~Momentos previos al contacto entre Connor y Akihiro~

Tras lo que mencionaron en esa junta, se empezaron con aquellas medidas, día tras día fueron recolectando, habían pasado ya dos semanas. Akihiro o es decir Jacob estaba en el bar dando cuentas.

               — Y un troyano que proviene de este sitio... — Mostro un sitio de ganar dinero gratis.

              — Rayos... no creí que la gente siguiera necesitando dinero, es como si la pandemia nunca hubiera acabado. — Dijo Ronny

              — De hecho, seguimos en la pandemia... según las autoridades... pero creo que los creadores de sitios web dejaron esta pandemia permanente para no perder su mina de oro... — Suspiro Jacob.

Ahí llego una notificación sonora, era porque notificaba que una persona del mundo real quería contactar con Akihiro.

                — ¿Vecinos molestos?

                —... Hago buena voluntad con los viejos, no tengo tantos problemas con ellos.

                — Pues espero que un día me hagas buena voluntad. — Ronny se insinuaba de broma.

                — Siempre la hago, y puedes pedirla cuando quieras. — Sonrió coquetamente y lo miro a los ojos.

Se fue sin despedirse, Ronny quedo avergonzado.

                — Era una broma...

Akihiro dejo sus aparatos fue hacia la puerta, se encontró a una apacible señora avejentada de cabello corto.

                 — Hola Aki... Se que sabes sobre como instalar componentes de vigilancia... sospecho que mi niño anda en malos pasos y quisiera que me ayudes...

                 — Actualmente hay muchos virus rodando... hay personas que pueden detectar virus... aunque no sería tan malo si se da cuenta que es un hacker...

La señora se asustó y puso su mano sobre su boca.

                — Pero claro que si... ellos solo te quieren robar tu consciencia y poderte quitar todo...

Akihiro dio un bufido y miro a otro lado.

             »— Si supiera que soy uno de ellos...

Suspiro y miro hacia la señora.

               — Mire, le ayudare, pero solo le tengo esto como reflexión... nada es lo que parece. — Saco unas llaves de su casa y cerró su puerta. — Tengo que comprar unas cosas, para ayudarlo.

En realidad, le ayudaría a ella y a su hijo a poderse dejar de dominar por los aparatos, así podría hacer su buena acción del día... en el mundo real...

...

Connor fue hacia su departamento tras haberlo logrado obtener su numero  y cerró la puerta, buscó su contacto y bingo, estaba registrado como Akihiro. Ni entendía como es que ese chico le había puesto hasta sus datos personales, su WhatsApp, su correo electrónico, su Facebook, su Discord... tantas redes que el suspiraba de tanta alegría y bailaba la macarena de la gran bendición que tenía. Aunque también le había dado su ID de contacto al mundo virtual; incluso destaco que sería más fácil encontrarlo ahí, pero no lo haría, no rompería su movimiento, su palabra de honor, pero aun podía con las otras redes sociales, no estaba detrás de una piedra para no estar al menos en la web.

Se hizo una muy buena comida, una carne asada con papas fritas en manera delgada y una rica soda de cola. Su día era completamente excelente. Lo mejor es que seguía incluso entretenido su mente en cómo iba la producción de los primeros modelos del aparto que recién lo había bautizado como el MedkTeK, un nombre simple pero preciso para lo que se buscaba hacer en beneficio de la humanidad.

Sin embargo, cuando volvió a ver el numero de Akihiro, se quedo mirando hacia el número de él, por una parte, quería llamarle, por otro lado, sentía que, si lo hacía, diría una tontería y el chico le colgaría porque notaba que era de una actitud demasiado firme y a un tonto como él nunca lo tomaría enserio; eran demasiados pensamientos que terminaría quedándose en un bloqueo y terminaría hospitalizado.

Esos pensamientos relatados eran reflejados en su actitud, suspirando y armándose de valor.

                   »— Tal vez debería intentarlo. — Levantó su mirada y frunció sus cejas. — Tal vez no... — Se volvió a agachar.

Pero volvió a tomar el celular e intentó marcar... pero se detuvo mientras lo intentaba... solo quedo con el rostro rojo y lo soltó, dando un suspiro. Sostuvo su rostro y miro al suelo bastante pensativo.

