Las horas pasaban y Taehyung no despertaba, la cirugía había sido un éxito y ahora faltaba ver la reacción del paciente, Jimin esperaba en el pasillo frente a la habitación, sabía que Taehyung debía pecados pero aquella enfermedad sentía que era demasiado, porque había cambiado, ahora estaba compensando a quiénes había dañado. Pedía que no hubiera secuelas negativas, sabía que lo que había pasado tenía un riesgo pero no se merecía quedar mal, él era muy orgulloso y amaba su apariencia, no podía tener un problema físico, además había dejado las drogas desde que había vuelto, la vida no podía ajusticiarlo más. Pronto sus pensamientos fueron interrumpidos por una enfermera que salía de la habitación, esta le sonrió y le habló. ─Será bueno que al despertar encuentre un rostro conocido, puede quedarse adentro con él, solo permitiré una persona a la vez ─dijo amablemente aquella mujer viendo la preocupación que el joven de cabellos grises mostraba. Jimin no tardó mucho en agradecer y pasar al interior de la habitación, Taehyung permanecía ajeno a todo, los papeles ahora se habían invertido, su amigo lo había cuidado y ahora él debía hacerlo, observó todo, los vendajes, los monitores, parecía algo tan grave que le daba miedo que fuera a irse.

Recordó cada noche fría en ese lugar, nunca le gustó, por que oía las voces de los demás pacientes y era tenebroso, quería que su amigo estuviera ahí, pero no de la forma en la que estaba hoy, quería que fuera su compañero de aventura como siempre había sido.

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Así los días empezaron a pasar, Jimin decidió continuar el proyecto habitacional que Taehyung había tomado para su tesis y él quiso ayudar al señor Kim con el diseño del mercado de hortalizas, esa sería su tesis, no sabían cuando el joven Kim iba a volver pero querían continuar.

─Jimin... ─dijo AnLe entrando a la sala viendo a su novio un poco triste.

─Amor... ven acá ─dijo Jimin con una nostálgica sonrisa tocando con la palma de la mano un sitio junto a él, sobre el sofá.

─No me gusta verte así, te entiendo pero no me gusta ─habló mientras tomaba asiento junto a su novio.

─Yo estoy bien y estaré bien, solo quiero que tú estés conmigo, mi hermano volverá porque ama a Somin... y yo te amo a ti... ─dijo abrazándola por la cintura para besarla. Ellos nunca habían intimado, siempre tuvieron problemas, la privacidad era uno, pero esta vez parecía que ambos lo deseaban, Jimin sintió ese deseo recorrer su cuerpo y la impulso despacio hasta la habitación, los besos jamás se interrumpieron, solo se volvían más apasionados con cada tacto, hambrientos de placer, era algo nuevo para AnLe en ese momento. El vestido de AnLe empezó a deslizarse por su piel en cuanto entraron a la habitación, su ropa interior de encaje solo provocó más aún a Jimin, la llevó hasta la cama y comenzó a besar su cuello mientras sus manos recorrían su silueta delgada y pequeña para él.

Los besos empezaron a ser más ansiosos, las manos traviesas de Park empezaron a quitar la poca ropa que quedaba, entre besos fue bajando lentamente haciendo un suave camino de besos hasta su zona V, ahí bajo lentamente recorriendo delicado y suave con su lengua, cuidadoso más que nada. AnLe sintió como su cuerpo se tensó y una corriente eléctrica la recorrió ante aquel tacto, era algo que la hacía desear más, quería sentirlo más y más, sus gemidos lo pedían a gritos y su pareja obedeció aquella petición tácita que la estaba enloqueciendo a cada tanto, la disfrutaba. La lengua del guapo joven Park empezó a invadir la intimidad de AnLe, lo hacía despacio para poder disfrutar de la desesperación que ella sentía, levantó la mirada para ver la expresión en el rostro de la chica y la imagen fue perfecta, sensual, excitada y plena sin restricciones.

Logró Jimin que AnLe llegará al orgasmo en su boca, la saboreo y disfrutó mientras ella se retorcía de placer con su lengua, de ese modo rápidamente y antes de perder la pasión volvió a aquella delicada zona pero con sus dedos para lubricar de nuevo, mientras que sus labios. Se separó por un momento para desnudarse ante la mirada seductora de AnLe, Jimin le sonrió y al quedar en igualdad de desnudez, se acomodó sobre ella, abrió sus piernas y sin penetrar empezó a rozar su miembro en la zona baja de AnLe, eso les hizo enloquecer a ambos. Después de un rato, la penetración empezó, era lenta y tortuosa porque era la primera vez que AnLe lo hacía, ella comenzó a gemir esta vez de dolor, pero no lo iba a detener, quería ser suya y que él fuera el primero, Jimin logró llegar al fondo y espero para ella se acostumbre a la invasión.

Los besos le hicieron sentir tranquila a la joven y fue la señal para que Jimin empezará a moverse, lento, cuidadoso, era una joya que debía cuidar, AnLe poco a poco fue dejando el dolor atrás y comenzó a disfrutar de su novio, se estaba entregando a la pasión del amor. Sus piernas estaban temblando mientras que su ser pedía más, no podía hablar solo respirar entre gemidos, sentía que estaba fuera de sí, que su cuerpo flotaba en aquella cascada de emociones, se aferró al cuerpo de su pareja deseando sentirlo más profundamente y con más fuerza, era irracional. Después de un tiempo, ambos sintieron como se venía el orgasmo en sus cuerpos, el amor se había materializado entre ellos, por fin habían consumado aquello que tanto desearon antes y que por diferentes razones nunca habían podido realizar, sus cuerpos entrelazados y desnudos se quedaron recuperándose en sobre la cama.

Hablaban de todo un poco, disfrutando de la compañía del otro, sonriendo porque por fin eran felices, solo hacía falta algo, también Jimin pensó en tomar la decisión de su amigo, pero estaba pensando aquello cuando su teléfono móvil sonó, entre las sábanas lo busco y por fin lo encontró y respondió sin poner atención al número.

─Mochi... ─...