Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo IX : Terrible reacción .

Dohko se había cansado de estar metido en su casa, porque como saben, estaban libre, así que decidió ir a casa de Milo.
Se encontraba llegando, cuando logró divisar como su compañero besaba a un chico, para que luego éste se montara en su auto y se fuera de ahí.

- ¿Milo? - preguntó bajándose rápidamente del vehículo, sorprendiendolo en la puerta.

-¿D-dohko?. Que sorpresa, pasa - sonrió tímidamente - ¿Como estás? ¿Todo bien?

- Ohh no mejor que tú - dijo socarrón, sonrojando al moreno - ¿Dime, quién es él? - preguntó dejando la chaqueta en el perchero.

- E-es el chico de aquella noche - musitó luego de cerrar la puerta- ¿lo recuerdas?, él que me dejó en tu casa.

El castaño asintió sentándose en el sofá individual - ¿Estan saliendo acaso?

- Hace un tiempo - sonrió cerrando sus ojos.

- ¡OH MIERDA! ¿Es en serio Milo? - expresó apoyando sus antebrazos en las rodillas -¿Me descuido por un segundo y el señorito capullo se convierte en una mariposa sociable? - agregó riendo a carcajadas . - hasta hace un mes no hablabas pero ni con tu reflejo - Milo arqueó una ceja.

- Ya cállate . Él solo supo llegar y ya - indicó recostado en la pared con los brazos cruzados -

- Supongo que te gusta bastante ¿no? No te ofendas, pero admito que se ve bastante bien -

- Claro que se ve bien, si no fuese lo suficientemente guapo - mordió su labio de forma perversa - no tendríamos ésta conversación, idiota - Dohko arrugó la cara incrédulo antes de soltarse a reír y hacer muecas de vomitar.

- No lo conozco pero debe ser genial para que te guste a tí ¿cierto? - indicó.

- Ya estás. no es eso. - pensó sentándose en el sofá frente a su amigo - Supongo que es por su manera de pensar, es similar a mí sabes , tiene tantas cosas tras él pero al mismo tiempo lo sobrelleva - Dohko estiró el pico dándo a entender que "medio entendía".

- Debo admitir que me alegra - comentó recostandose - siempre fuiste muy callado, muy tímido, pensé que eras defectuoso.

-Soy reservado, no callado - se defendió - y mucho menos tímido. Defectuoso . Que idiota-

-Como digas, pero, lo más importante - calló mirando a Milo con un rostro más serio - ¿Qué tan serio va esto? Ya sabes a lo que me refiero.

- Lo suficiente, tanto que ya lo sabe - dijo entre felicidad y tristeza -

- ¿Ahh sí? Debo conocer a ese hombre tan valiente -

- Claro que lo harás.

*

*************************************************

Camus había estado casí todo el día con Milo, pero, ahora se encontraba en su casa. Se dio una ducha y se tiró en su cama como una estrella de mar.

Éste realmente no podía sacarse de la cabeza al rubio. Todo había pasado tan rápido que no hubo tiempo ni para reaccionar, sin embargo, eso no indicaba que fuese algo malo. Jamás había sentido algo así, como iba a decir que había algo malo en besar y dejar que ese de ojos azules invadiera cada rincón de su mente, y se adueñara de cada centímetro de su cuerpo.

Era atractivo, atrayente, varonil. Simplemente no podía ser de este mundo. Por otro lado, Camus siempre se las dio de salsa. Se hacía desear, pero, él, ese tipo tan serio pero expresivo al mismo tiempo, lo subyugada como nunca nadie.

- Ante tí estúpido Milo no tengo fuerzas para defenderme joder- señaló para si mismo con la cabeza hundida en la almohada.

En ese momento se escuchó un ruido en el pasillo que lo sacó del trance en el que estaba.

Camus miró hacia la puerta con el ceño fruncido, sin embargo, no se levantó de su cama .
Últimamente sentía como si alguien lo observara, pero pensó que eran solo ideas suyas.

Volvió a esconderse entre las almohadas, pero con la antigua visión positiva y enamorada de un nosotros por siempre nublada, pues él pelirrojo sabía que a la larga esta relación con Milo le traería problemas.

- ¡AHHH! - pataleo tirando al suelo algunas almohadas y cobijas. - Maldito seas Camus. - gritó tirando la cobija al suelo, para al instante correr a levantar el celular que se había ido envuelto en ella.

Lo tomó y vio la lucecita de notificaciones.

Pv Camus

_Mensaje de Gruñón sexy😈_

~Cielo en unos días será año nuevo, aclaro que no es que me emocione la ocasión, pero creo que es buen momento para una cena en tú casa. -

Rápidamente teclee

~¿Una cena Milo ? ¿Y en casa. En mi casa?- pensé antes de enviarlo, pero no fué demasiado- porqué solo no salimos a cenar a cualquier parte y listo, igual dices que te resbala la ocasión.

