¿Quiénes son estas personas?
— No podrás usar tu auto — numeraba su mamá todas las restricciones que habría de ahora en adelante a causa del incidente que había tenido por el consumo de... eso
— Cuando salgas con tus amigos deberás avisarme antes y tu hora de llegada debe ser máximo a las ocho en punto, sino adiós salidas igualmente.
— ¿Tengo auto? — pregunta cubriéndose la boca con asombro.
¿Cómo podía haberse olvidado de esta vida, si era increíble?
— Dios mío, escúchate, lo que provocas por irresponsable. Hoy después de la escuela iremos con un neurólogo.
— Hoy no pue — su madre le dedicó una mirada de advertencia — está bien, mami.
La mujer le dedicó una sonrisa complacida a su hijo y siguió manejando hasta llegar a su destino.
Estaba de más decir que Baekhyun no conocía este lugar.
Esta escuela era enorme, dos edificios enormes color amarillo pálido con ventanas distribuidas estratégicamente y entre ellos un par de grandes columnas de piedra sostenían un arco del mismo material, decorando el comienzo del pasillo que daba entrada a la Universidad.
Se limitó a despedirse de su madre, por ahora hacerle preguntas a ella no era lo ideal.
Camino a través de aquellas grandes construcciones no sabiendo realmente a dónde se dirigía.
Parecía un cachorrito asustado, todos lo estaban viendo de forma burlesca.
— Baekhyun, ¿hoy vas a confesarte a Kyungsoo? O ¿por qué vienes tan rosita? — se burló un chico que estaba recargado sobre la pared de un edificio con cuatro chicos más.
Baekhyun volteó y lo miró fijamente, se acercó despacio y preguntó:
— ¿Disculpa? ¿Kyungsoo?
— No te hagas el idiota, todos sabemos que engañas a Lay con él.
Abrió mucho los ojos con horror, él no engañaba a su novio con nadie. Espera ¿quién era Lay?
— ¿Quién es Lay?
— Hoy de verdad te estás pasando de imbécil — escupe esas palabras cargadas de desprecio por su persona.
El grupito se fue de ahí ignorando totalmente la pregunta de Baekhyun.
Deambuló unos minutos más sin rumbo alguno hasta que un hombre mayor se acercó a él.
— Señor Byun, hasta que se viste decentemente — comentó con burla.
Parece que todos tenían algo que decir sobre la forma en que se vestía.
Nuevamente se había vestido con un conjunto comprado por su madre, consistía en un pantalón de mezclilla blanco y un suéter de pana color rosa.
Rebuscando entre todas sus prendas notó algo peculiar. Todas las camisas eran cortas, le llegaban arriba del ombligo en incluso más. Muchos de los pantalones eran a la cadera y el resto le quedaban tan pegados al cuerpo que no lo dejaban respirar.
¿Así era como se vestía? Ahora entendía por qué las miradas curiosas y los comentarios mordaces.
— ¿gracias? — dijo sin tomarle verdadera importancia.
— No era un cumplido. Salón E27, ahora — habló firme y desapareció entre el tumulto de estudiantes.
Caminó dentro del edificio tratando de preguntar la ubicación del salón E27, recibiendo respuestas como "Aún recuerdo cuando me llamaste perra, jódete Byun".
Notaba que no le caía bien a las personas, y lo peor de todo es que no sabía por qué.
Sintió a alguien jalarlo desde atrás con fuerza, fue arrastrado hacia un salón vacío y entonces cerraron la puerta tras él.
Alguien lo abrazó por la espalda, hundiendo la cabeza en la curvatura de su cuello dejando pequeños besos.
La piel se le erizó, no podía ser él, ¿o sí?
Rompió el abrazó para encarar a la persona.
— Me dijiste que nos viéramos aquí, ¿qué pasa?
Un chico de piel nívea, ojos grandes, mejillas rosadas y labios hermosos estaba frente a él hablándole con su profunda y suave voz.
— Yo...
— ¿Es sobre mi confesión en San Valentín?
— Eh...
¿Y ahora que decía?
— ¿Terminaste con tu novio?
— ¿Qué? No, jamás. Lo amo.
La cara de decepción del menor al escuchar sus palabras lo hizo sentirse mal, de alguna forma.
— Me dijiste que terminarías con tu novio porque yo te gustaba, ¿estás jugando conmigo?
— Perdón, no quise lastimarte.
— ¿Lo que hicimos no significó nada para ti? — preguntó al borde del llanto, sus bellos ojos volviéndose cristalinos — Me entregué a ti, mi primera vez fue contigo, ¿por qué me haces esto?
— Yo... — no podía responder, diablos.
¿De verdad quería a esta persona? ¿O sólo estaba jugando con él? Mierda, en estos momentos deseaba tanto "recordar".
— Vete con la mierda que tienes por novio — Wow, ¿a dónde había ido la vocecita cargada de dulzura? — te mereces todo lo que te hace.
Salió no sin antes dedicarle una última mirada cargada de ira.
Ya no quería tener más encuentros desagradables, estaba cansado, ¿qué clase de vida de porquería es esta?
— ¿Otra vez Kyungsoo? — preguntó entrando por la puerta un muchacho de mejillas regordetas — ¿Dime una cosa vas en serio con él o sólo estás jugando?
Suspira con cansancio — Me pregunto lo mismo.
— Vamos a tomar después de clases — sugirió muy seguro de sus palabras, sin importarle que ese día fuera lunes.
Sabía dos cosas: Uno, este tipo era su ¿amigo? y dos, ahora también era un borracho.
— No puedo, iré al neurólogo.
— ¿Al Neuqué? ¿Para qué?
Baekhyun ve su expresión confundida.
— Parece que consumí algo o me di un golpe muy fuerte en la cabeza porque no recuerdo nada.
— ¿Qué si consumiste algo? Yo diría que consumiste todo, parecía que te ibas a morir. Chanyeol y yo tuvimos que ir a dejarte a tu casa, no sabes lo difícil que fue subir y meterte por la ventana — se reía al recordar los sucesos de esa noche — por cierto, Baek, tomé dinero de tu billetera para irnos en taxi.
Le parecía increíble que se burlara de su situación. ¿En verdad era su amigo?
— Sí, está bien, gracias por llevarme — dijo de lo más normal ocultando su molestia, lo que provocó una carcajada a su "amigo"
— ¿Desde cuando eres tan educado? Mierda, ahora sí te pasaste con tu consumo.
El más bajo le dio unas palmadas algo fuertes en su espalda y se alejó de él corriendo para saltar a los brazos de un tipo que venía caminando hacia ellos. Lo vio envolver sus piernas en la cintura del alto y besarlo de una forma muy desordenada y totalmente vulgar frente a las miradas morbosas de los demás.
Joder, ¿quiénes son estas personas?
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