Esa misma noche en las habitaciones de los Caballeros .

- Pueden creer que mi bella esposa no me dejó dormir dentro del castillo -. Comentó Daniel mientras estaba acostado y miraba al techo.

- Tu mismo te lo buscaste -. Dijo Harry mientras mordía una manzana.

- Levántate de mi cama-. Expresó Lion mientras empujaba con su pierna a Daniel.

- ¡¿Están viendo!?. Vengo a comentarle a mis amigos mi sufrimiento y me tratan así -. Comentó Daniel tirado en el suelo.

- Creo que aquí necesitan mis consejos -. Habló William mientras se asomaba a la puerta.

- Hablen de sus tonterías fuera de mi habitación -. Expresó Lion mientras se acostaba en su cama.

- ¿Qué te sucede William? ¿Por qué caminas así?-. Preguntó Harry al ver como el mujeriego del equipo caminaba de forma extraña.

- No es de tu incumbencia, niñato. Lo importante aquí es que nuestro príncipe necesita consejos de como hacer que su mujer le perdone -. Dijo William mientras se sentaba.

- Mira, primero hay que ser detallista. Puedes llevarle el desayuno junto con un ramo de flores, invitarla a comer a un sitio elegante fuera del castillo o a un lugar donde haya un hermoso paisaje-. Habló William confiado por sus consejos.

- ¿Por qué no mejor la invitas a un picnic y te disculpas con ella? -. Expresó Harry.

- ¡Me gusta esa idea!-. Dijo Daniel levantándose del suelo.

- ¿En serio?-. Comentó William con cara de confusión.

- Ese plan es perfecto. Voy a hablar con su dama de compañía para que la convenza de ir-. Habló Daniel marchandose de la habitación.

- No puedo creer que prefiriera tu idea -. Dijo William todavía conmocionado.

- ¡Ya lárgense de mi cuarto!-. Expresó Lion auyentando a los chicos.

Esa mañana mientras me dirigía donde Annabella, el Principe me detuvo y me explicó su plan para reconciliarse con ella. Se lo conté a Annabella y para mi sorpresa aceptó ir. Llevábamos ropa sencilla ya que el viaje era a caballo. Yo estaba disfrutándolo ya que iba junto a Lion en el mismo caballo, pero Annabella estaba seria y no le dirigía la palabra a Daniel.

- Ya llegamos-. Dijo Lion mientras se bajaba del Caballo.

Daniel bajó a Annabella y se dirigieron hacia un árbol para armar el picnic.

- Señorita Melissa, aferrese a mí, por favor -. Habló Lion mientras me tomaba por la cintura.

- Gracias -. Respondí sonrojada mientras me aferraba a su cuello.

Su rostro estaba tan cerca de mí que mi corazón se quería escapar de mi pecho por la emoción.

- ¿Señorita?.

- ¿Si?-. Respondí embobada.

- Si no suelta mi cuello no podré bajarla-. Habló Lion mientras me daba cuenta de lo cerca que estaban nuestros cuerpos.

- Lo.. lo siento mucho -. Dije nerviosa mientras miraba fijamente su fuerte pecho frente a mi.

Nos separamos nerviosos por la situación y empezamos a preparar nuestro picnic no tan cerca de la parejita para no interrumpirlos.

- Tome, para usted-. Dijo Lion mientras me regalaba una flor que había recogido.

- Gracias-. Le dije sonrojada mientras la tomaba-. ¿Cómo me queda?. ¿Lusco hermosa? -. Le pregunté mientras colocaba la flor en mi cabello.

- Usted....Luce hermosa aún sin la flor -. Respondió mientras dirigía su rostro hacia el príncipe y la princesa.

- ¿Qué?-. Respondí aturdida por su respuesta.

En ese momento pude darme cuenta que su nuca estaba completamente enrojecida por la vergüenza.

- CAPITÁN

Se escuchó a un caballero gritar mientras venía a toda prisa cabalgando.

- La Señorita Melissa tiene que regresar en este momento. Un invitado la está esperando y exige verla ahora -. Dijo exaltado por el viaje.

Lion me acompañó al castillo y dejó al Caballero supervisando a la pareja.

Al llegar a la sala de invitados me sorprendió ver a un hombre que no conocía mirándome fijamente. Tenía más de 50 años y era solo un poco más alto que yo. Estaba re feo sinceramente.

