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Capítulo 1: Las quintillizas; el reencuentro de una digna rivalidad.

En el capitulo anterior...

Los sayajines Son Goku y Vegeta se encontraban en una pelea a muerte con un ser inmortal, pelea que finalizó Zeno-sama con un ultimo ataque. No obstante, Goku, en un intento desesperado por salvar a Vegeta, quien se estaba cayendo, logro sostenerlo por unos instantes, pero a la corta fueron victimas del ataque del rey del todo... 

Ambos sayajines ahora se encuentran en lo que parece ser una dimensión alterna, y sin esperanzas de salir de ahí, están obligados a sobrevivir a toda costa...

Ahora, 13 años después...

Narra Goku.

Ha pasado mucho tiempo desde esa pelea contra Zamasu. Todo este tiempo he estado en busca de la presencia de mis amigos, pero parece que no están. Es como si se hubieran esfumado de la faz de la tierra. Solo he encontrado una, y es la de Vegeta, lo cual me alegra un poco el hecho de tenerlo ahí. Demonios, como quisiera pelear contra el ahora y ver que tan fuerte se ha hecho.

Últimamente no he estado pensando en eso, sino en un sueño muy raro que he estado teniendo. No se que significara, pero me veo a mi mismo con un traje de color blanco dentro de una especie de iglesia, y al frente, una chica con un vestido del mismo color, que era muy bonita, pero que no conozco de nada. 

¿Que significara? ¿Es esto acaso una visión de mi futuro? 

Narra Vegeta.

Demonios, en este mundo no hay nada interesante, solo seres con poco nivel de poder. Intento buscar el ki de Bulma o de Trunks, pero no los encuentro. Pero, siento una energía fastidiosamente familiar. El causante de toda esta miserable desgracia. ¡Maldito Kakaroto! Cuando te vea, ¡te haré pedazos, insecto!

A pesar de que mi sueño sea querer matar al cabeza hueca de Kakaroto, hay otro que me dejó pensando estos últimos días. Me veo parado con un traje de color blanco, muy incómodo y que aprieta demasiado, dentro de lo que parece ser una iglesia. Y frente a mi hay una terrícola, que no recuerdo haberla conocido de nada, que también lleva un vestido muy bonito de color blanco. 

La verdad no me importa en lo más mínimo que demonios significa, pero por el momento solo voy a seguir entrenando para pelear contra ese miserable, ¡y por fin superarlo!

Narrador normal.

Estamos ahora en la academia/preparatoria Asahiyama, en la cual, todos los estudiantes están en hora de almuerzo. Pero vamos con un joven de cabellera peli azul/negra, que estaba pidiendo su típico almuerzo, que este consistía de carne asada sin el plato fuerte (osea sin la carne, solo venía en la bandeja lo que lo acompaña). Una vez recibida la bandeja, se fue adelantando en busca de alguna mesa desocupada. 

La siguiente persona en la fila era un chico que tenía un peinado muy particular, que parecía una palmera, con una descomunal musculatura para su edad, que pidió lo mismo que el chico peli-azulado/negro. Y una vez recibida su bandeja, lo siguió.

- ¡Oye, Fuutaro! ¡No me dejes atrás! - exclamo el peli-punta caminando algo rápido.

Fuutaro solamente voltearía a ver a su hermano, sonriendo.

- Tranquilo, que no me he olvidado de ti, hermano. 

- ¡Jejeje! ¡Gracias! - dijo el sayajin con su típica actitud.

Ellos dos se dedicaban a buscar una mesa libre, y en efecto, encontraron una. Así que se dirigen hacia allá.

Casualmente, una chica pelirroja, la cual portaba una vestimenta que no era de la misma preparatoria, buscaba también una mesa libre para comer tranquilamente. Encontró una, así que emprendió camino hacía la mesa.

Y si, ahí van los tres, emprendiendo camino hacía esa mesa desocupada, sin que los hermanos supieran de la otra persona que se dirigía hacía esa misma mesa, y viceversa. Cuando por fin llegaron, Fuutaro pondría su bandeja en la mesa vacía al mismo tiempo que la bandeja de la pelirroja, haciendo que choquen.

- ¡Oye! ¡Yo me iba a hacer en ese puesto! - dijo la pelirroja algo nerviosa y un poco molesta.

- Error. Nosotros nos íbamos a hacer en ese puesto. - dijo Fuutaro señalando a su hermano.

- ¿Eh? ¡No importa, yo llegué primero!

Pero en eso Goku llegaría instantes después. Toca el hombro de su hermano y le dice:

- Tranquilo, Fuutaro. No hace falta discutir sobre eso. Podemos dejarla a ella sola, y buscar otro puesto.

