La Liga de la Justicia
Los personajes de Naruto no me pertenecen si no a Masashi-Sama...
Capítulo 8
"La liga de la Justicia"
Dos meses habían pasado desde el inicio de clases. Hinata estaba trotando en la clase de gimnasia mientras pensaba que se acercaba el cumpleaños de Naruto y todavía no se le ocurría qué regalarle.
En la escuela iba todo más que bien, aunque ella seguía teniendo "bromas" por parte del grupo de Karin. Pero hace un par de días que la habían dejado de molestar y eso le parecía extraño, pero tampoco le desagradaba. Naruto seguía teniendo problemas con el grupo del Uchiha, pero ya no se dejaba golpear ya que sabía defenderse. Pero sólo hacía eso, nada de golpear y menos en la escuela.
Hinata se detuvo al escuchar el silbato de Anko-Sensei y se dispusieron a elongar. No tenían otros amigos, sólo eran ella y Naruto y por eso ella hacía casi todas las tareas sola. Cuando el profesor mandaba un trabajo en grupo, él siempre tenía que colocarla en alguno ya que nadie la quería en suyo.
El nuevo director era estricto, pero Hinata se dió cuenta que hacía la vista gorda con los más adinerados y eso le molestaba de más, ya que esos eran Uchiha con su grupo y Karin con el suyo. Era totalmente injusto y por eso ellos no se preocupaban a molestar a mas alumnos.
Una vez que la clase termino la oji perla se fue a las duchas, fue la última ya que la Sensei le había pedido que la ayude con los materiales. Al entrar escucho las risas que odiaba y pudo apreciar que una chica de cabello castaño claro era mojada con valdasos de agua helada. La chica lloraba y pedía que la dejaran en paz, cuando se acercó pudo distinguir a Tamaki, una chica que había entrado por una beca, por lo tanto su familia era muy humilde. Varias veces se había dado cuenta que la cargaban porque su uniforme era algo viejo y desteñido. Por lo que sabía iba al aula de su amigo Naruto.
Cuando Karin la empujó diciéndole algo que no llegó a oir, apretó sus puños y fue a ayudarla. Ella no dejaría que molestaran a nadie frente a ella.
-¡Hey!¡Déjala Karin!- Su grito fue fuerte y estaba justo detrás de la pelirroja.
Tamaki levantó los ojos color miel con asombro y agradeciendo hacia ella, y Karin la miro por encima del hombro confundida.
-No te metas rarita.- Le contestó ella para darse vuelta de nuevo hacia la castaña.
-Basta Karin.- Volvió a repetir.
La pelirroja se volteó con gesto de cansancio y cuando la miró, sonrió de medio lado colocándose una mano en la cadera.
-¿Quieres recibir otra lección?- Apenas terminó de hablar hizo un gesto con la mano a sus amigas y dos quisieron agarrarla de los brazos.
Apenas las chicas dieron un paso a su dirección, Hinata se puso en guardia. Cuando la primera la agarro del brazo que tenía extendido ella movió su muñeca provocando que los roles se reviertan y empujó a la que tenía agarrada con la otra. Una pelinegra aprovecho que había quedado atrás, la tomó de la cola de caballo y tironeo de su pelo. A Hinata la tomó desprevenida y gritó al sentir el dolor en el cuero cabelludo. Llevó su mano derecha para agarrar la mano de la chica que la sostenía del pelo y giro el cuerpo con rapidez para no darle tiempo a pensar, levantó su cabeza provocando que un alarido saliera de la pelinegra que la soltó de inmediato al sentir el dolor en su brazo por la llave que le hizo. Se volteó de nuevo al sentir que alguien se acerca a su espalda y agachándose pudo esquivar la patada que iba a su cabeza. Cuando se estaba irguiendo hizo un paso hacia el frente y con todas sus fuerza plantó su palma en el estomago de la chica, que se calló de espaldas mientras tosía para recuperar un poco de aire que Hinata le había sacado. La oji perla vió a Karin que tenía los ojos abiertos de par en par junto con su amiga rubia. Hinata sonrió de lado y la pelirroja la miró con furia en los ojos rojos.
-Vamonos. - Dijo Karin sin dejar de mirar a la oji perla. -Esto no queda así...
