La mañana había llegado, la noche anterior había sido todo una maravilla, Chloe y Dean se sentían felices de estar juntos en un lugar tan maravillosa como aquel crucero, para el día de doy la feliz pareja tenía pensado nadar un poco para ver las maravillas que les traía el mar, así que después de haber dormido un poco, los dos se pusieron sus trajes de buceo y ya estaban dispuestos a irse cuando la voz del capital del crucero se escuchó a lo lejos, ellos decidieron esperar un poco e ir a averiguar qué era lo que estaba pasando.

Los pasajeros del crucero se veían realmente estéticos, la información que les había dado el capital era realmente malo, pues al parecer el barco había tenido una descompostura y tendrían que estar a la deriva hasta que pudieran arreglar el daño o un nuevo barco los ayudara. El capital trató de calmar a la multitud enojada, pues ellos lo acusaban de ser el culpable de semejante tragedia, ya que antes de embarcar debieron de revisar todo correctamente.

—El barco estaba en perfecto estado cuando salimos al mar — confesó el capital —, incluso anteriormente se habían realizado pruebas y el crucero era todo un éxito, así que todo lo que está pasando es desconocido para mí y los trabajadores.

Las personas del crucero no creían ni una sola palabra, no había nada raro o anormal en el problema, solo eran personas descuidadas que habían olvidado revisar el barco como debía ser, así que que cualquier palabra dicha por el capitán, solo eran excusas de una persona sin escrúpulos. Chloe y Dean decidieron salir de la multitud enfurecida, a ellos no les importaba mucho el problema, estaban juntos y cualquier lugar sería espectacular, así que volverían a sus planes de ir a nadar y olvidaría todo por completo.

Dean y Chloe saltaron al mar con su equipo de buceo, habían grandes y hermosos corales seguidos por coloridos peces y otras especies marinas, ambos estaban encantados con todo esto, era más de lo que se imaginaban días atrás, pero unas piedras gigante en el fondo llamaron la atención de Chloe. Chloe decidió ir a mirar aquellas piedras gigantes que tanto resaltaban en el frío y oscuro mar, así que se alejó de Dean y fue a mirarlas de cerca, todo iba bien, Chloe se sentía maravillada con todo ahí, hasta que un fuerte dolor en su brazo se hizo presente después de haber tocado unas de las piedras, ella nadó lo más rápido que pudo y salió a la superficie totalmente estética.

—¡Dean! — gritó Chloe — ayudame.

—¿Cariño? — preguntó Dean un poco alejado de ella — ¿Estás bien?

—¡Por favor, ayudame! — exclamó sosteniendo su brazo con fuerza.

"La curiosidad a veces acaba hasta con lo más sagrado que tienes"