CAPITULO 24
¡Ay juepucha me toca madrugarrrr... me toca madrugarrrr!...
No puede ser cierto
¡Ay juepucha me toca madrugarrrr... me toca madrugarrrr!...
Jódanme...
—¡ADAM! ¡Maldita sea otra vez no! —Salgo de la cama, paso por mi cuerpo la camisa de Vin y me dirijo a la puerta de Cam—. Abre la maldita puerta ¡imbécil! Te voy a matar...
Vin viene corriendo mientras trata de ponerse el pantalón. —¿Qué sucede nena?
¡Ay juepucha me toca madrugarrrr... me toca madrugarrrr!...
—¿Qué mierda es eso? —pregunta Vin buscando el origen del sonido.
—Eso —digo señalando el móvil de Adam ubicado en la repisa del pasillo—, es el maldito marciano cantador de Adam —golpeo nuevamente la puerta de Adam—. ¡Será mejor que salgas amigo! —Observo a Vin—. ¡Voy a matarlo!
Adam sale adormilado. Cubriendo sus tesoros con la sabana. Eso no será de protección alguna. Tomó el celular y lo arrojo en su cara. ¡Trump! En el blanco
—¡¿Qué demonios alec?! —grita Adam, mientras intenta recoger su teléfono. Cam se levanta y viene para ver qué sucede.
—Tienes razón Cam. Arrojarle el teléfono en la cara funciona —Señalo a Adam con mi dedo—. Eso idiota, es por volver a despertarme con tu marciano.
—Pero... pero yo no fui. ¡Cam tu dejaste el teléfono allí! Y soy yo al que golpean. —Vin y Cam rompen a reír.
—¿Qué carajos es eso? –pregunta Vin, divertido.
—Ese es el jodido marciano que te dije. La nena de Adam debe despertarse con ese odioso sonido.
—No puedo creer esto... —Aún no se recupera de su ataque de risa. Adam está sobando su frente donde tiene ahora una hermosa marca. Cam sigue riéndose fuertemente lo que hace que yo también me ría.
—No es gracioso —refuta Adam.
—Sí. Si lo es —respondo. Adam va hacia la cocina y regresa con un taza llena de agua
—¡El que ríe de ultimo ríe mejor idiotas! —Nos arroja agua helada a todos tres. Es ahí cuando empieza nuestra guerra de agua dentro del apartamento de Cam.
****
—No puedo creer que eso aún no se seque —Cam está intentado secar los cojines de la sala con su secador de pelo.
—Ya te lo dije, ponlo en la secadora
Abre su boca y finge ofensa. —Son cojines finos Alec. Si los coloco en la secadora todas las piedras se despegaran.
—Espera —Interrumpe Vin—. ¿Hace cuánto no lavas esas cosas?
—Nunca. —responde Adam, por ella—. Creo que mi trasero desnudo estuvo sentado en ese donde tienes ahora tu cara —Señala el cojín donde Vin esta recostado.
—Oh mierda... creo que esto es un pelo de tu trasero Adam —Vin sostiene un pelo imaginario.
—¡Idiotas asquerosos! —gritamos Cam y yo a la vez mientras los dos hombres se parten de la risa otra vez.
Dos horas más tarde almorzamos en el restaurante de la esquina donde venden una deliciosa lasaña. Visitamos el museo —Adam quería volver a ver un dinosaurio— lloró cuando le contaron como habían encontrado a la madre junto al fósil de su cría.
—Eres un fenómeno... ¡eso fue hace mil años! —se burla Cam.
—Que insensible eres mujer... no sé cómo aún estoy a tu lado —Adam finge estar herido se aparta de Cam.
—¡Grandísimo idiota¡
—Grandísimo le has dicho a otra cosa... —Levanta sus cejas y ríe perversamente.
Cam ríe también y se besan. Suspiro. —Son tan raros.
—Pero son perfectos el uno para el otro —susurra Vin en mi oído, enviando escalofríos por mi cuerpo.
