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Uno


Caminaba a pasos lentos por las atestadas calles de Seoul. La gran masa de personas se movía animada de un lugar hacia otro; se vislumbraban sonrisas alegres de un par de colegialas mientras una de ellas contaba entre chillidos la experiencia de su primer beso, señoras de mediana edad admirando las costosas vitrinas de Gangnam con disimulada resignación, ejecutivos ataviados en sus trajes de alta costura caminando apresuradamente con una expresión agotada en el rostro, debido quizás a la larga jornada del día.

Taehyung observaba a su alrededor a dichas personas y las distintas emociones que emanaban. Emociones que él ya no sentía; su esencia había muerto junto a su anterior relación hace unos cuatro años. Su semblante desde hace mucho tiempo se había transformado en una máscara neutra que albergaba detrás de esta miles de pensamientos complejos.

¿Felicidad? Le gustaba pensar que lo era, aunque aveces la palabra sonase a utopía.

¿Miedo? Hizo las paces con él cuando entendió que las circunstancias no son eternas.

¿Tristeza? Ya había sufrido y llorado bastante como para que siguiera doliendo.

¿Necesidad? Sí, a cada maldito segundo, pero era una página de su pasado que no volvería a releer.

Reprimiendo un suspiro trató de acelerar el paso hasta llegar a su departamento antes de que cayera la noche.

"Ya estoy en casa" anunció cerrando la puerta tras de sí.

"Amor" el atento y agradable chico que tenía por novio le recibió enseguida con un corto beso en los labios "¿Cómo estuvo tu día? ¿Algo bueno que contar?"

"Ha sido un total dolor de cabeza" informa dirigiéndose a la cocina a por un ansiado vaso de agua "Mi equipo ha estado trabajando en el nuevo prototipo de barrera sónica para peces que te conté hace un tiempo, y ahora que finalmente lo tenemos casi listo el director Song no está de acuerdo con el precio que la Hidroeléctrica ofrece por el" culmina luego de acabar de un solo sorbo el líquido en su vaso "Es tan frustrante"

Su novio hace una mueca al escuchar aquello sintiendo empatía por el castaño "Es un poco duro tu jefe, ¿cierto?"

"Ni que lo digas" bufa "Pensé que no vendrías hoy, así que cuando me llamaste hace un rato me preocupé un poco. ¿Todo bien en el Bufete?" se obliga a preguntar, por cortesía. Minho siempre estaba al pendiente de él, lo menos que podía hacer era retribuírselo.

"Tuve poco trabajo, en realidad. Salí temprano y decidí pasar a verte" explica animado mientras comenzaba a sacar víveres de una bolsa sobre la encimera. Bolsa que, hasta ahora, Taehyung no había notado "También aproveché para hacer la compra. Tienes solo comida instantánea y enlatada aquí, como siempre. Eso no es saludable, Taehyung" le reprende mientras voltea a verle un instante con una mirada resignada, obteniendo una sonrisa de disculpa por parte del menor.

Cuando el chico volvió a su tarea de abastecer el refrigerador con algunas bandejas de carne magra, frutas frescas y verduras, la sonrisa de Taehyung vaciló un segundo cuando concentró su atención, más de lo necesario, en las pequeñas calabazas que el rubio sostenía en sus manos, siguiéndolas con la mirada hasta que fueron colocadas en el limitado compartimiento de la parte baja del electrodoméstico.

"Te lo he dicho hasta el cansancio. Entiendo que el trabajo te robe tiempo, pero al menos no descuides eso. Si vivieras conmigo, esta sería una de las cosas por la que no tendrías que preocuparte"

Minho llevaba un tiempo con dicha idea fija en mente, sacándola al aire con más frecuencia de la que a Taehyung le gustaría. Y el último mencionado, en cambio, solo optaba por murmurar vagas respuestas y desviar la conversación hacia un puerto más seguro. Como ahora.

"Gracias por mimarme tanto, pero no hay necesidad" contestó suavizando un poco su tono "Seguro tú también debes estar exhausto. Te conozco lo suficiente como para saber lo que ese tuve poco trabajo significa" rebate tras acercarse un poco más, dejando suaves caricias circulares con su mano en la zona de su nuca, haciéndole soltar una corta risa debido a su comentario.

Taehyung sabe que no siempre podrá evadir la propuesta con su cara bonita y un par de melosas caricias.
Eventualmente, su novio se pondría serio al respecto demandando una respuesta sincera.

Llevando ya cierto tiempo como pareja, y aún más de conocidos, no debería de sentir tanta aversión a la idea de compartir un techo con él.

Sin embargo, algo en su pecho se removía inquieto cuando su novio mencionaba el asunto en cuestión, sabiendo muy bien que si este le preguntase directamente, lo más probable es que accediese a su deseo esbozando una mueca que pretendiera ser sonrisa.

¿Pero era eso lo que en verdad quería?

No realmente.

Su debate emocional radicaba en la raíz de su relación con Minho; él quería sinceramente al chico, pero eso no borraba el hecho de que sus acciones hacia él se sentían condicionadas, de algún modo.

