Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPITULO 29

Sí estoy Embarazada.

Según esta maligna y estúpida prueba de orina, que se burla de mi con sus dos pendejas rayitas... Estoy embarazada.

¡Ja! Estas cositas no son confiables.

Todo el día las chicas estuvieron revoloteando alrededor de mí con el cuento del bebé. Estuve a nadita de noquearlas a todas. Cuando llegué a casa, le conté todo a Cam quien en vez de reírse por lo absurdo que se escuchaba, se levantó como si tuviera un petardo en el trasero y regresó diez minutos después con esta absurda prueba que se burla de mí ahora.

—Qué es? —Cam está saltando de un lado a otro en mi apartamento. Se encuentra tan nerviosa como yo.

—Creo que está dañada —Negación

—¿Cómo que dañada? —Entra al baño y me arrebata la prueba—. Oh Dios, si estas embarazada.

—Está mala Cam. Sabes que no puedo tener bebes.

—Pero tienes los síntomas —suspira pesadamente—. Alec, mañana iremos al médico. No importa qué... debemos ir.

Lagrimas se acumulan en mis ojos, me lleno de terror. Aún tengo la esperanza de no estar embarazada, pero esta prueba y lo que las chicas dicen me hacen dudar de la biología. Y si estoy embarazada ¿Qué voy a hacer?

****

No logré dormir bien anoche. Mi cabeza daba vueltas con la posibilidad de tener un bebé dentro de mí y dudar sobre quién es su padre. Jesucristo, que horrible persona soy... cómo no voy a saberlo.

Llamo a Zam, le reporto que sigo indispuesta y que voy al médico, me dijo que ella había hecho ya sus cálculos y el bebé nacería entre noviembre y febrero del siguiente año dependiendo de mi estado. Estuve a punto de decirle cuanto es dos más dos, pero me mordí la lengua y fingí diversión.

Mi médico, el doctor Luis Moreno, un hombre entre los cincuenta y sesenta años, alto y en forma con un gran sentido humano; me recibió en su consultorio con sorpresa.

—Dime Alejandra, que te trae por aquí, tu próximo chequeo no es hasta dentro de tres meses.

Le enseño la prueba de embarazo que me tomé anoche. —Esto doctor. Anoche me hice esta prueba de embarazo y salió positiva. He estado con vómitos, mucho sueño y mi apetito es insaciable.

—No puede ser —Observa la prueba y luego a mí—. Bien, me dices que has tenido estos síntomas. Alguna otra cosa.

—Mi periodo no ha llegado pero siempre ha sido de esa manera. Ah y los olores fuertes me dan nauseas.

—Esto es... —Se rasca la mandíbula y dirige su sojo serios hacia mí—. Mira, estas pruebas son muy confiables, es probable que salga negativa y sí estés embarazada a que sea positiva y no lo estés —Rasca su cabeza, preocupado—. Sin embargo, cuesta un poco creerlo viviendo de ti, con el diagnostico que ya tienes. Pero hay otros síntomas y eso pone en duda mi primera teoría —Escribe en su computador mientras me dice—, en este momento voy a enviarte una prueba de sangre. Una beta cuantitativa. Tardará alrededor de dos horas.

—¿Y esa prueba es? —pregunta Cam

—Esta prueba mide la GCH en la sangre de la mujer. La GCH es Gonadotropina Coriónica Humana una hormona del embarazo. Las pruebas como ésta, de orina, son cualitativas, es decir, miden si la hormona está o no presente. —Toma la prueba de orina—. Esta prueba ha determinado que efectivamente si está presente. Las pruebas cuantitativas miden la cantidad de GCH y así se puede determinar la edad aproximada del Feto.

—¿Puedo saber la edad de mi bebé con esa prueba? —Mamita... "mi bebé" me siento como en una realidad alterna—. Espere doctor ¿Estoy o no embarazada?

Mi doctor sonríe. —Esto es lo maravilloso de la vida, nada está escrito. La ciencia puede decir "no es posible", pero siempre habrá una fuerza mayor que diga "ya veremos".

