-Nombre- una voz firme pregunto al "chico" frente a él

-Seiya Pegasus, señor -respondio- soy el primogenito de mi familia

Él...o más bien ella es Seika Pegasus, haciendose pasar por Seiya Pegasus, su hermano menor. Tiene una historia bastante curiosa

Su reino se convirtió en el imperio más poderoso, luego de que su primer emparador, se autoploclamara como tal.

Pero, el príncipe heredero era muy débil y los nobles no era tan fieles como para apoyarlo. Por si fuera poco la fuerza opositora crecia con gran velocidad. Para frenarlos el emperador tuvo que actuar rapido y creó un ejército que respondía a él y solo a él...

Todo varón, al cumplir lo 18 años, deberá alistarse. Se le concederá el honor de servir a la corona como soldado del imperio.

Gracias a este ejército, el emperador pudo mantener su poderío

Y ahora, aún luego de cien años, seguía en pie aquel régimen militar obligatorio para los varones de 18 años. Quienes se negaban, enfretan la ejecución de ellos y sus familiares.

Seika pasó toda su vida enseñandole a su hermano menor que existen cosas más importantes que el dinero...como el amor, la confianza y la consciencia.

Pero luego de algunos años, un día antes del alistamiento de Seiya, es decir, la noche de ayer, Seika encontro una carta, y esto le decía

Querida hermana,

Siempre me enseñaste que el amor es lo más importante en la vida.

Así que decidí seguir tu consejo. Huiré con Ikki.

No me busques

Tu unico hermanito, Seiya

Arrugó el papel con furia, mientras reía a carcajadas- Maldito niñato -dijo mientras las palabras plasmadas en aquella carta crusaban nuevamente su mente.

Y así se convirto en Seiya...

~☆~

Dos hombres paseaban por lujosos pasillos iluminados con tan solo la luz del sol que se asomaba por las grandes virdriales.

Sus cuerpos esbeltos y ligeros se desplazaban apresurados por el lugar.

-Los 100 postulantes...pensé que no había chicos interesantes esta vez, pero algunos me llamaron la atención- dijo el más leal a la corona, era un hombre alto y flaco, sus ojos eran grandes bondadosos, pero de un color oscuro, tan oscuros como su larga cabellera color mar, la cual siempre estaba desordenada -Es lo que hay, señor- prosigio al ver la insatisfaccion del principe- los nobles prefieren pagar la penalización, así que son plebeyos en su mayoría

-Saga...¿también es plebeyo?

-No posee ningún castillo, así que sí, señor

-Su lugar de nacimiento no es exacto, un barrio marginal, es todo lo que dice

El silencio se hizo presente, lo unico que se escuchaba eran las suelas del los zapatos cuando estas chocaban contra el suelo

-Todos son buenos para nada

-Los que están en la lista son los mejores, eche un vistazo

El joven de sangre real, miró cada uno de los nombres, sin darle ninguna importantacia...excepto a uno -¿Pegasus? -miro deteniadamente aquel apellido para aseguararse de estar en lo correcto

-Fue el mejor caballero hace ya casi 15 años, su retiro fue repentino, su majestad intento convencerlo de volver varias veces, pero no lo logró. Una decepción enorme ¿lo recuerda?

-Claro, como olvidarlo...-una sonrisa se formo en la cara del noble- ¿Y esta vez se alistó su primogenito?

-Se llama Seiya, debe haber entrenado con su padre, así que confió en su habilidad

-Espero mucho de él

~☆~

-Allí estan reunidos-dijo Milo apuntando donde se encontraban los aspirantes

-¿Sabes cuál es?

-El numero seis, fila siete, está todo en el documento léalo por favor

-Cielos -dijo al ver a aquel chico, su decpecion fue enorme -es muy flaco, ¿podrá siquiera levantar una espada? -era cierto, aquel chico dislumbraba una gran belleza, pero su cuerpo no parecía hecho para la batalla

-¡El que sigue!-se escucho decir al entrenador, la castaña se adelanto y tomo la espada, todos los ojos estaban sobre...sobre "el primogenito del gran heroe de guerra"

Sujeto la espada firmemente, miro decidido a su objetivo, como si de un rival en combate se tratasé, el principe lo observaba a lo lejos pero podía sentir su determinacion. La joven levanto el arma en una postura casi perfecta y luego ¡Pam! Estaba en el suelo aún sujetando el arma

-Lo siento, es más pesada de lo creí -dijo la chica recuperando la postura -puedo interntalo otra

-¡El que sigue!- anunció el instructor

~☆~

Tras una siesta reparadora, Seika contemplo el cielo sobre su cabeza, aún estando acostada en las verdes hierbas y sumergida en sus propios pensamientos, escucho su actual nombre, osea

-Cadete Seiya Pegasus

La joven se puso de pie de un salto, encontrandosé con la esbelta figura del principe heredero

Su mirada estaba sobre ella, como un león vijilando a su presa.

-Lord Seiya Pegasus ¿así era tu nombre? -sus palabras le hacían sentir el corazón en la boca, pues incluso con su sola prescencia infundia miedo y respeto.

-S..si señor, es todo un hornor conocerlo su alteza -agachó la cabeza evitando los ojos del contrario

-Levanta la cabeza, yo tambien quiero verte el rostro-

Seika estaba confundida por aquella peticion, pero no tuvo otra opcion, levanto su cabeza encontrando así sus ojos marrones con el chocante turquesa del joven-

-Entonces eres el hijo de Lord Pegasus ¿no?

-Si, su alteza

-Le debo mucho, fue una gran ayuda para el reino entero, podrías manderle mis saludos cuando vuelvas

-Si, su alteza

-Gracias...-se creo un silencio, el cual el mayor no desaprovecho, se quito los guantes y con las manos desnudas agarro la mano del cadete -Lord Seiya Pegasus, supongo que fue una decisión dificil, pero, prometo que lo apoyaré en todo lo que pueda

-...- mentira...no, no parece mentira-pensó Seika-

-Y~ -el principe acaricio la mano de la chica, su mirada escrutadora y ansiosa le causaron escalofrios- quiero ver que habiliadad escondes, y espero que lo vea pronto

Kanon era como un cascabel, atraía a sus presas con ese sonido agradable y luego...

"Seiya" alejo su mano de la ajena y la levanto en forma de saludo- con su permiso alteza, me retiro- corrió lo más rapido que sus piernas le permitieron sin mirara atrás

-Tenía callos y músculos en la mano, dejo caer la espada-dijo el principe volteo para ver cara a cara a su amigo Milo, quien recien habia llegado- sabés lo que significa

-No...

-Esconde su habilidad...pero ¿porqué?

-Y yo como voy a saberlo -permanecio en silencio intentando decifrar las intenciones del principe- ¡No piensas en reclutarlo! ¿Verdad?

-Claro que sí, no tengo por que no hacerlo

-Señor...

-Lo convertire en mi súbdito, cueste lo que cueste...él debe ser mío