Capítulo 14: UNA VISITA INESPERADA
Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia,
Y tu fidelidad alcanza hasta las nubes.
Salmos 36: 5
●°●°●—————— 🌊 ——————●°●°●
Los días siguientes al funeral fueron tristes. Pero conforme el tiempo fue pasando todo fue mejorando.
Papá volvió a casa luego de reconciliarse con nosotras.
Mamá en ocasiones se ponía triste pero juntas orabamos para que Dios se encargará de sanar toda herida del alma.
Ya había pasado un mes desde que mi hermana había partido con Dios. El mes de Diciembre ya había comenzado hace unos días.
A veces cuando pasaba por su habitación me venían recuerdos pero luego me acordaba de todos los momentos felices que estuve con ella y eso me hacía saber que fui una hermana excelente para ella.
El vacío quedo en nuestras vidas y en nuestra casa pero tenemos la certeza de que algún día la volveremos a ver.
— hola mamá buen día.
— hola hija ¿cómo amaneciste?
— bien mami ¿y tu?
— pues no me puedo quejar. — respondió mi mamá y pude notar la tristeza en su rostron
— mamá no me gusta verte triste, sabes que te quiero y juntas saldremos adelante.
— lo sé hija te quiero.
El teléfono comenzó a sonar y mi madre se dirigió a contestar.
— Holaa ¿quién habla?
— Hola hermana, soy Yo Lety.
Leticia (Lety) era la hermana mayor de mi mamá. Y obviamente mi tía.
Vivia cerca de nosotros en nuestra antigua ciudad.
Ella tenía una hija que por lógica era mi prima, se llamaba Miranda pero todos le decían Mara.
Y bueno pues Mara tenía mi edad.
A decir verdad casi no me llevaba bien con ella, la razón, pues es que ella era muy presumida y se creía superior a los demás por eso casi no le hablaba. Y ella tampoco hacía el intento de hablarme.
Solo eran ellas dos, el esposo de mi tía Lety las había abandonado cuando Mara tenía unos 6 años, no lo recuerdo bien.
— ahh lety, que gusto escucharte — dijo mi madre quien aún estaba hablando por teléfono.
— a mi también me da gusto escucharte Mariel ¿cómo han estado?
— bien muy bien — contestó mi madre
— que bueno, lamento lo que ocurrió, no pudimos ir pero sabes que cuentas conmigo...
— si, fue algo tan repentino, aún estamos en proceso de sanación ¿y ustedes como están?
— pues se podría decir que estamos bien, Ah y Mara está super emocionada porque El año que viene ingresara a la universidad ¿puedes creer que ya va terminar la preparatoria? Parece que fue ayer cuando la llevé por primera vez al Kinder ¿y ahora? Toda una universitaria.
— Lo sé, el tiempo pasa volando y cuando menos te imaginas te das cuenta de que tus hijos han crecido.
Pude notar la tristeza con la que mi madre decía eso a mi tía.
Y era verdad el tiempo pasa muy rápido que ni siquiera te das cuenta, solo despiertas un día y te das cuenta de que los años han pasado, y ya no eres aquella niña que jugaba con muñecas, ahora eres una joven que tiene que tener bien definidos sus sueños y metas que quiere lograr.
Y me aterra la idea de que en algún momento tendré que separarme de mi madre y formar un nuevo hogar.
Es normal que suceda, solo así podemos darnos cuenta de cuán importante es tener personas que te quieran y que te apoyen en todo momento.
— bueno Mariel la razón por la que te llamé era por que Mara quiere ir a dar un paseo por allá y quería ver si puede quedarse en tu casa, solo serán unas semanas.
— claro que si puede quedarse aquí, Denisse estará feliz de tener a su prima aqui.
— bueno entonces hablamos luego, Miranda llegara en una semana, bye cuídense, estamos en contacto.
Fin de la llamada...
Bueno solo espero que mi prima se lleve bien conmigo...espero que si me hable...
