diecinueve
Sentía como el argentino se acercaba cada vez más a mi. Cerrando sus ojos.
Lo aparté.
-W-Weón, ¿eso era lo qué me teníai ocultado?- Tomo aire.- Martin, tú como amigo qué eri' mío, sabi' perfectamente qué no me gustan las parejas, nunca me han gustado. No sé porqué me contai' esto. N-No quiero arruinar esta amistad con un pololeo.-
Salgo corriendo, rojo como tomate.
Pucha, igual me da pena el Martin, estaba con los ojitos brillando, soy malo. Pero de verdad, no quiero tener pareja.
Me voy a donde estaba con el Alfred. Y veo al Sebas con el Alfred, juntos.
-Seba, voy a contar hasta 3 y si a las 3 no estás lo suficientemente lejos, te voy a matar lenta y dolorosamente, haciendo qué supliquí por piedad.-
Sale corriendo y me siento con el Alfred.
-¿Qué pasó? ¿Qué te hizo ese argentino?-
-Nada, venía a avisarte qué estoy bién, voy a estar solo un rato.-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro