Cuando el auto impacto con Yuu, la mano que sostenía Akihiro permaneció con él, porque había sido arrancado por tal velocidad en que impactó sobre Yuu. El auto siguió su curso como si nada, pero el escenario sangriento, la mano mutilada, los gritos de la gente, el sonido de las ambulancias quedo en su mente bien grabada.

                   — Yuu...

Otra vez el sonido de estática empezó a sonar y sonar mas fuerte. Yuu tenia una expresión en blanco, sin

                    — Un auto a gran velocidad irrumpió un cruce de peatones, teniendo el saldo de un muerto, el cual fue identificado como Yuu Ito de edad de 15 años, los presuntos asesinos habían robado dinero de una caja de valores, siendo perseguidos por la policía fueron a exceso de velocidad y no dieron aviso a la gente en el momento en que llegaron y atropellaron al joven, venia acompañada de su amigo Akihiro. Lamentamos la perdida a sus amigos y familia...

El sonido de la estática cada vez era fuerte y mas fuerte, hasta no haber sentido en la realidad.

~Año 2032~

En realidad, era todo parte de un vivido sueño con los recuerdos de su pasado, era tan hermoso, pero a la vez le recordaba su trágico final. De hecho, el mismo sueño le había hecho llorar de manera inconsciente mientras dormía. Inclusive esos comentarios anteriores era el reporte de un noticiero que habia traido una nota con la muerte de Yuu, lo recordaba porque en lagrimas veía esa nota.

Despertó rápidamente, un jadeo salió de su boca y se dio cuenta que había llorado, sin embargo, su típica expresión de apatía solo hizo que quedara un poco confundido. Limpiándose las lágrimas con su dedo índice.

                    — ... Otra vez el mismo sueño...

Suspiro y se levantó de su cama. Una cama en el suelo. Típica de la cultura japonesa.

Su casa era todo en estilo japones, después de todo había comprado el departamento, haría todo lo que se le apeteciera, sin embargo, no sería de hacer una pachanga sin sentido, en primer lugar, era demasiado serio y tímido como para socializar con un montón de gente que ni conocía en masa.

                   » —Esta es mi vida, tal vez suene sin sentido, apagada... bueno... en realidad así lo es, pero esta es mi vida, después de todo lo que me ha pasado, soy alguien simple, que hace cosas para emocionarse... creo.

Akihiro suspiro y fue amarrar su largo cabello negro en forma de bollo, se miró un poco al espejo, mirando su apagada expresión; seria, triste, pero sin expresión. Su cabello había crecido mucho, llegaba hasta su cintura; pero al estar amarrado solo se notaba un largo fleco tipo mechas largas donde la mayor parte era a su lado izquierdo y un poco a su lado derecho, y sus ojos habían cambiado de color por una manera extraña, ahora eran azules claros; algo atípico en un japones, y por la descendencia que tiene.

Se dejo con su pijama, un simple pantalón holgado y una camiseta blanca, fue a otro lado de su departamento y se sentó en un cojín de la sala (eran como sillas), donde se puso unos anteojos especiales, los famosos Ellex450, que se conectaban en forma de lentes para llevarte a una realidad, más allá de la simple realidad virtual, una vinculada con el cerebro y darte una imagen mega realista de otro mundo digital, sin la necesidad de salir de casa, sin embargo estos lentes venían alterados, puesto que estaban vinculados con un cable, que ese cable venia vinculado con un teclado y un mando especial.

                    »— Esto... no suele venir así, lo altere... esto suele dejarte inconsciente mientras lo usas, pero actualmente los hackers no solo son capaces de romper códigos para lo que deseen, ahora también son aquellos que dominan estos aparatos, aparatos esenciales para todos.

Encendió el aparato y abrió suavemente su boca puesto que su mente estaba siendo sedada para entrar al juego.

