CAPITULO 30
El fin de semana vino y se fue. Todos mis amigos estuvieron cerca de mí, el lunes fui a trabajar y recibí una flor artificial en la oficina junto con unos chocolates...
VINCENT.
Lloré mientras consumía el chocolate, luego lo vomité. Estaba intentando contactarme, no subí a almorzar a la terraza, demasiados olores y estímulos. Además tenía miedo de enfrentar a Vin y que supiera todo. El martes fue igual, la rosa y el chocolate estuvieron en mi oficina a la misma hora. Las chicas insistieron en que hablara con él. Claro, ellas no sabían que el bebé también podría ser de Diego.
El miércoles nuevamente lo mismo, sólo que esta vez las chicas almorzaron conmigo. Repartí el chocolate entre todas. Y luego, las chicas estuvieron pendientes de mí mientras devolvía mi almuerzo. Este bebé ya demuestra su carácter para la comida. Llamé al doctor Moreno y me recomendó comer en cantidades menores pero varias veces al día; también tomar lácteos, comer plátanos y evitar las comidas altas en grasa, tener galletas saladas a la mano u otros aperitivos y beber líquidos. Llamé después a mis padres y quedamos en cenar el domingo
El jueves recibí otra flor y chocolate, pero también cantidades exageradas de frutas, galletas yogures, quesos, etc. Las chicas habían escuchado mi conversación con el doctor. Alex y Cam pasaron para almorzar conmigo en mi oficina. Toleraba el pollo y el pescado. Los huevos, el atún, las salsas y el olor a picante estaban totalmente descartados. Mis padres me llamaron para ver cómo estaba.
El viernes Mel y Sonia me llamaron para invitarme a cenar, tuve que declinar inventando una excusa tonta sobre mis padres —No quería tener un ataque de nauseas frente a ellos— no me creyeron pero no dijeron nada más. Mel quedó de visitarme el domingo para hablar conmigo. Mi padre me llamó para checarme, hablamos un rato y pidió hablar conmigo el domingo a solas. ¡Rayos!
El sábado salí a correr, afortunadamente el olor de las flores, el campo y el lago no me afectó. Adam preparó el almuerzo ya que no podía acercarme a la cocina sin correr al baño a vomitar. Alex vino junto a Julia, Amber y Artie para ver una película. Dormí durante toda la película. Cerca de las siete Alex me llamó para que comiera algo y volví a caer rendida.
El domingo me levanté temprano. Estaba realmente asustada de enfrentarme a mis padres. Pero decidí decir la verdad. Ya me estaba haciendo a la idea de que iba a ser madre, incluso había comprado cremas para las estrías y le había hablado al bebé en varias ocasiones. Mis amigos ya lo sabían, mis padres tenían todo el derecho de saber.
—Cariño que hermosa estas. Pasa mija.
—Hola mami ¿Cómo va todo?
—Bien cariño. Tu padre ha terminado con la remodelación de la granja Villanueva. Ahora sale a la venta.
—Qué bien mamá ¿Dónde está papá?
—En el estudio cariño.
—Bien quiero hablar con ustedes antes de que almorcemos.
—¿Y eso mija?
-Ya lo veras mamá.
Mis padres se encuentran en la sala, pido que se presenten Margot, Rosa y Zander pues son miembros de la familia también.
—Papá, mamá, todos. Quiero decirles que —Trago saliva. Buff es más difícil de lo que se piensa—, como pueden ver soy una mujer hecha y derecha. He tenido mis buenas y malas decisiones y he puesto la cara y el pecho a las consecuencias de cada una —Mi madre se ve expectante mientras mi padre luce sereno y calmado—. Sé que es algo que nadie se espera pero... —El nudo en mi garganta crece y las lágrimas vuelven a surgir. No quiero ver la cara de decepción en mis padres eso me mataría.
—¿Qué pasa mija? Me estas asustando —Mamá pone una de sus manos en su pecho. Realmente se está preocupando. No es común verme así.
—Quiere una agüita de azúcar señorita Alec.
—No Rosa gracias. Yo... estoy embarazada —suspiro y miro a mis padres expectantes.
Mi madre jadea y se tapa la boca con las manos. Mi padre me mira sin cambiar o expresar algo. Margo y Rosa se echan la bendición y sonríen, Zander simplemente se queda quiero sin saber de qué forma reaccionar.
—Pero... pero ¿Cómo? —pregunta por fin mi madre.
—Bueno mamá tú más que nadie sabes cómo se queda una embarazada -Intento bromear en medio de mis lágrimas.
—No me refiero a eso. Se supone que no podías quedar embarazada.
—Pues al parecer no era del todo cierto.
—Oh mi señor. Pensé que nunca tendría nietos propios. Gracias, gracias. —Esto me pilla con la guardia baja. No pensé que mi madre deseara nietos, aun—. Ves Margot te dije que si tenemos fe todo puede suceder. Ay mijita felicidades —Me abraza y besa mis mejillas
—¿Papá? —Mi padre aún permanece estoico.
—¿Por qué estas tu sola dándonos las noticias? Donde esta ese muchacho —pregunta en tono serio mi padre.
Oh santas velas aromáticas
Respiro profundamente y mentalmente me doy fuerzas. Sé que puedo hacerlo, la decepción de mis padres durará poco, sé que apenas vean a mi hijo se olvidarán de mis errores.
—No sé quién es el padre.
—¡¿QUÉ?!
—¡¿CÓMO?!
Escucho que todos gritan. Mi padre agacha la cabeza y mi madre llora. Margot y Rosa simplemente miran entre nosotros. Zander observa a mi padre ferozmente y le pide que guarde la calma, le agradezco por respaldarme.
—¿Cómo que no sabes? —pregunta en tono seco mamá
—Lo siento, es solo que tuve una discusión con Vin, bebí de más y terminé enredada con uno de mis amigos. No sé de quién es el bebé.
Mi madre permanece llorando en silencio. Me siento terrible mí, corazón se rompe al ver como estoy defraudando a mi familia. Puedo lamentar mis acciones pero no lamentaré a mi bebé.
—¿Hay alguna manera de saber ahora de quién es? —La voz de mi padre es demasiado calmada y serena.
Me tapo la cara con mis manos y niego con la cabeza. —No. Es muy poco tiempo de diferencia... entre ambos para saberlo exactamente.
Siento los brazos de alguien a mí alrededor, levanto mi rostro y veo a todos. Toda mi familia a mi lado, quien me sostiene es mi madre pero todos están ahí.
Mi padre me sostiene ahora
—Hija. Puede que no me guste como ocurrió, pero un hijo es la mayor bendición, el mejor regalo que Dios pueda darnos. Eres como tú lo dices, una mujer hecha y derecha así que solo tú juzgaras tus propios pasos. Te amamos y estamos contigo en todo momento —Sonríe—. Voy a tener que tomar más vitaminas ahora que un futuro Zabala viene en camino. Ya tendré con quien jugar. —Me río entre lágrimas.
Amo a mi familia.
Son los mejores. Jamás encontraré seres tan maravillosos como ellos, me preguntan sobre mi visita al médico y les informó que debo ir a una nueva ecografía el día de mañana. Mamá y papá desean ir, así que me encontraran en la clínica a las tres para saber cómo está mi bebé.
Regreso a casa con una bolsa llena de alimentos que mi madre y Margot prepararon para que pueda comerlos sin vomitar. Zander prometió hacer la cuna del bebé, se le da muy bien la carpintería. Un peso fue levantado de mi espalda al encontrar tal apoyo y respaldo de mi familia. Pero aún queda uno más que cargar.
Adam y Cam me reciben, Alex me llama para saber cómo me fue, ha estado indispuesto todo el día y no logra salir de su apartamento, me decido ir a verlo. Su apartamento es de igual tamaño al mío, la diferencia es que sí luce como un apartamento de soltero. Alex se ve pálido y ha estado vomitando pero, según los médicos, es normal. Le llevo algo de comer y pasamos el resto de la tarde-noche juntos. Como los amigos que solíamos ser pero mucho más maduros.
Vuelvo a mi apartamento y doy por terminado mi día.
El lunes voy al trabajo. Zam me informa que la edición se vendió como pan caliente otra vez y que estamos invitados a una ceremonia de premiación. Eso nos alegra a todos, trae un delicioso pastel para celebrar y devoro dos porciones. Afortunadamente no los devuelvo, reviso el blog y decido tocar el tema de los embarazos no planeados en la nueva edición, así como la efectividad de los anticonceptivos y busco casos como el mío para que me cuenten sus historias.
A la hora del almuerzo recibo una flor real con una nota
Te extraño tanto que mi corazón ha dejado de latir. Los días, las noches y las semanas sin escucharte, verte, besarte, tocarte y hacerte mía; han sido la peor tortura que he sufrido. Deseo tenerte a mi lado.
Te amo
Perdóname, soy un imbécil ¿Qué puedo hacer para tenerte de regreso?
No soporto estar un día más sin ti, sin tu sonrisa y sin tu olor.
Te envío esta rosa real... porque cuando se marchite sabré que tengo la excusa perfecta para enviarte flores con más frecuencia.
Te Amo. Vin
Tomo la rosa y observo a mí alrededor. Quiero y no quiero verlo, ¡Oh Dios por favor, que no esté aquí, que no esté aquí!
Alguien toca y me sobresalto, mi corazón se acelera y siento que pronto saldrá de mi pecho. La puerta se abre y suspiro de alivio y decepción. Es Eunice, está sonriendo me entrega un chocolate y otra nota.
PD: El chocolate jamás será lo mismo para mí.
Las chicas vienen y me dicen que hable con él, claro que lo haría, pero aun siento vergüenza. Les digo que lo haré cuando esté lista pero que por el momento prefiero hacer esto sola, que aún me encuentro herida. Se van y no insisten más, aunque me hacen prometer enviarles la foto de la ecografía apenas me la entreguen.
****
—Cam podrías ir más rápido voy a perder la cita.
—No voy a arriesgarme. No quiero que suframos un accidente, debo cuidar a mi sobrino o sobrina.
—Vamos a treinta en una vía de setenta Cam. Alguien nos asesinará si no aceleras.
—¡Que se jodan! la mami aquí eres tú no ellos —Ruedo lo ojos, es una dramática.
Varios autos nos pasan gritando una seria cantidad de improperios, otros nos hacen gesto con las manos y una chica grita "Un Café pa' ese buñuelo" debo reír por ese último insulto.
Al llegar a la clínica mis padres ya están sentados esperándonos. Los saludo y me reporto en recepción con Soraya, la chica me informa que en diez minutos estarán listos. Mi madre está súper emocionada y mi padre le sonríe con ternura.
Entramos a la sala, el Doctor Moreno nos saluda y me pide cambie mis ropas y me ubique en la camilla, realiza el mismo procedimiento anterior y todos observamos atentos la pantalla. Unos segundos después la forma de un frijol aparece en pantalla
—Ahí estas —Señala con un puntero el frijolito—. Alejandra déjame presentarte a tu hijo o hija. Voy a tomar algunas medidas y pronto sabremos la posible fecha de parto
—Es hermoso —murmura mi mamá
—¿Eso es el bebé? —regunta Cam
—Sí. Responde la enfermera —Yo no puedo despegar mis ojos del monitor, es tan pequeño. Esa pequeña semilla está en mi vientre ahora.
El Doc oprime varios teclas en la computadora, imprime varias imágenes de mi bebé. —Bien, ahora podemos observar el latido de su corazón —Un pequeño puntico se agita en la pantalla. Cam jadea y yo lloro. Es lo más hermoso en todo el mundo.
—¿Es normal que sea así de suave? —pregunta el abuelo preocupado
—Sí, él bebe aún está muy pequeño. Su corazón apenas ha empezado a latir, es muy regular. Su tamaño es de uno punto cinco centímetros. Es un embrión muy grande, por ello cálculo que puedes tener seis o cinco semanas de gestación. Todo está en orden así que si sigues cuidándote y alimentándote tendrás para el veintiocho de Diciembre un hermoso y saludable bebé.
—¿En diciembre? —Wow sería mi navidad.
—Sí. Puede adelantarse o puede retrasarse. Las fechas posibles para el parto no siempre son exactas. La naturaleza tiene su propio ritmo. Debes venir cada mes a consulta. Seguirás tomándote las vitaminas que te he dado. Tu próxima ecografía es dentro de ocho semanas. Pero solo hasta la semana diecinueve de gestación sabremos el sexo.
Me entregan las fotografías de mi frijolito y las repartimos entre mis padres, Cam y yo. Me siento feliz, aún persiste la zozobra de que pasará con los dos posibles padres de mi bebé, pero la felicidad de saber que hay un ser tan pequeño dentro de mí es mucho más fuerte. Les envío una fotografía del bebé a las chicas en el grupo que crearon —zorritas magazine— por supuesto Cam está incluida. Zam me envía un mensaje diciendo que es hermoso mi guisante y que me tome el día.
¿Les he dicho que adoro a mi jefe?
Mis padres andan divagando en lo que van a comprarle y ya están pensando en los posibles nombres, cuando llegamos al pasillo de piso, estamos tan concentrados comparando las imágenes de mi frijol que no notamos a Vin recostado en mi puerta. Mi madre pone una mano en mi barriga y le murmura a mi bebé:
—No te preocupes cariño la abuela no permitirá que te coloquen un nombre feo como Penélope o Cuperto. —Cam y yo rompemos a reír.
—Sí, porque si se llama Penélope y quieren reducirle el nombre como Cam de Camilla quedaría Pene... —Cam finge estremecerse—. Definitivamente Penélope no va.