Fuutaro no dijo absolutmente nada, solamente suspiro algo derrotado, ya que quería comer el solo junto a su hermano. Pero la chica solo estaría sorprendida por la actitud madura de Goku (esto no se ve ni en Super). Pensaba que iba a reclamar sobre aquello de igual forma.

- Bien, vayámonos. - dijo Fuutaro con un suspiro de resignación, en busca de otra mesa.

- ¡E-Esperen! - dijo la pelirroja al peculiar par de hermanos. - P-Pueden compartir mesa c-conmigo. - completaría esta con un casi notorio sonrojo mientras miraba al sayajin.

Goku y Fuutaro solo mirarían a la chica, después mirarse entre sí, para después mirar a la pelirroja otra vez. Fuutaro diría, de igual forma, algo fastidiado:

- Bien...

Estos se sentaron enfrente de la pelirroja. Para después dar las gracias y empezar a comer.

Sabemos cómo come Goku. Come de manera algo rápida, y a su vez descontrolada. Pero hoy fue una excepción, ya que no quería asustar a la chica. 

Fuutaro comía normal, solamente que este, con una mano comía, y con la otra  leía un libro que parecía ser de estudio. Esto no sorprendió a Goku, ya que el sabe que su hermano es muy estudioso; no importa la circunstancia, siempre lo encontrarás estudiando.

- Fuutaro, sigues siendo un caso especial, ¿sabes? - dijo el sayajin en sus pensamientos, mientras miraba a su hermano con una leve sonrisa.

La pelirroja no pensaba lo mismo que el azabache.

- Oye, estudiar mientras comes es de mala educación. - replica la chica.

- No estoy leyendo, solamente estoy repasando el último examen. - dijo mientras seguía leyendo y comiendo.

- Debes de estar desesperado. ¿Cuanto sacaste en tu examen? - dijo tomando un examen que estaba en la bandeja del peli-azul.

Este no alcanzó a reaccionar a tiempo, así la chica tomando su examen. Goku solo se limitaba a observar con una pequeña sonrisa.

La chica terminó de revisar el examen del peli negro/azulado, pero su reacción se hizo saber en toda la cafetería.

- El resultado del examen de Fuutaro Uesugi-Kun fue de... ¡¿EEEEEEEEEEH?! ¡¿CIEN PUNTOS?! - gritó sorprendida esta. 

-  Oh, lo siento, no supe como eso llegó ahí. - diría Fuutaro sarcásticamente.

- ¡Entonces me lo mostraste a propósito! - dijo haciendo un puchero, inflando las mejillas. Pero continuó, ya algo cabizbaja con un sonrojo muy grande. - N-No quiero admitirlo, pero a yo soy muy mala para los estudios. Te envidio

Pero se recompondría y juntando las palmas y sonriendo un poco le dijo al hermano menor: 

- ¡Ya se! Como nos sentamos en la misma mesa, ¡podríamos estudiar juntos!

- No, gracias, ya tengo suficiente con mis estudios. - dijo el peli-azul, pero después volteó a ver a su hermano, pensando que el era buena opción para aquella chica. 

- Oye, Goku. - dijo tocándole el brazo derecho con el dedo, llamando su atención.

Goku lo voltea a ver. Y la pelirroja solo lo miraba.

Así que su nombre es Goku-kun... - pensó mientras miraba al azabache.

- ¿Eh? ¿Que sucede, Fuutaro?

- Verás, lo que pasa es... 

Fuutaro se tomó la molestia de contarle la situación a su hermano, ya que en ese pequeño lapso, aunque los estaba observando, estaba en sus cosas, pensando.

- Ah, ¡con que eso pasaba! - dijo Goku con una notoria sonrisa. 

- Si, ella necesita que le ayudes a estudiar.

- ¿Y que tengo que hacer ahí?

- Nada del otro mundo, solamente aclara sus dudas, y haz ese trabajo por mi.

- ¿Eh? ¿Otra vez necesitas que te ayude en esto? - dijo con cara aburrida.

-  No te lo tomes tan a pecho. Solo tienes que hacerme el mismo favor de siempre.

Goku suspiro algo serio.

- Bien, lo haré, pero que te quede claro que esta es la única vez que te ayudo. - dijo señalando a su hermano con expresión seria. Este solo tragó saliva.

Ahora Goku se dirige a la pelirroja. 

- Bien, después de clases te ayudo con todo lo que necesites. -dijo con su típica actitud.

- ¡Genial! ¡Muchas gracias! ¡No sabes cuanto me alegra eso!

- Ah, ¡eso no es nada! ¡Jeje! - dijo el sayajin con su típica sonrisa, y una mano en la nuca.

La pelirroja se vuelve a sonrojar un poco más, ya que le agradaba una sonrisa como esa.

Fuutaro solamente dio un pequeño suspiro aliviado, pero esa tranquilidad se esfumó casi al instante, ya que recordaría las palabras dichas por su hermano hace unos momentos: "...pero que te quede claro que esta es la única vez que te ayudo." Sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz conocida.

- En todo caso, Fuutaro, ¿por que quieres que yo de clases si ni siquiera sé explicar bien? 

- Tu sabes manejar esta clase de asuntos mejor que yo. Así que te lo encargo, hermano. - dijo sonriendo levemente.

Sin más, Goku solamente regresó a sus pensamientos, ya que había terminado de comer, pero quería estar un poco más ahí sentado. En cambio, Fuutaro se levantaría de la mesa, a punto de agarrar su bandeja.

- O-Oye. - dijo la pelirroja hacía Fuutaro, haciendo que este volteara. - ¿Solo vas a comerte eso? -dijo señalando a la bandeja del joven.

- Si, ¿algún problema?

- N-No, pero... s-si quieres, puedo compartir de lo mío...- dijo la chica algo nerviosa, mostrando su bandeja.

Si bien para cualquiera esa oferta hubiera parecido apetitosa, incluido Kakaroto, para este peli-azul no lo era tanto, ya que no acostumbraba a comer tanto. Y es válido, pero la respuesta del joven no lo fue tanto...

- Gracias, pero paso. Además, ¿no vas a engordar con toda esa comida? - dijo señalando la bandeja de la chica.

Eso molestó un poco a la pelirroja, aparte que el comentario del pelinegro hizo que el sayajin saliese de sus pensamientos de inmediato. 

- Oye, creo que te pasaste con ese comentario. - replicó el sayajin ya algo más serio.

- Pero, ¿que quieres que le diga? Es la verdad. - reprochó Fuutaro ya fastidiado.

La pelirroja habló ya molesta.

- No me llames así, ¡estúpido! - dijo la chica enojada.

- ¿Como más quieres que te llame? Si sigues a este ritmo no vas a hacer más que en-gor-dar, y al parecer no tienes cuidado sobre eso.

Esa fue la gota que derramó el vaso... Aquella pelirroja se paró repentinamente, y se puso al frente de Fuutaro, ya que todo ese tiempo estuvo sentada enfrente de Goku. Y... no se pudo contener... y lo abofeteó. 

Los que estaban cerca lo vieron en vivo y en directo, quedando estupefactos. Y al sayajin, por increíble que parezca, también lo tomó por sorpresa este acto tan repentino.

- ¡Tonto! ¡Imbécil! ¡Estúpido! ¡No te me vuelvas a acercar nunca! 

- Vaya, que casualidad. Lo mismo te iba a decir. - dijo mientras se sobaba la mejilla. 

La chica agarró su bandeja, y se retiró del sitio.

Mientras todo esto pasaba, un cierto joven con un peinado que desafía las leyes naturales de la gravedad veía el panorama sentado, comiendo tranquilamente, y vio ese peinado peculiar que se le hacía fastidiosamente familiar.

- Kakaroto... 

La mesa en la que estaba sentado Vegeta estaba completamente vacía, ya que nadie se le acercaba por su actitud que daba miedo. Cuatro chicas que eran muy similares físicamente, y que no tenían idea de la actitud del azabache, y que de mera casualidad buscaban sitio para comer, se sentaron en esa misma mesa, con bandejas en manos. Vegeta las vio llegar, pero simplemente las ignoró, y siguió comiendo. 

Pasarían unos instantes antes de que algo interesante pasara. Las chicas estaban hablando entre sí sobre trivialidades, hasta que una que estaba sentada en el mismo costado que el sayajin se acercó a este con cara medio coqueta, ya que de entrada le parecía apuesto. 

- Oye, ¿estás comiendo solo? *cara coqueta*

- Déjame en paz. Además, no te incumbe si como solo. - dijo con voz seria.

- Vaya, que frío. Deberías ser más considerado al hablar con una mujer. Tampoco deberías ser tan evasivo cuando alguien te habla. Aprende a ser más sociable, ¿si? Oye. Oye. ¡Oye! ¿Me estás escuchando? - esto último lo dijo porque Vegeta no le ponía ni la más mínima atención.

En efecto, Vegeta no la estaba escuchando. Solamente le dijo una cosa cuando terminó de hablar.

