Capítulo 1 Menuda noche...
Lía
Iba yo, una chica común y corriente, ciudadana modelo de la hermosa Manhattan rumbo al lugar más codiciado de la ciudad para encontrarme con mis amigas.
El equipo perfecto para armar un desmadre, juntas nos habíamos propuesto estrenar un bar o club todos los meses y rumbo a eso voy, Bar Sensación, uno que le ha estado haciendo honor al nombre desde que abrió hace par de días y para el que por suerte tengo una reservación VIP.
Hace una hermosa noche, los semáforos en verde, todo marcha de maravilla hasta que de buenas a primeras se me atraviesa un vagabundo y para mal de males termino atropellando al pobre sujeto o al menos eso creo, con esa cara y tantos harapos es difícil ver si realmente lo maté o saber si él ya venía en modo zombi.
Salgo del auto y en medio del jaleo, hago el intento de tocarlo con la punta de los botines y...
¡Madre mía! Estoy acojonada del miedo, el bicho no se mueve ¡No puedo creer que acabo de cometer mi primer asesinato a mis 25 años! Esto no puede ser posible ¡Ay diosito que las cámaras hayan grabado algo...
— ¡Dios bendito! — el sujeto extiende la mano, me agarra el talón y me sacudo de inmediato — ¡Santa cerveza estás vivo! — grito más alto de lo permitido.
¿Y ahora qué hago? Buscar ayuda, creo que eso es lo mejor y más que él tío se ha vuelto a desmayar ¡Pero que blandengues los fabrican!, debería llamar al 911, pero y si se demoran, no puedo darme el lujo de perder un minuto, tengo planes para esta noche y ahora mismo lo mejor que se me ocurre es encontrar un hospital que este de camino al bar.
Consciente del show que estoy armando en plena calle, le pido ayuda al primer transeúnte que veo y juntos logramos acomodar al sujeto en el asiento trasero del auto. No se ve mal, solo algo cansado y maltratado, pero si alguien lo cuida estoy segura que todo saldrá bien... además lo estoy llevando al hospital, así que les será imposible alegar negligencia en la lista de cargos, loca puede que sí, adicta a las fiestas y a trasnochar también, pero ojo que siempre he sido una chica súper responsable.
En lo que esperamos un médico, le aviso a las chicas que voy con retraso mientras ellas me dicen que no se irán hasta que llegue, ¡Eso sí que es lealtad señores! La música de fondo al otro lado de la línea es ideal para romper tímpanos, eso sumado al exceso de alcohol permitido en sangre, me suena a que seré chofer esta noche, ¡Qué viernes más aburrido!
—Liana Watson— Anuncian por el altavoz de emergencias y cuelgo— por favor presentarse en urgencias, sala 1 cama tres.
Llego sofocada, abro la cortina y ahí está el, cabello negro, cuerpo fornido, mentón desafiante, una sombra de barba y unas sexys patillas, de esas que no le quedan bien a cualquiera ¡Madre mía! En que universo paralelo se me ocurrió confundir a semejante modelo de la Calvin Klein con un vagabundo sin hogar, de seguro que es un niño rico que huyó de casa.
— ¿Liana Watson? — preguntan sacándome de mis díscolas imaginaciones.
—Usted dirá doctor.
— ¿El paciente es familia suya?
—No— ya quisiera yo que lo fuera...
— ¿Qué relación tiene con él?
—Ninguna— ya quisiera yo tenerla— iba conduciendo y se atravesó a media calle, se desmayó o lo golpee, aun no estoy segura, pensé que estaba muerto, pero luego lo toque con el pie y se movió.
—Vaya— comenta un poco asombrado ante mi explicación— Muy bien, el paciente presenta un nivel de desnutrición y deshidratación moderada, lleva algunos días al límite, también tiene varias heridas, las cuales han empezado a cerrar, es una suerte que no se abrieran, su condición mejorara con descanso y alimentación, le hemos puesto un suero que lo ayudara a recuperarse ¿Dudas?
—Ninguna, gracias doctor.
—Le hemos puesto un calmante, así que tardara un poco en abrir los ojos.
— ¿Puedo llevarlo a casa? — pero bueno Lía y esa idea ¿a qué ha venido?
—Recomendaría que se quedara aquí para ser observado, además usted no es familiar del paciente— explica el doctor un tanto reticente.
Me da lástima dejarlo solo en un hospital sabiendo que nadie lo vendrá a recoger, pero también me da algo de miedo llevar a un desconocido a mi casa, ¡Madre mía, tiene una cara tan angelical!
—Soy su novia doctor.
— ¿Perdón? — increpa.
—Pues como escucha, este papucho es mío—sonrío, acabo de robarle la frase a Flavia.
—Cuando le pregunté me dijo que no tenía ningún tipo de relación con el paciente.
— El tema es que él y yo andamos como la canción doctor, felices los 4, de vez en cuando lo dejamos y luego lo retomamos en donde nos quedamos — mi sonrisa se hace más amplia y el doctor pone los ojos en blanco.
—Muy bien, vaya a admisión y firme el papeleo, en cuanto esté listo podrá llevárselo.
—Gracias— me despido con un beso al aire y haciéndole ojitos.
Esta noche sí que ha sido toda una aventura, desde convencer a un camillero para que me ayudara a llevar a mi nuevo novio al auto, rezar para que mi vecina, la chismosa no me vea manipular un cuerpo a nivel de asesina, entrarlo a casa y luego pasar por toda una odisea para acomodarlo en el sofá de la sala.
Milagrosamente aún sigue dormido, supongo que, por la medicación, me preguntó si haberlo traído a casa ha sido una buena idea, bueno de todas formas las buenas ideas no son lo mío, así que mejor me doy una ducha, eso me ayudara a pensar.
Unos pantalones de chándal, una camiseta de cuando estaba en la universidad, coleta empinada y que mejor que estas fachas para parecer una colegiala. Estos no eran mis planes para un sábado en la noche, pero supongo que leer es lo que toca, leer luego de atender el problema que tengo abajo.
El teléfono resuena en la habitación y no hace falta ser adivino, deben ser las chicas, el nombre Kelly brilla en la pantalla.
—Hola— corrección, es Flavia en el teléfono de Kelly.
—Mi ciela ¿Cuándo vienes? Acá las nenas esperan por ti, si ves lo bueno que esta él que te buscamos, no te estuvieras demorando tanto.
—Hola Flavia, ¿Por qué tienes el teléfono de Kelly?
—El mío está muerto y Kelly está ocupada— sonrío al saber perfectamente a lo que se refiere— Necesitaba un polvo de los buenos para olvidar al quejica de su ex.
Aclara como si me hubiera leído el pensamiento.
—Entonces ¿Te esperamos con una ronda de chupitos o necesitas algo más fuerte?
—No puedo ir, luego te cuento, no quiero arruinarles la noche.
—La noche ya está arruinada sin ti nena, nos vemos mañana, pasaré la resaca en tu casa.
—Vale, diviértanse.
¡Por dios que envidia! Esa podría ser yo ahora mismo, si no me hubiera dado por cargar con un equipaje que no es mío.
Bajo a la sala y todo esta tal cual lo deje, busco un paquete de toallitas húmedas y con mucho cuidado comienzo a desvestir a mi protegido. Le quito el abrigo, desabrocho la camisa y con las toallitas comienzo a limpiar su cara, ¡Madre mía que bueno está!, Ansiosa paso a la segunda etapa, su torso desnudo. Ahogo un grito para no despertarlo, pero si está como un caramelito, para chuparlo enterito...
¡Concéntrese Lia María!, aterrizo de mi fantasía y retomo la labor memorizando cada tatuaje, cicatriz -que por cierto tiene dos, una en el pecho y otra muy cerca de su abdomen- y las heridas, ¿Heridas? Sera mejor buscar algo para limpiarlas.