—Alba cariño creo que Alec debe decidir cómo se llama su hijo... ¡Caramba! —Mi padre se tensa mientras observa hacia mi entrada, seguimos su mirada y me encuentro con un conmocionado Vin, quien se encuentra observando la mano de mi madre en mi vientre.
—Mierda.
—Virgencita Santa.
Exclaman mi madre y mi mejor amiga a la vez.
Mi estómago entra en un remolino sin fin, siento frío subir por mis extremidades, el mundo empieza a dar vueltas y mi corazón corre a la velocidad de la luz. No hay duda de que escuchó y no es demasiado tonto como para no darse cuenta que la mano, los nombres y las fotografías se refieren a un bebé. Un bebé en mi panza
Levanta su mirada de mi estómago y puedo ver las miles de preguntas, la confusión y recelo en sus ojos.
—¿Alec? —Su voz es ronca y su rostro se ha vuelto pálido.
—Mija ¿qué quieres hacer? —No puedo responderle a mi madre. Mis ojos aún se encuentran cruzados con los de Vin. Dios lo amo, y temo tanto perderlo.
—Alec creo que debes entrar. Vin ¿Puedes venir en otro momento? Alec no se siente bien. —Vin tampoco puede responderle a Cam, sigue mirándome intensamente. Está confundido, está... está, no puedo leerlo exactamente. Su postura es rígida, hombros tensos, mandíbula apretada, manos en puños... eso tal vez me dice algo. Pero sus ojos se ven... atormentados.
—Alba, Cam creo que debemos dejarlos para que hablen. Hija las cosas siempre suceden por algo —Mi padre aprieta mi hombro—, vamos a esperarte en el lugar de Cam. —observa a Vin severamente—. Mantén el respeto hacia mi hija. Si no puedes escucharla entonces vete.
—No voy a dejarla sola don Fredy. Ella nos necesita
—No es una opción Camilla. Esto es entre ellos, vamos a apoyarla desde allí —Mi padre señala las escaleras hacia el primer piso.
Se gira y toma a ambas mujeres por los codos llevándolas hacia el apartamento de Cam. Mi madre me da una bendición mientras Cam articula "aquí estoy". Les doy una sonrisa tranquilizadora, pero tranquila no es como me siento. Exhalo fuertemente y volteo para encontrar a Vin exactamente igual.
—Entra —Dejo la puerta abierta para él. Ingresa y cierra, se recuesta sobre la puerta y murmura bebé para sí mismo—. No sé cómo empezar. Este yo...
—¿Por qué no me lo has dicho? No he recibido ni un mensaje nada que diga "Oye Vin no quiero verte pero adivina que, estoy esperando a tu bebé" —Mi corazón se encoge al escucharlo. Dios, está tan seguro de que es suyo. Esto es una pesadilla... quiero que él sea el padre de mi bebé. Diego no es una mala persona pero no lo amo.
Voy a perderlo.
—¿Cómo estás? ¿Qué ha dicho el medico? —Mira hacia el techo y gruñe—. Se supone que no podías tener hijos —Sus palabras duelen.
—Si —rio con sarcasmo—, al parecer Dios hace lo que quiere cuando quiere.
—Dios, esto no es lo que esperaba encontrar. He pasado las últimas semanas muriendo de angustia al saber que probablemente había perdido a la mujer que amo. Mientras estaba en la puta mierda, tratando con unos hijos de puta sólo quería poder llamarte y decirte cuanto lo siento y cuanto te amo —Se acerca y toma mi rostro en sus manos—. Sé que he sido un completo imbécil, nena. Te lastimé y no sabes cuánto lo lamento. Tenías razón, debí alejar a cualquier persona que intentara dañar nuestra relación.
Limpia con sus dedos las lágrimas que se derraman por mis ojos
—Whitney siempre ha sido amiga de la familia, mi padre es su padrino. Me llamó y reportó que había sido asaltada en su propia casa. La habían robado, cuando llegamos a su apartamento estaba destrozado. Miguel se ofreció a llevarla a casa pero dijo que pagaría un hotel pues, por sus turnos estar tan lejos del hospital sería complicado. Decidí cederle mi lugar para que se quedará allí —Me tenso a medida que cuenta su historia. Mi rostro cae—. No cariño no pienses mal. Yo estuve todos esos días donde Valentino y en mi trabajo. No iba a ser tan estúpido como para quedarme con ella después de la última vez. Sin embargo, estuve varias veces en mi lugar buscando mis pertenencias. No te busqué porque tenía duda sobre si querrías verme, Zack me dijo que te diera espacio, era yo quien te había fallado y me sentía horrible —Trata de tomar mis manos pero me alejo.
