Aquí el extra...

$disfrútenlo!!!!

~Comienza~

¿Cuanto tiempo es que paso?.... creo que 2 años, si ¡2 malditos años! O sea 17 meses, más 9 días con un total de 18 horas desde la media noche, y aun lo espero.

Que miserable suena eso. Mientras corto leña en el patio trasero de la cabaña aun espero a que regreso. Incluso hay noches en que sueño el estar entre sus brazos. Porque evidentemente me enamore perdidamente de aquel demonio cabeza de triangulo.

Suspiro bajando el hacha. Muero de calor, quizás debería entrar a la casa... pero algo pasa por mi cabeza. Una sonrisa burlesca con mechones rubios meneándose con el viento. No puedo evitar abrir los ojos sorprendido. Suelto el instrumento para luego salir corriendo a lo profundo del bosque. 

No puedo estar tan mal, es él... esta aquí, lo sé.

–Pino...– me detengo en seco. Giro la cabeza sin parpadear ¿Desaparecerá si lo hago? Se encuentra al frente mio. Con el ojo aun parchado, esa sonrisa que siempre me hizo estremecer. Se ve mejor que antes –te extrañe– murmura para mi. No puedo evitarlo soy impulsivo.

–¡Bill!– grito para luego correr a sus brazos. Lo estrujo lo más fuerte que puedo empezando a llorar –yo... también te extrañe– en verdad me es imposible evitar que todos estos sentimientos se vean.

–Si... deja de llorar– me acaricia el rostro limpiando los rastros de lagrimas. Acerca sus labios a los míos siendo gentil en el contacto –te amo– y los aprisiona con fuerza y pasión.

Lo acepto, esto es increible.

Le rodeo el cuello con mis brazos intentando acercarme más, él lo hace lo mismo solo que con mi cintura. Me separo para tomar aire y volver a juntarlos. Esta vez las lenguas se tocan. Paso mucho tiempo desde su ultimo encuentro. Deben disfrutarlo al máximo ahora.

–Y yo a ti– lleno de vergüenza lo admito. Dolido por todo lo que anhelo y lo perdí, jamás lo dejare ir.

Me toma en sus brazos y me levanta en el aire girándome como si fuese un niño. Aunque ahora tenga 17 años sigo siendo más bajo que él. No me importa que me haga esta clase de tonterías, es feliz y yo también lo soy. 

Me baja con sumo cuidado, veo que aun no puede superar lo que paso hace ya siglos. Me toma de la mano derecha besándolo con caballerosidad. Esto es muy vergonzoso.

–Hace tiempo te pedí que te cazaras conmigo...– no puedo evitar sorprenderme al oírlo, lo observo sin borrar la expresión, no se que decir –Pino aceptó... pero ahora quiero saber si Dipper también quiere hacerlo– sonríe, pero puedo notar la tristeza.

–Si quiero– aunque sea un murmullo se que me escucho. Me mira con sorpresa –¡Por supuesto que quiero!– entonces me lanzo de nuevo a sus brazos besándolo de la manera más inocente que puedo.

Porque es inocente. Lo que paso, ahora y antes, vivimos y morimos porque así es la existencia, pero jamás se olvida. Nadie lo hace... el amor es eterno. El nuestro aun más.

Fin.