Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

9 - Comodidad

—Y esa es toda la historia —había anunciado Salva al terminar.

Denise había escuchado atenta, dándole vueltas a lo que él narraba y haciendo alguna pregunta de tanto en tanto. No cuestionó cómo podía ser que no hubiese visto el camión, pues aquello le parecía improbable, pero creyó que podría sentirse insultado si se atrevía a preguntarlo. No lo consideraba tonto ni mucho menos, pero no era de muy avispado no ver un camión con el tamaño que tiene.

Después de comer, regresaron caminando hasta la motocicleta y se quedaron allí charlando otro poco. Era evidente que se sentían cómodos en compañía del otro y, de algún modo, no les urgía despedirse. Salva se preguntaba si ella pensaría igual; Denise tenía curiosidad por aquello, porque no estaba habituada a conectar tan rápido con la gente. Quizá, en ese tipo de situaciones, esperaba demasiado de la otra persona y se decepcionaba fácilmente, o eso era lo que había empezado a pensar tras una larga temporada de decepciones seguidas.

—Estaba pensando... Sé que igual me mandas al cuerno, pero no pierdo nada por probar —comentó el chico—. ¿Me darías tu número? La verdad es que hasta ahora me caes bastante bien y, no sé —dijo con prisas—, creo que podríamos tener una buena amistad.

Denise lo observó con los ojos entrecerrados, como si desconfiase de él y eso le provocó cierta incomodidad. De pronto, ella respondió:

—No te voy a dejar mi moto —apuntilló—, así que

—No es por eso —interrumpió Salva.

—En ese caso, sí, me parece bien intercambiar números de teléfono.

Y sonrió. Y él creyó que algo alzaba el vuelo en su interior. Aquella sonrisa, lo mataba.

Cuando recobró la compostura, aclarándose la garganta y pestañeando como si tuviese algo metido en los ojos, provocó una carcajada proveniente de su acompañante, quien se mostraba divertida por el comportamiento del muchacho. Le provocaba ganas de chincharlo, pero decidió ser buena y no hacerlo. En lugar de eso, sacó de un bolsillo una tarjeta de cartón en color crema, con letras rojas estilo escolar, donde figuraba su nombre, un número de teléfono y cinco palabras más: «profesora particular / clases de repaso».

—Escríbeme luego, así guardo tu número. Ahora me tengo que ir, Salva. Gracias por este ratito.

No mucho después, quieto en la acera, observó el vehículo alejarse y girar en una esquina. De repente, recordó algo y pegó un brinco en el lugar mientras miraba la hora con prisa y una exclamación escapaba entre sus labios: «¡la revisión médica!».

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro