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Diez

El interior del auto se sumergió en un ambiente asfixiante. Durante todo el trayecto Minho condujo rígido en su asiento, en total mudez observando al frente.

Como la engañosa calma antes de la tormenta.

Taehyung se preparó para ello mentalmente. Este momento que tanto había recelado finalmente estaba ocurriendo.

Fue inevitable, de hecho.

Cuando pisó su hogar, lo primero en que pensó fue en obtener una taza de té caliente.

"Taehyung, necesitamos hablar" su novio estaba de pie en medio de la sala de estar.

"Lo sé, dame un momento"

"Taehyung"

La demanda en su tono le hizo pasar los dedos por el puente de su nariz. Estaba cansado, mentalmente extenuado. En su cabeza solo había tempestad.

Con aire resignado, devolvió sus pasos que se dirigían a la cocina y tomó asiento en el largo sofá blanco en forma de L que abarcaba la mayor parte del espacio.

Aún así, Taehyung se mantuvo en la orilla.

"Tu camisa sigue manchada" señaló con sequedad. "Dijiste que irías al baño, pero no veo que hayas hecho mucho al respecto"

"Me desvié" contestó lacónico. "Salí a la terraza por un poco de aire"

Minho tarareó, analítico.

"Ya veo. Y estabas tú solo allí, supongo"

El castaño frunció los labios.

No tenía pensado eludir la verdad y tampoco pretendía hacerlo. No es como si Minho no haya visto a Jungkook seguirlo y a él regresar junto a Somin.

"Al principio, sí"

El mensaje tácito tras sus palabras flotó entre ellos por largos segundos.

"¿Por qué me mientes, Taehyung? Por mucho que me lo pregunto, no logro entenderlo"

"No te he mentido" exclamó con el ceño fruncido. "Nunca lo he hecho"

"Me ocultas cosas, que es lo mismo" el alza de su voz sobresaltó al contrario. "He cocinado para tí, hice tus compras cientos de veces, y ni un solo momento pudiste decirme"

"¿Todo esto es por unas estúpidas calabazas?"

"¡Es por todo, Taehyung! Esto solo fue la gota que rebasó el vaso" vociferó. "Desde hace semanas estás distante, ni siquiera tenemos intimidad ya. Hace unos días te llamé y tu voz sonaba rota, te pregunto qué ocurre y te niegas a responder o evades el tema. Y entonces lo de hoy, me entero que un extraño, alguien a quien en mi vida he visto ni mencionaste, te conoce lo suficiente como para saber algo tan trivial como eso"

Taehyung abrió y cerró la boca. No había nada para decir, nada que lo excusara al menos.

Minho nunca gritaba, era la persona más templada que había conocido, por demás entendió su furia y calló.

Le dejaría expresar cuanto llevase por dentro.

"Sé tu historia, ¿sabes? Tu madre me contó lo que sufriste en el pasado. Traté de comprenderte, pensé que lidiabas todavía con tus demonios y esa era tu forma de amar" confesó. "Una complicada que yo acepté porque creí que podría ayudarte a superarlo, que era cuestión de tiempo. Pero tú nunca me dejas acercarme lo suficiente, con tu corazón puesto en una vitrina blindada. Es como si esperas que te amen solo exhibiéndolo desde lejos. Y eso fue todo lo que obtuve de ti, ¿no?"

La garganta de Taehyung tragó con dificultad; hablar era difícil, levantar la cabeza lo era todavía más.

"Quise intentarlo" confesó con malestar. "Realmente quise armarte. No es tu culpa que yo..."

"Que tu vivas atascado en el pasado"

El menor apretó los labios en una línea fina ¿Pero tenía el derecho a incomodarse siquiera?

"No pongas palabras en mi boca que no he dicho. Me esforcé mucho para llegar a donde estoy ahora"

"¿Es eso así?" Minho asintió para sí mismo. "¿Entonces qué fue lo que presencié esta noche?"

"Eso es distinto" por alguna razón, se sintió idiota con la excusa.

Las cejas alzadas de su pareja lo confirmaron.

"Subestimas mi inteligencia si piensas que me tragué el pretexto barato de que fueron solo amigos" gruñó. "Un viejo amigo no te mira como si quisiera consumirte entero"

El castaño sintió una vena latir sobre su lóbulo parietal, y enterró la cabeza entre sus manos con los codos apoyados sobre sus muslos.

¿Esa era la percepción que tuvo Minho?

Quizás Jungkook sí quería consumirlo, pero por todas las razones incorrectas. ¿Cuánto había de sed de venganza en ello? Cuando forzó el beso en su boca sintió que el pelinegro estaría más que complacido si Minho hubiera entrado en ese momento.

"Jungkook fue mi pareja" reveló sin querer postergar más esta desagradable noche. Levantó la cabeza que aún era sostenida por sus manos. "Estoy seguro que puedes hacerte una idea exacta con lo que te dijo mi madre"

Soltó lo último casi con un deje amargo, pero sintió su privacidad ser expuesta. Su madre no tenía el derecho a ventilar su vida privada de esa forma.

La risa del mayor interrumpió su apotegma. Era como el sonido de la madera hueca.

"Todo el mundo allí sabía, y yo todo el tiempo..." el murmullo fue tan bajo que a Taehyung a esa distancia le costó escucharlo. "¿Pretendías hacerme pasar por tonto?"