-  ¡Cállate! No tengo por que escuchar tus míseros consejos. No recuerdo habértelo pedido, ¡solo te dije que te largaras de mi vista! - dijo agarrándole la camisa.

La chica por fin dejó de insistir, así Vegeta soltándola de la camisa, devolviéndose a su previo lugar donde estaban sus acompañantes. Vegeta por fin logró volver a comer en paz. 

Esto pasó mientras el incidente triple de los hermanos Uesugi y la pelirroja se daba.

Poco después, en ese mismo momento, pero en otro lugar, el teléfono de Fuutaro sonó, y acá pasaría lo mismo que en el anime original. Su hermana Raiha le cuenta a su hermano que un hombre está buscando un tutor particular para sus hijas, a lo que Fuutaro lo rechaza al principio, pero se entera que paga 5 veces más de lo normal. A regañadientes, este acepta.

- Oh, ¡se me olvidaba! - decía Raiha por el teléfono. - Dile a Goku-Onii-chan que mi papá le consiguió empleo a el también.

- Bien, yo se lo digo. - dijo Fuutaro.

- ¡Ok! Confío en ti, hermanito. ¡Suerte! - dijo la chica por el otro lado de la linea para después, colgar la llamada.

El receso pasaría con normalidad después de eso, hasta la hora del regreso a clases.

Vamos primero al salón de Goku y Fuutaro, que habían llegado ya todos, y solo faltaría el profesor. Segundos después de que Fuutaro entrase al salón, llegaría el docente, el cual dejaría sus materiales en la mesa, y se dispondría a dar su clase, no sin antes dar un anuncio de último minuto.

- Alumnos, - empezó diciendo el profesor - antes de iniciar la clase, me gustaría anunciar que desde hoy, tendrán una compañera nueva. Pasa, por favor. - dijo el docente hacía afuera, entrando una chica pelirroja, con el cabello hasta la mitad de su espalda, y con dos horquillas en forma de estrella.

Todos los chicos del salón estarían encantados con la ingresada, porque era muy hermosa, a decir verdad. La chica momentos después, se presentó, a petición del profesor.

- Mi nombre es Itsuki Nakano. Espero me pueda llevar muy bien con todos ustedes. - diría la pelirroja.

La clase no paraba de dar comentarios sobre la nueva alumna. Comentarios como "Es muy bonita" o "¿Que no es ese el uniforme de la academia rosa negra?" o "¡Viene de una familia rica!" se escuchaban por ahí.

Fuutaro estaría algo molesto consigo, porque esa era la chica que le describió su hermana en su llamada, chica a la que le tenía que dar clases.

- Demonios, de apellido Nakano, de familia rica... cometí un grave error. - pensó Fuutaro.

- Muy bien. Puedes sentarte en donde gustes. - dijo el profesor.

La ya conocida Itsuki procedió a buscar un puesto en donde sentarse.

Mientras buscaba uno, vio una cara que se le hacía familiar. Reconoció a aquel chico que la hizo enfadar hace poco, pero no le dio ni el mas mínimo cuidado. Pasaría por el lado de Fuutaro.

- Eh, ¡hola, Itsuki! - saludó a la mencionada fingiendo un poco de amabilidad, pero esta solo pasó de largo, ignorándolo por completo.

El autor estaría riendo un poco por esto.

Siguió buscando algún lugar, hasta que por fin encontró uno. Se sentó ahí, y vio que un chico con el pelo con forma de palmera estaba a su lado. 

- ¡Hola! ¡Es un gusto volver a verte!- dijo Goku con su característica sonrisa y haciendo seña de saludo con la mano. Por cierto, en voz baja, para no interrumpir la clase. A la chica se le formo un rubor en sus mejillas por esa actitud tan alegre del azabache.

- Hola. - respondió ella también saludando a Goku con una ligera sonrisa. - El gusto es mío.

No digo que vamos al salón de Vegeta, ya que no pasó nada interesante allí para el, solo llegaron dos chicas nuevas a su salón. Es todo.

Las clases pasarían comunes y corrientes, hasta la hora de la salida. Todos alborotados saliendo a sus casas, nada del otro mundo. Goku y Fuutaro se dirigían a su casa caminando. Pero una voz  que provenía de detrás detuvo al sayajin.

- Ha pasado ya mucho tiempo... Kakaroto. - dijo la voz viendo al peli-punta.

Goku y Fuutaro voltearon a ver quién era el que llamaba a ese tal "Kakaroto".
El pelo palmera se sorprendió un poco, ya que apenas escuchó la voz, sabía de sobra quién lo llamaba.

- Vegeta... - dijo mientras volteaba hacía atrás.

- Insecto, ¿a quién más conoces con ese nombre?

- Heh. - Goku sonrió. - Parece que no has cambiado nada, Vegeta.  Después de todos estos años, me alegra que sigas bien.

- No creas que me siento contento de verte. Después de todo, fue tu miserable culpa que hubiésemos terminado acá, insecto.

- Ya ha pasado un tiempo desde ese entonces. Piénsalo, la verdad ese fue un accidente de buena suerte. 

- ¡¿De buena suerte?! ¡No me hagas reír! Viniendo de un ser tan miserable como tú, no creo que nada salga bien. - dijo con brazos cruzados y una sonrisa confiada.

- Si, de buena suerte. Tuvimos la oportunidad de empezar de cero, a pesar de que no nos gustara la idea. Hablo en especial de ti, que se que eres muy orgulloso como para aceptar que necesitas depender de otras personas para vivir.

Vegeta gruñe un poco.

- ¡Cállate! ¡Sigues siendo una sabandija que no se toma nada en serio! ¡Sigue así y te haré pedazos!  

Goku se reía nerviosamente mientras Vegeta le hablaba enfadado, pero este se espabiló un poco, y ve al peli negro que va con Goku.

- Kakaroto, ¿quien es ese insecto? - dijo Vegeta, señalando a Fuutaro. - No me digas que es tu aprendiz. - dijo sonriendo burlonamente.

Fuutaro se molestó un poco por el comentario del príncipe.

- ¿El? - dijo Goku mirando a Fuutaro, y volteando su mirada hacía Vegeta otra vez. - El es mi hermano.

Vegeta se sorprendió por lo que dijo, ya que, hasta donde el tenía entendido, Raditz era el hermano mayor del pelo palmera.

No obstante, decidió no darle importancia al comentario, y acto seguido, se despide de su rival, no sin antes pedirle que más adelante pelee contra el, y emprende camino hacía su hogar. Los hermanos tomarían la misma decisión.

Camino a la residencia Uesugi, habría un incómodo silencio. En el camino, Fuutaro recordaba lo que su hermano le habría dicho hace unos años.

---Flashback---

Goku estaría sentado en un sofá, contando su historia y hazañas en su vida pasada, mientras los Uesugi estaban sentados en otro sofá, escuchando atentos.

El sayajin ya habría contado toda su historia, hasta llegar a la pelea que tuvo con Vegeta en la tierra. Ya estaba terminando.

- Fue en ese entonces cuando mi amigo Krilin estaba a punto de matar a Vegeta con una espada. Pero lo detuve, diciendo que lo dejara con vida, ya que si el volvía, estaría preparado para enfrentarlo otra vez.

- ¿Y quien es ese tal Gohan? - preguntó Isanari.

- ¿Gohan? El es mi hijo. - respondió tranquilamente el azabache.

- ¿Hijo? ¿Entonces eres casado, Goku? - preguntó la madre un poco sorprendida.

- ¡Jeje! Algo así. Aunque yo no se si mi esposa habrá hecho otra vida con otro hombre, o me esté esperando.

- Pero, a fin de cuentas, ¿quien era ese Vegeta? - preguntaba Fuutaro.

- El es... - respondió Goku, pero hizo un pequeño silencio. - ...el príncipe de mi raza...

---Fin del flashback---

- H-Hermano... - dijo Fuutaro con nervios hacía Goku mientras el par caminaba hacia su casa. - Ese hombre, ¿no es el que...?

- Si, es el. Ese hombre es el que les conté una vez. El es... Vegeta. - dijo Goku algo serio, mirando a su hermano.

Dicho esto, Fuutaro se sorprendió, ya que el no contaba con que estuviese en la misma ciudad que el.

Seguirían discutiendo de Vegeta, y de otras cosas triviales, hasta llegar a la residencia Uesugi. Goku tocaría la puerta, y esta sería abierta por una chica pequeña, de tamaño mediano, con una cabellera de color morado oscuro, que le llegaba hasta la mitad de la espalda. Sus ojos hacían juego con su pelo. Era Raiha.

- ¡Fuutaro Onii-Chan! ¡Goku Onii-Chan! - exclamo alegre la chica emocionada abrazando a ambos hermanos.

- ¡Hola, Raiha! - dijo Goku esbozando su típica sonrisa, mientras acariciaba su cabeza.

Fuutaro dijo lo mismo, pero con una actitud más neutra y calmada.

Estos entrarían al hogar, donde se encontraría el padre en la mesa.

- Vaya, vaya. Por fin llegan ustedes dos, tortolitos. - dijo el monarca de la familia.  

- Hola, padre/papá. - dijeron ambos hermanos, mientras Goku se dirigía rápidamente a su cuarto a cambiarse.

Fuutaro solamente se sentaría a un costado del padre, y platicarían sobre cosas triviales, donde en esos temas saldría el encuentro con Vegeta. 

Minutos después, Goku saldría de su cuarto con una ropa casual ligera, la cual consistía de una camisa blanca con cuello en V, y una sudadera de color gris, con unos tenis azules. 

- Hola, hermano. - dijo Fuutaro con una sonrisa a su hermano. - ¿Ya te vas?

- ¡Hola, Fuutaro! - dijo Goku con su típica actitud con una mano arriba en señal de saludo. - Si, ya iba de salida.

- Bien, buena suerte lidiando con ella. La vas a necesitar. - dijo Fuutaro con sonrisa burlona.

Goku le devolvió la sonrisa con otra muy confiada.

- Si, Fuutaro ya me comentó que le vas a enseñar a una chica muy hermosa. Dijo que no tendrías problema en encontrarla.

- Así es. Me dijo que nos viéramos hoy por la tarde. Quizás creo que ya debería estar allá. - dijo mirando el reloj de la sala, apuntando que eran las 3:30pm.

- Vas tarde, entonces. - dijo Isanari sonriendo levemente. Pero después se le acercó al oído del sayajin y le dijo

- No hagan cosas traviesas. - susurró de forma divertida.

- Si, entonces me voy. ¡Espérenme para la cena! ¡Adiós! - dijo Goku mientras salía de su casa y hacía señal de despedirse.

- ¿A que se habrá referido con "no hacer cosas traviesas"? - pensó Goku algo curioso mientras se dirigía a la puerta.

Una vez fuera de su residencia, Goku pondría sus dedos medio e índice buscando la energía de Itsuki, ya que al estar en la misma clase que ella, se aprendió su energía de memoria. No le costó mucho tiempo encontrar su presencia, así que desapareció de la nada sin ser visto por nadie, apareciendo en el pasillo donde se encontraba el apartamento de la pelirroja.

---Con Itsuki, momentos antes del encuentro---

Ella se encontraba en su departamento cambiándose de vestimenta, ya que aún llevaba el uniforme de su previa academia/preparatoria. Se lo quitó, y después, tras ver que no tenía asuntos relevantes para ese día, optó por ponerse una sudadera color rosa, y una camisa ligera manga larga del mismo color.

Bajó a la sala y esperó sentada a que el sayajin llegase. 10 minutos después se podía oír como tocaban la puerta de su apartamento. Itsuki la atendió rápidamente.

- ¡Jeje! ¡Hola, Itsuki! - dijo el sayajin alegre mostrando su típica sonrisa, haciendo que la mencionada saque un pequeño rubor en sus mejillas.

- H-Hola, G-Goku-kun. - dijo la pelirroja aún sonrojada con la mirada al suelo.

- ¿Eh? Te notó muy roja. ¿No tendrás fiebre? - preguntó algo preocupado Goku mientras acercaba su mano a la frente de Itsuki para ver si tenía "fiebre". 

Rápidamente Itsuki volteó la mirada a su derecha, para que no se viera su sonrojo.

- ¡No! ¡N-No es nada! - dijo tartamudeando.

- *suspiro* Bien. Entonces, ¿puedo pasar?

- S-Si, claro, adelante. - dijo Itsuki, aún con un sonrojo notorio.

- ¡Genial! ¡Muchas gracias! - dijo Goku con su actitud normal con una mano en la nuca, haciendo que Itsuki se sonrojase aún más.

Itsuki se hizo a un lado para que el sayajin pase a su apartamento. El azabache se quedó asombrado al ver el apartamento de la chica. Era muchísimo más grande que su casa. 

- Es increíble, es más grande de lo que imaginé. - pensó Goku. 

Ambos se sentaron en el sofá y comenzaron a estudiar los puntos que Itsuki no entendía. Gracias a la vasta inteligencia del sayajin, pudo explicarle sin problemas todas las dudas que ella poseía, cosa que la dejó sorprendida porque no había visto, y sobre todo escuchado, a alguien que supiera mucho. La sesión les dio hasta tarde, ya que al terminar, eran alrededor de las 6:15pm

- ¡Aaaaah! - dijo Goku estirándose un poco. - ¡Estuviste genial, Itsuki! ¡Nunca había visto a alguien con ese espíritu para el estudio! A diferencia de Gohan. - dijo y pensó esto último.

- Y-Ya basta, no es para tanto. - dijo Itsuki algo apenada.

- ¡Pero si no estoy exagerando! Sabes que tienes puntos débiles, pero das tu 100 por 100 para superarlos. Y he notado que pules esas fallas más rápido de lo que imagine. Estoy impresionado. Si sigues así, progresarás muy rápido. - dijo haciendo su típica sonrisa con el pulgar arriba.

- Goku-kun... - dijo Itsuki muy sorprendida, ya que nadie le había dado semejante aliento. 

De repente, la puerta del apartamento se abre, entrando 4 chicas, que eran muy similares a Itsuki: 

Primero, entró una peli-morada con un par de coletas de mariposa en su pelo, que le llegaba hasta la mitad de la espalda, con una actitud muy similar a la de Vegeta. Su nombre es Nino Nakano. 

Luego entró una peli-naranja con un listón de color verde amarrado como orejas de conejo a su cabello, el cual le llegaba hasta la parte superior de su espalda, que se veía que era muy alegre. Se llama Yotsuba Nakano. 

Había otra chica peli-castaña que tenía cara aburrida, y que alrededor de su cuello portaba unos audífonos de diadema, cuyo nombre es Miku Nakano. 

Y por último entró una peli-rosa con el cabello hasta los hombros, que se llamaba Ichika Nakano. 

Todas ellas al ver al sayajin se pusieron algo rojas debido a que les parecía algo apuesto (ni siquiera vamos en el segundo cap y ya se enamoraron :v), además de que su torso musculoso se lograba percibir a pesar de su camiseta. Como a los 5 segundos de estarlo mirando salieron de su trance amoroso. Y Nino, aún con un pequeño sonrojo, fue la primera en hablar.

- Itsuki, ¡¿q-quién es este acosador?! - dijo medio gritando a la mencionada, mientras señalaba al azabache.

Goku solo se quedó con cara aburrida y a la vez algo sorprendida mirando a la peli-morada.

- ¿Eh? Pero si yo no tengo cara de acosador. - dijo inocentemente y algo confundido.

- Así es. Goku-kun no tiene malas intenciones. - dijo Itsuki algo molesta por el comentario de Nino.

- ¿Como lo sabes? ¡Si ni siquiera lo conoces de nada! ¡No sabemos que intenciones pueda tener! 

- Ah, Itsuki-chan, ¡no nos dijiste que tenías novio! - interrumpió Ichika con una cara coqueta.

Al escuchar la palabra "novio", era como si el humo de un volcán quedase como un zapato frente al humo que le salía a Itsuki de la cabeza.

- N-N-No somos novios. ¡Ni siquiera nos conocemos de nada!

- O-Oigan. - interrumpió Goku. -¿Ustedes de casualidad son...? - dijo mirándolas a las cinco.

--- Hace unos instantes ---

Narra Goku.

¡Jeje! Por fin acabé con ella. La verdad es que me cayó muy bien, nunca pensé que iba a tener semejante actitud tan persistente. Espero volverla a ver otra vez.

- Bueno, me voy Itsuki, ¡adiós! - dije mientras le hacía señal de despedida.

- Hasta pronto, Goku-kun. - me dijo mientras tenía una pequeña sonrisa y tenía algo rojas las mejillas.

La verdad es que no se por que le da miedo admitir que tiene fiebre, aunque noto que a veces tiene y otras veces no. ¿Me pregunto que será?

Ya me iba a ir a mi casa, porque papá y Fuutaro me deben estar esperando para cenar. Espero no haberme demorado mucho. 

Tenía planeado usar la teletransportación en el corredor, pero ni siquiera pude dar un paso, cuando entraron... ¿4 Itsukis? Estaba algo confundido, ya que eran muy parecidas, al igual que sus energías: son muy idénticas. Y me empecé a plantear la posibilidad de que tal vez fueran hermanas.

Una de ellas me dijo que yo soy un acosador. ¿Acaso tengo cara de uno? No, en serio, me confundí un poco, porque ella no sabe nada de mí, y ya me esta acusando de algo que no tengo ni idea que es *se rasca la cabeza*. Estoy empezando a dudar de mi mismo...

- O-Oigan. - me quería librar de esa pregunta de una vez. - ¿Ustedes de casualidad son...?

Narrador general.

- Quintillizas, ¿tal vez?- dijo Miku con su cara aburrida. - Así es. 

