seguiría cubriendo sus crímenes y si se quedaba callado era porque eso sólo les haría más daño a sus padres.