Atención: Si te sale este capitulo primero,retrocede que te perdiste parte de la acción.

Alexander.

Día de la reunión 9:00 am Cabaña de Alexander Ivanov.

No hay visión más hermosa que el invierno en las montañas, lo cierto es que una de las cosas que me convencieron para construir una casa en medio de la nada fueron las exuberantes vistas.

Los pinos cubiertos de nieve, la paz que trasmiten, la ausencia del típico bullicio que siempre abunda en la urbe, así como el enorme flujo de personas, hace que este sea el lugar perfecto para permanecer oculto y gestar mi estrategia.

Medito cuidadosamente en todas las opciones que tengo sobre la mesa. Fingí mi propia muerte, y superé muchos obstáculos a fin de tener el factor sorpresa en mi lado de la cancha, arriesgarme a perderlo es un lujo que no me puedo dar, ya que parte de mi plan se sustenta en el factor sorpresa. Además de ser necesario para llevar a cabo la segunda fase.

Ese es uno de los principales motivos por los que pedí verme con Orlov.

—Alexander, creo que mi momento ha llegado, y lo aprovechare para retirarme— confiesa el actual consejero de la organización.

Debo reconocer que de todas las posibilidades nunca se me paso por la cabeza una negativa de Orlov.

— ¿Retirarte? – increpo.

—Sí, retirarme, verás, durante esta etapa del año el clima favorece las cosechas, y me gustaría disfrutar de mi huerto en un país tranquilo.

—Imposible, además no te llame para discutir tu retiro, aun no es el momento, ni el lugar para tocar ese tema.

—Al contrario... siento que es el momento perfecto.

—Cuando tome el poder, planeo hacer cambios en la organización— explico tranquilamente— es por eso que necesito tu apoyo como consejero de experiencia Orlov.

—Tendrás tanto mi apoyo, como mi experiencia, pero no pretendo seguir ejerciendo como consejero.

—Si no lo haces, la organización se desestabilizará.

—Solo los traidores dudaran ante el cambio, Alexander.

— ¿Entonces a quien sugieres para ocupe el puesto?

Es evidente que ahora debo encontrar la forma de llevar a cabo mi plan sin la presencia de Orlov como consejero.

—Alguien que sea de tu entera confianza, alguien como Vladimir, por ejemplo

—Vladimir...—musito y la posibilidad queda en el aire.

Es cierto que Vlad tiene mi total confianza, pero si los dos estamos como figuras de máxima autoridad en la organización, los miembros más antiguos se resistirán al cambio alegando la falta de experiencia, puede que no digan nada en la reunión de hoy, pero si lo pensamos con vistas al futuro esto podría traer problemas...

—No lo pienses demasiado, Alexander, he observado a Vladimir el tiempo suficiente como para asegurarte que es el hombre que buscas para todo lo que te propones— asegura

—Acepto tu retiro— Orlov sonríe, tiene un extraordinario talento para salirse con la suya— pero con la condición que te mantengas como miembro del consejo durante al menos un año.

—Alexander.

—Si todo sale bien pueden reducirse a seis meses— alego en un tono más conciliador y acepta de inmediato.

Concluido el encuentro, Orlov se encamina a la salida, hemos acordado que lo mejor es ir por separado a la reunión en la que se decidirá al próximo líder de la Bratva.

Vladimir y Shadow me acompañan, mientras me muevo libremente por las calles de Moscú, todos saben quién soy, todos saben que estoy vivo y lo que soy capaz de hacer, todos menos el cara culo de mi hermano.

Silenciar, matar y comprar a sus hombres fue pan comido, ahora solo queda la parte divertida.

Entro al edificio como si nada, uno de mis hombres me informa que Pedro llegó hace unos 15 minutos y que espera en el salón de reuniones la llegada de los Vors.

Subo a la segunda planta donde todos esperan, aunque algunos no saben exactamente qué o a quien. Cuando me ven entrar acompañado de Vladimir y Shadow muchos se sorprenden, mientras otros no pueden disimular la sonrisa triunfal.

—Señores, como bien saben la Bratva está pasando por momentos difíciles, la muerte de un líder es algo que puede llegar a desestabilizar a una organización como la nuestra, si no se toman las medidas adecuadas.

Ninguno es capaz de llevarme la contraria, así que continuo con la disertación.

—Uriel Ivanov, nuestro último líder, fue asesinado por la mafia italiana— hago una leve pausa, lo que estoy por confirmar, es algo que muchos esperan desde hace tiempo— estamos en guerra.

No existen dudas, ni cuestionamientos.

