Milo se había levantado algo tarde ese día, eran como las 10 am, así que inmediatamente tomó una ducha, salió de esta con una toalla en la cabeza, disfrutando de la soledad y tranquilidad que la mañana le proporcionaba hasta el momento
Fue a la cocina, luego de preparar su café, tomó una taza del mismo y se dirigió hacia la sala de estar de su casa estilo victoriano , se podía ver la delicadeza de cada objeto que en ella se encontraba , espejos por todos lados, candelabros, cuadros de valerosos personajes, etc, realmente su casa reflejaba que venía de una buena familia aunque nunca nadie sabía nada respecto a eso .

Dio un pequeño sorbo a su café cuando la puerta sonó, colocó la taza sobre la mesita central y se puso en pie hacia la puerta quitando la toalla de su cabeza.

— Hola Milo — dijo Dohko sonriente en la entrada — ¿Me dejas pasar?

— Adelante — respondió mientras se peinaba un poco y se hacía a un lado para que su amigo pasara.

— ¿Tienes algo de beber ?, tu sabes — inquirió el castaño socarronamente mientras se sentaba en el sofa de cuero.

—

¡Ohh claro! — reaccionó caminando hacia la cocina por la bebida de su amigo quien abrió el periódico que traía para matar el aburrimiento mientras este volvía — aquí tienes — dijo sonriente.

— Ohh vamos Milo — gruñó — ¡esto es café!

_ Jamás dije que fuese alcohol... Además haz algo con ese problema tuyo ¿no? —  señaló aún de pie, tomando su café y dandole un sorbo para continuar — por cierto ¿Donde dormiste? Si es que lo hiciste, tienes una cara de la mierda.

— Que te importa y mejor mueve tu trasero quieres — dejó la taza de lado — la Citadel nos ha citado.

— ¿La citadel?

— Bueno — aclaró serio — los altos monjes.

— Esto no es bueno — señaló Milo — dáme un momento — dijo mientras subía las escaleras lo más rápido que podía y tomaba una Chaqueta negra de su habitación.

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MIENTRAS TANTO.

Thanatos se encontraba en el castillo al que lo había llevado Saga la noche anterior.

El anterior mencionado abrió una gran puerta que tenía tallada una especie de antorcha , esta daba a una sala inmensa en donde había una enorme copa que formaba una fuente.

Se suponía que al encontrar ese libro pasaría a tener poderes sobrenaturales, tendría a su servicio espectros, ángeles , lo que quisiera, tendría la capacidad de hacer lo que sea, lo malo era que los poderes que el chico llevaba dentro, eran poderes bélicos.

— Tú — indicó Saga con mirada fría — aquí estamos a su servicio.

— ¿Saga ? — inquirió confuso

— Debe escoger a uno de nosotros para su protección Mi lord .

Este se pasó frente a ellos observandolos , realmente no era el Thanatos inocente de antes, o talvez sí pero se podía sentir el aura pesada a su alrededor , lo que significa que había empezado su cambio.

Luego de haberlos examinado estaba a punto de decidir cuando por la puerta entró un chico que deslumbró al de cabello gris, lo miró detenidamente mientras este se acercaba y se formaba en línea — tú, tu lo serás — indicó haciendo que él chico se tornara algo inquieto y Saga apretara los puños conteniendo la ira.

Habían varios tipos en fila, los cuales todos era espectros a excepción de Saga, él era un ángel de sombras , en estos tiempos quedaban pocos de ellos, los únicos existentes sobrevivieron permaneciendo dormidos , pero en el momento en que el libro encontró su portador en la biblioteca, todos habían despertado para esperar a su servicio.

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Los chicos se encontraban en una sala en donde estaban los monjes más antiguos del clero.

— Aquí estamos — dijo Milo — ¿Qué ha pasado?

Por lo general todos se mostraban ante ellos con respeto y acato , pero este no era el caso de Milo.
Siempre mostraba su lado duro y rebelde, jamás se inclinaba ante nadie, menos ante ellos, unos arrugados que solo daban ordenes , condenas e imponían su ley sin saber que era estar en el campo.

— Hemos encontrado el libro — dijo uno de ellos.

— Y el libro encontró a su dueño — añadió otro de ellos, en ese momento Dohko miró a Milo inquisitivo, el castaño no sabía nada de lo que hablaban pero Milo, Milo si sabía de que se trataba todo esto.

— ¿Qué hay con ese libro?

— .... — su compañero lo miró pero al instante volvió su mirada a sus superiores.

— Ese libro está ligado al alma de una persona, pero no cualquiera, si no a la de una que posee dones bélicos como ningún otro — dijo un anciano acercándose a ellos dos.

— Ahora el tendrá secuaces gracias al libro — añadió un hombre rubio el que se decía en la Citadel que era muy cercano al Dios Buda — escuchen, el mundo que conocemos no existirá más, tenemos que detenerlo.

— Suena maravilloso decir "tenemos" ¿no Shaka? —  dijo Milo con ironía simultáneamente que salía del salón.

HORAS MÁS TARDE.

— ¿De noche? ¿ tú solo? — preguntó extrañado — ni pensarlo.—  el rubio le había pedido que lo dejara un rato a solas.

— ¿Ni pensarlo? — Milo río — ¿Acaso olvidaste quienes somos? —  Dohko miró el volante del auto

¡Estoy bastante grandecito y vaya que me se defender!

— Te veré en casa — dijo mientras le daba la espalda y ladeaba su mano.

— Como quieras — ciertamente no le agradaba la idea, pero no le quedaba de otra.

Milo sabía lo que se avecinaba así que tomarse algo lo relajaria un poco . Realmente era algo a lo que debía temer , no solo él , si no el mundo entero y saber que es algo que recaía sobre sus hombros , los de Dohko y de algunos más, era frustrante.

Mientras pasaba el dedo por el borde de su trago levantó la mirada y logró ver a un chico entrando al bar , era alto de tez blanca , de poca musculatura, pero un cuerpo bien formado, realmente era muy atractivo

El chico entró y se encontró con la mirada de Milo, quien le sonrió levantando su copa. Caminó hasta el centro del lugar en donde encontró una mesilla, la incomodidad se hizo presente en el rubio al sentir miradas sobre él, eran penetrantes, difíciles de ignorar.

Para su fortuna su celular vibró y el lo tomó . Necesitaba relajarse.

¡Dohko!

Se levantó de la barra y caminó hacia la salida, obligatoriamente requería silencio para tomar la llamada.

— ¡Me refería a tranquilidad absoluta! — bufo encendiendo un cigarrillo —

— A mi no me vengas con esas habladas ¡idiota! — hizo énfasis en "idiota" — andas buscando calzón.

¿¡Sentido del humor enfermo!?

— ¡JAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJ! — río zafado — bueno ¿Qué quieres?

— Superhéroe tendré compañía, no hagas nada raro —

— Nada más raro que tú — indicó colgando el teléfono.

Tiró lo que quedaba de tabaco y entró de nuevo, caminó hasta su lugar mirando hacia donde estaba el pelirrojo, dándose miradas casuales entre sí , haciendo que el corazón de ambos se acelerarán

¿Sólo el corazón?

— ¿ Puedo acompañarte? — preguntó el rubio mientras le ofrecía un trago, había decidido dejarse de tonterías y animarse a hablarle.

— Je ne vois pas pourquoi pas — respondió con picardía, sonriendo ampliamente al ver el rostro perdido de Milo al decir (No veo por qué no) , en su idioma natal.

— Se ve que no eres de por aquí — indicó algo serio — pero si me entiendes en español, háblame en español. — le puso el trago en la mesa.

— Bien, perdón — pidió aún sin poder deshacerse de su acento — es la costumbre .

— Acostumbras alardear tu acento , hablando así aún cuando entiendes lo que te dicen — comentó.  se veía algo irritado.

— Costumbre, me refería a que este soy yo — se señaló a sí mismo — tenía la atención en otra cosa, así que no pensé en que no entenderías, lo siento.

Milo sonrió ladino , entendió su comentario — Como sea, me llamo Milo —

— Camus — le guiño un ojo, aún mostrando la curva perfecta en su boca.

Ellos dos pasaron parte de la noche entre risas picaras , era obvio el interés de Milo en ese chico, pero el pelirrojo no se quedaba atrás, no despegaba los ojos del hermoso rostro del rubio.

— Debo irme — indicó Milo mientras se ponía de pie — es tarde .

— H-mmmm sí — dijo levantándose también — no vi, no vi el tiempo pasar — intentaba hablar claramente.

¡Francés ehhh .... Eso lo hace más interesante aún!

— Hasta pronto! Camus.

— Espera — indicó — dejame llevarte a casa.

— No es necesario — mencionó — dormiré donde un amigo, tomaré un taxi .

— Me queda de camino — insistió Camus aúnque no era cierto, además "un amigo" — insisto

— Es aquí cerca — mencionó intentado que Camus desistiera pero al ver que eso no pasaría — Bien, esta bien, pero , solo por jugarmela bonito con eso del "Francés" — imitó su acento e hizo muecas divertidas.

¡Vaya rubio! FASCINANT _ pensó Camus

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La profecía a sido impresa en los papiros más antiguos, los cuáles han sido ocultos en los lugares más remotos de la citadel, teniendo en cuenta que desde inicio de los tiempos existió la lucha entre el bien y el mal, y justamente ahora Milo y Dohko deberían lidiar con ello.