Dios mío ayúdame, no me desampares por favor.

—Alec, si estas embarazada eso sería un milagro. —suspira mi mejor amiga.

—Exactamente señorita Camilla. Un milagro.

Lloro, estoy petrificada ¿Qué voy a hacer yo con un bebé?

Bueno, sé exactamente qué debo hacer pero no sé si soy adecuada para eso. Mi vida no estaba planeada para tener bebés Mis probabilidades eran bajas y según mi médico, debía pasar por un tratamiento agresivo para poder embarazarme y aun si lo lograra eso no aseguraba que mi embarazo llegara a término. ¿Y si este bebe no resiste? Cam intenta calmarme pero no puedo evitar que todas estas preguntas, dudas y temores me acechen. ¿Es de Diego o de Vin? ¿Qué voy a decirles? ¿Voy a criarlo sola?

—Señorita relaje el puño por favor —La enfermera que está tomando la muestra de sangre me da una mirada comprensiva, me disculpo por el drama que estoy haciendo—. No se preocupe. Usted no es la única mujer que se asusta con una noticia como esta.

Sorbo mis lágrimas. —¿No?

—No señora. Es pan de cada día ver a señoras, señoritas, jovencitas y hasta niñas en esta misma silla en su mismo estado. Sé que tiene miedo, pero piense esto, al menos usted no tiene catorce años

—¿Catorce años? Virgen divina, es cierto. Hay niñas de catorce teniendo bebés en este momento Alec.

—Eso no me hace sentir mejor. —Fulmino a Cam con la mirada.

—No, por supuesto que no —responde la enfermera. Me regala un asuave sonris ay continua hablando—, pero al menos le da una esperanza de que sea como sea, usted ha logrado vivir más que esas niñas. Tiene mucho más futuro y probabilidades de darle un hogar cómodo a ese bebé. ¿Imagínese a una niña de catorce años con un bebé terminando su estudio y sin apoyo del padre de esa criatura? Además, como dice mi madre, los hijos son una bendición de Dios. No mire esto como algo negativo, ese bebé que viene en camino señora, es la respuesta de Dios a algo que usted le ha pedido —Hace una pausa mientras termina y me pone una curita—. Usted no es ni la primera ni la última mujer en tener un embarazo no planeado y perdone que me entrometa, si una de las razones por las cuales llora es porque no cuenta con el apoyo del padre. Permítame decirle que aquí donde me ve, también soy una feliz madre soltera.

Miro a Cam y la veo también llorando. No sé qué fue exactamente lo que pedí a Dios para que él enviara un bebé como respuesta, pero todo lo que ella dice tiene sentido. Soy una mujer adulta, tengo una carrera casi terminada, un trabajo estable, mi propio lugar, una familia y amigos incondicionales y amorosos. ¿Por qué tener miedo?... quiero no tener miedo. Pero lo tengo.

Mientras esperamos el resultado le pido a Cam que vayamos a dar una vuelta, vamos al centro comercial más cercano y camino por los pasillos. Veo varias tiendas de ropa pero no me llaman la atención, justo al final veo una enorme y hermosa tienda de bebés y a varias mamitas con sus panzas y otras con niños.

—Dios que enorme es su panza ¿Cómo puede caminar así? —Mi amiga se da cuenta de que estoy tensa y se encoge por su comentario—. Lo siento Alec.

-No te preocupes, en realidad si tiene una gran panza ¿cuantos bebés hay ahí?, ¿cinco?

—En realidad dos, son gemelos

Un hombre que aparece detrás de nosotras con un coche y sosteniendo dos niños histéricos nos responde.

—¿Cómo lo sabe? —Acaso tiene visión de rayos x.

—Es mi hermana, su ecografía fue hoy. Va a tener dos hermosos niños.

—¿Y estos pequeños son tuyos? —Cam luce espantada.

—No, ellos son mis sobrinos y hermanos mayores de estos pequeñines que vienen en camino.

Siento que la vena de mi frente va a explotar ¿cuatro hijos? cuatro duendes brincando por todos los lugares.

