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Capitulo 10

Breve nota de la autora: por favor no me maten 🙁 😭🤧

Amores, les tengo una buena noticia y una mala, la buena es que ayer se debieron subir dos capítulos como prometí  , la mala es que solo se subió uno, y ese uno  es que es el capitulo anterior al publicado, lo siento muchísimo , eso fue cosa del internet. Seguido de publicar, arreglo el orden de los capítulos.

Capítulo 10

Lia

— ¡Madre mía!

— ¡Dios mío!

Exclamamos Megan y yo al mismo tiempo, sin apartar la vista del lugar a donde Flavia nos ha traído. Creo que no hace falta decir nada más cuando nuestras caras de asombro lo dicen todo.

Un club de strippers, la muy desquiciada de Flavia, nos ha traído a un puto club de strippers.

—Nada de padres Lía, dudo mucho que a tu madre le guste visitar lugares como este, y Megan... te aconsejo que mantengas a Dios alejado.

Kelly sonríe y a la legua se nota que no cabe en sí de las ganas que tiene de entrar al sitio, que la propia Flavia acaba de bautizar como la sucursal del pecado.

—¿Es en serio, Flavia? — apenas logro controlar el metal de mi voz, a fin de no alarmar a las demás personas de la fila.

—¿Alguna vez no lo he sido? — enarca una ceja y su gesto despeja todas mis dudas en un instante.

—Dijiste que le buscaríamos pareja a Brandon— ratifico, sin tener la más mínima idea de cómo planea encontrarle pareja a mi ex en un lugar como este.

Él jamás vendría a un sitio como este, al menos, no por voluntad propia.

—Y eso hacemos— contesta tecleado algo en su teléfono— verás, ya que Brandon pasó la primera fase de la prueba, tiempo, ahora toca comprobar su fidelidad.

—Ni que fuera Hércules, con una serie de tareas asignadas a superar— argumenta Megan.

—Bueno, si deseas romanizar... podría decirse de esa manera— dice Flavia.

—¿Qué gano yo con traer a Brandon aquí? —sigo sin entender qué haremos en un maldito club rodeadas de strippers.

—Tu libertad, si te es infiel una sola vez lo desechas, y si encuentra a alguien a largo plazo, te libras de él ¿Qué opinas? Es un negocio redondo ¿Verdad?, eso es lo que llaman ganar— ganar.

— Solo espero que esto funcione y no tener que pasar a la segunda fase— admito, temiendo otro de sus descabellados planes.

—Eso aún está por verse, cómo bien sabes, soy de las que improvisa sobre la marcha, entonces niñas ¿Entramos?

Un hombre, el cual asumo que es un guardia de seguridad, comprueba nuestra identificación y acto seguido cruzamos el umbral de la entrada con Flavia liderando el camino a través de un estrecho pasillo.

Llegamos a un espacio abierto, donde todos parecen divertirse y beber al ritmo de la música. La morena se abre paso entre la multitud, por la forma en que lo hace y la cara de Kelly, quien no ha tardado ni 10 minutos en echarle el ojo a alguien, puedo ver qué no es la primera vez para ninguna de las dos, y no sé qué tanto debería preocuparme eso.

Flavia mueve par de hilos y en menos de 5 minutos nos encontramos sentadas en un elegante reservado, con una bandeja llena de chupitos y dos daiquirís.

— Escuchen carrozas, que este plan es infalible — anuncia Kelly, dirigiéndole una mirada cómplice a Flavia.

—Bien, como dice mi abuela, empecemos por el principio, se preguntarán inocentes criaturas ¿Dónde están?

— Y como nuestro trabajo en esta vida es corromper sus inocentes almas, le daremos una breve explicación, el tour se los debo, señorita Flavia María Martínez, ¿Harías los honores por favor? — insta la rubia con una elegante floritura.

Flavia se aclara la garganta, se toma un chupito y comienza su charla.

—Nos encontramos en un club de stripper, llamado Paraíso, lugar que es bien conocido entre sus clientes habituales por ser el paraíso del placer.

¡Madre mía!

—Aclaradas las dudas, pues continuemos...

Primera falla, ¿Qué no era paraíso del pecado? Segunda, esta ha sido la explicación más mediocre que he escuchado en toda mi vida.

—¿Quién me garantiza que no volverá a fallar como el plan de hace dos años? — indago.

—Mujer, si ni siquiera has escuchado, además mi asesora táctica acá presente— Flavia señala a Kelly, quien ya va por su segundo chupito — asegura una tasa de éxito del 99%.

