Ese mismo día unas horas después. Lion tuvo un asunto importante que atender así que se marchó, pero antes de irse me invitó a ir al teatro a ver una obra que se ha vuelto popular entre las Damas de la Sociedad. Esta misma noche será nuestra primera cita.

"Estoy tan emocionada".

Mientras estaba sentada en el jardín ví a María que caminaba hacia mí con unas herramientas de jardinería en la mano. La invité a sentarse a mi lado y conversar un rato.

- ¿Ocurrió algo bueno? Estás muy sonriente-. Le pregunté mirandola fijamente.

- ¿Eh?!-. Reaccionó María sonrojándose -. No me pasa nada, no se preocupe -. Me respondió mirando hacia otro lado y ocultando un papel en su bolsillo.

- ¿Eso es un dibujo? ¿Puedo verlo?-. Pregunté con una sonrisa curiosa en mi rostro.

- Yo...Creo que mejor la felicito por su relación con el Capitán de la Guardia, el Caballero Lion.

- ¿Cómo te enteraste?. Solo tres personas lo saben. Todavía no lo hemos hecho público-. Le pregunté arqueando una ceja.

- Una de las sirvientas vió al capitán saltar desde su balcón. Tienen que tener mucho cuidado. Aunque todas sabemos que usted no haría nada indecente, deberían tratar de ser menos obvios.

- ¿Qué?-. Me sonrojé completamente-. Solo estaba en mi habitación porque fue a confesarse. ¡En serio fue por eso!, no quiero que se hagan otras ideas- Comenté nerviosa y sacudiendo mis manos.

- Está bien, no se preocupe -. Dijo riéndose de mi reacción.

Respiré profundamente y me tranquilicé un poco.

- ¿Cómo te va con tu huerto de plantas medicinales?. ¿María?-. La llamé al ver que estaba mirando hacia otra dirección.

Voltee mi rostro hacia donde ella estaba mirando.

- Creo que ví a alguien subir a aquel árbol- Comentó señalando a un árbol a lo lejos.

- ¡Vaya que tienes buena vista!-. Le dije asombrada -. Yo no puedo ver nada desde aquí.

Me levanté y la miré con una sonrisa traviesa.

- ¿Quieres ir a ver?.

- ¿Qué?. ¿Y si es alguien peligroso?.

- No te preocupes. No nos acercaremos mucho. Y recuerda que estamos rodeadas de caballeros en el castillo. ¿Qué puede pasar?.

María seguía indecisa y pensativa. Se levantó de repente y me miró decidida.

- Está bien. Vamos.

Nos acercamos lentamente y nos escondimos detrás de los altos arbustos que habían en el jardín. Miramos hacia el árbol y nos sorprendimos al ver a un caballero sentado en una rama. Lo miré fijamente y me dí cuenta de quién era.

- ¿William?-. Dije con una expresión burlona y saliendo del arbusto.

Detrás de mi se encontraba María quitándose las hojas de su ropa.

- ¿William que ocurre, por qué estás subido en un árbol?-. Le pregunté mientras intentaba no reír.

William se sonrojó y se movió un poco.

- ¿Podrían hacerme un favor?-. Preguntó tímidamente y avergonzado.

Asentí con mi cabeza y no podía apartar mi mirada de la posición graciosa en la que se encontraba William.

- ¿Puedes...apartar a ese animal de mi vista?. Por favor-. Dijo señalando a un arbusto.

- ¿Animal?- Me acerqué al arbusto y empezé a buscar a qué animal se refería. Me sorprendí al encontrar a un pequeño gatito escondido entre los arbustos. Miré fijamente a William y levanté al gato-. ¿Te refieres a este adorable minino?.

- ¿Adorable?. Dijo haciendo una expresión de terror -. Tu no sabes cuánta sangre te puede hacer soltar esa bestia. Son aterradores.

Lo mire arqueando una ceja y le pregunté.

- ¿Por culpa de este pequeño gato es que te subiste al árbol?.

William se sonrojo todavía más y saltó del árbol.

- Tú solo manténlo alejado de mi -. Dijo tratando de mantener la compostura.

Lo mire y no pude aguantar más, empezé a reírme fuertemente en su cara y miré a María que estaba tratando de aguantar las ganas de reírse con todas sus fuerzas. Le dí el gatito a María y me acerqué a William. Puse mi mano en su hombro.

- Por este adorable animalito....tu te subiste hasta un árbol?,¿huyéndole?. ¿Sabes qué pueden trepar a los árboles, verdad?- Seguí riéndome en su cara a su lado.

William quitó mi mano de su hombro y me miró serio, pero avergonzado.

- Es un trauma, ok?. Desde niño les tengo miedo. No sabes cuántas personas han muerto por culpa de los gatos-. Dijo nervioso haciendo señas con sus brazos.

- Creo que te estás refiriendo a otros tipos de gatos. Este solo es pequeño y lindo. No le haría daño a nadie.

- Lo que tú digas. Pero que ni se les ocurra decirle a alguien lo que vieron. ¡Tengo una imagen que mantener!. Y saquenlo del castillo por favor, solo les pido eso. ¡Hay mi corazón!. Pensé que me iba a dar un infarto -. Expreso respirando profundo y poniendo su mano en su pecho-. Me voy a mi habitación tengo otras cosas que hacer-. Se retiró tratando de hacer como si nada pasara.

Mire a María y nos empezamos a reír juntas. Le pregunté si quería quedarse con el precioso gatito, era muy adorable para dejarlo ir. Me respondió que su madre no le permitiría tener animales en el castillo. Así que acordamos que lo cuidariamos juntas en su huerto secreto en el jardín. Le hicimos una pequeña casita con las herramientas que teníamos y le gustó tanto que se quedó dormido dentro. Terminamos y fuí a darme un baño y a elegir mi vestido para mí cita de esta noche.

El tiempo pasó volando y llegó la hora de la cita. Mientras íbamos juntos en el carruaje, la noche se veía más bella de lo habitual. Lion está sentado frente a mi. Su sonrisa es suave y su mirada es dulce mientras me mira fijamente. Se acerca a mi y se sienta a mi lado, toma mi mano.

- Estás muy hermosa está noche-. Dijo con voz suave y tranquila mientras me mira con una mirada de amor.

"Trata de mantener la compostura Melissa, tu puedes. ¡Hay mi corazón!. Me va a dar algo por tanta hermosura"-. Pensé mientras trataba de controlar mi expresión.

- Gracias...tu también estás muy guapo esta noche. Estoy emocionada por estar aquí contigo-. Lo miro con amor y sonrió.

- Yo también lo estoy por nuestra cita-. Me mira fijamente y sonríe-. ¿Puedo pedirte algo un poco atrevido?-. Preguntó poniendo su mano suavemente en mi mejilla.

Mis ojos se abren un poco más y sonrio. Lo miro con curiosidad.

- Claro...¿de qué se trata?-. Respondí con voz quebrada y un poco tensa.

- ¿Sería muy vergonzoso para ti si te pidiera que te sentaras en mi regazo?-. Preguntó un poco nervioso sin apartar su mirada.

Mis mejillas se calentaron pero intenté con todas mis fuerzas no tener una hemorragia nasal en este momento. ¡Cómo podría negarme a una propuesta así de tentadora!. Me levanté de mi asiento y lo mire.

- Bueno, entonces...con tu permiso-. Me senté en sus piernas y recosté mi cabeza en su pecho.

Me abraza fuertemente por detrás y se ríe.

Aaaa... esto me gusta mucho. Su aroma es tan relajante. Y los músculos de sus piernas son tan duros-. Pensé mientras me acomodaba.

- Lo siento si soy pesada.

- No lo eres -. Lion se rió y beso mi oreja.

Mi cuerpo se estremeció y lo mire con mi rostro completamente enrojecido.

- ¿No te gusta?-. Preguntó con una sonrisa coqueta.

- No, no, sigue. Con confianza, no te preocupes-. Me moví y me recosté más a el.

Lion recostó su cabeza en mí y vuelve a reír. Me rodea con sus brazos y me abraza fuertemente.

- Lo siento, creo que ya es suficiente.¿Podrías alejarte un poco?-. Preguntó alzando su rostro y con voz ronca.

- ¿Por qué?, ¿Hice algo mal?. Lo sabía, peso demasiado-. Dije levantándome de sus rodillas.

Lion suelta un suspiro aliviado.

- No es eso, no te preocupes-. Dijo con una risa incómoda y mirando hacia otro lado.

Sostuve su rostro en mis manos y lo volví hacia mí. Toqué su frente, sus mejillas y su cuello.

- ¿Le pasa algo a tu cuerpo? ¿Te duele?.

- No, estoy bien.

- ¿Si te beso te sentirás mejor?.

Lion se sorprende y se ríe fuertemente provocando un fuerte revoltijo en mi estómago.

- Creo que eso empeoraría la situación-. Me mira fijamente y toma mi mano, sonríe - Pero bueno, un besito no me haría daño.

Tira de mi mano y me sostiene la cara con sus grandes manos. Su cara se acerca a la mía y sus ojos color ámbar estan medio cerrados cuando sus labios tocan los míos. Apoyo mis manos en sus hombros. Le beso más profundo y sus movimientos se vuelven más lentos, logrando que cada segundo el beso fuera más delicado y tierno. Lion se echó hacia atrás y me miró con ojos acalorados, sonríe y se ríe mirando hacia otro lado.

Oh, que cara tan sexy. !Lo amo tanto!. Me acerqué para besarlo otra vez.

De repente el carruaje se detuvo. El mayordomo llegó a la puerta.

- Hemos llegado-. Anunció.

Bueno pensamientos impuros. Para la próxima será -. Me dije a mi misma mientras tomaba su mano y bajaba del carruaje.

Continuará....