Terminamos ese domingo lluvioso después de las seis en el apartamento de Cam, con malvaviscos, chocolate, palillos de queso y películas. Adam nos obligó a ver Johnny English, dos veces.
****
El lunes estuvimos visitando un Club de strippers y entrevistamos a varias bailarinas: Candy, Afrodita, Apple y Sweet. Voy a aprender a bailar como ellas, es realmente sexy. Tengo una cita médica para análisis y control. Todo sale bien. Me entregan mis análisis de hace tres semanas y gracias al cielo no tengo alguna ETS por parte del infiel de Alex
El martes entrevistamos a dos actrices porno y a un director, el cual no muy sutilmente dijo que mis tetas quedarían perfectas en la pantalla —Sí, no lo creo amigo— luego le ofreció a Gabi sus servicios como director si algún día se interesaba en el gremio. En la noche, Vin vino e hicimos el amor muchas veces y de muchas formas
El miércoles recibí la llamada de Emilio confirmando que el apartamento ya estaba listo y podía tomarlo cuando quisiera.
—¡Oh virgensita! Muchas, muchas gracias Emilio —Cuelgo el teléfono y enfrento a Eunice—. Creo que vamos de compras... tengo que equipar mi ¡Nuevo Apartamento! —Termino mi oración con un salto y una vuelta.
—Muchas felicidades señorita Alec —Mi asistente número UNO se une a mi emoción—. ¿Quiere que tome nota de sus recados?
—No. Tú y yo vamos juntas. Me gusta el estilo que tienes en tu casa quiero que me lleves al mismo lugar donde compraste los muebles. —luce sorprendida pero encantada a la vez. Vuelve a sonreír.
—Claro que si señorita, es un viejo amigo de la familia el que tiene el almacén. Queda por el centro.
Le informó a Zamara que voy a salir. Le escribo un mensaje a Cam con las buenas nuevas y a Vin. Mi salario es una jugosa cantidad ya he recibido tres pagos y solo he gastado el cinco por ciento, teniendo en cuenta que Cam no me deja pagar nada.
El almacén donde Eunice me lleva es inmenso, hay tanta variedad de estilos, colores, formas y tamaños que no sé qué comprar. Al final me decido por dos sofás de dos puestos color beige con cojines purpuras junto a dos sillas del mismo color y un butaco. Las cortinas son blancas con purpura que salen con el color pastel de mis paredes. Compro algunos cuadros, lámparas, un comedor pequeño y lo más importante una enorme cama de 2x2 y un televisor de tamaño considerable. Eunice me ayuda con algunas otras cosas más. Debo decir que los precios son exageradamente económicos —Puedo equipar todo mi apartamento aquí— Compro las cosas de la cocina, afortunadamente el apartamento ya viene con refrigerador y horno. En total se me van más del setenta y cuatro por ciento de lo ahorrado ¡Y ya tengo casi todo! Lo malo... los muebles los entregan el fin de semana. Así que esta noche dormiré donde Cam.
Después de comprar las cosas para mi apartamento, decido regalarle algo a Eunice por su ayuda. Vamos a una tienda en el centro comercial más cercano y le compro un exquisito perfume y pendientes. La amenazo con que debe aceptarlos y usarlos o si no la despediré. Recibo un mensaje de mi madre con una foto de ella y mi padre tomando el sol, se ven felices. Cam me envía una foto de Adam dormido con las palabras "soy una puta" pintadas en su frente con labial, me parto de la risa. Contesto sus mensajes y envío otro a Vin para saber cómo esta. No hay respuesta.
Acompaño a Eunice hasta que aborda un taxi y regreso al apartamento de Cam equipada con el resto de mis compras —Tengo que sentarme en el asiento de adelante pues todo el taxi está lleno— El taxista muy amablemente me ayuda a subir los artículos, que son bastantes, y espera amablemente mientras solicito la llave de mi nuevo apartamento. Terminamos de entrar mis cosas y le doy una buena propina. Aun se siente el olor a pintura, pero no me importa es MIO ahora. Intento acomodar algunas cosas, logro darle ubicar todo en la cocina cuando mi estómago me recuerda que debo alimentarme.
