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Nueve

No tenía que bajar la mirada para para saber que encontraría tatuajes en una mano lívida.

Minho nunca lo había sostenido así, con esa posesividad y solidez a las que antes estaba tan acostumbrado.

Incluso ahora después de cuatro años su tacto no había cambiado.

Por qué se creía con ese derecho aún.

Colérico, llevó una mano a la ajena para alejarlo, sin embargo una frente reposó en su hombro.

"Solo... Quédate así un poco más" pidió Jungkook con voz átona. "Por favor"

Taehyung lo ignoró, si alguien los encontraba en esta posición no sería beneficioso para nadie.

Se zafó de su agarre aún así. Asegurando la distancia que debería haber entre ellos y miró a Jungkook con fuego en los ojos.

"¿Qué se supone que estás haciendo?" demandó.

"Lo mismo podría decirte" contraatacó mirando los puños apretados del castaño ¿Tan repulsivo le parecía su abrazo? "Vienes aquí, a pavonearte con tu intento de novio frente a mí, ni siquiera me hablas o me miras ¿Y soy yo el que está mal?"

El contrario frunció el ceño. De qué hablaba, cuando fue él quien lo ignoró toda la noche.

"Yo no tenía idea que Somin le conociese. Y Minho no es un intento de novio, es mi pareja"

"Ah" Jungkook soltó una risa seca. "Claro, claro. El perfecto hombre del que me hablaste, ¿cierto?" se burló. "Encontré gracioso que ni siquiera sabía algo tan banal de ti ¿Cómo esperas que no piense que es una relación de juguete cuando tú mismo la tratas así?"

Y ahí estaba de nuevo, de los dos, el pelinegro siempre fue mejor con las palabras, en especial las afiladas. En el pasado fue algo que amó y odió al mismo tiempo.

Pero estaba bien, Taehyung era bueno sobrellevando límites.

Miró por el lateral del pasillo con luz tenue, sin ruido de pasos. Y se arrimó un poco más hacia él.

"Puedes pensar o creer lo que quieras" advirtió. "Pero cuida tus palabras frente a Minho. No tienes idea de la persona que soy ahora, tú y yo somos simples extraños. Ni siquiera recuerdo nuestro pasado" era la mitad de la verdad.

Un músculo se movió en la mandíbula ajena. Cualquier sentimiento de burla se vio remplazado por ira burbujeante.

Taehyung era la mayor clase de hipócrita con esa afirmación. Como si no lo hubiese reconocido hace tan solo minutos por el simple tacto.

¿Y ahora pretendía que se tragara su mentira sin más?

Tomando la parte posterior de su cabeza, juntó sus bocas. Era una batalla de labios que se libró con los ojos abiertos.

Lo estaba besando castigadoramente, retándolo a estremecerse. Taehyung no lo apartó, como tampoco lo besó de vuelta.

Resistió a su asalto, sin mover un músculo.

Si esto fue lo que el pelinegro necesitaba para evacuar sus delirantes ideas, le dejaría.

Jungkook se separó con lentitud y alejó sus manos de él. Era como besar a un muro de hielo sólido, que apagó sus esperanzas al mínimo.

¿Pero esperanzas de qué? ¿De volver con él?, le torturó sardónica su conciencia, no seas ridículo.

Frente a él, Taehyung se limpió con determinación la boca con el puño de su camisa.

Nada le arañó más el pecho esta noche que verlo querer eliminar su rastro como si no hubiera diferencias entre la boca vil de un desconocido y la suya.

"Espero haberte dejado mi punto claro" espetó. "Tú mismo lo dijiste allá adentro, te enterré junto a mis recuerdos"

Volteó decidido a salir cuanto antes de este espacio pero Jungkook no le dejó llegar demasiado lejos.

"Yo no robé tu dinero. Nunca te perjudicaría de ese modo"

Había dicho a Somin que lo guardaría para sí mismo sin embargo, no podía lidiar con esta imagen tan grotesca de él que Taehyung había creado en su mente.

"Si no fuiste tú entonces quién" la pregunta fue más bien retórica. ¿A estas alturas pretendía excusarse así como así?

"Tu madre" la expresión del menor se volvió atronadora, como advertencia. Pero él continuó a sabiendas de que quizás esta sería su última oportunidad para aclarar las cosas, no la dejaría pasar. "Tu madre había llamado esa mañana y dijo que necesitaba dinero de más para el tratamiento de tu padre. Dijo que no tenías problema con ello y yo estaba en mis cinco sentidos lo suficiente como para acordarme, antes de que lo menciones"

"Estás cayendo aún más bajo, Jungkook" siseó. Utilizar a su madre era una técnica bastante ruin.

El mayor lo miró por un segundo.

"No me crees" expresó con desaliento.

Taehyung rió a pesar de la situación nada graciosa. Se escuchó hueco.

"¿Cómo podría?" sus cejas se alzaron con inquina. "Si todo lo que has dicho es cierto, entonces por qué hasta ahora me lo cuentas. Por qué no hace cuatro años"

"¿En qué momento?" una vena saltó en su cuello. "¿Cuando empezaste a insultarme de la nada? ¿Cuando hablaste de romper? ¿O cuando desperté solo en mi cama al día siguiente sin un rastro tuyo?" si no hacía memoria, él se aseguraría de ello. "Dime cuándo, Taehyung"

El menor escurrió la vista, con su resolución flaqueando por un momento.

Cuando dejó todo atrás y recurrió a Daegu, su madre le recibió con los brazos abiertos. Cuando pasó varias semanas abandonado de sí mismo y sin querer probar bocado, su madre lo cuidó, lo animó, lo acompañó a un psicólogo incluso cuando ella creyó que no era necesario.

Pero fue gracias a su apoyo que pudo restablecerse y regresar a Seoul para terminar su carrera. Había perdido la beca, y tuvo que afrontar el último semestre con un trabajo de medio tiempo y una ayuda monetaria que su madre le ofreció antes de volver a la capital, y que él aceptó a regañadientes.

En ese momento no lo pensó mucho, mas le pareció extraño. Ella ni siquiera se estremeció cuando Taehyung le contó cómo fueron las cosas. Por supuesto, los reproches, críticas hacia Jungkook y múltiples Te lo dije no faltaron hasta un punto en que eran hirientes. Pero fuera de eso ella se vio complacida, y aún con todo el disgusto que profesaba hacia el pelinegro la idea de una denuncia nunca salió de su boca. En ese entonces Taehyung recordaba sentirse agradecido por ello, eso era lo último que quería aún si Jungkook le había hecho daño.

Sin embargo ahora, mirando los rasgos serios de su ex pareja frente a él, la duda se instaló en su cabeza.

Pero se aferró al hecho con que algunos nos escudamos para no ver las balas que apuntan en nuestra contra: estaban hablando de la mujer que le dio la vida.

"Mi madre odiaba nuestra relación pero no llegaría al punto de destrozarme solo para separarnos"

El pelinegro negó con la cabeza, había una sonrisa cansada en su rostro. Siempre envidió la fé ciega que Taehyung tenía en sus padres, ojalá él pudiera decir lo mismo en su caso.

Antes de que siquiera pudiera pensar en discrepar con las palabras del menor, este se acercó a él estrujando el cuello de la camisa entre sus puños.

Estaban tan cerca que Jungkook fácilmente podría volver a besarlo, pero el fuego en los ojos de Taehyung le indicó que esa no era su idea.

"No quiero volverte a ver, ni saber de ti. Sal de mi vida de una maldita vez por todas"

Una vez más hablaba como si él fuera su verdugo principal. Cuando Taehyung fue el que irrumpió en una clínica para visitarlo, no al revés. Él fue quien lo buscó primero, no Jungkook.

Vaya hipócrita.

Con la mandíbula tensa tomó las muñecas contrarias.

A pesar de la cólera en él, la sonrisa de labios sellados se mantuvo cuando le dijo.

"Yo ya salí de tu vida hace cuatro largos años, cariño" y deshizo su agarre.

Era un duelo de miradas en un terreno de silencio, lacerante. Jungkook, con sus ojos negros como el cosmos, lo estaba fulminando; al pedazo de alma que por un segundo dejó entrever cuando el pelinegro pronunció esas palabras.

Y por un segundo, creyó ver las mismas grietas y agujero en el pecho que él cargaba, antes de que Taehyung subiera sus muros de nuevo.

Jungkook reconoció que todo este tiempo el menor lo había usado para moldearse una voluntad de piedra. No cedería.

Incluso con tantos sentimientos encontrados discrepantes entre sí, Jungkook sería el hombre más feliz si, una vez más, cediera ante él.

Pero no lo haría.

La puerta corrediza de cristal se deslizó, rompiendo la burbuja que estaba destinada a estallar tarde o temprano.

"Dios, aquí están. Jungkook, ¿me quieres provocar un infarto?" esa era Somin, excéntrica como de costumbre, pero lucía nerviosa. "¿Qué están haciendo aquí ustedes dos, en primer lugar? No deberían..."

"No te preocupes" cortó tajante. "Taehyung ya se iba"

Tras lo dicho, el primero en abandonar la terraza fue él. Dejando a su hermana con las palabras colgando, no podía importarle menos.

La maldita cena podría irse al demonio si quería. Ahora mismo el mundo podría arder bajo sus zapatos y él solo apreciaría el humo.

Directamente subió hacia su habitación, se había excusado con ayudar a llevar el postre, sin embargo esos nunca fueron sus planes.

A esta altura, con uno de los invitados y él ausentes por tanto tiempo, todos lo debieron de haber imaginado.

El muñeco Biscuit de Taehyung debe de estar brotando lava, se dijo.

Bien.

Haría de ese su único consuelo por esta noche.

Hola, gente bonita!

Aquí nuevo cap, ya a esto le queda bien poco. Calculo que unos tres capítulos a lo sumo.

Actualizaré pronto, la semana que viene o quizás el fin de semana, aún no estoy segura pero espérenlo pronto.

Espero tengan linda noche o día, depende para cuando lean esto

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