Después de aquella visita al cementerio, mi amigo se ha vuelto cada vez más distante; ya no viene a leer cómics, no me regaña por dejar cosas en el suelo, tampoco sonríe, ni es cariñoso.

Casi no hablamos, y por más que lo he intentado, no lo he logrado.

He dormido más o menos bien, la vibra en mi hogar es cada vez peor,

2 meses han pasado desde que mi familia falleció, es un desastre total.

Me miro al espejo, mis ojos castaños se notan cansados, mi cabello oscuro es un desastre. Necesitaré arreglarlo porque en dos semana volveremos a clases presenciales.

Hago una coleta y lavo mi rostro cansado, sólo iré a desayunar, luego dormiré un rato más, quizás tenga energía y pueda limpiar mi cuarto más tarde.

Levanto mi rostro para secarme, ahí logro divisar a mi peor pesadilla siendo reflejada en el espejo.

Oh, no…

—¿Qué tienes, Ary? —La voz imponente de Freezer resuena cerca de mi.

—Yo… —Trago saliva, además mi rostro está lleno de temor.

Nerviosa por contestar, tengo miedo de morir y que esa cosa salga del espejo y me mate.

Aquel reflejo horrendo de una serpiente negra de ojos rojos, y una sonrisa despiadada adornada con colmillos en los costados analiza mi cuerpo tembloroso.

Respiro profundamente para demostrar seguridad, fulmino con la mirada a ese animal, luego doy media vuelta.

—Yo… estoy muy cansada… —vacilé torpemente—, ya sabes… pesadillas por ver creppypastas en Youtube. —Doy media vuelta y sonrio nerviosamente.

Freezer me mira con el ceño fruncido, al parecer no aprueba que use el celular hasta tarde.

Un suspiro de alivio sale de mi al darme cuenta de su piel pálida y rosa, sus ojos amenazantes pero comprensivos, sus gemas moradas, y sus cuernos negros en su cabeza, y una estatura imponente.

Volteo un momento al espejo y noto como ese animal me mira con una cara ambrienta.

Pero… ¡Que!

Vuelvo a girar la cabeza y Freezer está frente a mi, la serpiente está en el espejo… se parece a una de mis pesadillas.

Todas inician con la serpiente saliendo del espejo: Ese animal me persigue hasta la muerte, ni siquiera Freezer se molesta en ayudarme y muero en esas fauses afiladas

No le he dicho nada a Freezer, tengo miedo de que no me crea, tengo .iedo de que se burle de mi, le tengo .iedo a él. Además, no encuentro más palabras adecuada para decirle lo que siento.

Desde la muerte de mi familia, mi vida está llena de tristeza, miedo y agonía.  Si nadie me cree, guardaré este dolor hasta la muerte.

—Bien… —responde neutro para después salir del baño, y ahí salgo yo.

Al terminar de desayunar, regreso a mi habitación a dormir. El hecho de tocar la suave y cálida cama, me hace feliz aunque sea por un ratito.

Sólo en el día, amo mi camita, en la noche la detesto a causa de la serpiente.

***

Hoy debo limpiar mi habitación al 100%, quizás encuentre algo de valor y me divierta un poco con mi amigo.

Comienzo ordenando mis peluches, organizo mi ropa y deshecho lo que no me vale. Por otro lado Freezer simplemente me observa; antes me ayudaría con la limpieza y nos divertíamos en el proceso, pero se terminó.

Un par de cosas caen encima de mi y golpean mi cabeza. El lado bueno, es que son papeles y peluches que aún no ordeno.

Recojo todo y esbozo una sonrisa amplia, de esas que no había hecho en meses.

Entre varios dibujos mal hechos por mi, encuentro un dibujo que hice de mi familia a los 7 años..

Recuerdo que los hice tomados de las manos y a mi mamá algo gordita porque en esos años, ella estaba embarazada.

Recuerdo que mamá me regañó por haber dejado mis lápices de colores en el piso, recuerdo a papá mirándome asustado porque casi se cae de la silla al escuchar el grito de mamá.

Papá me compro un helado después del insidente, aunque me dió una pequeña charla sobre ser una persona ordenada.

Varias lágrimas caen por mis ojos, a la vez que sonrío nostálgica. Esos recuerdos mantienen viva a mi familia.

—¿Ahora por qué lloras? —espeta mi amigo fantasma.

—¿Eh? —Alzo la mirada—, es un dibujo que hice de mi familia cuando era niña. —Le enseño el dibujo, y una carcajada sale de sus labios negros.

—¡Que exagerada eres! ¿En serio lloras por un simple dibujo?  —ríe y ríe—. Deja de pensar en tonterías y sigue limpiando. —habla de forma cínica y rompe la hoja en dos.