—Entonces ¿En qué consiste exactamente este plan? — pregunta Meg tomando par de sorbos sin apartar la mirada de Flavia, como si estuviera esperando un milagro.

Ella está igual de reticente que yo, y ¿Quién en su sano juicio no lo estaría?

—Bien, mi idea es la siguiente, Lia, si Brandon encuentra pareja ¿El acuerdo se mantiene?

— Pues no — contesto buscando algún resquicio legal.

—Si la cosa va por ahí, esa lógica también aplica a Lía — comenta Megan.

—La vida amorosa de Liana me ocasiona pena y vergüenza ajena, todo al mismo tiempo, le dimos dos años y hemos aquí, así que Lia no es opción.

—Creo que hasta el caniche de mi hermana es más activo que tú — bromea Kelly y ya a estas alturas no sé ni que decir.

—¿Entonces? — respondo exasperada

— Entonces — continúa Flavia— básicamente nuestro objetivo esta noche es encontrarle pareja a Brandon, como ya dije antes, tanto si Lia lo encuentra casualmente tonteando con una chica, como si alguna le gusta lo suficiente como para que se olvide de ella, la situación es ganar— ganar, para nosotras.

— El club también es famoso por eso, muchos hombres y mujeres viene aquí a buscar pareja — agrega Kelly.

—Y aquí va el primer fallo en tu plan— interviene Megan— ¿Qué pasa si Brandon no se fija en alguien?

—Es un hombre— afirma Kelly, con una sonrisa macabra— caerá, cuando se trata de sexo, piensan con la verga y no con la cabeza.

— ¿Qué pasa si nadie se fija en él? — contradice Meg.

—Ni que fuera feo, pero por si acaso, ya contraté una stripper— alega Flavia.

— ¿Y cómo ella sabe quién es Brandon?

— Tiene una foto y cuando llegue el objetivo, Kelly y yo le daremos un recorrido por todo el club y lo dejaremos justo en la sesión acordada, lo vigilaremos y cuando esté dando el salto, avisaremos, Lia lo atrapa y problema resuelto.

—Brandon no es de frecuentar este tipo de lugares, dudo que venga — argumenta Megan acabando con la ya poca paciencia de Kelly y Flavia.

—Pues lo hará, Brandon vendrá — asegura Flavia exasperada — ¿Quieres dejar de pensar en todo tan al detalle Megan? Jodido dios ¡Qué pesada te pones a veces!

—Y hablando del rey de Roma — agrega Kelly señalando a una zona del reservado donde la gente bebe y baila despreocupadamente.

Mi ex realiza su entrada triunfal, siendo el punto discordante en un mar lleno de personas alocadas, bañadas por las luces de neón y el exceso de alcohol.

Con su cabello rubio perfectamente peinado hacia atrás, su camisa ligeramente abierta y sus vaqueros ajustados, no sé cómo lo dejaron entrar.

—Quizás debería haberle dicho que viniera un poco más... ¿Informal? — tantea Flavia haciéndole señas para que nos encuentre.

Y en menos de un minuto ya lo tenemos justo frente a nosotras, con una evidente expresión de asombro en su rostro.

A saber, lo que le habrán dicho para que viniera.

—Lia— exclama Brandon por encima de la música— Flavia me dijo que sería una salida para reencontrarnos, pero no creo que estar aquí sea lo más apropiado.

El pobre, vino engañando por Flavia y ahora que está aquí, siente la imperiosa necesidad de justificarse.

—Siempre tan correcto Brandon— se burla Flavia— toma asiento y disfruta príncipe azul, que ya mañana será otro día.

Brandon se nota apenado e incómodo a partes iguales.

Las salidas de noche, el alcohol, la música y los bares nunca fueron lo suyo. Así que haciendo de tripas corazón, mi ex busca espacio en la mesa.

El mesero llega a tomarle el pedido y él opta por agua mineral.

Cuando Brandon se niega a beber una gota de alcohol, automáticamente siento como el plan de Flavia va perdiendo credibilidad, al punto de amenazar con irse a la mierda.

Kelly y Flavia se miran la una a la otra con aburrimiento, antes de empezar a darle conversación.

— Y bien Brandon cuéntanos ¿Por qué te fuiste a Albania, Estonia? ¿O fue Australia?

— Alemania, Kelly, fui a terminar mis estudios universitarios en Alemania, como parte de un programa de intercambio.

— ¿Y qué tal el programa? ¿Hubo algún intercambio interesante? — suelta Flavia entre risas y el rubio cambia la cara de inmediato.