                    »— Tras el surgimiento de las computadoras, los creadores estuvieron felices de su creación, habían creado algo indispensable para el mundo, al igual que los creadores de la web, sin embargo otra gente al crear otras cosas para la utilidad universal, empezó a aprovecharse de la ingenuidad de la gente, y esto empezó a surgir con dos empresas, uno que empezó de un simple buscador web y otro de una red social que surgió y subió como la espuma, cuando el simple navegador empezó a apoderarse de varias páginas web y empezó a volverse una sola marca, sospecharon que podía usar mal tus datos, y que podrían incluso volverte en tu esclavo, pero sin embargo quien realmente había eso, era el de la red social, fue tan inteligente esta estrategia, apoderarse de algunas redes sociales, volverlas parte de ti y darles un nombre, anunciando después una nueva realidad fue tan ingenioso, como así aprovechar una pandemia que aunque no fuera realmente mortal para la gente, la misma ONU la haya mencionado como un peligro, fue ingenioso.

                    »— Tras la aparición de esa pandemia la gente pensó que sería poco tiempo como otras pandemias donde los virus eran aún más peores, pero se alargó, la gente empezaba enloquecer por no poder salir, aun con los celulares y las computadoras a tu servicio era tedioso solo estar en casa, así fue como surgió algo que mataría a la misma realidad virtual, unos anteojos que se conectaban como lentes, pero el contacto tan cercano al cerebro y con un solo toque te vinculaba a un nuevo mundo, donde podías vivir en carne propia jugar un juego de RPG o tal vez incluso tenías un romance con alguien. Así era como conseguías una nueva vida, la gente prefería estar ahí que, en otro mundo, por lo tanto, era así terminaron esclavizados en masa, nadie se ha dado cuenta, pero si es que se dieron cuenta, simplemente no hicieron nada, es mejor que mirar la vida pasar mientras te pudres, tal vez por eso habían bajado los pacientes psiquiátricos.

                     »— Se preguntarán ¿Y entonces de que vive la gente si solo vive en este mundo? Es la parte maravillosa de todo esto, trabajan dentro de aquí. Por lo tanto, solo queda ver que solo la gente rara vive la vida sin estos aparatos. Aunque actualmente los únicos que trabajan de manera física son la gente en supermercados, restaurantes, farmacias y hospitales; todo lo demás, es en este maravilloso mundo virtual. Pero lo más interesante de todo esto, es que yo al ser Hacker, mi trabajo es tan bien pagado, y era conseguir todo lo que desearan, con mi experiencia en la informática, podía ser un mago de la lampara, pero todo conllevaba dinero que me había hecho casi rico.

Se había dirigido a ese mundo virtual, era una discoteca ambientada en la noche, donde su apariencia era diferente, cabello corto negro con las puntas pintadas de rosa, ojos de color dorado, con una provocativa blusa de escote rojo, con unos pantalones ajustados de cuero y unas botas de tacón. Tal era como pensaban, era un club gay virtual, donde pasaba mucha diversión y conseguía trabajos.

En el club logro llamar la atención, un hombre cualquiera, donde fácilmente obtuvo lo que ambos querían, un poco de sexo virtual, pero con la sensación más real de todas.

Al terminar ese momento, ambos fumaban, sudados pero con la ropa puesta, no importaba mucho el olor, después de todo eso desaparecía en 10 segundos, cortesía de las lindas reglas del mundo virtual.

                      — ¿Y qué tal todo Jacob? Escuche que hay mucha gente que se ha dado cuenta de sus servicios, debe ser toda una mina de oro.

Su nombre en este gran mundo era TinyJacob95, pero le llamaban Jacob siempre, era conocido por no solo ser parte una persona que se prostituía virtualmente, sino también esos servicios eran para comprobar errores en su sistema, virus o vigilancia de terceros, era conocido ese servicio como sexy check, y como había más hackers hombres, eran común en ellos.

                      — Pues en realidad me han tocado más sexy check, supongo que por eso viniste, acabo de encontrar otro gusano en tu ordenador ¿En qué rayos te metes?

                      — Pues si no fuera por tus grandes servicios habría muerto desde hace tiempo de un accidente cerebrovascular.