—¿Dios cómo le hace? Quiero decir cuatro bebés, cuatro pañales, cuatro biberones, cuatro... todo. Debe necesitar un ejército ahora —Uno de los niños hala el cabello de su tío mientras el otro intenta agarrar el cabello de Cam.

La joven máquina de bebés ya viene en camino hacia su hermano por que escucha a Cam y le responde

—En realidad por ahora solo somos mis hijos mi hermano y yo. Mi esposo esta de servicio y en sus últimos tres permisos me ha dejado recuerdos —Frota su enorme panza con una increíble sonrisa.

—Alec tu sólo por favor ten uno... no creo que pueda aguantar dos bebés a la vez —Los hermanos ríen y los pequeños se congelan y observan atentamente a su mamá reír, sonríen; esa escena me conmueve enormemente.

—¿De cuánto tiempo estas? —Me pregunta la joven—. Por cierto soy Caroline, él es mi hermano menor Joshua y estos chiquitines son Sophie de cuatro años y Kevin de dos y medio —Saludamos a los pequeños y a su tío.

—Soy Alec, mucho gusto, ella es mi amiga Cam. Aun no lo sé, solo hasta ayer "no estaba embarazada" —Hago comillas con mis dedos.

—Oh... comienza la dulce espera —Frunzo el ceño confundida—. Así se le dice al periodo de gestación, la dulce espera. Aunque a veces no es tan dulce. Como cuando vomitas todo lo que comes. Tu vejiga se encoje y debes ir cada tres minutos al baño, sufres de calambres, subes de peso, la ropa ya no te queda, te cansas más rápido, te pones súper sensible, se te hinchan los pies, los bebes se encajan en tus costillas, te patean desprevenidamente...¡Oh! y el parto eso sí que es terrible. Los dolores hacen que quieras asesinar a todos y no tener sexo jamás —Mi expresión es de pánico total—. Tranquila, no te espantes todos los embarazos no son iguales.

Su hermano que al parecer quiere hacerme dar una embolia, aquí mismo, remata. —Sí, hay peores.

El bebé Kevin rompe a llorar, creo que le trasmití mis sentimientos, así que los hermanos se marchan.

—Cam voy a morir.

—No vas a morir idiota, solo te van a partir en dos, sacan el bebé y te cosen. Así de sencillo.

La fulmino con la mirada. Sí claro, así de sencillo...Es mi culo el que va a morir.

Regresamos a la clínica y el Doctor Moreno ya está esperando por nosotras.

—Bien Alejandra toma asiento. —Mira unos documentos en una carpeta, suspira y me enfrenta con una sonrisa—. Bueno felicidades, según los resultados tu GCH en el sistema es de setenta y cinco a dos mil seiscientos miliunidades por mililitro.

—¿Y? —Necesito saberlo, necesito saberlo...

—Estas entre tres a cinco semanas de gestación. Voy a programarte una ecografía de emergencia para observar si hay embrión o no —Oh Dios eso es el tiempo entre Vin y Diego... ¿Cómo voy a saberlo?

—¿Qué quiere decir si hay o no embrión? —pregunto, después de que capto todas sus palabras.

—Bueno quiero verificar que todo se esté desarrollando normalmente, debido a que me imagino has consumido alcohol y sigues tomando las medicinas que se te recetó, incluida la píldora anticonceptiva.

¡Carajo sí!

Asiento y el doctor me envía a una sala de espera mientras preparan el consultorio de ecografías. Estoy en un sueño, aun no puedo creer que estoy embarazada. ¿Cómo le voy a decir a mis padres?

Debo ir al baño para tener la vejiga medio llena. Me harán una ecografía transvaginal debido a que es probable que el embrión sea muy pequeño. Cam me acompaña en todo momento, está muy silenciosa y no suelta mi mano.

—Relájate por favor, esto no te dolerá —Introduce un aparato en mi vagina que parece un consolador es frio y me estremezco de incomodidad—. Esto es un transductor o sonda, éste a su vez enviara unas ondas sonoras para conocer la condición de la madre y esta información es recibida en una computadora que está aquí —Señala la pantalla en negro.