Estoy saliendo de mi apartamento y mientras bajo los escalones logro divisar un auto familiar —un Kia Picanto Azul Neón— Me es familiar porque ese auto no viene en ese color, yo tuve que enviar el mío a pintar así. Lo llame Blubeen, Blu por su color y Been porque su radio hacia este sonido, nunca pude arreglarlo. Tuve que dejarlo en casa de mis padres cuando me casé con Alec. Mi madre mencionó que un día se lo presto a Gustavo y este lo estrello así que lo vendieron para extraer sus repuestos. Llore varios días... en ese auto perdí mi virginidad.
Sigo observando el auto, el cual no puede ser el mismo que yo tenía, pues es un modelo más nuevo. Siento que alguien se acerca por detrás, me encuentro con Cam.
—Amiga... pensé que no llegarías —Extiende su mano y me entrega un sobre—. Te han dejado esto —Señala al auto— Y esto.
—¿Qué? ¿Estas jodiéndome?
—hmm... No. Unos hombre con overol y gorras vinieron esta tarde remolcando el auto. Uno de ellos preguntó por ti, me entregó este sobre y se fueron —¿Un auto?— ábrelo, zorra, así sabremos que narco está detrás de ti.
Abro el sobre y dentro hay una carta y las llaves. La letra en la carta me es conocida... es de mi padre:
Hija,
Somos conscientes de que eres una mujer luchadora, que prefiere ser la responsable de sus propios éxitos. Déjame decirte que eso hace que estemos orgullosos de ti, por luchar y alcanzar tus objetivos... Pero déjame decirte también, que a veces una sola persona no es suficiente para alcanzar el éxito, siempre vamos a necesitar de otros ya sea material o emocionalmente. El problema radica en saber a quién escoger para acompañarte en ese arduo camino hacia la grandeza.
Sabemos que amas tu independencia y el suplir tus propias necesidades... pero como todo ser humano, en ocasiones se necesita saber que alguien te ama lo suficiente como para ayudarte a seguir, a darte una mano y empujarte otra vez. Que te ayuden no significa que eres débil. Entre más personas quieran ayudarte significa que eres de tal importancia y te aman tanto que todos quieren verte feliz.
Como tus padres, deseamos verte feliz y somos testigos de tu amor hacia a Blubeen. No lo encontramos, ya dejó de ser. Sin embargo, encontré este otro para que puedas gritarle al mundo que eres libre. Tómalo como muestra material del amor que sentimos por ti.
Te amamos
Papá y mamá
Te amo papá, eres el mejor. Te amo mamá eres única. Estoy llorando, ellos sabían que amaba ese auto... ahorre tres veranos seguidos para comprarlo, y otro para poder pagar su pintura. Estaba un poco incomoda por no tener un auto en que desplazarme, tenía pensando comprar uno para fin de año y ahora mi padre me regala la reencarnación de Blubeen.
—Es de papá. Ellos me compraron el auto.
—Ya lo sabía. ¿Quién crees que contacto a Jimmy para que lo pintara así?
—¿Por qué no lo dijiste?
—Porque... genia. Se dañaría la sorpresa. —Es cierto—. Vamos, a estrenar este bebé. ¿Lo vas a llamar Blubeen? Porque su radio suena perfecto. Es nuevo.
—Se llama Blubeen así sea nuevo.
Mientras estrenamos a mi nuevo auto llamo a mis padres llorando y les doy las gracias, les digo una y mil veces cuanto los amo. Regresamos a casa y recibo un mensaje de Vin, dice que está trabajando fuertemente y que no ha tenido mucho tiempo, que me ama y promete recompensarme el fin de semana. Estaré sin él hasta el fin de semana. Podrá ser nada para ustedes pero ya estoy acostumbrada a él todos los días.
****
Jueves y viernes llegan junto a otras cosas.
1. Nueva edición de la revista. 2. Mi cuarto abundante y exagerado pago y 3. Alex
Alex el infiel: Necesito de verdad hablar contigo Alec. Debo salir hoy en un viaje, es un caso importante. Debemos vernos. Estaré en casa dentro de tres semanas. Hablaremos entonces.