Una parte de mi ser, vuelve a quebrarse, sus palabras cortan mi corazón en rebanadas, además de eso, su acción me dejó helada.

—¡Que! —exclamé enfadada—, fuera de mi cuarto… —señalo la puerta.

—Sólo digo la verdad, no es para…

—¡Largo! —Le arrojo un libro de matemáticas en la cara.

—¡Bien! —Su cuerpo vuelve a cambiar de forma repentina, su semblante es cada vez más aterrador.

Él sale de la habitación cerrando la puerta con fuerza. Por fortuna mi abuelita salió a comprar, sino estaría asustada.

Se desata un llanto descontrolado, la ira, la impotencia y el dolor me desmoronan a cada segundo.

¿Cómo se atreve a decir eso?

Se supone que perdí a mis seres queridos hace 2 meses, y él me pide que lo supere.

¡Está loco!

Aún guardo luto, almaceno cada recuerdo que tengo de ellos para no olvidar que alguna vez existieron,  a pesar de llorar todo el tiempo.

No soy una máquina, soy un ser humano.

Recojo las hojas y agarro una hoja blanca y pego los pedazos ahí.

La semana siguiente, se repite todo de nuevo:

El lunes lo encuentro quemando los CD's de mi papá, el martes rompió el conejo de peluche de mi hermana, mami Luna me regañó por eso, y yo recibí un castigo.

El miércoles quema la cartas del día de la madre que elaboraba para dedicársela a mamá en el cementerio, lo saqué a patadas de mi habitación.

El miedo de decirle lo que siento, se iba con forme Freezer se deshacía de cada recuerdo familiar.

Hoy fue el colmo, ya no lo soporto más. Borró las fotos de mi computadora, incluso la formateó, lo peor de todo es que no tengo ningún respaldo.

—¡Tanto drama por unas fotos! —Exclama él de manera despectiva.

—¡Son recuerdos! —grito envuelta en rabia.

—¡Eso has dicho toda la maldita semana! —vuelve a gritar.

—¡Porque es la verdad por el amor de Dios! —exclamo al borde del llanto

—¡Si continúas viviendo en el pasado, no te irá bien! ¡Deja de enfocarte en tonterías! —Golpea la mesa.

Agarro la computadora y la meto a mi mochila, le doy la espalda, sólo quiero ocultar mis ojos llenos de lágrimas.

—Ja, ja, ja… —Una carcajada llena de amargura brota de mis labios secos—. Hago un esfuerzo por vivir mi vida al máximo, ¿sabes?

Seco mis lágrimas con la manga de mi abrigo, doy media vuelta para ver a mi compañero. Ahora no me importa su mirada sombría, sólo me defenderé.

—Intento ser feliz, intento aprender cosas nuevas e intento ser más responsable sin tu ayuda —Doy un paso al frente—. Pero también quiero mantener esos bellos recuerdos, porque me motivan a seguir con vida.

Freezer me mira con desaprobación total, es como si eso fuera algo malo. Frunzo el ceño y un destello de irá, brota dentro de mi.

—Además, si mi abuelita estuviera muerta, creeme, ya me hubiese suicidado apenas salía de ese hospital. —sentencio.

La mirada sombría de mi compañero, se torna asombrada, veo como su pecho se desgarra un poco.

—¡Qu-que! —De pronto, veo tristeza en él—, yo creí que querías estar sola, por eso no te hablé en el hospital.

—Se supone que tú estás conectado a mi alma, deberías saber lo que siento —Me encamino con dirección a la puerta—. Si así representas mi corazón roto, entonces estás muy equivocado. —Me dispongo a salir de la habitación.

—A-ary… —Siento como me agarra la manga del abrigo—.  Y-yo sólo quería que tú seas más fuerte.

—¡DESTRUYENDO LO ÚNICO QUE ME QUEDA! —Vociferé iracunda—, ¡HAS ROTO MI CORAZON FREEZER…! —Mis lágrimas salen sin parar.

—¡Lo hice por tu bien…! —declaró y jala un poco del abrigo. Su tono de voz se oye quebradizo.

Jalo sin ningún cuidado mi brazo y abro la puerta de mi cuarto.

—Te felicito, ¡gran trabajo! —Espeto sarcástica y cierro la puerta de la habitación con fuerza.

—¡ENTONCES VETE A  LLORAR A OTRA MALDITA PARTE! —Escucho aquel comentario detrás de la puerta— ¡ES LO ÚNICO QUE SABES HACER!

Mi corazón se parte en mil pedazos por… ya no importa, cuántas veces se haya destrozado. Abro la puerta de la habitación.