Mueve un poco el aparato dentro de mí, es realmente incómodo, la pantalla pasa de totalmente negra a verse algunas manchas grises.

—Sí. Como lo supuse el embrión aún está muy pequeño. La prueba de sangre ha acertado. —Señala una forma de gota que se ve en la pantalla—. Esto de aquí es el saco vitelino y este más grandecito es el saco gestacional. Tu bebé aún está muy pequeño. Sin embargo, no hay evidencia de anomalías por el momento —Toma algunas cuantas fotos más y trascribe en la computadora—. Las medidas son correctas hasta el momento. Debemos esperar diez días más para hacer una nueva ecografía, a esa fecha es probable que el embrión pueda verse y se pueda escuchar su corazón.

—¿Es normal que no se vea? ¿Y si no estoy embarazada?

-—Lo estás. Y si, es normal que no se vea. La ecografía logra captar un embrión a partir de la sexta o séptima semana.

Me receta unas vitaminas, me envía a suspender todo el medicamento que consumía y me entrega varios folletos con instrucciones e información sobre el embarazo. Terminamos nuestra consulta y nuevamente me dice que lo que es imposible para el hombre es posible para Dios.

El camino a casa es silencioso, mi mente vaga en infinidad de preguntas, aun no puedo creer que haya una vida dentro de mí. He observado mi estómago varias veces pero no logro tocarlo, siento miedo. Nuevamente, las lágrimas se derraman por mis mejillas ¿Y ahora? Cam, mi buena amiga Cam, toma mi mano y no la suelta mientras estacionamos.

Adam nos está esperando en casa, pregunta cómo nos fue y yo sólo puedo correr hacia mi cuarto. Escucho como Cam le dice que me deje sola. Lloro y lloro, pienso en que voy a decirle a mi hijo sobre su padre. Que voy a decirles a ellos, a mis padres y a mis amigos cuando me pregunten. Lloro porque me siento insegura, insuficiente. El bebé no es un error, pero sí lo han sido mis acciones de las últimas semanas y tengo miedo de cometer muchos más y que el principal afectado sea mi bebé

MI BEBÉ... tengo un bebé.

No se cuento tiempo lloré. Adam y Cam me han dejado sola, las chicas me han llamado, incluida Zam y Eunice pero no he contestado a ninguna. Alguien toca a mi puerta y un hombre de cabello oscuro, ojos azules hermosos y sonrisa cariñosa me saluda.

—Hola Alec ¿Cómo estás? —Alex entra a mi cuarto con una taza de chocolate. Me siento y lo observó—. Llegué hace unas horas, Adam y Cam me dijeron que no te sentías bien. Te escuche llorar así que me quedé sentado con ellos en la sala —Me entrega la taza y se sienta a mi lado—. ¿Qué sucede cariño?

Tomo un sordo de chocolate caliente, suspiro, miro a Alex y me doy cuenta que su mirada es la misma de hace algunos años cuando éramos inseparables.

—Estoy embarazada —Su cuerpo se congela, sus ojos se oscurecen y su boca se abre en shock—. Tuve una cita con el doctor Moreno hoy. La prueba de sangre y la ecografía confirman que estoy de tres a cinco semanas de gestación.

—Mierda —suspira y pasa sus manos por el rostro—. Eso si es una sorpresa. Pero si tú ¿No podías tener hijos?

—Sí. Según lo que dijo el médico la ciencia dice no pero Dios dice "que se jodan" —ríe.

—¿El doctor dijo exactamente esas palabras? —Sonrío por primera vez en el día

—No. Exactamente no.

Me da un abrazo y un beso en la frente.

—Un bebé. Jamás había pensado en eso cuando estuvimos juntos —Hago una mueca porque yo si lo pensé varias veces—. Lo siento Alec. Creo que estaba enfocado en otras cosas. ¡Vaya! Y ¿Que ha dicho Vin? ¿Ya se lo has dicho al menos? —¡Santísimo dios del cacao! rompo a llorar nuevamente. Alex intenta consolarme pero se desespera al ver que no logra calmarme.