Debo firmar esos malditos papeles del divorcio. Hablaremos entonces aún cree que puede mandarme, tal vez esté ocupada cuando regrese. Voy a firmar sus malditos papeles y se los arrojaré en la cara. Puede ser infantil pero me agradó ver la cara de Adam cuando le arrojé el móvil. Quiero ver esa misma cara en Alex. Es viernes, los chicos de la revista salimos a festejar el fin de la semana; como siempre, nuestro lugar de reunión es La Mancha. Le mandé un mensaje a Vin para decirle que nos veríamos ahí pero no respondió.
Nos divertimos mucho. Zack y los otros chicos tampoco estuvieron, al parecer tienen un caso grande entre manos. Cerca de la una de la mañana decido volver a casa. Mañana llegan los muebles y no quiero estar demasiado cansada para ubicarlos.
****
—Channing estoy muy cansada déjame dormir —Escucho una risa ahogada seguido de un Shhh. Luego algo húmedo en mi mejilla—. Channing en serio déjame dormir... ve y pídele a Jena que te sobe la espalda.
Alguien ríe fuerte y creo que estaba soñando. Abro mis ojos y me encuentro a Adam sobre mí. Grito histéricamente y empiezo a golpearlo. Adam ríe y trata de esquivarme, me doy cuenta que Cam está doblada de la risa en el piso cerca a la puerta.
-¡Camilla zorra hija de...! Si quieres hacer un trio búscate a otra pendeja. Yo no voy a besar a Adam... ¡asco! —Le arrojo una almohada a Adam quien está ahogándose en la cama— ¡Tú, maldito pervertido! será mejor que no me hayas tocado porque te voy a ¡Partir la Madre!
Golpeo a los dos con mis almohadas y les arrojo cualquier cosa correteándolos por el departamento. Estamos súper concentrados en nuestra guerra que no notamos a Vin y a Emilio en la entrada. Vin se aclara la garganta y nos congelamos en acción... Cam está sobre el sofá con su cucharon —Al parecer es su armar favorita— inclinado hacia la cabeza de Adam, yo me encuentro sobre Adam en el mismo sofá llenando su cara de harina y Adam está a medio vestir lleno de harina y riendo como una hiena.
Miro a Vin y a Emilio quienes abres sus ojos y luego se echan a reír.
—¿Qué? —pregunto. Tratan de componerse pero me vuelven a mirar y rompen a reír—. ¿Qué pasa?
Cam y Adam también empiezan a reir mientras miran mi rostro. Vale, esto ya es raro. Debo tener harina o algo en mi cara. Busco un espejo y...
¡Por todas las bolas peludas! Hay un pene en mi cara.
—¡ADAMMMMM! ¡Despídete malnacido hoy vas a morir! que dios te pille confesado hijo de puta —Señalo a Cam y a Vin—. Y ustedes será mejor que no se duerman... tengo conocimientos básicos en castración y mutilación.
Emilio decide no reírse más, aunque ya es demasiado tarde... tomo la bolsa de harina y les arrojo un puñado en sus rostros. Emi luce sorprendido pero igual toma un poco de harina de su hombro y decide corretearme. Nos sorprende un poco. Emilio es el hijo de Catalina Vélez la dueña de casi todos los apartamentos de este edificio. Emi vive en el último piso y es un poco tímido, por lo que verlo en acción ahora, me alegra mucho.
Veinte minutos después el apartamento de Cam es totalmente blanco... nos tomará años dejarlo como estaba. En la que nos metimos.
—Llamare a Laura, que venga y se ocupe con su equipo de limpieza de esto. Además esos cojines ya estaban pasados de moda. —dice Cam, tratando de calmarse.
—Pensé que eran demasiado finos. —Levanto mis cejas en son de burla.
—Pero están Out. Voy a comprar otros.
—Hablando de Muebles... Alejandra los chicos de los muebles están afuera esperando —El pobre Emilio tiene harina hasta en la lengua.
