Capitulo XI: Confusión
El de cabellos marrón se encontraba en el campo de entrenamiento, tres días ya, y nada de dirigirse ni una palabra como antes.
— Ahh maldita sea — gritó Dohko cayendo al suelo —
— Hey levántate — en tanto ayudaba al castaño a levantarse, levantó una mano hacía Deathmask en señal para que detuviera sus marionetas, las que usaban para entrenar como si fueran los mismos espectros. Porque vaya que DM les daba ese aspecto y aura escalofriante — la otra vez fue el hombro y hoy te dejarás matar por sus juguetitos —
— Podrías dejar de darme órdenes — se soltó bruscamente de Milo
— Si no lo hago morirás de la manera más idiota posible.. — bramó con fuerza.
— TSK. — salió del campo y caminó hacía la entrada del edificio, y conforme se acercaba lograba escuchar como todos empezaban a reír, parecía una fiesta así que decidió ver que pasaba.
Logró divisar a un chico de piel color canela y cejas pobladas — Aioria —dijo al ver al muchacho en frente — me alegra que hayas vuelto —
— Oye te ves bien trabajado —inquirió golpeteando su espalda desnuda, Aioria era un cazador más, estuvo fuera de Londres en una misión, era algo así como el "acompañante" de Shaka , pero pocos sabían, solo sus dos compañeros cercanos.
En ese momento Shion aparecía en escena.
—¿Quién es el chico nuevo? — preguntó Aioria
— Es el "amiguito" de Suikyō — contestó uno de tantos entre carcajadas, incomodando completamente a Dohko.
El lemuriano aclaró su garganta captando la atencion de todos ahí.
— Lo llaman al gran salón — dijo el peliverde dirigiéndos a Aioria.
— Uhh me llama mi ley — comentó al oído de Dohko, para luego retirarse. Y tras de él iba Shion.
— Vuelvan todos a entrenar — ordenó Dohko , ya que él, Milo y Aioria tenían tres de los rangos más altos. — Shion e-espera — señaló caminando trás él.
— ¿Qué quieres Dohko? —musitó sin poder evitar ver los pronunciados músculos de Dohko, una vez más. —
— Qué duermas con Sui.. —
—Ohhh — interrumpió — ya veo, vienes a decirme cualquiera de nuevo — dijo subiendo las escaleras .
— Oye —tomó su muñeca — vengo a disculparme — estos dos días Dohko no paraba de pensar en como hizo sentir a Shion, realmente sabía que se había pasado con sus palabras, por más que odiase a Suikyō, no era razón para ofender al chico que siempre ha estado para él. —
Shion rodó los ojos
— ¿Disculparte? —
— No debí decirte todo eso — dijo con rostro inocente
— Siempre me dices idioteces y luego vienes a disculparte como si nada hubiese pasado — señaló con tono tranquilo — ¿Qué rayos te pasa? ¿Por qué reaccionaste así? — realmente Shion era alguien apacible.
— Y-yo n-no lo sé Shion — se rascó su cabeza. Si lo sabía, esos pequeños besos que le había dado no fueron solo porque sí y ahora lo sabía. —
— .... — su ceño se frunció
— Bueno, que querías que pensara — inquirió de repente — duermen en la misma habitación y además conozco a ese tipo , puede aprovecharse de tí y eso.. —
— ¿Y eso? — preguntó con una sonrisita, poniendo a Dohko nervioso.
— Me molesta, p-porque eres demasiado bueno para él — contestó —
— Con eso me basta — sonrió tímidamente
— Agh creo que ya dije demasiado — añadió para luego alejarse.
— De verás que eres raro — dijo terminando de subir las escaleras, cuando se encontró a Suikyō, quién había observado toda la conversación de los dos chicos desde su lugar — se disculpó — musitó sonriente pero el de cabellos púrpuras estaba serio — ¿Qué pasa? — preguntó
—¿Qué pasa? ... Esto pasa Shion — dijo tomándolo del rostro y plantandole un beso que robaba el aire del peliverde, el cual lo empujó para que se quitara.
—¿Qué haces? — bramó tornándose agitado — me besaste, en qué pensabas al hacerlo, estás loco o qué ¿po-por qué? —
— Porque me gustas, porque te quiero y odio ver como estás dejando ir oportunidades por una que ni existe — señaló acercándose de nuevo a Shion .
— Tú sabes lo que siento — intentó caminar pero Suikyō lo detuvo aprisionandolo contra la pared- no es nada gracioso.
— Solo magina que no soy yo — pidió tan cerca de sus labios — Solo por esta vez imagina que es a él al que besas — Shion se quedó inmóvil, solamente mirándolo a los ojos. Hasta que sus labios se juntaron.
— Eres un bastardo Suikyō — se escuchó, sorprendiendo a los amantes.
— Ay no — musitó Shion — N-no es lo que piensas .
El de cabellos púrpuras río triunfante — ¿te duele? ¿Qué sientes Dohko?
— Eres un bastardo — repitió mientras lo golpeaba — ¿por qué con Shion ldiota?
— Basta Suikyō — gritó el tibetano mientras intentaba separarlos. — PAREN YA LOS DOS —
— Hey Dohko — gritó Milo al verlo — Cálmate hermano — corrió a sujetarlo pero era imposible contenerlo — Déjalo. ya. — utilizó todas sus fuerzas para alejarlo.
— Siéntelo Idiota — le gritaba Suikyō siendo sujetado por Shion.
—Vamonos ahora — ordenó Milo llevandoselo a jalones.
Pv Dohko
Estaba en los vestidores recogiendo mis cosas cuando Milo se cansó de esperar y me preguntó que pasaba, es mi mejor amigo así que con él si podía hablar.
— ¿Por qué te decía esas cosas? — preguntó Milo recostado a un casillero.
—Porque es un imbécil — golpeé la pequeña puerta de metal.
— Relájate — lo miré e hice una pausa para calmarme — ¿Qué pasa con tigo?— me preguntó amablemente preocupado.
— Simplemente lo detesto — contesté sentándome en la banca.
Milo rodó los ojos y luego se sentó en el suelo, recostado en la pared y apoyando los brazos en sus rodillas — Dime qué es lo que no sé Dohko — dijo pero no contesté — dime algo que deba saber, es mejor que crea algo que salga de tu boca antes que creer algo que sale de la boca de Shaka o Aldebaran — tenía la mirada fija en mis nudillos ensangrentados — ¿acaso te gusta?
— Se estaban besando, bueno, ¿qué hacía Milo?— contesté rápidamente— sabes que Suikyō es un imbécil, siempre hace eso con todos, no quiero que se meta con mi... — hice una pequeña pausa - con Shion, Milo, eso no.
—Sé que no te atrae — dijo golpeteando mi espalda — porque de otro modo no estarías aquí perdiendo el tiempo y mucho menos agarrandote a golpes como un animal. — terminó. Tomamos nuestras cosas y nos fuimos a casa.
Pero claro, en todo el camino fue un silencio absoluto de mí parte. No podía sacar de mi cabeza ni la imagen de ellos besandose, ni las palabras de Milo.
_ De otro modo no estarías aquí perdiendo el tiempo _
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