Durante muchos años, la humanidad nos hemos encargado de estudiar el espacio, llevando a muchísimo astronautas a investigar que hay allá arriba. Pero nunca nos habíamos aventurado a pasar nuestra galaxia, hasta ahora.

—Hemos decidido mandar a una persona totalmente ajena al proyecto. —Anuncio el presidente al hacerse pública la noticia.

Mientras tanto, me encontraba en La Asociación de Investigación Universal (LAIU) ya había seleccionado al candidato perfecto, para mí era la persona con mayor capacidad intelectual que existía. 

—¿Estas seguro qué es el adecuado Max? — me preguntó uno de mis compañeros.

—Salio muy bien en los exámenes.

—Espero que sea el indicado. Debí ser yo el encargado de elegir — nunca me había llevado bien con él — Un hombre solo puede liderar cuando otros lo aceptan como líder. Y ese líder soy yo. —Dijo marchándose, en ese momento esperaba haber tomado la decisión correcta.

A varios kilómetros de allí, en Canadá, se ubicaba una base naval apartada de todo contacto humano. Solo de encontrar nuestro candidato elegido.

Los días fueron pasando y nuestro candidato continuaba en la base. Por suerte, para él, tenía los medios de entretenimiento necesarios para mantenerse cuerdo.

Así pasaron los meses hasta que llegó el día de su partida.

—Hoy es una fecha especial, nuestro candidato será enviado a explorar nuevas galaxias mientras que nuestros excelentes astronautas seguirán con su magnífico trabajo en la nuestra. —Con ese discurso, el presidente había dejado en claro el por qué no habíamos seleccionado a uno de nuestros especialistas para realizar la aventura. Una vez terminado su discurso, el objeto comenzó a levitar brillando con una extraña luz verde.

Billones de años luz de la tierra:

"Los días continúan pasando y aún no he dejado de maravillarse con el universo, todos lo científicos tenían razón, no hay presentes en la humanidad que se compare con esto.

A pesar de mi emoción, las cosas han ido cambiando. Hace un par de días, mi cápsula ha sido embestida por algo que aún me cuesta describir y a veces pienso que lo estoy imaginando pero la pérdida de temperatura me confirma que el impacto fue real.

Algo... con forma gelatinosa de color azul, impacto de lleno contra el tanque de la calefacción que se encuentra en la parte trasera de la cápsula. Deberían haber mandado alguien que supiera reparar cosas. 

Mi dedos están comenzando a entumecer y a pesar de tener un traje aislante, no ayuda a parar lo inevitable.

Quiero pedir a la persona que me encuentre, que publique las fotos que he tomado para que la humanidad vea las maravillas por venir."

Esas fueron las últimas palabras del fotógrafo antes de que su cuerpo dejara de funcionar. Su sueño, que siempre fue bello, se  transformó en una pesadilla.

—Honraremos a nuestro héroe a través de sus imágenes. Él vivirá en nuestra memoria por su valentía —fueron las palabras que se dijeron en conmemoración a su partida. Unos años después de que descubriéramos su cápsula en el espacio.