—¡Por Dios llevan veinte minutos ahí afuera! —Ya debieron irse.
—¿Muebles? ¿Qué muebles? —Pregunta Vin, confundido.
-Hmm el miércoles fui y compré algunas cosas para el apartamento. Te envié un mensaje Vin.
—Oh sí, claro el mensaje. —Se ve incómodo y molesto.
—¿Pasó algo?
—No nada.
No le creo pero dejo que pase, rápidamente limpio mi cara y trato de quitar algo de harina de mi ropa para salir y recibir a los chicos. Aún están esperando, se encuentran recostados en la cabina del camión.
—Hola, siento la demora.
-Tranquila señora. Nos han hecho esperar hasta tres horas en otros lugares. —El conductor es un señor muy gordito pero sus ojos son amables.
Me prometo darles un buen dinero y algo de comer.
—Bien, empecemos.
Vin y Adam salen igual de sucios que yo para ayudar con los muebles. Cam entra al apartamento y se sorprende al ver las otras cosas ahí.
—¿Cuándo compraste esto?
—El miércoles, antes de ver el auto.
—¿Qué auto? —Vin nuevamente. Pero que pasa, le he enviado mensajes informándole.
—Mi auto nuevo Vin, el que mis padres me regalaron. Te envié un mensaje contándotelo. —Levanto una de mis cejas en pregunta.
—Ahh sí... es que he estado muy lleno de trabajo y mi celular está descompuesto. Lo siento cariño —Cam me da una mirada que dice "creo que miente" yo le doy una "Ya lo creo". Algo pasa aquí.
Terminamos de descargar los muebles, armamos mi cama y organizamos el cuarto. Es hora del almuerzo así que pedimos subways para todos. Cerca de las dos de la tarde Laura y su equipo de limpieza llegan para dejar impecable el lugar de Cam. Continuamos parte de la tarde acomodando mis cosas. Sobre las seis está todo listo y me siento genial de saber que esta noche dormiré en mi propio lugar.
—Estoy demasiado cansado para salir —se queja Adam—. Pero quiero hacer algo
—¿Qué tienes en mente? —pregunto. También me encuentro muy cansada para hacer algo fuera.
—¿Y si llamamos a los chicos y nos reunimos aquí? —sugiere Cam—. Bautizamos el apartamento de una vez.
—Me parece una buena idea. Pero olvidamos un pequeño detalle —Todos me observan—. No tenemos víveres.
—No hay problema yo iré de compras —ofrece Vin.
—¡No olvides los nachos y el guacamole! —Le grito antes de que se escabulla por la puerta.
Entre Cam, Adam y yo enviamos mensajes de texto a nuestros amigos. Adam decidió invitar a uno de sus compañeros de trabajo del cual no para de hablar, un tal Checho. Vin regresa una hora después con suministros como para el apocalipsis, lo cual me incomoda un poco pero dejo que pase. Invito a Emilio quien se emociona demasiado. Cam y yo ya habíamos traslado mis ropas y demás cosas de su apartamento así que solo va por las suyas y nos cambiamos en mi cuarto.
A las diez los chicos llegan. Meli, Gabi, Luisa, Sebas, Artie, Amber, Julia, Zack, Jaz, Randy, Paul... Todo el combo, incluso Eunice y Gregorio su esposo vinieron. Por supuesto Zamara trajo a Amy la cual es totalmente hermosa y se apodera de mi cama. Sintonizo algo de música en mi pequeño pero potente estéreo nuevo y la integración es un hecho. Reímos, bailamos y disfrutamos.
Melissa, Sebastián y Gabi son algo así como el trío de la muerte, congeniaron inmediatamente se conocieron, y ahora siempre están juntos. Zack y Jaz se ven igual que Cam y Adam enamorados hasta los huesos. Zamara se divierte con Emilio —interesante— y el resto levitamos entre la sala y la cocina. Adam sale para recibir a su amigo Checho y me sorprendo cuando veo que Diego Sandoval, mi ex compañero de clase, entrar por mi puerta.