>>Ese día del Club, estaba en casa debatiendo si venir hasta aquí o no, uno de los chicos debía salir de servicio; así que me convencieron de ir con ellos. No quería ir, pero empezaron con eso de que tal vez no volveríamos a vernos y me dejé convencer. Whitney estaba ahí pero como Jessie y ella tienen algo, creí que no pasaría nada. Estuvimos un rato en el club ella no me había tocado en toda la noche y de un momento a otro empezó a hacerlo, creí que tal vez intentaba darle celos a Jessie pero cuando me dijeron que tú estabas ahí entendí todo... iba a quitarla de encima cuando lo vi a él mirándote y tratando de acercarse a ti, vi rojo. Estaba malditamente furioso de verte tan sexy y tan cerca de ese imbécil. Luego saliste a bailar con él, te tocó y no pude más.
—Eso no es razón Vin. Sabes que ella ha estado detrás de ti mucho tiempo. Yo... si hubiera sido yo, la hubiera alejado de mí desde el primer momento.
—¿Por qué no me dijiste que estabas embarazada?
Oh Dios ¿Que le dio?
—Vin... yo...
—Dios... un hijo —suspira y me mira, sus ojos están rojos con lágrimas no derramadas—, jamás imaginé que vería este día... yo no pensaba en tener un hijo. Pero no imaginé que se sentiría de ésta manera —Me abraza y besa mi cabeza. Dios, soy el peor ser humano de este mundo.
Mi móvil suena pero estoy atrapada en los brazos de Vin, lo he extrañado tanto y quiero disfrutar de este momento mientras aún quiera estar a mí alrededor. Es probable que más adelante no desee ni verme en pintura. La puerta de mi apartamento empieza a ser golpeada fuertemente.
—Alec maldita sea ábreme, Adam soltó la lengua —grita Cam desde afuera. Me tenso inmediatamente, mi estómago pasa por esa sensación de vacío de las montañas rusas y mi cerebro entra en alerta máxima al igual que mi corazón.
Alejo a Vin y voy corriendo a la puerta. Me encuentro con Cam realmente pálida y sudorosa
—Maldita sea. Ya viene para acá, al parecer Adam estaba buscando en internet que alimentos no producen náuseas y... —Mira a Vin y luego a mí—, él lo descubrió Adam estaba tan distraído que al preguntar para quien era la consulta dijo que para ti. Adam dice que salió hace treinta minutos y se dirige hacia aquí.
—¿De qué están hablando? —pregunta Vin confundido.
—Tienes que irte. —Logro decir en pánico total. Sí, él debe saber que hay probabilidades de no ser el padre. Pero no quiero que sea hoy y mucho menos que se encuentren cara a cara—. ¡Tienes que irte ya Vin!
—Tenemos que hablar, Alec. No me voy de aquí sin saber cómo está mi hijo y el por qué no sabía de él.
—Vale, hablaremos después, no quería decirte porque aún no estoy preparada para confrontarlos... confrontarte. ¡Vete por favor! —Si aún, mi cerebro con tanto en él sabe hacer cuentas... Diego estará por llegar en unos minutos.
—No voy a irme Alec. Te he dado el tiempo suficiente, he estado agonizando sin ti este último mes, y no voy a dejar que me alejes... voy a luchar por ti. Voy a quedarme aquí y vas a decirme todo sobre mi hijo y porque no me permites cuidarte
¡Santos unicornios! Sus palabras son hermosas —es algo así como una película donde el sexy cavernícola protagonista viene y toma a la chica y dice "Tu ser mía... yo ser tuyo vamos a amarnos y mataré a todo el que se interponga"... ¿Romántico no? Luego la besa apasionadamente y se quita la camisa mostrando su sexy six... vale regresa al presente— espero que siga pensando igual después de que se entere.
Debido a que la mala coordinación de sucesos existe en el mundo real y... cualquier cosa mala me puede suceder a mí —como dicen por ahí "vaya forma de saber que aún puede llover sobre mojado"— mientras mi boca se abre para decirle a Vin que debe irse y que lo amo... Diego entra furioso y herido a mi apartamento. Esta tan molesto que no nota a Vin en mi sala ni a Cam tratando de detenerlo.
—¿Por qué en el nombre del señor no me has dicho aún que estas embarazada? —Sí. Estoy en serios, serios, serios problemas. Gracias señor todo poderoso y sus ángeles... ¿no podían al menos causar un tráfico o que se pinchara una llanta?
Esto será terrible...
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