—No—refuta— le prometí a Lía que...

—Si querido, ¿Quién no conoce tu conmovedora promesa de amor eterno? No es de extrañar que cada vez que te vea me pregunte ¿De qué cuento de hadas saliste? — bufa.

— ¿Visitaste algún museo interesante Brandon?

—¿Un museo? ¿Es en serio, Megan? Brandon ¿Existe algún club en Alemania que se compare a este? Según escuché estamos en uno de los mejores en Europa.

— Pues la verdad es...

—Permíteme que te guíe a la mejor experiencia de tu vida — interrumpe Flavia sin darle tiempo a responder.

Kelly lo toma de la mano, lo levanta de su asiento y Flavia lo guía hacia la salida.

Justo antes de salir, se voltea en dirección a nosotras.

—Fase 1 iniciada— gesticula con sus labios antes de perderse entre la multitud

15 minutos más tarde recibo un mensaje de Flavia, el cual, tengo que leer dos veces debido al nivel de alcohol en sangre.

Tu regalo tiene moño y está listo para ser entregado.

Dicho en otras palabras, pronto seré coronada como la cornuda del grupo, pero sí de esa forma logro librarme de mi persistente ex, pues que así sea.

Aliso mi vestido, y este vuelve a tomar forma ajustándose como un guante a mis caderas, acomodo mi cabello y con paso firme me abro camino en busca de la sesión donde se desarrolla la atracción principal de la noche, un espectáculo estriptis.

Tardo unos escasos minutos encontrarla. Le sonrió al guardia de la puerta y entro, esta noche el espectáculo es exclusivo, pero al parecer Flavia ya lo arregló todo.

Mis tacones resuenan por el pasillo mientras me preparo para el papel de novia dolida y celosa. Con cada paso, me encomiendo a todo lo que existe, rezando para que este loco plan funcione.

Atravieso el umbral y juro por dios que en mi vida había visto tantos culos y tetas libres como animales en la selva.

Esto es lo que se describiría como un paraíso para hombres y bueno... también mujeres. Me deslizo por el lugar tratando de llegar al sitio que Flavia reservo y en el cual, si todo sale bien, atraparé a mi ex pegándome los cuernos.

Pero luego de atravesar medio salón, me encuentro con que la chica está dándose lengua con el rubio equivocado.

Sin saber qué hacer, le mando una foto a Flavia.

Maldigo una y mil veces la estúpida costumbre que tiene de actuar a lo loco, si pensar en un plan B.

Giro sobre mis talones y me detengo al recibir un mensaje.

Es de Flavia y con solo ver el emoticono, intuyo que todo se acaba de ir a la mierda.

¡Está aquí Lía! Lo siento, no sé qué pasó, pero ven y date una vuelta por la pista, en lo que encuentro otra.

Suspiro, y nuevamente me encamino a la salida de vuelta a nuestra mesa. Apenas entro, recuerdo las palabras de Flavia, entonces cambio en dirección a la barra.

—Un Cabernet Sauvignon — ordeno y el barman no duda en servirme.

Dirijo la mirada en dirección a la mesa que hemos reservado.

Brandon está solo, pero en breve eso cambiará.

Dios por favor, te pido que este plan funcione, aún soy demasiado joven para renunciar a mi libertad.

Apresuró el líquido por mi garganta, sintiendo como me invaden las ganas de mandarlo todo a la mierda y follar con el primer hombre que se cruce por mi camino, y lo haría, pero mi ex no se lo creería.

Dejo el dinero sobre la barra y un poco más animada me dirijo a la pista dejando que la envolvente melodía marque el ritmo de mi cuerpo.

Unas manos recorren mi cintura, y se afianzan a mis caderas en un simple vaivén. Su boca recorre mi cuello y deposita un beso en mi hombro desnudo y cierro los ojos antes su tacto.

Intento alejarme, pero su agarre se mantiene firme, como si fuera su propiedad.

Lo curioso de esta situación es que solo recuerdo a una persona que me ha tratado de esa manera.

Levanto la vista y choco con una mirada que arde en deseo, junto con las ganas de devorarme, aquí y ahora.

Es él...

—Hola pequeña— dice en un perfecto ruso, acentuado por esa voz tan profunda, capaz de humedecer mis bragas en tiempo récord.

Mi cuerpo se congela ante su imponente presencia y siento como todo lo que toca arde bajo mi piel.

El diablo en persona ha venido a reclamarme.


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