—¡Alec! Te presento... él es mi amigo Checho. Checho esta es mi amiga...
—¿Alejandra cómo estás?
—¿Diego? No lo puedo creer.
—¿Se conocen? —Adam luce confundido.
—Sí, fuimos compañeros, era el nerd de mi clase de sistemas avanzados —digo con una sonrisa.
—Y ella es la chica sexy de mi clase —comenta Diego haciendo énfasis en chica. La cara de Adam se ilumina con entendimiento. Luego frunce el ceño.
—¿En serio amigo? —Le pregunta a Diego/Checho quien asiente—. Esto será interesante.
—¿De qué hablan? —pregunto.
—Nada —dicen los dos a la vez.
—Tienes un bonito apartamento. No sabía que eres amiga de la novia de Yogui —Adam maldice entre dientes y golpea a Diego.
—¿Yogui? Te dicen el oso Yogui —Suelto una carcajada, porque es lo más ridículo y gracioso que he odio—. Entiendo porque te dicen así. Voy a disfrutar esto. —Adam murmura un "rayos" mientras reímos.
Cam se acerca y le contamos la historia de Yogui, ríe histéricamente y también promete aprovechar ese trozo de información.
—¿Por qué te dicen Checho? —pregunto, en la U le decíamos Mouse.
Adam y Diego se miran y responden a la vez. —Ni idea.
Vin se acerca y cuando ve a Diego se tensa un poco, pero igual saluda y se integra. Hablamos un rato con Diego y noto que Vin me sostiene mucho más cerca de si, sus manos permanecen mucho más tiempo del normal sobre mí. Su mano en mi cintura no ha dejado su lugar.
—¿Por qué no simplemente orinas alrededor de ella Vin? Sería mucho más claro para el resto —dice Cam cuando Diego y Adam van por unas cervezas
—No sé de qué hablas —Mentiroso, él sabe perfectamente cuáles son sus intenciones.
—Estas encima mío como un perro cuidando su hueso. Sólo te hace falta cargarme en tus hombros y que corras a encerrarme en tu habitación.
—Estoy enamorado de ti. Simplemente quiero estar a tu lado —responde entre dientes—. ¿Es eso algo malo?
—No. Pero ya todos aquí saben que estamos juntos no tienes que ser tan... —Busco una palabra acorde—. Apasionado frente a ellos.
—¿Apasionado? ¿No puedo mostrar lo loco que estoy por mi chica? ¿O es que no quieres que alguien, específicamente .sepa a quien le perteneces?
—¿Le pertenezco? No soy un carro o un objeto.
—Eres mía. Y ese amigo tuyo no hace sino verte como si fueras una galleta oreo y el un vaso de leche. Es obvio para todos que está detrás de ti.
—Estás loco. Estudiamos juntos hace años y apenas y nos hemos visto dos veces.
—¿Y? está colgado por ti. Así como ustedes dicen que tienen un radar para detectar a las... ¿Cómo es que les dicen? ¿Trepadoras? Sí, esas; así mismo nosotros como hombres sabemos cuándo uno de ellos mira con otros ojos a una mujer. Y ese —señala a Diego que viene hacia nosotros y efectivamente solo está mirándome a mí—: te quiere y no solo en su cama —susurra en mi oído.
Jadeo por sus palabras. Debo reconocer que ver a Vin celoso me enciende un poco, se siente bien saber que me considera lo suficiente deseable para él y otros. Saber y ver que otro hombre también me desea ayuda a mi ego. Pero yo sólo deseo a Vin, Diego es atractivo y tiene un buen cuerpo, si no estuviera con Vin y fuera cierto lo que dice sobre Diego tal vez y aceptará salir con él.
Pero mi corazón Ama a Vin. No puedo negar eso, mi corazón le pertenece a él, late fuertemente por él. Lo extraño día a día, pienso siempre en él. Me preocupo por su bienestar. Amo verlo dormir, reír. Amo como toma mi cabello, como recorre con su dedo mi rostro, como roba besos en las mañanas. Amo cuando me trae chocolates y flores artificiales. Amo cuando me mira sin decir palabras y luego me besa, amo cuando me hace el amor y como sabe volverme loca.
