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Namjoon esperó hasta el fin de semana para entrar en el departamento de Jungkook. La noche previa, lo cierto es que no pegó un ojo, pero su insomnio provocado ya no era novedad. Se encaminó ni bien reunió el coraje suficiente, y titubeó segundos ante la puerta cuando se dijo que pensase en este espacio casi como una copia de su propio apartamento.

Dentro del departamento, se obligó a respirar y concentrarse en la familiaridad de las paredes claras y el amoblado de estilo ligeramente nórdico, elegante. De no ser por los rastros de fiesta, el sitio de su vecino luciría más ordenado que el suyo. No obstante, advirtió en la penumbra el encierro, que se percibía en el aire por lo que abrió las ventanas para dejar entrar la luz y ventilar el ambiente. Miró el desorden que quedó de la celebración, y decidió limpiar un poco. Podría ser que a Jungkook le dieran el alta pronto, apenas despierte, y no sería agradable para él volver y encontrar todo sucio.

Recogió la correspondencia, dejándola sobre la mesa cerca de la entrada para no olvidarlas al irse, y procedió a barrer y juntar el estropicio. En la cocina, lavó los vasos y los platos que tenían todavía trozos de comida ya descomponiéndose. Hecha la limpieza en la cocina y en la sala principal pasó al baño.

Estando en el baño, miró que no había mucho que hacer por lo que repasó un poco las superficies y limpió el espejo. Fue entonces que se le ocurrió que allí debían estar las pastillas de Jungkook, si es que los policías no habían llevado estas al hospital para ayudar a identificar lo que ingirió. Decidió dar un vistazo, no hallando nada más que una loción para luego del afeitado, pasta de dientes y un par de cremas.

Caminó por el pasillo antes de entrar al cuarto. Lo hizo con reticencia, porque le dio un escalofrío al recordar que allí lo encontró tirado. Sin embargo, justamente por esto, es que quería ordenar. Si Jungkook volvía al lugar donde hizo lo que hizo, lo que menos debería tener es pruebas visuales de lo que ocurrió. Vio la cama revuelta, y hojas sobre el escritorio pequeño, un par de libros y la laptop con la cubierta levantada.

Tendió la cama con sábanas limpias, y cuando fue a cambiar la funda de la almohada encontró papeles escondidos, aunque estos eran dibujos con un notas al margen. Se sentó para verlos, eran al menos diez dibujos de un muchacho junto a Jungkook, en escenarios realmente vistosos. Incluso si Jungkook apenas usaba un color rojo de birome, Namjoon podía notar los detalles y el sombreado a la perfección. Recordó que la madre de su vecino le había dicho que a este le gustaba dibujar y que tenía talento, ahora podía darle la razón.

Leyó:

"... esta vez pude decirle que nunca me enamoré, y se rió divertido por mi confesión aunque no le dije que él me hace sentir demasiado y tal vez pueda remediarlo"

"... nunca creí que iba a agradecerle a una pesadilla, sin embargo, esto logró que me confiese que se siente igual que yo, confundido y a la vez totalmente seguro de que... ¡Solo dilo Jungkook! Me gusta, me gusta mucho Hoseok. Tal vez más que eso, y quisiera decírtelo, pero soy un tímido idiota ..."

"... me sentí mal por ser tan brusco con mis preguntas, solo que no resisto querer saberlo todo de él, nunca pensé que lo incomodaría. No fue mi intención apenarlo, pero al menos pudimos hablar sobre esto y se sintió bien... " esa nota tenía un extra, rodeado con un círculo: "buscaré respuestas para él tanto como para mí"

Namjoon no pudo suprimir otro escalofrío cuando, a continuación, encontró los avances de tal investigación de Jungkook y suspiró pesado, impresionado, al ver el tema:

Notas sobre los Trotasueños (mis bases y puntos de partida) por Jeon Jungkook:

-La labor del trotasueños no me queda claro, pero sé que necesitan de los sueños para vivir y existir. Incluso de las pesadillas.

-El trotasueño aparece en la segunda mitad del ciclo de sueño, el sueño paradójico o REM (debo preguntarle a Yoongi hyung al respecto, su mamá trató a su amigo Kihyun hyung por narcolepsia cuando niño).