- Demonios, Miku, ¿por que tuviste que decirlo? Apuesto a que ahora piensa que somos todo un fenómeno. Si llega a insultarme, ¡juró que no lo perdonaré!- pensó Nino mientras esperaba la respuesta del sayajin.

Todas estaban esperando a que Goku dijera algo así. Pero no, porque sabemos que Goku no es de insultar a nadie, ni mucho menos a una chica. Más bien, fue absolutamente lo contrario de lo que ellas esperaban.

- ¡Jaja! ¡Ya veo! - dijo Goku mientras se ponía la mano en la nuca mientras sonreía como normalmente lo hace. - No esta para nada mal, mientras ustedes se lleven bien. Después de todo, se necesitan entre sí para avanzar como ser humano.

Todas quedaron atónitas por la respuesta del peli-punta, porque ya estaban acostumbradas a recibir ciertos insultos de la gente por ese tema, pero este chico era de admirar, ya que las veía no como un fenómeno, sino como algo totalmente normal. Las cinco se sonrojaron un poco.

- G-Gracias, Goku-kun. - dijo Itsuki de manera dulce volteando a ver al azabache.

- No es nada. - dijo sonriendo, para después voltear a ver a las otras 4. - A mi me gustaría conocerlas a ustedes también. Se ve que valdría la pena. Ahora no puedo porque me están esperando en mi casa, pero espero que pueda ser muy pronto.

Dicho esto, Goku se dispondría a dirigirse a la salida, pero Miku lo jaló de la manga deteniéndolo.

- Espera. - dijo algo nerviosa y muy tímidamente. - S-Si quieres, te podemos llevar, es algo p-peligroso ir a la calle a estas horas. - lo decía porque ya eran las 6:20pm.

- Tranquila, tengo mis métodos. - dijo Goku confiadamente.

- E-Esta bien. - respondió la peli-castaña.

- Bien, ya me voy.

En efecto, este por fin se dirige a la salida del apartamento, saliendo de la residencia, y antes de que las quintillizas pudieran ver por donde se fue, este desapareció.

--- Continuara...---

Buenas otra vez, chicos. Este capítulo lo subí algo rápido porque ya lo tenía listo desde antes, pero solo me dediqué a darle forma por así decirlo, así que por eso el intervalo de tiempo entre el prólogo y este cap es muy poco.

Así que creo que el otro capítulo no demorara tanto en salir, así que, ¡estén atentos!

Por cierto, agradecería de corazón que apoyen y compartan el fic, para así inspirarme a lanzar más partes.

¡Recuerden que cualquier sugerencia es bien recibida! :)

Y acá les dejo una escena post-créditos. Sin más, me despido. ¡Chau chau!

--- Escena post-créditos. ---

--- En alguna parte del espacio.---

Una nave muy grande andaba en el vasto espacio exterior, mientras los asteroides rondaban alrededor de ella.

- ¡Señor! ¡Señor! - dijo un ser de color amarillo, con dos antenas, que portaba una armadura muy similar a las de las fuerzas de Freezer. Corría dentro de una especie de cuartel general, en la cual se encontraba un ser de estatura considerablemente grande, que tenía aspecto de una lagartija metalizada.

- ¿Hmm? - dijo mientras volteaba medio rostro, viendo a su subordinado.

- Hemos encontrado la localización de la persona que usted buscaba. Su nombre es... Son Goku, ¿no es así?

- Así es. Dime donde se encuentra en este momento.

- Bueno, nuestros soldados recibieron la noticia de que el Sayajin Son Goku no se encuentra en esta dimensión, por lo que nuestra búsqueda se dificultó un poco.

- Ya veo... Y dime, ¿ya esta lista la máquina interdimensional?

- Esta lista para operar en este momento, señor.

- Bien. - dijo mientras volteaba completamente, dejándose ver toda su cara. - ¿Ya localizaron la ubicación de la dimensión de ese mono?

- Desde que recibimos la noticia, nuestros científicos han estado buscando en un sinfín de dimensiones alternas, y hace unas semanas, logramos percibir la energía del sayajin, junto con otro más.

- ¿Otro? - dijo sorprendido, para después, sonreír. - Genial, serán dos pájaros de un tiro.

- ¿Quiere que la pongamos en operación, señor Cooler? 

- En este mismo instante. - dijo Cooler mientras sonreía macabramente.

- ¡Enseguida! - dijo el subordinado de Cooler.

Este se retiró para el laboratorio de la nave rápidamente, dejando a Cooler solo. Después, este miro por la ventanilla del cuarto, dejando ver las estrellas en el firmamento.

- Al fin obtendré mi venganza, y esta vez, no sobrevivirás para contarlo... Son Goku.

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