Así que lo alejo un poco del grupo y procuro demostrarle con mis besos que, aunque otros hombres deseen estar conmigo, en este momento yo únicamente puedo pensar en sentirlo, amarlo y tenerlo a él.
Nos divertimos un rato más y poco a poco los amigos se van marchando. Sólo quedamos unos pocos sobre las dos de la mañana entre ellos Diego. Vin sale para traer, junto con Adam, algunas cervezas del autoservicio veinticuatro horas; pues ya se nos agotaron.
—Tienes un apartamento muy bonito. —Diego se sienta a mi lado.
—Gracias. Se siente bien tener tu propio lugar. —Me siento muy consciente ahora de Diego. No puedo negar que es lindo.
—Sí. Lo sé.
—¿Qué se supone que haces tú? Quiero decir, en tu trabajo. Sé que Adam es algo así como un ingeniero.
Sonríe y también es lindo. —Yogui y yo somos los encargados de la programación de la maquinaria del ingenio. Alguna de nuestras maquinas no funcionan por la manipulación de un operario, se manejan desde un software. También somos responsables de toda la red y el sistema de la planta y las oficinas.
—Hmm... ¿son algo así como los genios de las computadoras?
Lo piensa un momento y sonríe. —Sí, podría decir que somos unos genios, pero no le digas eso a Adam. Va a creérselo y después no hay quien lo soporte —Reímos juntos. Es verdad Adam suele ser un dolor en el trasero presumiendo.
—He estado tentado a llamarte e invitarte a almorzar o algo así —Levanto mis cejas—. Como amigos, claro. Sé que tienes... —Aclara su garganta—: novio. Si no incomoda que salgas con un viejo amigo ¿Almorzarías conmigo el lunes?
Lo pienso por un momento. —Claro —No veo nada de malo salir con un amigo. Sonríe me da un beso en la mejilla y se va para hablar con los otros chicos que quedan. Cam levanta una de sus cejas, me encojo de hombros.
—Le gustas —me dice
—Otra. Por favor él sabe que tengo novio.
—Eso no evita que le gustes.
—No va a pasar nada Cam. Estoy con Vincent.
—Sí pero igual vas a almorzar con él el lunes. Solos...
—¿Que estas insinuando? Es un amigo...
—Que te quiere comer...
—Tú también con lo mismo...
Vin y Adam regresan. Diego no vuelve a sentarse a mi lado, pero si me observa y sonríe cuando cruzamos miradas. Vin lo nota y sé que no le agrada pero no dice nada. Una hora después todos se van, he bebido varias cervezas y me encuentro un poco mareada. Vin también está un poco ebrio.
—¿Quieres estrenar el apartamento? –—Me pregunta con una mirada de depredador. Me mojo inmediatamente.
—Nada me gustaría más —Camino hacia él y lo acorralo en la pared. Beso su boca y muerdo sus labios, con mis manos halo su camisa y rompo los botones. Vin emite un gemido totalmente excitado, corresponde a mis besos y me toma por la cintura levantándome del suelo, enredos mis piernas en su cintura y me lleva hacia la cama.
—Eres mía... te amo Alec. Te amo —susurra mientras besa mi cuello, hombros y pecho. Suelta mi blusa y levanta mi falda. Me enloquece con sus manos y sus besos por todo mi cuerpo, pronto estamos desnudos.
Tomo su longitud y estimulo mi sexo, gemimos por las sensaciones. Me besa más fuerte y muevo mis caderas mientras coloca mi pierna en su cintura, puedo sentir lo mojada que estoy mientras sigo estimulándonos a ambos.
Vin gruñe y siento como se desespera, quita mi mano de su miembro y se introduce de una sola estocada dentro de mí. Grito su nombre y mi cuerpo convulsiona por tan maravillosa invasión. Embiste con furia dentro de mí, marcándome, demostrando que mi cuerpo le pertenece... como también mi mente y corazón.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro