Capítulo 20: NOCHE DE TORMENTA
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~ pon tu confianza en Dios, él nunca falla ~
La reunión había terminado hace ya varias horas.
Después de cenar todos nos dirijimos a nuestras respectivas cabañas.
De pronto un fuerte viento soplo.
El cielo comenzó a llenarse de Nubes negras.
Una gran tormenta estaba por venir.
Mire por la ventana y vi como las olas comenzaban a Golpear muy fuertemente contra la arena.
— Al parecer esa chica tenía razón — Dijo Rosalie
— ¿cuál chica? — cuestionó Julieta.
— Esa...mmm...Jazmin, dijo que el nombre se refería a que estaremos en medio de la tormenta esta noche.
— Ross ella estaba bromeando
— ya se, solo decía — Dijo ella riendo
Nos sentamos en nuestras camas y comenzamos a platicar sobre cosas que queríamos hacer, lugares que queríamos visitar.
— Me gustaría ir a Paris — comentó Yareisi
— Si, ami también, quiero conocer la Torre Eiffel — dije
— bueno pues yo quiero ir a Venecia — exclamo Julieta y todas las miramos asombradas
— ¿Venecia? ¿Qué tiene de especial ese lugar? —preguntó Ross
—Pues ahí muchos lugares bonitos allí y me gustaría recorrer toda la ciudad
— suena maravilloso
— ¿y tu Ross que lugar te gustaría visitar? — le pregunté al notar que ella no había dicho nada con respecto a esto.
— Brasil
— ¿Brasil? — cuestione
— Si, mi padre una vez prometió llevarme allí, Dijo que me llevaría a conocer la selva del Amazonas y podría ver la vegetación, a los animales - La mirada de Rosalie parecía perdida como si estuviera recordando algo.
Cuando acabo de hablar lágrimas brotaron de sus ojos.
Las demás chicas y yo nos miramos confundidas al no saber que era lo que le pasaba.
Rosalie siguió diciendo:
— Desde que era una niña él hablaba de lo hermosa que era la Selva y de los animales que había.
Siempre me dijo que haríamos un viaje en familia y que iríamos aya, seria como un campamento familiar, dormir en una tienda de campaña, mirar el cielo repleto de estrellas por la noche, sentarnos y hacer un fogata para cocer malvaviscos, contar anécdotas familiares...
Todo estaba planeando ya, mamá estaba tan emocionada por ese viaje, Ya habíamos comprado los boletos de avión, en una semana saldríamos, pero antes ocurrió algo que acabo con todos nuestros planes — su mirada se tornó oscura como si estuviera recordando todo lo que estaba contando.
— ¿qué ocurrió? — le preguntó July
— Ocurrió algo muy triste, ocurrió algo doloroso que me rompió el corazón a mi y a mi madre.
Ese día mamá fue a recogerme a la escuela, cuando regresamos vimos el coche de Papá estacionado frente a la casa, abrimos la puerta y nos encontramos a mi padre con la mejor amiga de mamá.
Mi madre lo corrió de la casa...desde ese día nada fue igual, desde ese día una parte de mi murió...
— Lo siento mucho Ross —me acerqué a ella y la abraze, Yare y July hicieron lo mismo.
— No te preocupes todo va a estar bien— Yareisi le dijo mientras tomaba sus manos entre las suyas
— Dios está contigo Ross, no estás sola, Dios puede darte el consuelo para tu alma...— Julieta habló.
Wow nunca me imaginé que detrás de una Rosalie sonriente, divertida y feliz se encontrara toda esta triste historia.
Ese día me di cuenta de algo sumamente importante.
Muchas de las veces no nos damos cuenta de cómo están las personas a nuestro alrededor.
Quizás podemos verlas sonriendo, pero realmente no sabemos con cuántas luchas internas se enfrenta esa persona.
Por eso debemos ver más aya de lo exterior.
Pedirle a Dios que sea Él quien abra nuestros ojos a la necesidad que hay en el mundo.
Tratar de ver el mundo a través de sus ojos...
Ahí abrazadas oramos a Dios por fortaleza para cada una de nuestras vidas.
Se lo que siente Ross, yo misma sentí eso tiempo atrás cuando papá nos dejó y se fue con esa mujer.