La pelirroja comenzó a caminar seguida de sus amigas, aunque a la última le costaba caminar mientras se sostenía el estómago. Hinata no dejó de mirarlas hasta que salieron de las duchas y entonces dirigió su mirada a la chica que parecía un pollito mojado. Se acercó a ella y le sonrió.
-¿Estás bien?- Le preguntó casi con ternura.
Tamaki se sonrojó con fuerza y trató de sonreír.
-G-Gracias...- Susurró al bajar la mirada.
-No te preocupes.- Dijo haciendo un ademán con mano restándole importancia. -¿Tienes para cambiarte Tamaki?- La chica escurría agua por todos lados.
-Bu-bueno... y-yo...
Hinata sonrió al sentirse tan identificada con la castaña, pensó que le hubiera gustado que alguien la haya defendido cuando fue atacada esa vez.
-Toma. - Le extendió su bolsito con su uniforme del instituto con una gran sonrisa.
Tamaki abrió los ojos de par en par y no dejaba de temblar abrazada a ella misma.
-¡Vamos! Acéptalo..
La vio dudar unos segundos y terminó extendiendo la mano para tomar lo que ella le ofrecía. Tamaki la vio con los ojos brillos y sonrió.
-Gracias.
Hinata ensanchó más su sonrisa y se llevó ambas manos a su espalda.
- Báñate, si quieres te espero afuera.
-Pe-pero tú...
-¡Vamos!Ya te he dicho que no me molesta.
Hinata comenzó a caminar afuera de las duchas sintiéndose eufórica con ella misma. Se sentía tan bien ayudar a alguien al cual molestaban y decidió que tampoco dejaría sola a Tamaki.
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Varios días después se podía ver a los tres entrando por la puerta del instituto. Hinata, Naruto y Tamaki. Las dos chicas se hicieron buenas amigas y ya el rubio no se aburría tanto en clase al tener una amiga más.
Pronto en la escuela se corría el rumor que Hinata había peleado con las amigas de Karin y les había ganado. A ella le decía de una forma que no le gustaba y a Naruto le gustaba cargarla con ese sobrenombre.
La mujer maravilla...
-¡Naruto-Kun! Te dije que no me digas así...
Se quejó Hinata con un adorable puchero y las mejillas apenas teñidas de un rosa, mientras el rubio se reía a carcajadas y una risita se le escapaba a Tamaki.
-Es que te queda muy bien Hinata, dattebayo.- Le dijo Naruto cuando pudo calmar un poco su risa.
Los tres estaban en el comedor a la hora del almuerzo. Hinata por toda respuesta miró a su amigo intentando parecer mala y él sonrió más.
-No me engañas Hinata..- Le dijo él sin dejar de reír.
Tamaki no aguanto la risa y comenzó a carcajear sin poder evitarlo, estar con ellos dos era lo mejor que le había pasado desde que había recibido la beca.
-¡Tamaki! Tú también..- Se quejó la oji perla.
-Lo siento Hinata-Chan..- Una vez que la risa se le calmó le pidió disculpas.
Hinata frunció el labio e iba continuar con la comida cuando varios gritos se escucharon desde la puerta del comedor que daba al patio. Los tres miraron a esa dirección.
-¿Qué sucede?- Preguntó Hinata algo asustada al ver una aglomeración de alumnos.
-Vamos a ver.- Dijo Naruto al levantarse totalmente serio.
Las dos chicas también se levantaron y siguieron al rubio. Los gritos empezaron a ser más entendibles.
-¡Pelea!¡Pelea!- Coreaba una y otra vez todos los alumnos.
Los tres se hicieron espacio para llegar al centro. Los amigos miraron con horror como golpeaban a dos chicos, Naruto y Hinata se miraron sólo unos segundos y ambos fueron a ayudar a los dos que recibían una golpiza. Hinata fue directo al peliceleste que tenía agarrado a un chico del cuello de la camisa, mientras éste estaba tirado en el suelo y le daba puños en el rostro una y otra vez. Naruto fue hacia el moreno que estaba a horcajadas del otro chico que se cubría con los brazos para no recibir golpes en el rostro como su amigo.
Hinata le pegó una patada en el costado a Suigetsu para sacarlo de encima del chico que tenía gafas ya rotas. El peliceste se cayó de lado y la miró con los ojos abiertos de par en par. Naruto agarró al moreno desde las axilas y lo tiró a un lado también. Ambos se pusieron al frente de cada uno que defendía, con fuego en sus miradas.