Estoy arta de todo esto: me ignora, rompe las cosas que me importan, se deshizo de un par de regalos, provocaron que me regañaran, me hace sentir miserable.

—¡TE ODIO! —Cierro nuevamente la puerta de la habitación.

Bajo a la sala de estar, saco un cuaderno y un lápiz, luego arranco una hoja para escribirle una nota a mi abuelita.

𝓥𝓸𝔂 𝓪 𝓱𝓪𝓬𝓮𝓻 𝓵𝓪 𝓽𝓪𝓻𝓮𝓪 𝓪 𝓬𝓪𝓼𝓪 𝓭𝓮 𝓾𝓷𝓪 𝓪𝓶𝓲𝓰𝓪. 𝓡𝓮𝓰𝓻𝓮𝓼𝓸 𝓮𝓷 𝓭𝓸𝓼 𝓱𝓸𝓻𝓪𝓼.
—𝓐𝓻𝔂

Dejo la nota en la mesa, limpio mis lágrimas, pongo mi mochila en la espalda y cojo las llaves para después salir de casa.

Camino hasta un café internet para hacer mis tareas allí. Mentí al dejar esa nota, pero quiero estar lejos de Freezer aunque sea un par de horas.

—Un late y una ración de torta de chocolate, por favor. —Ordeno y entrego el dinero para que me den la contraseña del local.

Pongo la contraseña y empiezo a investigar lo que me pidieron para el proyecto de estudios sociales.

Mi mente está muy nublada, me cuesta mucho mantener mis pensamientos organizados. Quizás fue inmaduro de mi parte gritarle a Freezer, simplemente solté toda mi rabia contenida sobre él.

¿Que me pasa? Yo nunca diría "te odio", ahora que se fue la adrenalina de mi cuerpo, me siento mal por todo.

No obstante, no creo que él se disculpe por destruir las cosas que quería conservar de mi familia muerta.

—El jefe ya salió de la cárcel y nos matará por no cumplir con la misión. —Escucho la conversación de la mesa de al lado.

—Si se entera que la mocosa sigue viva, nos sacará la mierda. —responde otro hombre.

—Sólo hay que encontrarla y ya está. —dice aquel hombre.

Sigo con mi trabajo fingiendo que no oí nada. No quiero meterme en problemas si se enteran que alguien sabe de su futura fechoría.

De pronto, se oyen balazos a las afueras del local. Los meseros del negocio salen y cierran la puerta.

Levanto levemente mi cabeza, los hombre que estaban planeando un secuestro, se ven alterados.

Cierro la computadora, la meto a mi mochila y me dispongo a caminar con dirección a los meseros.

Siento como una mano muy grande agarra mi abrigo con firmeza.

—Das un paso más y te mueres, mocosa.

ℂ𝕠𝕟𝕥𝕚𝕟𝕦𝕒𝕣𝕒

Bueno, esto se descontroló, ¿cierto? Debo admitir que es un capítulo muy largo.

Me haría feliz si le dan una estrellita y comentan.

En mi país aún no es sábado, pero en otros países ya lo es XD

—La dramática
Ary (✿ ♡‿♡)

🄴🅇🅃🅁🄰

Cuando la ví irse, sentí como mi mundo se fue abajo, las heridas que tanto intento esconder incan mi cuerpo en gran medida.

Siento que el vínculo entre esa niña y yo, es cada vez más fuerte, incluso sus palabras me hieren.

—¡MALDICIÓN! —exclamo adolorido y enfadado conmigo mismo.

Cometí un grave error al destruir sus cosas creyendo que su dolor se iría así de fácil, además la dejé sola cuando más me necesitaba… cometí un error al salir del rio y quedarme atascado en las rocas… cometo un grave error al contener todo el dolor de su alma y no representarlo como en realidad es…

Me arrepiento de todas mis acciones después del accidente de su familia…

—¡Ahg…! —Un líquido negro brota de mis manos.

Intento contenerlo haciendo que mi cráneo comience a deformarse y unos cuernos salgan de mI espalda.

Me duele mucho…

Cierro los ojos con la esperanza de sentir menos el sabor de la agonía, pero es inútil.

En su lugar, veo a la niña, siendo sacada de una cafetería por unos sujetos.

—¡A-ary! —caigo de rodillas al no resistir más todo el dolor que mi cuerpo contiene—. ¡Ojalá me perdones!

Abro los ojos y me veo a mi mismo en el espejo, veo como mi cuerpo se agrieta y derrama un líquido negro.

—Te salvaré… —Siento como mi voz se corrompe y .u mente se nubla—, sin importar que me convierta en el monstruo de tus pesadillas...

¡Nos vemos el miércoles para el gran final!