—¿Qué demonios le dijiste? —Mi amiga entra hecha una furia a la habitación—. ¡Ya se había calmado!

—No le dije nada. Solo le pregunte qué piensa Vin.

—Oh carambolas, ¿por qué tienes que preguntarle eso? Alec cariño cálmate. Vamos cafecito eso le hace daño al bebé.

—¿Cómo lo sabes? —pregunto entre lágrimas. Aunque no estoy totalmente segura de como sentirme respecto al bebé. No quiero hacerle daño.

—El folleto dice que los bebés pueden experimentar los estados de ánimo de sus madres desde la concepción —Vacila un poco—, pueden sentir la aceptación, el rechazo, temor y alegría de la madre.

—¿De verdad? —Asiente—. ¡Oh Dios soy la peor madre del mundo! Ya he hecho sentir mal a mi bebé y ni siquiera ha nacido —Arrojo mi cara en la almohada y le pido perdón al bebe. Le digo que no se preocupe, lo voy a cuidar y que lloro porque tengo miedo de perderlo. Y es verdad, no estaba preparada para esto, tal vez Vin y Diego me odien, pero no quiero perder a mi bebé. Es mío. Apenas y sé que está ahí pero ya es mío.

Alex frota mi espalda mientras Cam le pide a Adam que haga algo de comer para todos. Les digo que por favor no sea atún o huevo, no puedo soportar el olor. Increíble, yo amaba los huevos.

****

—Alex. Yo... —Bajo mi mirada, siento vergüenza con lo que voy a decirle—. No sé quién es el papá del bebé.

—¿A qué te refieres exactamente con que no sabes quién es el papá del bebé?

—No sé si es Vin o es Diego

—¿Diego?

Le cuento todo lo que ha sucedido en su ausencia, por su rostro pasa toda clase de emociones, sorpresa, ira, conmoción pero nunca me mira con reproche.

—Alec debes hacer algo. Espera hasta la próxima ecografía y lo sabrás.

—Es muy poco probable Alex. Solo hay un margen de una semana de diferencia entre los dos. Y según el médico, la ecografía y la prueba presentan ese mismo margen de error en cuanto a cálculos exactos de las semanas. La única opción es la prueba de ADN

—¿Pero el bebé estará bien?

—No lo sé, aun no lo he preguntado. Voy a esperar hasta la próxima ecografía.

—¿Quieres que sea Vin el padre no es cierto?

—Si

Esa noche las chicas y Artie vienen a casa, le presento a Alex y las informo sobre nuestro actual estado. Al principio se muestra recelosas con él, pero Alex logra seducirlas con su personalidad. Ha vuelto el Alex magnifico, el tierno y encantador. Cam y yo les informamos sobre la prueba, todas chillan y me felicitan. Julia saca de su bolso un hermoso mameluco blanco con ositos de peluche y unas pantuflas de bebé tan pequeñas que se pierde en mi mano.

—Brenda y Eunice aseguraban que estabas embarazada. Los niños siempre me han gustado, así que decidí comprarle algo al nuevo integrante de esta disfuncional familia —Mis ojos se llenan de lágrimas. El doctor dice que somos muy emocionales en esta etapa debido al nivel de hormonas. Abrazo a Julia y veo que todas las chicas empiezan a entregarme ropa y accesorios que han comprado para bebé. Artie me entrega un oso de peluche parecido al oso Ted

Les hice jurar que no comentarían nada a los demás hasta que yo estuviera lista. Especialmente a Julia y Jaz, para que no llegara a oídos de Vin y a Adam para que no le mencionara nada a Diego. Las chicas me aseguraron que no habría forma de que supieran, pues se encontraban en un operativo desde hace varias semanas y estaban incomunicados. Eso quería decir que Vin también se encontraba con ellos. Lo que me dio a entender que no podía llamarme aun si quisiera.

¿Querrá hacerlo?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro