—Mierda. Son unos estúpidos. —La voz molesta de Jimin alerta al alfa sentado en el balcón.

     Los pasos del chico resuenan por la casa, y el bote de la basura de la cocina hace un chirrido que reconoce de inmediato el alfa. Una vez que ve la sombra de Jimin pasar de regreso a la sala, JungKook se levanta de su lugar y camina sigiloso hasta la cocina, abriendo el bote. Al fondo de él, una hoja arrugada reluce en la soledad.

      Jeon JungKook entrecierra sus ojos, y revisa por sobre su hombro que Jimin no esté cerca. Un segundo después, su brazo adornado en su extremo con un anillo dorado, se extiende hasta alcanzar el papel y alzarlo. Sus cejas se arquean, y al verlo con más claridad, suspira con tristeza, con ganas de llorar. Intenta alisarlo entre sus ásperas manos, pero no logra dejarlo como nuevo. La última hoja del álbum de bodas fue un error de impresión por parte de los fotógrafos.

     Sin dudar, el alfa lo dobla por la mitad, guardándolo en su bolsa y camina regreso al balcón, para observar al satélite.

      —Tal vez en otra vida —susurra JungKook a la luz de la luna y aplaude dos veces.

Tal vez en otra vida.