El doctor tenía razón, cuando dijo que solo necesitaba descansar, comer e hidratarse, pero es que con solo unas horas de descanso ya lo veo sexy.
—Las heridas lucen más atractivas ahora que estas curadas— ¿Acaso dije lo que creo que dije? — más sanas... quise decir sanas— carraspeo mientras me dispongo a limpiar el resto de su cuerpo, dígase de su abdomen para abajo.
Aunque pensándolo bien, si ese tipejo se despierta y le da por montar una escena... no he pensado en las consecuencias, sus manos... si deseara ahorcarme podría hacerlo sin ningún problema porque mi cuello cabe perfectamente en su mano. ¡Por Dios ni pensarlo! Nerviosa le paso un mensaje a Flavia, tardíamente recuerdo que esta sin batería, entonces llamo a Kelly, pero no responde, en última opción le mando un mensaje a Meg.
Si no saben nada de mí en 12 horas rompan la puerta de la casa.
Hecho.
A continuación, vamos a por el paciente.
Acabo de terminar una de las mejores experiencias de mi vida. Todo un logro y más en consideración que me moría por ver cierta parte de su anatomía, que de estar tan buena como él ¡Madre mía!
Pero no, por un respeto al individuo decidí dejar la mejor parte para otra ocasión, si es que hay otra, o al menos para cuando este despierto, si es que se despierta.
No seas tiñosa Lia, por supuesto que va a despertar, si es que solo está cansado.
Me acomodo en un puf que tengo en la sala junto al sofá, aun duerme, luce tan tranquilo, tan angelical y está tan bueno que sería un desperdicio sino despertara.
De vez en cuando frunce el ceño, ¿Estará teniendo pesadillas?
—Deseo ser tu atrapa sueños— le susurro muy despacio cerca de su oído, muero por besarlo, pero me contengo porque eso es acoso y no soy una pervertida.
A veces me sorprendo de lo básica que soy para algunas cosas.
Sera mejor que recoja un poco y le prepare algo de comer, me levanto y entonces se apagan las luces, vaya cosa ni que yo fuera un interruptor.
A tientas me acerco al que está en la cocina y nada enciende, creo que solo es mi casa, pero no estoy segura.
¡Sombras! ¿Será un ladrón? ¡Madre mía! ¿Y ahora qué?
De seguro son las chicas que vinieron a pasar la resaca, me dirijo a la puerta para comprobar mi teoría y no se en que momento fue, pero ¡Noticia de última hora!, el chico despertó, está encima de mí y mi teoría es cierta, si dormido estaba bueno, despierto y encima de mi es para morirse.
Dios mío, sabes que nunca te pido nada, pero mi madre se merece la tranquilidad de dejar a su única hija con un yerno así de bueno.
—Shhh, no te muevas— musita y ya morí.
Tres tipos armados, abren la puerta de la casa con una patada y comienzan a disparar, mientras nosotros estamos en el piso acojonados del miedo, bueno rectifico, acojonada yo, porque él parece un lince, desarma al primero y lo deja inconsciente en el piso, va a por el segundo que le saca un cuchillo, pero es en vano el esfuerzo porque con la misma hoja los desmiembra e incapacita al tercero antes de matarlo.
¡Joder que bien pelea! Es como ver una peli de espías, pero más sangrienta.
Y así lleno de sangre, con una mirada fiera y una sádica sonrisa, esa que solo le pertenece al malo, el tipo desaparece como el villano de la historia, luego de haber matado de una manera tan natural como si se estuviera tomando un vaso de agua.
Menuda noche.
— ¡Es la policía! ¡No se muevan! Señorita ¿Se encuentra bien?
Y que aún no termina...
Mensajito de la autora:Hola, esta es una de las historias que mas loca me trae, ademas que es uno de mis géneros favoritos, espero que la disfruten tanto como yo. actualizare dos capítulos seguidos todos los fines de semana, sin mas lean y dejen sus comentarios para saber que les pareció .
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