Busque en internet aquel nombre, el resultado, Un Dios Nórdico de las travesuras, mentiras y el engaño, ¿porqué un Dios vendría a verme? Nunca había visto este tipo de cosas, no es de mi interés la mitología, pero aún así su nombre estaba ahí, además de que ninguna imagen sobre este tipo se asemejaba a quien yo había visto esa vez,"creo que esto no está bien, buscando un ser imaginario", apague el monitor y me tire en la cama, — estoy segura de que es algo mental, tendré que ver un especialista,— dije mientras cerraba los ojos.

—Me siento débil, sigo llegando a este lugar y no se la razón, algo en ti me atrae, sabes no he podido regresar a mi hogar, otras veces dudo dónde es eso y quién me espera, siento que estoy olvidando cosas, ¿Estás escuchando? Quiero suponer que si, te preguntaré de nuevo ¿Por qué sabes mi nombre?— Ahí estaba otra vez esa voz, abrí los ojos y después empecé a moverme muy despacio, mire hacia donde provenía la voz y ahí estaba sentado en el suelo en el rincón como un niño regañado—te escucho, y te veo, contestando a tu pregunta de porque se tu nombre, la verdad no lo sé, solo vino a mi mente y lo dije, lo busque y decía que eres un Dios— espere a que aquel ser no desapaciera, al fin me miró a los ojos y dijo— Si, soy un Dios de Asgard ahora recuerdo que así se llama mi hogar, he tratado de regresar pero siempre termino vagando en lugares oscuros y apartados de todo, pero no se cómo es que llegó a esos lugares, me estoy cansando, llegué aquí porque ví una luz tan radiante que me hizo sentir algo conocido, pero veo que no  obtendre respuesta— terminando de decir esto llevándose las manos a la cara, sentí un dolor en el pecho y de repente a mi mente llegaron imagenes, un palacio, un martillo, un puente, un cuerpo llaciendo en el piso, y de mi boca salió decir —Ya no existe, todo Asgard se perdió, y yo...— la criatura cambio de color a tono pálido y sus ojos rubí se volvieron esmeralda, se acerco a mí tomándome de las manos—¿Qué acabas de decir? Que es eso de que se perdió, estás mintiendo, mientes, hermano dime ¿Por qué no puedo encontrar un camino con nuestra familia?—termino sollozando sobre mis piernas, que había sido todo eso, me llamo hermano, y además porque empecé a llorar junto con él, un instinto me hizo tomarle las manos y las guíe hacia mis sienes y fue cuando salió, cuando los dos comprendimos el porque de nuestra conección.

Después del Raknarok viajabamos en una nave con dirección hacia la Tierra, discutíamos como siempre, decías que si era buena idea llevarte ahí después de lo de Nueva York, cuando otra nave apareció, en está venía Thanos, te pusiste tan nervioso al saber que era él, por primera vez pude ver el miedo en tus ojos, dijiste que teníamos que idear algún plan para librarnos de ese tipo, te dije que lo venceriamos, pero todo se salió de control ni siquiera Hulk pudo ayudarnos, ¿Por qué tenías que tomar el Teceracto, porque no dejaste que se perdiera en la destrucción de Asgard? Tonto e idiota, hubieras dejado que me matara con tal de no entregarle esa maldita cosa, quisiste ser el héroe y tuve que verte morir otra vez, me aferré a tu cuerpo inerte, tenía la esperanza de que hubieras hecho uno de tus trucos y aparecieras de algún escondite pero nada paso, la nave explotó y no supe más hasta que desperte en aquella nave llena de tontos, una parte de mi deseaba haber muerto junto con esa explosión mientras te abrazaba, pero ahora se me antojaba más conseguir un arma que matara a ese titán loco y hacerlo pagar, vengar tu sacrificio, hubo una batalla si, pero en ella perdimos a la mitad de los seres del universo, yo fallé al no cortarle la cabeza, no pude matarlo en esa ocasión, pero después de fundar la Nueva Asgard en la tierra y sumirme en la miseria por años apareció una oportunidad más para poder traer a todos devuelta después del chasquido de Thanos, dudé mucho pero al final lo logré y cumplí con mi cometido, pero para ser sincero el cortarle la cabeza  no me satisfizo, en vez de ser un rey decidí buscar batallas en la galaxia, busque la muerte digna en cada confrontación para así llegar al valhalla y encontrar a todos de nuevo, fue así como un día una lanza atravesó mi corazón, sonara tonto pero sentí felicidad después de miles de años, a mi mente solo vino que pronto vería a mis padres, mis amigos y sobre todo a mi hermano, con esa esperanza me deje llevar.

Ahí estaba ante mis ojos esas puertas labradas en oro tan majestuosas dónde una Valquiria me recibía con un cuerno para beber y dejarme entrar al Valhalla, al ver a mi madre corrí hacia ella para abrazarla, ahí estaban mis amigos gritando mi nombre cómo en los viejos tiempos, mi padre no perdía su imponente presencia y solo me colocó una mano en el hombro, busque a mi hermano, pero madre solo negó con la cabeza y después dijo—Loki no está aquí, Hela lo reclamó antes de que llegara a las puertas y desde entonces está en el Hel— No podía aceptar eso, tenía que buscarlo, les dije que iría a buscarte, me trataron de convencer de que no lo hiciera y quedarme con ellos, me advirtieron que si me iba ya no podría entrar de nuevo ahí y que vagaria en la nada por la eternidad, no podía quedarme ahí si no era que todos estuviesemos juntos, tomé la decisión de ir a buscarte.

Llegar al Hel no fue tan difícil ya que al salir del Valhalla y que se cerraran las puertas fui llevado por la obscuridad, desperté en un lugar sombrío, era como un bosque consumido por el fuego, y una niebla cubría la mayor parte del lugar, caminé y caminé, en algunas ocasiones grite tu nombre pero no hubo respuesta, parecía que no importaba hacia donde caminara no había a dónde llegar, hasta que una risa rompió el silencio del lugar, y un olor nauseabundo inundó el ambiente—Nunca pensé en ver a alguien como tú por aquí, te he estado observando bastante tiempo desque que llegaste, si estás buscando a tu supuesto hermano, déjame decirte que no está aquí, ese ser encontró la manera de evitarme, pero el tonto quedó entre la obscuridad de los mundos— terminó de decir aquella criatura llamada Hella, me deje caer de rodillas, y comencé a golpear el suelo con mis puños, grite hasta que no pude más, Hella solo me miraba sin más expresión en ese rostro medio descarnado, hasta que volvió hablar,—ese tonto dijo que tenía que regresar contigo, sabía que sufrías su pérdida por eso a trato de buscarte, almas tan unidas como las de ustedes dos me dan lastima, pero bueno, creo que puedo ayudarles, he sentido que la escencia de tu hermano es intermitente entre aquí y Midgard, hagamos este trato, enviaré tu alma a Midgard y nacerás, creerás y morirás como uno de ellos, en ese tiempo de vida tal vez puedas encontrarlo, si no es así comenzarás de nuevo el ciclo hasta encontrarlo, cuando pase eso le pondrás está runa, y los dos regresaran a mi— puso en mi mano la runa y está se metió en ella,—y ¿cuando regresemos aqui, que pasara después?— pregunté, —Tal vez lleguemos a un acuerdo.—