"Claro que no" contestó al instante como si el mayor hubiera perdido la cabeza. "No soy esa clase de persona"

"Volvemos al principio, Tae" le respondió con escueta tristeza. "No sé qué clase de persona eres si me ocultas todo todo el tiempo. No sé quién eres. Y me pregunto si debajo de todas esas capas que usas está el verdadero Kim Taehyung. El Kim Taehyung que ama a otro hombre que no soy yo"

"Qué quieres decir con eso..." preguntó tentativo. Pero solo fue una retórica que usó para retrasar la contesta. Ambos lo sabían.

El abogado se acercó al sofá, quedó frente a frente. Y miró hacia abajo en dirección al menor.

Las puntas de su cabellera castaña oscura estaban ligeramente onduladas, sus preciosos ojos como la miel con destellos de tonalidades oscuras rodeando el iris, el peculiar lunar que había besado tantas veces en la punta de su nariz, junto a sus labios de corazón; eran la combinación perfecta.

Cada vez que lo miraba pensaba en cuan hermoso era cada día más. Y cada día lo sentía menos suyo.

Apartando la súbita humedad en sus ojos, decidió cuestionar contra todo miedo latente en su sistema.

"Te lo preguntaré directamente y exijo una respuesta sincera, para variar" demandó. "¿Sigues enamorado de ese chico?"

Taehyung sintió su estómago anudarse. El aire espesarse y su rodilla inquieta que movía como un resorte detenerse.

Quiso desprender sus labios pero nada útil saldría de ellos.

Qué esperaba Minho cuando le preguntaba algo como eso si ni el mismo conocía la respuesta. Porque estaba muy aterrorizado para auto examinarse, demasiado asustado de lo que podría encontrar si cavaba profundo.

Así que dejó que el silencio tomara la palabra.

Por desgracia, Minho lo malinterpretó.

"Dios, Taehyung ¿Es en serio? ¿Sigues aferrado a un hombre al que ni siquiera le importaste?" bramó. "¿Alguien que prefirió dos rayas de cocaína antes que a ti?"

La sola mención de ello sirvió para enardecer su carácter.

"¿Tú qué puedes saber?" recriminó en un tono brusco. "Ni tú ni mi madre estaban allí"

Podría estar resignado, y dispuesto a aceptar la culpa; pero eso no le daba a Minho de juzgarlo.

Eso era algo que ya Taehyung por sí solo hacía bastante bien, no necesitaba que más gente opinase.

Y puede que reconozca a Jungkook como un capítulo manchado en su historia de vida, sin embargo no todos los momentos fueron malos. Al principio... Jungkook lo hizo la persona más feliz sobre la tierra. Y los verdaderos detalles solo dos conocen este y él, nadie más.

Ninguna otra persona tenía el derecho de inmiscuirse en ello.

Su actitud defensiva pareció haber dejado estoico al mayor por unos segundos, quien se notó visiblemente arrepentido. Fue obvio que la frustración lo dominó, y el castaño lo entendía.

De los dos, si alguien tenía crasos motivos para enojarse era Minho.

Así que, a esto se redujeron las cosas, a pesar del intento.

Pensó para sus adentros y le dolió el pecho.

"Creo... que lo mejor será que rompamos"

"Taehyung"

"Fueron tus palabras, y ahora te estoy dando la razón. Lo único que lamento es haberte herido en el camino, nunca quise eso" esnifó antes de continuar. Sin notarlo, sus ojos se habían humedecido de más y una lágrima cayó al parpadear. "Quizás no era amor, pero de verdad te adoro"

Quería que supiese eso al menos, se lo debía. Un primer y último rastro de honestidad, se lo merecía.

Minho separó los labios, pero lo pensó mejor y decidió callar.

Ya todas las palabras estaban dichas, y las cartas yacían sobre la mesa.

No tenía una maleta que hacer, un cepillo de dientes que retirar o alguna camisa que había olvidado a su suerte en el apartamento ajeno.

En circunstancias diferentes eso sería un alivio, pero él hecho de que ni siquiera poseía lo más básico aquí evidenciaba cuan superficial en realidad fue su relación de principio a fin.

Estaba enojado, pero más que eso dolido, decepcionado y decaído; mas culpar solo a Taehyung sería cobarde.

El principal error estuvo en encontrar a alguien roto y querer repararlo, cuando ese no era un lugar que pudiera tomar.

"Espero que logres sanar lo que te atormenta" expresó con honestidad. "Nadie merece portar tantas capas como tú lo haces"

Taehyung lo vio caminar por el pasillo directo a la puerta. Su espalda tenía espasmos, tal vez por el llanto silencioso ahora que nadie le veía. Escuchó el sonido de los zapatos, y la puerta ser abierta y cerrada.

Luego silencio.

El castaño miró a su alrededor, a la amplitud de la sala de estar cuya única iluminación provenía exactamente del mismo corredor por el que acababa de caminar Minho, las cortinas extendidas bloqueando la vista al exterior, las pobres decoraciones planas y aburridas en la pared y una planta de interior cuya última vez que regó no podía recordar.

Todo por donde miraba gritó soledad.

Siendo honesto consigo mismo, o empezando a serlo, siempre había estado solo.

Ahora vendría la resiliencia una vez más.

Abrirse el corazón. Valorar sus sentimientos, lidiar con sus emociones, aceptar el conflicto interno y desterrar la negación absurda.

Descoser cada puntada para luego verse sangrar, se convirtió en una tortura necesaria.

Una que ya no evadiría.

Se que tardo un muuundo en actualizar pero lo prometido es deuda y aquí está.

Comenten qué les pareció el capítulo, me gusta leerles.

Francamente Minho me dio un poquito de pena :⁠'⁠(

Siento que si este Taehyung le dedicase una canción sería
Another love de Tom Odell

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