-¡Basta!- Gritaron los dos al mismo tiempo.
El moreno se levantó y golpeó a Naruto en el estómago con un puño, pero el rubio ni se inmutó. Naruto lo observó con una sonrisa ladeada cuando el otro lo observó casi con miedo. Naruto le pegó una patada en el centro del pecho tirándolo unos pasos hacía atrás. Mientras Suigetsu también se había levantado, pero sólo miraba a Hinata, no se había acercado. Después de que ella le tirará una mirada de advertencia, la oji perla se agachó para ayudar al chico que estaba semi inconsciente. Pero pudo ver de reojo la intención de Suigetsu de atacar a Naruto por la espalda, entonces cuando se acercaba a su amigo ella le hizo una barrida tirándolo al suelo de nuevo. Justo en ese momento un par de preceptores hicieron acto de presencia, dispersando a la aglomeración. Tanto Naruto como Hinata se ofrecieron a llevar a los dos chicos heridos a la enfermería y los preceptores llevaron a los culpables de la pelea a dirección.
Tamaki ayudó a Hinata a levantar al chico de pelo negro, ojos pequeños y piel blanca, aunque ahora su cara estaba con varios moretones y el labio roto y sangrando. Naruto ayudo a levantarse a el castaño de ojos marrones, que no estaba tan mal que el otro chico, pero le sangraba la nariz. Una vez que llegaron a enfermería Hinata pudo identificar al par de amigos. Eran sus compañeros de aula, Shino y Kiba.
-Gracias.- Dijo Kiba que era el que mejor estaba cuando salió de la enfermería.
Tanto Naruto como Tamaki se habían ido a clases, mientras la oji perla se quedó con los dos chicos. Hinata sonrió al castaño que se veía muy avergonzado.
-No hay de que Kiba.- Le contestó y él la miró asombrado.
-¿Sa-sabes mi nombre?- Preguntó al salir un poco de la conmoción.
-¡Claro! Somos compañeros de aula. ¿Cómo está Shino?- La preocupación era real ya que de verdad le angustiaba como había quedado el chico de gafas.
-Amm, bien en lo que se puede decir.- le dijo al sentarse a su lado afuera de la enfermería.
Hinata sonrió algo triste y le extendió las gafas rotas que tenía en la mano, ya que las había levantado. Kiba le mostró una mueca parecida a una sonrisa también y las tomó.
- Está será la segunda que le rompen en el año.- Comentó sin siquiera darse cuenta y Hinata lo miró asombrada.
-¿Por qué?¿Los molestan mucho?
El castaño suspiró y miró la ventana que estaba frente a él con la mirada algo perdida.
-Con Shino nos conocemos desde niños, no somos muy parecidos, más bien somos todo lo contrario.- Dijo con una sonrisa y la oji perla no pudo evitar imitarlo. - A mi no me molestan, pero a Shino sí, es muy inteligente y callado. Es algo raro, le gustan los bichos y cosas así. Yo soy más temperamental, me gusta hacer deporte y los perros. Como verás no nos parecemos.- A Hinata se le escapó una risita.
-Pero son buenos amigos- No fue una pregunta, obviamente fue una observación. Kiba asintió.
-La pelea empezó por mi culpa al empujar al chico moreno que molestaba a Shino. No me aguanto que hablen mal de mis amigos.- La oji perla asintió, completamente de acuerdo con lo que decía.- De la nada apareció Suigetsu cuando me estaba peleando con el otro y golpeó a Shino. Él es cero violencia y no sabe defenderse, para nada y yo me distraje al querer ayudarlo y bueno...- Se encogió de hombros.- Nos dieron una golpiza hasta que llegaron ustedes.- Dijo mirándola al fin.
Hinata sonrió cerrando los ojos y el chico bufo molesto, entonces ella lo miró algo extrañada.
-¿Qué sucede?
-Es que...- Kiba se rascó la cabeza con decepción en sus ojos.- No creó que sea muy bueno para mi reputación que la Mujer Maravilla del instituto me haya salvado el trasero.
Hinata hizo una mueca al escuchar su apodo, pero río al escuchar lo último que él dijo.
-En todo caso el que te salvo fue Naruto, yo ayudé a Shino.- Le corrigió ella.
-¡Peor!- Dijo elevando las manos al cielo, como pidiendo clemencia y Hinata frunció el entrecejo.
-¿Por qué?
-Obviamente es porque...- Kiba se detuvo abruptamente al mirar de nuevo a la oji perla y su mirada denotaba advertencia.- Olvídalo.- Le dijo encogiéndose de hombros.
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Naruto estaba en la puerta del instituto con Tamaki, esperando que Hinata apareciera para irse a sus casa. Y quedo algo sorprendido al ver que su amiga iba hacía ellos, aunque acompañada por los dos chicos que habían ayudado ese mismo día. Naruto frunció un poco el entrecejo al ver como el castaño acariciaba la cabeza de Hinata como si fuera un perrito y ella reía. ¿Desde cuándo eran tan amigos? No pudo evitar preguntase.
-¡Hola Chicos!- Saludo Hinata cuando ya estaban cerca y Tamaki sonrió mientras el rubio hacía una mueca parecida a una sonrisa.- Quiero presentarles a mis compañeros de aula. El es Kiba- Señaló al castaño que saludo con la cabeza en una pose despreocupada.- Y él es Shino.- El chico de pelo negro hizo la misma seña que el anterior.- Ellos son mis amigos.- les habló a los dos chicos.- Ella es Tamaki y él es Naruto.
-¿Qué hay?- Preguntó el rubio intentando ser amigable.
-Oye Naruto...- Dijo Kiba rascándose la nuca y sin mirarlo.- Gracias por lo de hoy.- Le dijo en un susurro.
El rubio sonrió y le extendió la mano, el castaño enmarcó una ceja y lo miró. Luego observó a Shino que asintió con la cabeza, Kiba estrechó su mano y los dos sonrieron.
Dos más se unieron al grupo.
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Los rumores empezaron a ser cada vez más fuertes y esta vez incluían al rubio. Hinata estaba junto a Tamaki, habían ido a comprar unas sodas para el almuerzo y escucharon hablar a dos chicas frente a ellas...
- E escuchado que el rubio tiene un abdomen muy duro o así dijo Yuki..
-¿Y cómo sabe eso ella?
-¿No recuerdas que ella es amiga del chico que golpeó a Naruto?
Hinata alzó ambas cejas y prestó más atención a lo que decían, igual que Tamaki.
-Ah, es cierto...- Le dijo pensativa la amiga.
-Bueno el chico dice que lo golpeó con fuerza pero que su estómago era tan duro como golpear una madera...- Le contó más que emocionada, Hinata sintió sus mejillas arder ya que había visto a su amigo sin remera un par de veces gracias a sus entrenamientos y la verdad es que lo tenía como si estuviera tallado a mano.
-¡Wow!- Dijo impresionada la otra.
-¡Si!¡Wow!- La secundo al avanzar en la cola y comprar sus cosas.
-Debe ser muy fuerte...- Pensó en voz alta.
-Si la chica de pelo negro es la mujer maravilla, él debe ser Superman.- Dijo con una risita medio tonta pensó Hinata.
-No le quedaría mal, tiene lindos ojos.- Comentó la otra con la misma risita antes de irse.
Hinata frunció los labios mientras miraba como las dos chicas se iban, no le había gustado nada lo que habían dicho de su amigo. Tamaki sonrió y compró las sodas ya que la oji perla estaba muy pensativa.
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Naruto se dió cuenta que algo molestaba a su amiga ya que ni lo miraba ni hablaba. Le hizo una seña a Tamaki, preguntándole con la mirada que le pasaba a la oji perla y ella por toda respuesta se encogió de hombro y siguió hablando con los otros dos. Naruto se acercó un poco más a la distraída de su amiga hasta que ella noto su presencia y volteó el rostro para verlo.
-¿Qué sucede?- Le preguntó él algo preocupado y en voz baja.
Hinata sonrió algo desgana y negó con la cabeza, preocupando más al rubio.
-¿Segura?- le dijo acercándose un poco más, clavando sus ojos azules con los perlas de ella.
Ella no contestó, se quedó completamente congelada y Naruto tragó con dificultad al sentir como su corazón empezó a bombear con más fuerza. De pronto las voces que llenaban el comedor empezaron a apagarse y sólo era consciente de ellos dos. De como las mejillas de Hinata comenzaron a colorearse de rojo y su respiración empezaba a ser más superficial. También él empezó a sentir más calor, sus manos empezaron a sudar sin razón aparente y sentía que su corazón en cualquier momento haría un agujero en el pecho por la forma que lo golpeaba.
-N-No... es na-nada..- Tartamudeo ella y Naruto guío su vista a los labios de su amiga.
¿Siempre fueron tan rosas y regordetes? Se preguntó. Vio como ella se mordía el labio inferior y la idea loca de querer saber su sabor paso por su cabeza, pero rápido la desecho y volvió a mirarla a los ojos con una sonrisa.
-Bien.- Lo único que fue capaz de decir, para volver al votaear el rotro y tomar de un sólo trago el resto de gaseosa al sentir su garganta seca.
El bullicio del comedor le llegó a los oidos al desviar la vista de su amiga y aunque ya no la estaba mirando sintió a su corazón como si hubiera terminado de entrenar con Jiraiya. No entendía lo que le quería decir su cuerpo con esas reacciones. Estuvo algo pensativo hasta que Kiba le habló.
-¿Sabes que he escuchado Naruto?- Le preguntó con un tono de burla y el rubio negó con la cabeza. - ¿Sabes cómo empezaron a decirte?- Volvió a preguntar con el mismo tono. Naruto elevó una ceja completamente interesado.
-¿Cómo?
- Superman..- Dijo con una risa que denotaba que el sobrenombre, para el castaño,no le pegaba en lo más mínimo.
-¿Eeh?
Shino se subio las gafas con el dedo índice viendo al rubio que tenía una expresión incrédula.
-Yo también lo he escuchado. Dicen que es porque tienes el cuerpo de hierro..
Naruto abrió los ojos y un rojo intenso se coló en sus mejillas.
-Nosotras hemos escuchado lo mismo ¿no Hina?- Dijo Tamaki con una sonrisa mirando a la mencionada, pero ésta estaba con la mirada perdida y no había escuhado nada lo que decían.-¿Hina?
Naruto también miró a la oji perla que seguía sin prestar atención.
-¡Hinata!- Gritó Kiba haciéndola reaccionar con un pequeño saltito en su asiento.
-¿Qué?¿Qué pasa?- Preguntó algo perdida aún mirando a sus amigos.
-Eso deberíamos preguntarte nosotros. ¿Qué te pasa? Te estamos hablando y tú estás en otro mundo.- Le reclamó algo enojado por la falta de atención de la chica.
Las mejillas de la oji perla se tiñeron de un rojo intenso y bajó la mirada.
-Pe-perdón, no estaba escuchando...
-Ya nos hemos dado cuenta de ello..- Observó Shino con su tono de siempre.
Hinata sonrió algo apenada. -¿De... de qué hablaban?
-¿Te acuerdas Hina lo que dijeron las chicas frente a nosotras hace sólo unos momentos?- Preguntó Tamaki un poco más animada al ver a su amiga que había vuelto a la normalidad.
Naruto se dió cuenta que los labios de Hinata hicieron una pequeña mueca mientras intentaba sonreír.
-Oh si, lo de Superman..- Susurró la oji perla.
El rubio se sintió inmensamente incómodo por el sobrenombre que le habían dado y más aún cuando Kiba estalló en risas.
-¡No es gracioso'ttebayo!- Se quejó él.
Al castaño no le importó ya que siguió riendo acompañado de una risita por Tamaki. Naruto los miró algo enojado con un leve sonrojo y miró a Shino pidiendo ayuda.
-Creo que ya es suficiente Kiba.- Le dijo el de gafas intentando calmar a su amigo de la infancia.
El castaño se limpió las lágrimas que se acumularon en los ojos por la risa e intentó calmarse.
-¿Verdad que ustedes entrenan Naruto?- Preguntó la de ojos miel.
El rubio miró a su amiga oji perla y ella sonreía de nuevo.
-Si, desde antes que empiecen las clases.- Le contestó él.
-¡Oh!¡Yo también quiero!- Gritó Kiba totalmente emocionado.
-Pues no es tan fácil como crees...- Dijo algo pensativo el rubio mientras se rascaba la mejilla con el dedo.
-¿Por qué?- Le ganó la pregunta Tamaki.
-Es... mucho esfuerzo.- Eso fue lo único que se le ocurrió para explicar a Naruto.
Sus tres amigos lo miraban con incredulidad y él entrecerró los ojos, ya que entendió la indirecta que daba su mirada.