Minho era como ese rayo de sol fresco en la mañana que aparecía inadvertidamente luego de un cielo que estuvo cubierto por nubes grises durante mucho tiempo.
Como una compensación del universo por todas las cicatrices que su maltratado corazón cargaba, y como tal, se sentía obligado a tomar todo lo bueno que este quisiera darle.

Sería un completo ingrato si hiciese lo contrario.

"Tomaré un baño caliente mientras tú continúas con eso" informó "Veré si así quemo el cansancio un poco"

"Claro. Haré la cena apenas termine. Puede que tarde un poco, así que tómate tu tiempo" le sonrió por encima del hombro.

Taehyung estaba tentado a decir que no era necesario, que no tenía mucho apetito, y en todo caso, podrían pedir algo por delivery.

Pero teniendo en cuenta el hecho de que su estómago solo probaba algo sustancioso y correctamente elaborado cuando su madre lo visitaba -lo cual no era muy seguido- o cuando Minho cocinaba para él, optó por callar y dirigirse silenciosamente a su habitación.

Al principio había sido un poco caótico, siendo sincero; su novio, quien siempre había tenido personal cualificado a su entera disposición, no tenía idea de cómo freír una pieza de pollo siquiera, y eso ya era mucho decir.

Por lo que después de algunas -demasiadas- sesiones de prácticas en su cocina, dos sartenes estropeados, pequeñas cortadas accidentales en sus dedos y un arroz chamuscado, había logrado preparar una primera cena para ambos de aspecto aceptable.

Cena gracias a la cual, Taehyung terminó con una intoxicación ligera debido al sobrado popurrí de condimentos con que Minho saboteó al kimchi.

De más está decir que la velada fue un desastre y lo más apetitoso que había en aquella mesa eran los vasos con agua sobre el mantel.

Contra todo pronóstico, tras errores y aciertos, poco a poco fue adquiriendo habilidad y dejando atrás su torpeza. Su comida aún no podía competir con la que preparaba la señora Kim, una afirmación obvia, pero era igualmente hecha con cariño, y deliciosa.

Minho desconocía que Taehyung cocinara tan bien como su propia madre. Pero era un poco engorroso explicar lo ridículo que se sentía al llegar a casa tarde luego del trabajo, con la fatiga picando a flor de piel y aún así, desgastarse otro poco más en los fogones cortando, guisando y sofriendo toda esa cantidad de alimentos cuando al final del día, era solo él en su mesa.

Existía una curiosa contrariedad en el hecho de que tratar de alimentarse a uno mismo siempre se sentiría más agobiante que dar de comer a una familia entera.

Así fue como, movido por la preocupación acerca de la nutrición deficiente -como él mismo lo llamaba- de Taehyung y la indignación ante la docena de envases de plástico que invadían el frigorífico del mismo, que se hizo una costumbre para Minho prepararle el almuerzo o la cena cada vez que estaba en su apartamento o hacerle la compra conociendo que su novio no la haría, no importa cuántos sermones escuchase.

Era perseverante. Taehyung lo supo en aquel entonces.

Eso explicaba muy bien el por qué, a pesar de solo contar con treinta y un años de edad -treinta y dos en unas semanas- sus padres le habían otorgado absoluta autonomía sobre la firma de abogados sin vacilaciones hace ya un tiempo.

Y no era solo por el hecho de que su mayor fuese hijo único y, por consiguiente, heredero; era además, una de las jóvenes promesas de la Abogacía.
Su puesto se lo había ganado a pulso conjuntamente con la admiración y el respeto de sus homólogos. Tenía toda la madera que un buen abogado debería tener: era tenaz, con instintos agudos, directo y obcecado.

Ante esas cualidades, el pensamiento fugaz cruzó por la mente de Taehyung unos segundos.

Minho es bastante parecido a...

No.

Se reprendió tajantemente antes de terminar la frase siquiera. Minho y su ex pareja eran tan distintos como dos personas podrían llegar a serlo. No existían puntos de comparación.

Se desvistió casi con rabia, y con la misma emoción arrojó la ropa al suelo.

De pronto, una ducha de agua fría sonaba más tentadora que un baño caliente.

Ya no quería quemar el cansancio, ahora necesitaba volver a sellar bajo cero todo rastro de conmoción que pudiese salir a flote. Sí, una ducha de agua fría funcionará.

Una ducha de agua helada.

Hola! Debo decir que esto originalmente era un Three Shot, pero me estaba quedando absurdamente largo como para encasillarlo todo en solo tres capítulos como tenía planeado.

No quiero a aburrirles con demasiadas palabras, pero el capítulo siguiente es muchísimo más extenso que este, unas 6k palabras más o menos. Me fue imposible acortarlo, cuando lo lean sabrán el por qué.

Posiblemente lo suba hoy en la noche o mañana, no estoy segura pero espérenlo pronto.

Espero que les guste mucho esta mini historia. Tengan linda tarde, besitos.

(⁠•⁠ө⁠•⁠)⁠♡

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