Mi celular vibró una vez más

~Quiero una cena en casa Camus - podía notar la rudeza del mensaje - además, Dohko quiere conocerte.

Suspiré dejándome caer sobre la cama.. Reaccionando al sentir la vibración ocasionada por la llegada de un nuevo mensaje

~Sabes qué, no quiero estarte molestando con mis cosas, la haré aquí en casa, solo díme si se te antoja venir -

¿Por qué conocerlo?
¡AHH!, como si tuviera quince años, y debiera pedir permiso.

Tomé el aparato. Y estaba a punto de responderle, cuándo Milo me escribió de nuevo

~ ¿Bueno vendrás o no? -

Por qué era tan quisquilloso este baboso.

~Si.Cielo. ¿Contento?-

No importaba que tan delicado y gruñón fuera, él me miraba sonriendo como si yo fuera una maravilla o el ser más bello del mundo. Me miraba con esa sonrisa sincera y con esos ojos azules tan dulcemente profundos, pero abiertos de par en par solo para mí.
De verdad que amaba cuando él me miraba así y eso era lo único que importaba.

**************************************************

Una semana después.

No eran más de las once de la mañana. Suikyō y Shion recién llegaban de hacer compras. Ya que el peliverde había dejado todo en Tíbet tras huír con la ayuda de Dohko.

Éstos se encontraban subiendo las escaleras con las bolsas en mano.

-Fue muy divertido ¿no? - indicó Shion abriendo la puerta de la habitación. En verdad su "sombra" era muy gracioso, le caía muy bien.

- Es normal cuando se está contigo - dijo una vez dentro, haciendo que su protegido lo mirara con una sonrisa ilusa.

En verdad ese chico no dejaba de insinuarse y esas cosas, pero a Shion le agradaba, así que solamente ignoraba sus tonterías.

- Suikyō - se escuchó - ¿Qué haces? - hace una semana se enteró de la buena nueva, pero no podía creer que Suikyō fuese a empezar de nuevo, y con Shion.

- ¿D-dohko? - musitó el lemuriano al ver a este sentado en el sofá . ¿Qué hacía en su habitación?

- Soy su guardaespaldas - añadió el de hebras púrpuras - Hago lo que me corresponde hacer- levantó las bolsas y sonrió con suficiencia.

En el rostro de Dohko se veía inconformidad, molestia, se notaba claramente que no soportaba a Suikyō.

Pv shion

- Shion, te dije que me lo dejaras a mí ¿Acaso convenciste a Shaka que te pusiera acompañante?

- OYE- objetó Suikyō algo pasado de tono - no le hables así a Shion.

Se levantó de donde estaba sentado -¿Se tutean? - inquirió enarcando su ceja. No lograba entender que pasaba con Dohko - ¿Y luego? ¿qué sigue?

- Retirate - le ordené al de ojos púrpuras, quien asintió y obedeció no sin antes lanzarle una mirada mordaz a Dohko. - ¿Vas a decirme que rayos te pasa? - dije colocándo lo que traía sobre la mesa de la salita. -

- ¿Por qué él?- preguntó acercándose a mí -pudiste escoger a Milo. Dijiste que querías que yo te cuidara ¿no?- esas palabras realmente me marcaron, desearía que Dohko en realidad lo dijera por mí, pero sabía que en este caso era por el odio a ese joven. - ¿Por qué no me lo dijiste tú? - dijo con decepción - ¿Por qué me doy cuenta por Aioria o alguien más?

¿Acaso me equivoqué? ¿Estaba celoso? - Dohko mir... - intenté hablarle pero no me lo permitió.

- Comparten habitación- gritó histérico para luego hacer una pausa mientras se acercaba aún más a mí con rostro desolado-

- No me gusta tu tono, si quieres hablar hazlo , pero si no puedes controlarte mejor vete. - dije con autoridad

-Acaso también ...¿cama?- volvió a gritar. Tan cerca que solo cerré mis ojos. Aúnque ciertamente eso me enfureció , me lastimó y sin darme cuenta lo había golpeado.

- Baja tu tono de voz con migo - le indiqué más que enojado, dolido - te recuerdo que tu me rechazaste en frente de Shaka la primera vez, dijiste que no eras niñera de nadie.

- ¿Quién crees que eres para golpearme? -

- No. Tú quién eres para venir a mi recámara a pegarme cuatro gritos y acusarme de cosas estúpidas y si así fueran. Cosas que no te importan - le aclaré irritado -¿Acaso te molesta si alguien duerme en mi habitación no estando borracho como tú?.

Dohko no dijo nada, solamente me miró con dureza antes de salir por la puerta. Dejando en mi mejilla, una lágrima.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro