Habían saltado por el portal, ahora se encontraban en medio de la nada, rodeados por árboles de gran tamaño y cubiertos por la fría noche.  Dohko se encontraba sentado bajo un árbol quejándose por el dolor y por los mareos que sentía.

Shion se acercó a él – Déjame vendar eso — dijo  rompiendo la manga de su camisa

– Tú... ¡Tú eres Shion! — inquirió moviendo su cabeza hacia los lados —

– ¿Y tú? — mascullo — aún no me lo dices.

– Agente de la Citadel — aclaró poniéndose de pie — Vine a buscarte — chilló "irritado" — he estado buscándote por días y tú..  — lo miró sin expresión —Tú no me dijiste nada— reclamó. 

– Según tú, sabelo todo, ¿cómo iba a saberlo? — se puso de pie — estuviste de arrogante todo el tiempo, ¿acaso preguntaste mi nombre si quiera por agradecimiento? — lo miró con seriedad —

– No te pedí ayuda—

– ¡Dios! lo atractivo también lo tienes de arrogante y prepotente — gritó caminando hasta sentarse al lado de la fogata,  dejando a su acompañante algo sorprendido — ¿Por qué me buscas ,grandísimo animal? 

Dohko lo miró sorprendido, pero ante la situación decidió ignorar su comentario — No saques demasiadas conclusiones,  tú tienes la culpa de que te trate así — bufó orgulloso — volviendo al tema. Eso me pregunto yo , ¿Por qué te quieren los ancianos? —

– Tú deberías saberlo —

– Es algo sobre un libro o algo así — se sentó a su lado acercando las manos al calor. 

– ¿Un libro? — preguntó de inmediato — ¿Lo ha encontrado ya? —Dohko asintió — ya veo,  si es así pudo haber despertado, pero nesecita de mí — susurró para el mismo,  pero Dohko era un ser larvario sobre Shion. 

– ¿A qué te refieres? —

– Si te vas a acercar tanto a mí rostro primero avísame — aclaró poniendole su dedo índice en la frente y alejandolo poco a poco de él. 

— Ay maldita sea,  solo deja de quejarte por todo y habla —

El peliverde suspiro para controlar las ganas de matarlo — Estos son Tikas — dijo señalando los puntos de su frente —  significa que soy de raza lemuriana, él último descendiente puro,  para él,  mi sangre tiene sus ventajas,  pero también...  —

— Desventajas — concluyó Dohko — Ya veo. Debes explicarme bien cuál es tu uso borrego, pero ahora debemos irnos —  tomó su chaqueta rota luego de ponerse en pie — Creo que estamos cerca de la Citadel,  con suerte llegaremos en un par de horas sin inconveniente,  contando con que no aparezcan más de esos malditos. 

[…]

Menos de veinticuatro horas pasaron desde que llegaron, era un lugar increíble. 
A simple vista eran las ruinas de una muy antigua construcción situada algo alejada del centro de la ciudad, se ubicaba en medio de prolongadas tierras y árboles secos, opacos y despojados de sus hojas.
Como decía se veían como ruinas de algo viejo,  pero eso era porque estaba protegida por un Domo creado por el alto Clero.  Si llegabas al punto exacto encontrabas la gruta para adentrarte a una especie de monasterio, borrandote de inmediato la imagen decadente y escalofriante que proyecta en la primera impresión. 

Milo había recibido la notícia de que Dohko había regresado y que había cumplido la misión a la perfección , así que sin pensarlo se había dirigido hacía donde se encontraban.

– ¡Dohko! — expresó  con amplía sonrisa — ¿Qué te ha pasado en el hombro?

– Estoy bien — dijo dándole un abrazo.

Shion se encontraba en las escaleras observando detenidamente lo que pasaba entre esos dos, ¿Quién era el rubio? ¿Acaso?

– A mí no me importa que tipo de relación tenga con ese idiota — se repetía sin más , pero, ¿era cierto que no le importaba?

Ambos entraron al gran salón de los ancianos, pero para la sorpresa solo Shaka y su asistente se encontraban ahí.

– Acérquense , por favor —

– Shaka — prosiguió Milo — ¿dónde están los demás? — preguntó pero éste lo ignoró.

– Shun tráelo —

Unos minutos más tarde se dejaba ver el chico de cabellos largos en tonos verde claro.

– Realmente es atractivo ¿no? — mencionó , para luego recibir una mirada de Milo que decía "Estas enfermo" — ok ¡ERA BROMA! agua fiestas — añadió, pero, ¿Era broma? .

– Él es Shion — mencionó Shaka —  último lemuriano, nuestra ventaja y esperanza así que debemos protegerlo sin importa qué. 

– ¿Y como sugieres que lo hagamos? — preguntó Milo

– Todos lo haremos— sonrió calificativo — para eso debe tener un guardaespaldas las 24 horas — aclaró —  tú , Dohko.

– ¿Qué dices? — objetó molesto — genial ¿ahora soy niñera? — chilló con dureza,  obteniendo las malas miradas de Shaka,  pero sobre todo las de Shion,  porque bien, también tenía su orgullo .

– Creo que estas confundido Dohko , no te pregunté, te avisé —

– N-no! Señor — espetó Shion — n-no quiero que sea él, no me gustaría estar en casa de alguien que no conozco,  prefería estar aquí. 

–  Pero.. —

– Shaka —  Milo se dignó a hablar —  es mejor que se quede aquí , siempre estará acompañado, siempre hay guardianas, nosotros no podriamos prometerle eso.

El rubio guardó silencio pensando en las palabras de Milo — Como gustes , vivirás aquí — inquirió y salió del lugar con su típico bamboleo de grandeza que Milo tanto detestaba de él. 
Debía aceptar que tenía razón,  en realidad esos dos eran los mejores y si necesitaban de ellos nada podía atrasarlos. 

– Oye — llamó el castaño al chico nuevo, quien venía saliendo del Gran salón — Gracias por lo de allá dentro,  la verdad no estoy acostumbrado a vivir con nadie y menos a cuidar de otro todo el tiempo — se rascó la cabeza sonriendo. 

–… — Shion lo miró sin expresión alguna

– Esque yo...—

–Entiende algo — señaló con rostro serio — no lo hice por tí, y no me importa lo que pienses o así . ¿Quién querría convivir con un arrogante como tú?— frunció el ceño— realmente, ojalá pueda librarme de verte más— luego de esto se fue dejando a Dohko plantado como árbol de aguacate.

– Uy, veo que fue muy duro con tigo —  rio socarrón.

–Ya cállate — amenazó con una leve flama de color oscura en su mano. 

Una vez en su habitación, el lemuriano se sentó en la cama pensando ¿por qué se sentía tan molesto con todo lo que le decía? , ¿ por qué ese tipo lo hacía sentir así?

– Lo sé bien — se dijo mientras se tocaba el puente de la nariz — lo sé, lo sé... ¿ como pasó esto? ¿Cómo, en qué momento comenzó a gustarme,  si hace unos días lo conocí?  — gruñó golpeando las almohadas, pero en ese momento tocaron la puerta y dejaron un papel. 

Talvez me estés odiando, ya que al parecer eres orgulloso ¡TSK! (¿esa era la forma de disculparse?) en fín,  solo... Lo siento borrego..  Perdón "Shion..." 

Al leer ese pequeño trozo de papel, no pudo evitar sonreír, de verdad que ese castaño era alguién bastante difícil de tratar. Y lo aceptaba, ni sabía que era lo que le había cautivado de él,  pero solo había que mirarlo, con solo unas cuantas letras diciendo lo siento ,  ya lo hacía felíz, pero por cuando tiempo le duraría .

      […]

Días después.  (Narración normal)

La tarde se tornó bastante fría, así que Dohko decidió ir a comprar café, se puso una chaqueta, salió de su trabajo y se dirigió a la cafetería, al regresar entró a su oficina con dos recipientes con café.

