Darse cuenta de los errores propios no es fácil. A su vez, nuestra calidad de escritura del capítulo inicial al último va evolucionando. Así que como actividad, toma el primer capítulo de tu historia y analízalo teniendo en cuenta lo que hablamos en el texto anterior de los tiempos verbales. ¿Tienes errores visibles? ¡Genial! Ya estás mejorando, porque antes no podías verlos.