               »— Si le intento llamar quedare como un estúpido, él nunca me hará caso por lo tonto que soy... el se quedara solo y triste sin mi... — Empezó a morder su celular con miedo. — O peor, estará con otro hombre, se casarán, moriré solo y mi fortuna se ira al corrupto gobierno en lugar a los pobres y dejare a Norman solo.

Se golpeo su frente en la frente.

                 — ¡Soy un cascarrabias fracasado!

Mientras ocurría la decidia de Connor para llamarle, Akihiro empezó a ir a su edificio y finalmente dio con el departamento de su vecina, donde tocó. La señora había abierto la puerta, estando con una suave sonrisa en su rostro.

                  — Aki... que bueno que ya estas, pasa, logre que el se despegara de su Ellex.

Akihiro paso y el niño quedo asustado al verlo, sobre todo se veía en el sudor en su rostro.

                    — Saluda al vecino, nos viene ayudar.

El niño tragó saliva y miro hacia Akihiro.

                    — H-hola...

Akihiro miro hacia el niño por un momento.

                  — Necesito unas manos extra, su hijo podría ser de ayuda...

La señora sonrió suavemente.

                  — Ayuda al vecino Felix, yo seguiré haciendo de comer.

Modificó las piezas en el cuarto del niño, constantemente le estaba pidiendo piezas, pero en realidad era porque quería que niño supiera como se modificaba, al mismo tiempo lo hacia con el Ellex de la señora, que solo iba a modificar ciertas cosas, para que el toque que provoca la inconsciencia deje de activar la amígdala, responsable de provocar miedo y en su lugar active el sistema límbico que era el responsable de generar alegría.

Y se preguntaran ¿Y porque no pudo haberlos modificado para que tocaran el sistema límbico de Akihiro? Pues si tienen la modificación, pero parece que no funciona ese toque que activa su sistema límbico.

Ahí fue cuando Akihiro miró hacia el niño... Felix.

                  — Tu abuela es una histérica... ¿No lo crees?

El niño bufo nervioso y miro al suelo.

                — No hay ningún problema que empieces en los pasos de un hacker... somos los antihéroes del mundo virtual... — Le entregó su Ellex alterado, como él lo tiene alterado. — Solo supera a los códigos... para que puedas combatir todos los malware, si dejas que uno te invada, puedes morir. El teclado sirve para que cambies la señal que te deja inconscientes, el mando es un interruptor de ejercía, si hay una emergencia demasiado fuerte, úsalo, pero el costo es perder tu identidad.

                  — ¿Perder identidad?

                 — Cuando el grupo oficial se da cuenta que estas rompiendo sus reglas, ellos bloquean tu IP y no tienes manera de volver al mundo virtual. Dicen que normalmente ellos tratan de volver... pero por alguna razón nunca se encuentra su nueva identidad... Pero eso es muy pronto para ti, tu primera tarea es combatir los malware. Aunque también suele pasar cuando un malware ataca sin cesar a uno de nosotros y usamos ese botón de emergencia. — Dio una pequeña mueca. — Solo por favor, no actúes sospechoso, y no le digas a tu abuela que te dije todo esto... no puedo dejar que todos sepan a lo que me dedico.

No podía decirle que probablemente los creadores estaban coludidos con los gobiernos y que podrían ser arrestados en cualquier momento y podían borrar rastro de todo lo que habían hecho.

Era extraño como es que Akihiro podía abrirse más fácilmente con un niño que un adulto, pero era muy simple, Akihiro le gustaba darles la verdadera influencia correcta a los niños, ellos son el futuro del mundo, pero si son esclavizados al igual que sus padres, simplemente seria un ciclo sin fin, aunque también el mismo era esclavo de ellos, era curioso el hecho.

                  — ¿Y entonces que le habías hecho a los Ellex de mi abuela, no tienen las mismas modificaciones que los míos?

                  — Fácil... los de ella cambiaron su zona de toque, ahora dejara de preocuparse porque ahora tocara al sistema límbico.

El chico lo miro contento, y así salió con la buena noticia su abuela. La señora contenta fue hacia Akihiro y lo miro.

                 — Muchas gracias Aki ¿No quieres comer? Es lo menos que te debemos por ayudar con nuestros Ellex.

Aunque la señora miro intrigada por la diferencia de modificaciones que había hecho Akihiro.