—Si ustedes creen que Pedro Ivanov, pueda llevarlos a una victoria segura cuando, ni siquiera fue capaz de encontrar al asesino del antiguo líder, pues pueden nombrarlo a él como sucesor y fracasar estrepitosamente, en sus manos está el destino de la Bratva.

—Alexander... Pedro, nunca fue una opción.

Afirma Dirsén, poniéndose de mi lado y los demás solo asienten como si también se vieran identificados con sus palabras.

Los presentes me juran lealtad, mientras Orlov se desempeña como consejero por última vez.

Terminado el paso dos creo que, ya va siendo hora de darle a mi hermano pequeño una sorpresa.

La puerta del salón de reuniones se abre y de a poco entran los invitados, Pedro se muestra entusiasta a la hora de darles la bienvenida, mientras permanezco oculto, escuchando como se desarrollan los acontecimientos.

—Pueden sentarse— indica Pedro, pero ninguno obedece, abrumado vuelve a repetir la orden otra vez, pero la reacción es la misma.

—Sean bienvenidos señores. —

Entro al salón y de inmediato ellos corresponden el saludo con un gesto de auténtico respeto.

Miro a Pedro, quien esta petrificado. Su rostro pasa rápidamente del asombro a la furia en cuestión de segundos.

A regañadientes se aparta del cabezal de la mesa y yo paso a ocupar su lugar.

Estoy sentado en el asiento que le corresponde al líder, tal y como debe ser.

—Pueden tomar asiento— ordeno y ellos de inmediato obedecen, obvio que saben reconocer a su verdadero líder— Hermano ¿podrías esperar afuera?

Es oficial, los planes de Pedro se han ido por el drenaje, aun así, la humillación es solo el primer regalo que le tengo preparado.

Al ser el líder de unas de las organizaciones criminales más respectadas en el mundo, hay cosas que no puedo pasar por alto y mucho más ahora, ya que, ante los ojos de las demás mafias, no debo ser catalogado como inexperto y mucho menos débil.

Es por ello que encontrar a la mente maestra detrás del asesinato de mi padre, e imponer medidas para todos los negocios que tenga que ver con drogas en Estados Unidos, ha sido uno de los temas más discutidos durante la reunión de hoy. Es una suerte que para cuando llego el momento de valorar las capacidades de Vladimir para el puesto de consejero, no tuvieron nada que objetar.

Para la siguiente junta, propondré expandir los negocios en el desarrollo de armamento que nos permita fortalecer nuestra supremacía por encima de la competencia y a la vez servir de moneda de cambio con políticos y militares.

Me permito unos minutos para descansar, tantas cosas que hacer, además de ordenar el desastre que armó Pedro en el poco tiempo que estuvo de manda más, aunque ya de eso se están encargando Vlad y Shadow.

Cierro mis ojos y vienen a mi mente unos hermosos ojos de color azul, cabello como el fuego y risa desenfadada. Es ella, Lia, la chica que, sin saberlo, me cuido y atropelló.

Sonrío al recordar sus ocurrencias en la sala de urgencia, el valor al dejarme entrar a su hogar sin saber siquiera mi nombre, el descaro contenido en cada caricia y la curiosidad de sus dedos, buscando algo más.

A pesar de haber sido una agradable distracción, no puedo pensar en ella más de lo que debería, ella es simplemente un lujo que ahora mismo, no me puedo permitir.

Cierro la laptop dos horas más tarde, el agotamiento físico y mental es evidente.

Entro a mi habitación y comienzo a quitarme la ropa dispuesto a tomar una ducha, pero un disparo a mi izquierda, advierte que no estoy solo.

El segundo proyectil impacta directamente contra una de las almohadas del sofá.

—Aparte de mal perdedor, tienes mala puntería dime Pedro ¿hay algo en lo que seas bueno?

—Siempre tan perfecto Alexander.

—Si, a diferencia de ti que ni siquiera sabe disparar a quema ropa— el sarcasmo está presente en cada letra y eso ocasiona el tercer disparo que evito sacándole una amplia ventaja.

—Registro mi pantalón y por suerte aun llevo la glook.

Empuño el arma a mis espaldas y sin dilación disparo de forma certera, con la vista fija en mi objetivo.

Lamentablemente logro acertar dos de tres.

Mi hermano sale corriendo directo a la ventana con sendos tiros en el hombro, abre la ventana y se lanza al vacío en plena tormenta.

Salgo al pasillo, para averiguar que cojones está haciendo la seguridad del edificio, pero me encuentro a Shadow quien de seguro deben de haberle alertado los disparos.

—Estoy bien, ve por Natacha, enciérrala y manda a un grupo a perseguir a Pedro, trato de matarme, pero falló, apúrense, no debe estar lejos.

Shadow asiente y se retira con un grupo de mis hombres para liderar la búsqueda de mi hermano, a quien ya puedo ir dando por muerto.

La habitación es un desastre, así que ordeno al servicio que la limpien.

Algo me dice que esta noche no podré conciliar el sueño a menos que vea la cabeza de Pedro en una bandeja a mis pies, así que mientras espero alguna noticia sobre la búsqueda me dedico a leer informes y ponerme al día con algunos asuntos que padre dejo inconclusos.

De todas mis empresas Empire, ha sido la más rentable, sus avances pueden tener una buena acogida en la industria armamentista.

Creo que con estos resultados ya puedo proponer a la junta expandir los negocios al desarrollo de armamento, por no hablar de cómo nos beneficia fortalecer nuestra supremacía por encima de la competencia y a la vez que negociamos con políticos y militares.

Se trata de un negocio redondo.

El sonido del cerrojo me distrae.

—Pedí que no me molestaran a menos de ser extremadamente necesario— espeto sin dejar de revisar el documento que tengo enfrente.

—Bueno, supongo que en ese caso tendré que volver— se excusa la intrusa.

Pero su voz, esa voz tan seductoramente familiar, me impide continuar con el trabajo.

Es ella, definitivamente es ella.

Viste una bata de seda de color negro, lleva el cabello suelto y sus rizos han sido amansados dando paso a una hermosa y lisa cabellera de color fuego. Con una sonrisa coqueta cierra la puerta, mientras se acerca balanceando las caderas a un ritmo sensual.

Desabrocha la prenda y la seda se desliza por su cuerpo, siendo la antesala de una privilegiada vista de su cuerpo en todo su esplendor.

Solo lleva ligueros, corsé, bragas y botines, todo de encaje negro, a excepción de los botines que son de cuero.

Estando a centímetros de ella, su aroma me embriaga, y sus labios no hacen más que tentarme.

Creo que me he puesto a mil solo de verla vestida así, tan tentadora y a la vez prohibida.

—Te deseo— jadea.

Una sola frase suya me ha hecho esclavo de sus deseos.

Entierro la nariz en su cuello y dejo pequeños mordiscos en su piel marfileña.

Desciendo hasta su pecho, sus pezones están erectos. Lucen tan deliciosos, demasiados como para permanecer tras el encaje. Libero uno y con avidez, sediento de ella comienzo a chuparlo, mientras magreo el otro.

Lia se aferra a la mesa como si el mueble fuera un salvavidas, capaz de impedirle ir a la deriva.

Mis caricias en su cuerpo, terminan convertidas en espasmos y un grito ahogado.

Se lanza hacia atrás, suelto su pecho y ella se adueña de mi boca con posesividad.

Es una delicia, una que me tomo el tiempo de disfrutar y saborear, pero las ganas me pueden.

Libero mi verga y sin preámbulos la penetro.

Grita y le concedo unos segundos para que se adapte a mi tamaño.

Está exquisitamente húmeda.

Entonces comienzo a moverme, en medio de gemidos y jadeos, donde ninguno de los dos es capaz de saciarse, nos sincronizamos a la perfección.

Lia me rodea con las piernas.

—Más— exige.

Satisfecho acato su orden.

Su interior me acoge, y da paso a un estremecimiento.

—Alexander—jadea. —por favor Alexander.

—¡Alexander despierta!

Abro los ojos y me encuentro solo en la habitación, sin ella y bajo la atenta y burlona mirada de Vladimir.

Ha sido un sueño.

No puedo creer que acabo de soñar nada más y nada menos que con ella.

—Parece que te he pillado en medio de un asunto— sonríe el muy cabrón, señalando mi entrepierna.

No puedo creer que de todas las personas me haya dejado pillar por Vladimir.

—¿A qué venias?

—A reportar que todo está en orden— asegura mi recién nombrado Consejero.

— ¿A cuántas ratas atrapaste durante la redada de anoche?

—Las suficientes para asustar al resto— confirma mostrándome los resultados, que no son más que sangre, cuerpos desmembrados y muerte— ahora la Bratva solo reconoce dos órdenes idolatrar al Boss y sumisión a sus designios— admite satisfecho mientras yo asiento en aprobación.

Confío en Vladimir con mi propia vida y sé de primera mano cuan meticuloso es con los trabajos que hace y lo mucho que disfruta el papel de ejecutor.

— ¿Se sabe algo de Pedro?

—Aun no.

Al menos tengo la certeza que si mi hermano desea dar un segundo golpe no contara con el apoyo de nadie, a menos que ese alguien desee vérselas conmigo.

— De seguro Natacha está más actualizada más que nosotros, no la dejes en paz hasta que confiese lo que sabe o mejor aún si aparece su hijo para salvarla

— Como ordene Boss, ahora volviendo a lo de hace un rato...

Su sonrisa de ensancha.

—Vlad... hay algo que necesito que hagas por mí— ingeniosamente desvío el tema de conversación.

El tono informal de inmediato aliviana el ambiente, mi primo se deshace del traje y la corbata antes de acomodarse en el sillón que tengo enfrente con un trago de wiski en mano.

—Ya sabía yo que te estabas tardando demasiado en hablar, ¿Ocurrió algo interesante en New York?

—La verdad es que sí, necesito averiguar todo sobre una chica, su nombre es Liana, si mas no recuerdo su apellido era Watson, creo que su sobrenombre es Lia.

—¡Joder! Tan buena es que te puso así, es que no te veía en esa faceta desde que...

Le lanzo una mirada de advertencia y deja la frase inconclusa, aunque sigue con esa estúpida sonrisa en el rostro.

—Vale, Vale, me pondré serio, a ver... ¿esa chica es importante por...

—Pues a partir de hoy es uno de los nuestros—eso se escuchó como un drama de mala muerte y no es de extrañar que Vlad por poco escupa la bebida antes de echase a reír estrepitosamente como si lo que acabara de decirle fuera una broma de mal gusto.

—Ahora sí puedo decir que lo he escuchado todo, Alexander, putas en el mundo hay miles y de ellas puedes tener a cualquiera entre tus piernas con solo decir dos palabras, así que explícate mejor antes que dude de tus habilidades para dirigir la organización.

Enarco una ceja ante su exagerada reacción.

—No me mires con esa cara de mira quién habla.

—Yo no he dicho nada. – respondo encogiéndome de hombros— Primero que todo soy el Boss y no le debo explicación ni al que está tres metros bajo tierra, segundo la chica está metida en un problema de los gordos por mi culpa

— ¿La embarazaste?

— ¿Acaso me crees estúpido? — espeto.

— Pues a estas alturas ya no sé qué creer.

Me lleno de paciencia para no terminar diciendo cuatro cosas de las cuales me arrepentiré más adelante, Vlad ha arriesgado su pellejo por mí, más de una vez y si le ordeno que muera en este instante, lo haría por y para la Bratva, no le debo explicación, pero si merece motivos.

—Como bien sabes fingí mi muerte para descubrir cuantas hienas vendrían a por mí cadáver— capto su atención ya que ese descabellado plan salió de mi cabeza.

Vladimir no estuvo acuerdo, pero era la única manera de atrapar a los traidores, así que simplemente cumplió con su parte tal y como se esperaba de él.

—Resulta ser que habían más de las que pensaba, Pedro no perdió el tiempo y muchas bandas ya estaban de su parte, así que me tomé el trabajo de ir eliminado los estorbos uno por uno, en medio de una de las peleas me guiaron hacia una trampa, salí ileso, encontré al culpable, el cual resultó ser Lucas Montenegro, y durante la persecución fui atropellado por esa chica.

— ¿O sea que la chica te atropello y sigue viva? — cuestiona sin creer los motivos que tengo para protegerla, ya que debería estar muerta por el simple hecho de haberme dañado.

—Fue solo un golpe, nada del otro mundo, ella freno enseguida, pero quedé inconsciente por unas horas, durante ese tiempo la chica me trasladó al hospital, me atendieron, luego ella me llevó a su casa y cuidó de mí, como si me conociera de toda una vida

— Y entonces te enamoraste ¿Cierto? — añade y en su cara advierto una sonrisa.

— Y entonces los idiotas que estaban detrás de mi encontraron la casa, entraron y comenzaron a disparar como si no hubiera un mañana, ¿Sabes lo que significa eso verdad? Mis enemigos ya la tienen marcada como una presa y no puedo dejarla a la deriva sabiendo el peligro que corre por mi culpa.

—Tal vez ya sabía quién eras y lo hizo con el objetivo de tenerte cerca ¿No te has planteado que podría ser una trampa?

—Puede, pero también tengo la ligera sospecha que me salvó porque creía que era un vagabundo.

— ¿Vagabundo tú? — repite estallando de nuevo en risas—Ni en mis más locos sueños se me habría ocurrido semejante mierda, si solo hay que mirarte la pinta de guarra macarro que tienes, la chica me gusta y para bien o para mal te salvó la vida cuando estabas por tu cuenta, así que la investigaré y de confirmar que está limpia le pondré vigilancia hasta que la traiga a nuestro territorio sin sospechas, New York aún no es segura.

—Gracias— farfullo y el solo sonríe.

—Suerte con tu primer amor— declara antes de escabullirse con una sonrisa.

Aww!!! que bonito es el amor 🤭🤭🥰