Pero Dios es poderoso y puede sanar toda herida del alma, no importa que tan profunda sea Él es quien nos puede llenar.
Cuando acabamos de hablar con Dios, escuchamos un fuerte trueno y un rayo cayó en medio del océano.
Gritamos cuando de pronto a nuestro alrededor se puso todo oscuro.
Nos habíamos quedado sin luz en esta fuerte tormenta.
— No sé muevan —pidió Yare en un hilo de voz.
— Yo no pienso pararme de aquí — agregó Ross.
— ¡Chicas chicas! ¡¿se encuentran bien?! — Andrea abrió la puerta, traía una linterna en la mano.
— Sii estamos bien — contesto Julieta
— okey, les recomiendo que se duerman ya, esta tormenta durará toda la noche
— okey gracias Andrea
Nos acomodamos en nuestras camas y nos dispusimos a dormir.
Trate de dormir pero no pude así que me levante y camine hacia la ventana.
Vi como la tormenta se hacia más fuerte en medio del océano. Un remolino de olas se formaba en el centro.
Los rayos alumbraban con gran intensidad.
El estruendo de las aguas se escuchaba muy fuerte.
El fuerte viento golpeaba con gran fuerzas a las palmeras hasta dejarlas por los suelos enterradas sobre la arena.
Mis ojos se empezaron a sentir pesados así que regrese a mi cama y me recoste, cerré los ojos y me qude profundamente dormida.
A la mañana siguiente me desperté más temprano que mis amigas.
Abri la puerta de la cabaña y salí a caminar.
Había una total calma.
La brisa fresca en el aire.
El cielo azul despejado. Unos débiles rayos de sol aparecían por el horizonte.
Pájaros surcaban el cielo alegrando el día con sus hermosos cantos.
El mar estaba quieto.
Mire las palmeras y me quede totalmente sorprendida.
Las palmeras estaban de pie, firmes, bien cimentadas. Como si la tormenta nunca hubiera pasado sobre ellas.
Anoche las vi por los suelos enterradas en la arena. Y hoy siguen de pie.
Mire hacia el horizonte y pude divisar una pequeña luz que alumbraba.
No era el sol, era otra clase de luz, era una luz resplandeciente, como una pequeña estrella.
Entonces escuché una suave voz, como un susurro que decia:
— Camina hacia las aguas
Me quedé parada sin moverme.
¿Qué era esa Luz? ¿Por qué caminar a las aguas? ¿qué pasará si hago lo que me pide?
Alguien tocó mi hombro y me sobresalte.
— Josh me asustaste
— Lo siento, no era mi intención hacerlo...
— ¿Disfrutaste la tormenta?
— me quedé dormido — contestó riendo
— Es impresionante — le dije y él me miró confundido — las palmeras ayer estaban por los suelos enterradas sobre la arena y hoy miralas están ahí paradas firmes.
— lo sé — respondió mirando hacia el horizonte donde los rayos de sol se hacían cada vez más intensos — sabes mi abuelo lo comparaba con la vida de un cristiano
— ¿cómo?
—Él decía que teníamos que ser como las palmeras, que no importaba cuán grande fuera la tormenta que pasara sobre nuestras vidas teníamos que levantarnos y seguir firmes.
Así como vez esa palmera que parece que ya no se levantará esa palmera tiene bien cimentada su raíz y por eso por más que las tormentas la quieran hundir no podrán.
Así debemos ser nosotros tenemos que tener puesta nuestra confianza en Dios y por más que vengan tormentas a nuestras vidas no nos podrán derribar por que nuestra vida está fundada sobre la Roca que es Jesucristo.
— es una buena comparación
— lo sé, siempre la llevo guardada en mi corazón.
Mire hacia el inmenso mar azul. El sol ahora alumbraba en el centro del cielo.
Y luego lo mire a él, un joven lleno de felicidad, con su confianza puesta en Dios, Un joven con el anhelo de servir a Dios con toda su vida.
— este campamento es genial— comentó
— lo sé, es asombroso y creo que este día también lo será — sonrei contemplando la hermosa vista que había frente a mis ojos.
Despues de la tormenta viene la calma...
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