Los virus informáticos literalmente se podían meter en tu cuerpo por los vínculos de ADN, era increíble, pero normalmente esos virus afectaban al cerebro de forma directa, si algún malware no era detectado a tiempo, la gente podía morir, es por eso que eran tan importantes estos chequeos, ya que en esa candente actividad, los hackers vacunaban a las personas que los usaban, claro que existían otros métodos, como el doloroso método de la navaja en el corazón, los hackers podían igualmente apuñalar a alguien y desde ese cuchillo detectar si tenían algún malware, o el de extracción de sangre virtual. Pero solo eran esos dos, y la gente prefiere sentirse bien en lugar de tener dolor.

Así fue como se rieron y siguieron fumando.

Pero llego una notificación de necesidad física, en ambos era hambre.

                      — Supongo que tienes hambre. — Dijo el chico.

                      — Y tú también... Pero necesito ir al super... que tedioso...

Salió una notificación de depósito, así fue como Akihiro como Jacob se fue del lugar, de todo el juego.

El hombre suspiro y dio otra bocanada de humo. 

                       — Siempre se va sin despedirse... al menos supiera donde vive... aunque suena como un japones...

Akihiro despertó, eran las 2 de la tarde, era muy temprano, así que solo se cambió a algo más casual, pero seguía conservando su camisa blanca, lo único que cambio es que el pantalón era unos jeans negros y se había puesto un saco negro ligeramente afelpado. Se puso unas sandalias y salió.

Se podía observar un mundo con poca gente pasando, la gente pasando era los raros, que se llamaban los revitalizados, un grupo de orden mundial que había rechazado los métodos virtuales de los anteojos, y vivían la vida como hace 5 años antes de su llegada.

Akihiro compro su comida, que era toda instantánea y dos charolas de carne, pago con su celular, ni siquiera era necesario una cajera, solo había 4 y 4 acomodadores en toda una tienda, todo en propósito del mantenimiento de los que había el trabajo, que todo era manejado por robots.

Salió del super y miro a su alrededor, había veces que disfrutaba la vida de la vida real, aunque extrañaba algo, su tierra natal.

Después de terminar sus estudios, él se fue de Japón y se fue directo a Inglaterra, quería nuevos aires, aunque le recordaran un poco a Japón, Inglaterra era frio tal como ahí, pero la gente era demasiado diferente en creencias y costumbres, así que era clara la diferencia, además de que en su edificio era el único que comía en el suelo y dormía en el suelo, se quitaba los zapatos al entrar a casa y comía con palillos, era solitario, pero buscaba aquella soledad.

                         — ¿Cómo que se emborracharon todos? ¿Estas jugando? — Bufó y empezó a tallar su frente. — Carajo Norman, ese maldito proyecto nos beneficia a todos, sino los logramos convencer, nuestra inversión quedara como una bolsa de basura.

Todos esos pensamientos que tenía Akihiro se fueron atrás una vez chocando con una persona, de la cual solo ignoro el hecho de lo que había hecho y siguió su paso.

Ese hombre con quien chocó, tenía un poco de mal genio, como cualquier británico.

                          — Hey... — Inclino su cuerpo y abrió sus brazos en forma de que mostraba que estaba ofendido. — A ver niño, ten un poco de respeto y di algo...

El hombre quedo completamente impaciente y lo volteo, revelando a su vista algo que lo dejaría atónito, que seria el mismo Akihiro, el escenario mas perfecto, en la perspectiva de alturas. El hombre quedo mirando a los ojos a Akihiro y quedó sin palabras.

Pero Akihiro había logrado poner ya atención a las palabras del hombre, elevando la mirada.

Una expresión viéndolo quedo así por un momento, demostrando sus ojos azules con su cabello negro, claro que no era común ese color en él, pero desde su adolescencia hasta su adultez sus ojos obtuvieron ese color. Era raro, pero su piel pálida, sus ojos ligeramente rasgados, su cuerpo delgado y hasta misma expresión de despiste, siempre cautivaba a la gente en el exterior, aunque el mismo Akihiro nunca se daba cuenta por su despiste y su baja autoestima.

Akihiro tenía que decir algo para evitar un conflicto, así que solo dijo una palabra. 

                   —... Disculpa...