– ¿Dónde esta Milo?— exclamó, pero al instante este entró — Oye...

– Shaka me llama hablamos luego — dijo así sin más,  como siempre. 

– Perfecto ¿Y ahora? — añadió sentándose en el escritorio pensativo —  idiota , ¿Hace frío no?

Dohko miró el café mientras todos los engranajes de su cabeza trabajaban — Ya sé — dijo tomando su café y el que era de Milo También.
Caminó por los pasillos hasta llegar a las bóvedas y entrar animadamente. — ¿Qué haces tibetano? — preguntó ladeando su cabeza para poder mirarlo ya que estaba metido entre montañas de viejos papiros. 

– Bueno—  dijo saliendo de su agujero — hago copias de estas antigüedades en algo más actual — levantó un libro.

– Genial para alguien que llegó hace poco ¿no?— Shion se encogió de hombros sonriendo — Toma — dijo acercando un vaso a Shion.— ¿bebemos café? — ciertamente habían tenido algunos mal entendidos, sin embargo Dohko se disculpó y de ahí hicieron la relación más llevadera.  Shion siempre estaba para él, era amigable y eso hacía que Dohko se acercará más a él.

– Vaya , cae como anillo al dedo con este frio — sonrió sentándose en una vieja silla —Gracias.

– ¿Shaka te metió en este lugar? — preguntó con desagrado. 

– No, yo decidí venir aquí — bebió un poco de su vaso — por cierto, ¿qué haces aquí?, siempre estás en el ombligo de tu amigo — inquirió amable pero realista.

– Ocupados — alzó sus hombros — además Milo es un despreocupado, ¿no has visto su cara de hombre serio?  — Shion asintió rápidamente — sí,  imagínate como es lidiar con él. Pero bueno ¿quieres hacer ronda con migo?

– No, estas loco — señaló — mejor me quedo en el lugar más seguro de toda la Citadel. —sonrió , pero Dohko no aceptaría un no por respuesta — ¿Qué haces? — preguntó alerta al ver como el castaño lo empujaba hacía afuera.

– No seas aguafiestas — indicó socarrón — además así aprenderás a convivir con alguien tan arrogante, ¿entiendes? .

[ Dos horas más tarde ]

– ¿Tienes frío? — preguntó mirando como Shion frotaba sus manos. 

– Pues sí, en Tibet es más fácil que mueras rostizado que congelado — respondió haciendo reír a Dohko —

– Estoy loco ¿no? —  comentó quitándose su chaqueta — traerte a beber a la azotea en un día así. 

– Es normal — recibió la prenda de su compañero ya que sus mejillas se tornaban pálidas por el.frío— puesto que tienes medio cerebro — sonrió ampliamente. 

– Ay sí, ¿quién fue el que dijo que la bóveda era el lugar más seguro?  ¿fuí yo?  — Shion rodó los ojos —  eso no es nada seguro tibetano,  puedes morir más rápido — bebió de su cerveza — todo es viejo,  mira puedes subirte en un banco y caer,  sentarte en una silla y quebrarte la columna,  hasta un estante puede caerte encima y aplastarte— ambos rieron por tales argumentos .

– Oye— musitó Shion tímidamente — ¿qué tan a salvo estoy aquí?

– Eres lo que ese tal ¿Thanatos? Necesita — pensó un segundo — cero probabilidades .

–No seas tonto — lo golpeó — estoy algo asustado,  además ya te dije que para ser un druida de Aries ,  no sirvo de nada. 

Dohko río a carcajadas

– Estarás bien, los espectros no saben donde estas , además jamás han atacado la Citadel —

– ¿Estás bromeando? —reaccionó alterado — siquiera saben si son espectros, puedo morir Dohko.

– Hey relájate, hablaré con Shaka para que te proporcione a alguien.

–¿Tú? — preguntó sin poder esconder esos ojos brillantes.

– Hmm claro...  Si eso quieres.