- Así que tú eres Melissa -. Dijo mientras se acercaba a mi-. Tenía tantas ganas de conocerte -. Expresó mientras tomaba mi mano e intentaba besarla.

En ese momento Lion se paró frente a él . Era como si un oso se parara frente a un zorro e intentara aplastarlo.

-Que... que descortés-. Comentó el hombre mientras retrocedía y ponía una expresión de asco.

En ese momento sentí un escalofrío que recorría mi cuerpo. Ese hombre me estaba mirando de arriba a abajo de una forma asquerosa y lujuriosa.
Lion se paró frente a mi y se dirijió a él.

- ¿Quién es usted?. ¿Y por qué busca a la Señorita?-. Preguntó mientras miraba con intenciones asesinas al señor.

- Soy Marcus Geferson, conde de Kailif. Y seré el esposo de la Dama. -. Dijo orgulloso.

- NI EN TUS SUEÑOS-. Le respondí asqueada.

- Su padre le manda esta carta-. Comentó mientras sacaba un sobre de su traje.

Para resumir, mi padre me decía que había realizado un trato con este hombre. Un trato donde me ponía a mí como recompensa por unas tierras que él ganaría si me casaba con este viejo.

- Me niego. No me casaré con un viejo pervertido como usted. Puede ir y llorarle a mi padre si le da la gana-. Dije mientras arrojaba la carta en el rostro de Marcus.

-¡¿CóMO SE ATREVE UNA MUJERZUELA COMO USTED A RECHACRME?! -. Me gritó ofendido mientras se levantaba y caminaba hacia mi.

En ese momento Lion lo tomó por la muñeca fuertemente casi al punto de fracturarla. Miró a Marcus con una expresión aterradora y dominante y expresó.

- Si vuelve a intentar tocarla, Yo Lion Kardi, haré que no pueda mover más ninguna de sus extremidades-. Dijo mientras soltaba bruscamente su mano.

Marcus al descubrir que Lion no era solo un caballero más , sino que pertenecía a la familia Kardi la más importante después de la Realeza se sintió aterrorizado y huyó mientras decía que nunca olvidaría la ofensa que había sufrido.

A la mañana siguiente Annabella se enteró de los sucedido, así que decidió que fuéramos de compras para olvidar aquel suceso. Lion y William nos acompañaron.

Mientras Annabella estaba probándose un vestido, otro caballero llamó a Lion por un asunto importante que tenía que atender. Quedé sola con William o eso pensaba hasta que me dí cuenta de que no estaba a mi lado. Sino que estaba coqueteándole a una trabajadora de la tienda.

De repente un hombre me agarró por detrás y puso su mano en mi boca.

- ¿Acaso pensaste que te ibas a librar de mí, linda? Te vienes conmigo- Dijo una voz escalofriante en mi oído.

De pronto sentí como manoseaba mi trasero, lo mordí lo más fuerte que pude. Acto que ocasionó que me soltara, en ese momento aproveché y lo golpeé con la silla. Por el estruendo Annabella salió del mostrador preguntando qué pasaba. Al darme cuenta que era Marcus, el viejo pervertido, tomé la silla de nuevo para volverlo a golpear.

- ¡Espera! ¿Qué haces?- Dijo Annabella sosteniendome para que no lo golpeara.

- Este tipo es el viejo pervertido de ayer. Me acaba de atacar y MANOSEÓ MI TRASERO -. Dije toda exaltada.

- TU VIEJO COCHINO -. Gritó Annabella mientras se quitaba el tacón y lo golpeaba en la cabeza.

En ese momento llegaron Lion y William asombrados por la situación. Les explicamos todo lo que había pasado. Lion tomó de la camisa a William y lo empezó a regañar por abandonar su puesto y dejarme sola. Todavía no estábamos satisfechas con la golpiza que le dimos a Marcus así que a Annabella se le ocurrió algo.

- ¡Dame tu espada, William!-. Dijo Annabella dirijendole una mirada asesina al susodicho en el suelo.

-No deberían ensuciarse las manos con semejante basura. No se preocupen, yo me encargo de su castigo -. Habló Lion con una expresión aterradora en su rostro.

No volvimos a saber de él. Lo único que supimos es que todas sus tierras, sus negocios y toda su fortuna habían desaparecido..

Continuará.....