Los jóvenes Park y Kim habían planeado salir ese día en dirección a la universidad en el mismo vehículo ya que tenían pensado ir a practicar algo de tenis después de las clases y así fue, Kim Taehyung, mejor amigo de Park Jimin, había llegado a recogerlo ese día, este joven poseía un Chevrolet Camaro SS azul, el que estacionó frente a la entrada principal de aquella enorme casa. El joven Park se encontraba en las gradas de la entrada esperando a su amigo, no se despedía de nadie en la casa porque sus padres y hermana estaban muy ocupados en sus trabajos, el padre de joven era un cardiólogo muy reconocido en Corea, su madre manejaba una agencia muy importante de modelaje y por ende su hermana mayor era modelo.

Pero el menor de los Park pasaba metido en sus estudios o con su amigo, de alguna forma se había descarriado, pues gustaba de beber hasta perder el sentido o drogarse y estar con la mujer que le gustará, siempre hacía lo que quería, incluso meterse en problemas para llamar la atención de sus padres pero ellos simplemente no tenían tiempo para eso, solo enviaban al mayordomo o abogado para que se encargará. Jimin siempre contaba con el apoyo incondicional de su mejor amigo y la familia de este, pues muchas veces había pasado las fechas más importantes sólo, sin los suyos y los Kim lo habían acogido, no opinaban al respecto de la vida del joven Park pero sabían que no era feliz con la relación de su familia.

─Pensé que tardarías más... ─habló Park mientras subía al vehículo.

─Te dije que sería puntual, ya vámonos... ─respondió el conductor poniendo en marcha el vehículo, siempre era como si las cosas no le importaran al joven Kim.

─ ¿Terminaste los trabajos? ─preguntó el Jimin mientras se acomodaba en el asiento, podría ser que fueran unos relajos en las noches pero con sus estudios siempre eran muy puntuales.

─Lo hice, terminé un poco antes de la media noche ─respondió el dueño del vehículo tomando la caja de pañuelos desechables que solía llevar en su coche ─toma, tu nariz está sangrando de nuevo... ya debiste ir a revisarte, puede ser algo grave, eso no es normal... ─exclamó Taehyung mirando la calle con una expresión de preocupación.

─No lo creo, además no me gustan las clínicas, me recuerdan a las de papá y sabes que no me gusta pensar en él... ─insistió el mayor. El joven de cabellos grises sentía mucha soledad cuando hablaba de su padre porque siempre había sentido que era quien menos atención le ponía.

Pero la verdad es que habían pasado meses desde que aquel sangrado se había presentado por primera vez, Taehyung lo había encontrado en los baños de la universidad con un sangrado fuerte y con la ropa manchada, pero Jimin no quería ir nunca a ver un médico. Ahora Park siempre parecía agotado y distraído, a veces soñoliento pero nunca se daba la atención necesaria, siempre tomaba las cosas a la ligera. Jimin no tenía ni idea de las cosas que ese descuido podría desencadenar, lo que lo llevaría a vivir y el modo en que cambiaría su vida de cómo la conocía, todo apenas estaba empezando, la vida le daría una lección a toda su familia...