-Los sueños son más sentir, que pensar, por eso todo lo que siento mientras sueño es más intenso. El enojo, el miedo, la excitación, ¿y el amor? Los trotasueños pueden compartir estas emociones con el soñador.

-Hay una batalla entre el inconsciente y el consciente, como explicó Freud aunque no entendí del todo, sobre intentar reprimir deseos o pulsiones y que estas se manifiesten en sueños sin inhibiciones. A los trotasueños les da igual, no es como que tengan moral similar a la nuestra.

-La aceleración de los latidos, la respiración alterada y hasta los músculos tensándose son consecuencias por despertar abruptamente. No volveré a hacerlo, da miedo. Y a los trotasueños les afecta ser expulsados del sueño también.

-Inducirse el sueño solo hace que cada imagen sea más... ¿espesa? No sé cómo definirlo, pero se siente pesado soñar, si es que tiene sentido. Al trotasueño no le facilita la tarea (sigo sin saber cuál), pero sí que lo limita para actuar y manipular el sueño:

-Los trotasueños pueden manipular el sueño, incluso pueden usar esto a favor para obtener el favor del soñador. Aish, favor, favor, favor ¡compra un diccionario de sinónimos!

Namjoon dejó las hojas y revisó otro tanto más, encontrando artículos, algunos que él ya había visto, como el Mito de Tánatos y las Musas, pero sobre la bandeja de impresión por lo que probablemente Jungkook no alcanzó a leerlas. Tomando todo esto, lo llevó a su departamento antes de irse al hospital, pensando en el camino sobre lo que halló.

—Oh, Namjoon, que bueno que llegaste —saludó la madre de Jungkook, sonriendo entre lágrimas—. Ha vuelto a despertar, solo unos minutos, pero los doctores debieron sedarlo porque se agitó y estaba comenzando a subir su presión. De todos modos, me informaron que está bien, reaccionando positivamente y es cuestión de aguardar a que vuelva a nosotros.

—Me alegra mucho oír eso —dijo Namjoon; entregó la correspondencia del chico y le explicó que había ordenado un poco.

—No debiste molestarte en limpiar, pero gracias por el gesto.

—No es nada, de verdad —sonrió, contagiado por el humor animado de la madre—. ¿Pudo hablar con él?

—Realmente fueron pocos minutos y en lo que se enfocó en el espacio solo llamó por alguien hasta que lo calmaron. Suele murmurar, quizá está soñando —peinó los cabellos de su hijo, suspirando—. De todos modos, lamento no poder informarle a ese tal Seokjin que Jungkookie despertó y que lo busca. No conozco a ese amigo suyo.

La sonrisa de Namjoon se congeló en su rostro y negó cuando ella le preguntó si lo conocía. Estuvo un tiempo más antes de correr al exterior, tomar su bicicleta y marcharse. Era imposible, se decía, imposible que Seokjin tenga algo que ver con Jungkook. Tan aturdido como estaba no vio por dónde iba y chocó contra una piedra que lo hizo rodar por el suelo del parque.

Se quedó recostado allí mirando al cielo y fue cuando rompió a reír por las estúpidas casualidades, hasta que la risa fue llanto y se acurrucó sobre la hierba. Si algo le quedó claro con todo esto, es que no podía seguir evitando ver a Seokjin, como venía haciendo al dormir apenas un par de horas y poniendo miles de alarmas para no caer en un sueño profundo.

Definitivamente, aquellas visiones de Jeon Jungkook debían indicarle algo y era cuestión de dormir para averiguarlo.

[...]

El teatro donde presentó aquella obra con toda la escuela se encontraba con las luces apagadas como si estuviera a punto de iniciar un espectáculo. Namjoon estaba solo en una de las butacas delanteras y sostenía un folletín.

Era, por decir lo menos, escalofriante la oscuridad y el silencio que sumía el espacio cuando no habían más personas ocupando los asientos o sobre el escenario. Sin embargo, para no pensar en ello —ni en lo aburrido que son en realidad los sueños una vez se está lúcido en ellos y solitario—, bajó la vista al folletín para descubrir qué obra se representaría.

Leyó: Verdad por Seokjin. Y surgieron incógnitas que prefirió hacer a un lado para no perder el hilo de pensamiento y cambiar de escenario. ¿Será acaso que Seokjin aparecería esta vez?

El telón del escenario barrió hasta los costados sus pesadas telas y despejó la primera escena. Namjoon se paralizó al ver la gasolinera que solía visitar con Seokjin en sus soñados paseos en la camioneta. Sin embargo, lo que más le sorprendió fue ver a Jeon Jungkook abrazado a Seokjin.

Entonces, el trotasueños dijo:

-... No lo sé, tú sabes, un trotasueños debe hacer lo que un trotasueños hace.

La respiración de Namjoon se detuvo porque recordaba que Seokjin le había dicho eso mismo una vez. Un vertiginoso mareo le impidió moverse, y aunque quiso hablar le fue imposible despegar los labios.

Jungkook besó un camino por el cuello de Seokjin, quien le tiró de los cabellos y lo empujó contra la camioneta antes de apretarse contra él y besarlo. Namjoon siendo testigo de tal acto quiso ahora sí desaparecer de la escena onírica, solo que, otra vez, no pudo hacer nada. Y fue Jungkook el que se separó para confirmarlo:

—No puedes irte antes de que acabe la obra, hyung —la picaresca mirada del chico, los labios enrojecidos y los cabellos despeinados por aquel beso no ayudaban a que Namjoon recuerde que el chico estaba dormido en una cama de hospital.

¿Será que este no despertaba por compartir tiempo con Seokjin?

Aunque no duró en tal confusión porque Seokjin chasqueó los dedos y ahora estaban sobre el escenario en una imitación del cuarto de Namjoon. Jeon Jungkook se vio recostado en la cama y murmuraba, lo suficientemente alto para ser oído por el único espectador del show:

—Duérmete ya, Jungkook.

Otro recuerdo suyo, ahora interpretado por Jungkook. No pasó demasiado cuando a su lado se materializó Seokjin y repitieron aquel beso caliente, que se interrumpió por el propio trotasueños. Y luego vino otra memoria. Y así estuvo Namjoon hasta que muchas de sus memorias eran emuladas para su horror y entretenimiento. Aunque él hizo acopio de paciencia y resistió, viendo estoico momento tras momento en lo que pareció una eternidad. Solo que no podría ser demasiado, se dijo, porque despertaría pronto. Y Seokjin, anticipando lo mismo, saltó del escenario, para llegar hasta él y sentarse a su lado.

—¿Entendiste? ¿Por qué buscas tanto lo que decidiste dejar ir?

La voz que una vez le pareció hermosa ahora destilaba rencor. Comprobando que podía hablar, Namjoon no lo miró a él, sino que se dirigió a Jungkook:

—¿Dónde está Hoseok?

Al parecer, el Jungkook de su sueño no reconocía el nombre del trotasueño de sus dibujos, pero Seokjin a su lado sí porque dejó caer una retahíla de insultos antes de tomar a Namjoon del cuello y comenzar a ahorcarlo:

—No sabes lo que haces, Kim Namjoon, no sabes quién soy yo.

La ira en las pupilas de aquellos ojos era bestial, parecía hasta envejecer el conjunto de rasgos del rostro hermoso de Seokjin y Namjoon, que ya no podía respirar, balbuceó, preso del pánico:

—¿Qué estás...?

—No vas a llevártelo —y Namjoon consideró las palabras con seriedad.

¿Acaso había secuestrado a Jungkook?

—Déjalo —susurró, le dolía el pecho por no poder tomar aire y las lágrimas le corrían por toda la cara sin que él pudiera limpiarlas.

Arañó las manos de Seokjin, pero era excesiva la fuerza de sujeción que no podía librarse. Soportó pensando cómo deshacerse del trotasueños, cuando este volvió a hablar:

—No insistas, toma el consejo: hazte a un lado y estarás a salvo.

Y, sin poder replicarle, Namjoon se despertó agitado, tosiendo y con un rastro de lágrimas en las mejillas.

Nota:

Ah, qué cosas locas pasan, pero las pesadillas de por sí tienen su encanto, creo yo.

No entiendo en qué momento se permitió mezclar a cierta individua designada como la versión femenina de nuestro maknae precioso, pero es re feo toparte con fotos de ella cuando estás buscando a Jungkook. En serio, la entidad que se les da a ciertas personas a veces es de un nivel de inmadurez tremendo, pero bueh.

Espero les fans novatones sepan distinguir el real de esa copia photosopeada que circula, please.

:)