                  — Solo una pregunta ¿Por qué mis Ellex no tienen ese teclado y ese mando?

Akihiro observo en silencio y la miro.

                  — El teclado tiene funciones de interrupción segura de manera manual, si su hijo se topa con virus que rompan la barrera física, usted fácilmente podrá ver como empieza a tener reflejos en sus extremidades, significa el virus está rompiendo la barrera, para eso debe de apretar Alt+F8+Mayus, el sistema sacara un holograma para preguntarle si realmente desea interrumpir el sistema y pondrá sí. A continuación, el teclado le pedirá usar el mando y moverá en varios círculos, así podrá sacarlo del juego, pero perderá su identidad en el juego, pero puede volver a tener otro. Se lo hice debido a que han informado un alza de Malware, es por eso. Su Ellex tiene una modificación de seguridad, bloqueara sus movimientos si un malware la ataca y rápidamente la sacara del juego si es que pasa, y también perderá su identidad.

La señora quedó impresionada. Y tomo sus propias manos en forma de agradecimiento.

                   — Perfecto... ¿Ahora que tal si vienes a comer un poco?

Akihiro puso su palma de su mano a la vista en manera que señalaba que no quería.

                  — Gracias por su oferta, pero es demasiada molestia... además tengo que trabajar, disculpen... me tengo que retirar.

                  — Gracias señor Akihiro. — Dijo Felix.

                  — No me digas señor, Felix. Todavía soy joven, cuando veas a alguien joven como yo, dile solo por su nombre, o en el caso de las mujeres, señorita.

Se fue a su departamento, comió e hizo sus necesidades antes de empezar a jugar.

...

Había pasado ya la noche y Connor seguía bastante indeciso para marcarle a Akihiro y acordar la cita, aunque seguía pensando que era sospechoso la manera en que había tomado su celular solo para un simple contacto, pero no importaba; estaba eufórico por eso, estaba en su departamento y era de noche. En ello Norman lo interrumpió al entrar al departamento, había tenido que arreglar los detalles de producción. Mientras Connor era mas planeación, Norman ejecutaba toda la acción, por eso eran dos lideres en el equipo, pero el liderazgo no estaba peleado, de hecho, estaba bien equilibrado.

La pregunta de esto ¿Por qué existía tanta confianza entre ellos? En primer lugar, ellos como grandes hermanos, vivían juntos; sin embargos sus vidas la llevaban por separado, pero siempre en la noche hablaban de cualquier cosa. El segundo punto es que confiaban mucho entre sí, muchas veces Connor llegaba interrumpir momentos candentes de Norman con cualquier chica que haya seducido. De verdad eran hermanos del alma.

                  — ¡Alo Hawaii! — Abrazó a Connor y miro el contacto curioso. — ¿Akihiro? — Dio una expresión de sorpresa. — ¿Es ese japones del que hablabas? ¿Realmente conseguiste su contacto?

                  — Fue muy fugaz, pero lo mejor de mi vida...

Norman dejo de sonreír por un momento, pero después de un poco de silencio de su parte agito ligeramente a Connor.

                  — Bastante genial... — Lo agito un poco. — ¿Y cuando lo llamaras?

Connor se sintió lo suficientemente motivado para marcarle, pero volvió a echarse para atrás y miro hacia Norman.

                  — Pronto...

Pasaban los días de la semana y seguía la misma pregunta

Jueves

                  — Pronto...

Viernes

                  — Pronto...

Sábado.

                  — Pronto...

Domingo...

                  — Pronto...

Lunes...

                  — Pronto...

Martes...

                  — Pronto...

Y finalmente en el miércoles, Norman estaba harto.

                  — ¿Y ya lo harás?

                  — Pronto... — Seguía diciendo Connor.

                  — ¡Ay ya!

Norman tomó su teléfono y marco al numero de Akihiro.

                  — Listo, ya está el número, espero no digas tonterías, y puedas acordar una cita con ese japones.

El teléfono marcaba y Connor estaba nervioso, quería colgar el teléfono, pero Norman dio una mirada aprensiva y evito que Connor colgara el teléfono. Así con el tiempo, la llamada fue recibida.

                    — ¿Connor? — Dio un bufido. — Que bueno que te armaste de valor.