-Debes estar decidido, no es fácil.- Habló Hinata llamando la atención de los cuatro.- Es un camino difícil y nunca dejas de aprender o entrenar, siempre hay algo para mejorar. ¿No Naruto?- Le preguntó mirando al rubio con una sonrisa y él asintió completamente de acuerdo con ella.
-¿Pero qué entrenan?- Se interesó Shino.
-Yo estudió Kung-Fu Shaolin- Naruto lo dijo muy orgulloso de eso.
-Y yo Wing Chun.- Mencionó la oji perla.
-¡uuh! Yo quiero Kung Fu.- Kiba estaba bastante emocionado con la idea.
- Tendría que preguntarle a Jiraiya-Sensei..- Naruto miró a su amiga que asintió con la cabeza.
-¿Cuándo entrenan?- Preguntó Tamaki, ya que la escuela tenía talleres especiales los sábados a la mañana y ambos asistían, además que mandaban tanta tarea que por lo menos ella se pasaba casi todo el domingo haciéndolo.
-Todos los días.- Contestó Hinata sin dudar.
-¿Todos los días?- Repitió Shino alzando una ceja.
-Si, yo voy a correr a las 5 AM con mi Sensei y Hinata entrena en su casa. Los fines de semana nos reunimos en la casa de Hinata para entrenar los dos juntos.- Contó Naruto como si fuera algo normal.
-Wow...- Susurró la oji miel, mientras los otros dos los miraban asombrados.
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El sábado llegó bastante rápido y habían arreglado con sus tres amigos que ellos iban a ir a la casa de la oji perla después del taller para presenciar un entrenamiento de ellos.
Naruto estaba junto a Hinata esperando que sus amigos salieran de su taller. Ambos estaban sentados bajo un árbol, mientras la oji perla comía una golosina el rubio jugaba un juego en el celular que le habían dado a Hinata después del incidente de haberse ido con Kurama sin avisar. Naruto sintió la cercanía de su amiga mientras jugaba un juego de pelea y se puso algo nervioso al sentir como ella se pegaba a él para ver como jugaba.Sus dedos se volvieron algo torpes cuando sintió algo acolchonado y suave sobre brazo. Miro de reojo y se puso de todos los colores al darse cuenta que eran los pechos de Hinata. Por esa distracción perdió, ganando que su amiga se riera de él y le sacará el celular para ahora jugar ella. Pudo respirar mejor cuando ella volvió a su lugar, aunque el repiqueteo de su corazón no se había detenido.
-Mira, mira a quién tenemos aquí...
La voz fría de Sasuke les hizo levantar la mirada a ambos y se dieron cuenta que iba acompañado de Jūgo. Naruto miró de reojo a su amiga que bloqueaba el celular, sin terminar la partida y lo guardaba en el bolsillo de la falda de la escuela. El rubio miró desafiante a los ojos negros y fríos del Uchiha, pero su entrecejo se frunció más al darse cuenta que éste observaba sólo a Hinata.
-¿Qué quieres Teme?- Preguntó queriendo llamar su atención pero éste no desviaba la mirada de su amiga.
Tanto Naruto como Hinata se levantaron y el rubio se dió cuenta que una lucha de miradas comenzó de nuevo. Peleaban por saber quién iba a desviar la mirada primero y poco a poco empezó a sentirse un poco nervioso.
-Hyūga...- Susurró el azabache haciendo un paso a la dirección de Hinata.
Naruto se alertó enseguida y vió como Hinata se cruzaba de brazos. Volvió la mirada al azabache que empezó a rebajar con la mirada a su amiga. Él apretó las manos en puños, ¿Qué tanto la miraba?
-¿Qué quieres Uchiha?- Preguntó al fin Hinata.
Sasuke elevó una comisura del labio, mostrando una media sonrisa de superioridad y la oji perla rodó los ojos. Él volvió a hacer un paso a su dirección, pero Hinata nunca retrocedió. Ya estaban muy cerca, o eso pensaba el rubio. El azabache alzó una mano, ni muy rápido ni lento, hacía el rostro de su amiga. Ella quiso darle un manotazo para que no la tocará y él la tomó de la muñeca. Naruto se quiso acercar pero Jūgo le impidió el paso con un brazo, él se quedó mirando confiando que su amiga podría defenderse hasta que él se desiciera del anaranjado.
Naruto pudo apreciar que el Uchiha le susurró algo al oído a su amiga y vió como la soltaba. Sasuke lo miró a él después de alejarse un poco de la oji perla y sonrió con burla. Jūgo también se alejó de el rubio y empezaron a caminar lejos de donde estaban. El rubio tensó la mandíbula al verlos caminar tranquilamente y giró su rostro a su amiga que había quedado algo congelada con la vista perdida. Hizo unos pasos hacía ella y la tomó del brazo con delicadeza, para que ella lo mirará.
-¿Qué te dijo?- Quiso saber él.
El rubio sintió como su amiga se tensaba bajo su mano y desviaba la mirada a un lado.
-Nada importante...
Naruto frunció las cejas y el labio, y es que era obvio que lo que sea que le haya dicho el Uchiha le afectó. Iba a insistir para saberlo cuando escucharon el llamado de sus amigos que iban hacia ellos.
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Hinata tomó un poco de la botella de agua al terminar de elongar y sonrió un poco al ver la agitación de Kiba que transpiraba mares al lado de Naruto que lo miraba con burla. Estaban en el patio trasero de su casa en la mitad de su entrenamiento. Kiba había insistido tanto a Jiraiya que le enseñara que él terminó aceptando con la condición de que siguiera el paso, obviamente él no pudo, pero se esforzaba al máximo y para el peli blanco eso era bueno. Mientras Tamaki y Shino estaban sentados bajo un árbol con varios libros desperdigados en la mesa, mirando el entrenamiento y estudiando a la vez.
Hinata volvió a mirar a Naruto mientras su sonrisa se borraba de a poco. No podía olvidar lo que le había dicho el Uchiha y se mordió el labio, queriéndose convencer que lo había dicho solo para molestarla.
No siempre estará a tú lado...
¿Qué había querido decir con eso? No estaba muy segura, pero en todo caso le preocupaba. Naruto empezaba a ser popular con las chicas y eso le daba un sentimiento agridulce. Si bien su amigo se sentía algo incómodo con la repentina atención de chicas del primer año, no era mal educado y saluda a quien le hablará. Se sentía feliz que ya no le molestaran, pero no le gustaba la forma que ellas miraban a su amigo. Tal vez lo que le había dicho el Uchiha tenía que ver con eso, de que tal vez Naruto tendría una novia y a ella la dejaría de costado. El corazón se le apretó con sólo pensar en eso y su rostro mostró su dolor, llamando la atención del Sensei que la había estado viendo.
Kurama se acercó a ella y le toco el hombro, haciendo que Hinata dejará de lado sus pensamientos para ver al pelirrojo.
-¿Qué pasa Hinata?
La oji perla se mordió el labio inferior al sentir un picor en sus ojos y negó con la cabeza. El sólo sentir que su mejor amigo la dejara de lado le dolía mucho más de que lo que pudo soportar y abrazo sorpresivamente a su Sensei. Kurama quedó algo congelado por la reacción de su alumna, pero después de unos segundos también la abrazó, sintiendo que era lo que ella necesitaba. Hinata lo abrazó con más fuerza intentando borrar de su cabeza a un Naruto que la miraba fríamente y se alejaba de ella de la mano con otra chica que no tenía rostro. Pero no pudo retenerlo más cuando por su cabeza pasó otra imagen del rubio besándose con alguien más.
Sus hipeos llegaron a donde estaba Naruto que se reía por como Kiba había quedado acostado en el suelo sin poder hacer más que respirar. Volteó su rostro al igual que los demás y sintió como se le movía el piso al ver a su amiga abrazada con Kurama y llorando un mar de lágrimas. La preocupación se pinto en rostro de él mientras se levantaba e iba corriendo a ella.
-¿Hinata?- La llamó sintiendo su pecho doler por como estaba ella.
Naruto notó como la oji perla escondía más su rostro en el pecho de Kurama y lo abrazaba con mas fuerza.
-¿Qué le pasó?- Le preguntó al pelirrojo al no recibir respuesta de su amiga.
Kurama lo miró mal, como si él tuviera la culpa ya que algo presentía y el rubio no entendía nada.De un momento para otro, Hinata se soltó de los brazos del pelirrojo y salió corriendo a la dirección de la puerta de su casa. Naruto había quedado congelado por unos segundos, mirando por donde ella había entrado y cuando reaccionó quiso ir trás ella, pero Kurama no lo dejó. Justo cuando el rubio le iba a reclamar al Sensei de su amiga, Tamaki pasó corriendo y también entró en la casa.
-¡Déjame pasar dattebayo!- Le reclamó con fiereza en su mirada azula.
Kurama lo miró detenidamente, y apretó la mandíbula al imaginar que él la había hecho algo a su querida alumna, ya que fue inevitable para él encariñarse con ella. El pelirrojo tomó del brazo de Naruto cuando éste quiso volver a pasar, mientras él lo miraba cada vez más enojado.
- Tenemos que hablar.- Le dijo serio y empezó a caminar arrastrando a Naruto lejos de la casa y de los demás.
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Hinata respiraba con dificultad al secarse las lágrimas con el pañuelo que le había dado Tamaki. Levantó la vista enrojecida para mirar a su madre y amiga que la miraban preocupadas. Agradecía al cielo que sólo su mamá haya estado ese día para verla en un estado tan deplorable. Nunca se sintió tan tonta como para llorar por cosas que se imaginaba y ahora que estaba más tranquila estaba segura que Naruto no haría esas cosas...
Pero su cabeza seguía diciéndole que podía ser una posibilidad.
-¿Qué pasó Hina-Chan? - Le preguntó su madre con el tono maternal que siempre usaba cuando quería consolar a alguien.
La oji perla apretó los labios, sin saber muy bien como explicar el porqué de su comportamiento sin parecer egoísta. Pero una vez que estuvo mas tranquila le explicó a ambas que era lo que le había dolido tanto y se asombró al ver que Tamaki y su madre se miraban con una sonrisa.
Hikari sorpresivamente la abrazó con fuerza.
-¿Cuándo has crecido tan rápido hija mía?- Le susurró con una gran sonrisa.
Hinata no entendía nada y miró a su amiga que sonreía casi con lágrimas en los ojos. Ahora estaba más confundida que nunca. Hikari se separó de ella, pero la sostuvo de los hombros para que conectará sus ojos con los de ella.
- Estás enamorada de Naruto.
Hinata abrió los ojos desmesuradamente y se sonrojó hasta la raíz. Su madre no lo había preguntado, lo había confirmado, pero aún así ella negó con la cabeza ya que las palabras no podían salir de su cabeza. Hikari sonrió con ternura.
-Estas celosa Hinata. No quieres que él se valla de tu lado, quieres estar siempre con él. ¿No te dice nada eso?
Hinata bajo la mirada, reflexionando las palabras de su madre. Recordando como su día se alegraba cada vez que lo veía o escuchaba su voz. Como su corazón se descontrolaba cada vez que lo tenía muy cerca y esa quemazón que sentía cada vez que él la tocaba...
Abrió los ojos de par en par al caer en cuenta que su madre tenía razón.
Ella estaba celosa de que otra chica lo mirará de una forma que no fuera fraternal.
Hinata estaba enamorada de Naruto...
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Naruto se safo del agarre del pelirrojo y lo miró de mala manera.
-¿Qué le sucedió a Hinata?- Le preguntó en forma acusadora.
- Eso mismo quería preguntarte.- Le dijo en el mismo tono que el rubio.
-¿Yo?- Se señaló sorprendido de que le dijera eso.-¿Cómo voy a saberlo'ttebayo?
Kurama lo observó por unos segundos hasta que resopló y se pasó la manos por los mechones pelirrojos que ya le llegaban al ojo, tirándolos para atrás.
- Sinceramente, no sé qué tiene Hinata.- Contesto al mirarlo de nuevo.
-¿Y entonces por qué no me dejas ir con ella?
-Porque sé que tiene que ver contigo.- Naruto miró incrédulo al pelirrojo.
-¡Yo no le he hecho nada dattevayo!- Gritó ofendido queriendose ir.
Pero Kurama lo tomó del codo y lo detuvo, Naruto volteó la mirada hacia él y por un momento tembló al ver la furia en los ojos rasgados y rojos.
-Ten cuidado con lo que haces- Le advirtió con un leve apretón, para después soltarlo.
Naruto por unos momentos se quedó quieto procesando lo que le había dicho, pero por más que lo pensará y lo pensará no entendía por qué le había dicho eso...
Continuará...
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