[.....]
Una semana después...
— Hola tía— exclamó Miranda acercándose a mamá y abrazando la
Habíamos ido a la central a recogerla.
— Hola primita— me dijo
— Hola Mara
Miranda era una chica delgada de pelo castaño con algunos mechones rubios y ojos cafes claros.
— ¡vamos a casa chicas! — ordenó mamá subiéndose al auto.
En todo el camino a casa permaneci en silencio.
Al llegar a casa guié a Mara hasta su habitación.
— esta es tu habitación — le dije
— Muchas gracias
— no es nada, si nesesitas algo puedes decirme — me di la vuelta dispuesta a salir pero ella me detuvo
— Denisse, yo, se que no nos llevamos tan bien, pero aquí estoy por si nesesitas hablar, se que es muy difícil por lo que están pasando, así que aquí estoy para ayudarte...
— Gracias Mara, en serio te agradezco que estés aquí, tu presencia hace sentir menos vacía la casa...— le sonreí y salí de la habitación.
La llegada de Miranda a casa definitivamente mejoró el ambiente. Por las tardes luego de ir a la escuela salíamos a caminar por La Playa. Disfrutábamos pasar tiempo juntas.
Me di cuenta de que la había juzgado mal y que no era quien yo creía que era.
Siempre vi a Mara como una persona fría, rebelde, presumida, arrogante y orgullosa.
Pero al pasar tiempo con ella pude ver que ella es no es nada de eso.
Miranda es una chica dulce, amigable, confiable, es una persona fría, y con esto no quiero decir que no tenga sentimientos sino que es reservada, quizás no te demuestra que le importas o que le preocupas, pero muy en el fondo si lo hace.
Al tenerla a mi lado descubrí algo:
El cariño de una persona fría es lo más sincero que existe...
Ella ha pasado por muchas cosas difíciles, y al no tener a su padre ha tenido que salir adelante solo con la ayuda de mi tía.
Si me preguntan si ella es cristiana, pues la verdad no, no lo es...
En varias ocasiones yo le he hablado del amor tan grande que Dios tuvo para con la humanidad al mandar a su único hijo....
Siempre que le hablo de Dios cambia de tema intentando desviar la conversación, sin embargo ella dice que si cree en Dios...
Y aquí hay una gran diferencia, no es lo mismo creer en Dios que conocer a Dios.
Muchas personas creen en Dios, creen que él existe, pero no tienen una relación con él.
Mi tía Lety, ella si es cristiana...por un tiempo se alejó, pero ahora gracias a Dios ha vuelto al camino.
Yo la admiro mucho, admiro lo valiente que fue al criar a Mara ella sola. Desde que su esposo las abandonó ella se ha esforzado por darle lo mejor a su hija, consiguió un trabajo y con ello lograron salir adelante.
[.....]
— Hola Deni
— Hola Josh — le respondí
— ¿cómo has estado?
— mucho mejor Gracias a Dios
— eso es bueno me da mucho gusto - dijo con una cálida sonrisa.
— agradezco a Dios por darme la fuerza de seguir adelante— le digo mirando hacia el horizonte.
Frente a mis ojos hay un hermoso panorama.
El cielo azul teñido de púrpura y anaranjado.
El sol en medio alumbrando con gran intensidad.
El océano azul, con sus inmensas olas que golpean la arena.
— Hable con los chicos y vendrán en un momento más
— ¿en serio? — cuestioné
— por supuesto, Jugaremos Voleibol un rato
— es una excelente idea
Los chicos llegaron, formamos equipos y comenzamos a jugar.
La verdad era la primera vez que jugaba Voli pero como dijo Edward:
— siempre hay una primera vez para todo
Termine exhausta, jugamos por casi una hora. Luego nos metimos al agua y nadamos un rato.
—¿ya te vas? — me preguntó Edward en cuanto me despedí de todos y comencé a caminar.
— eh, si — respondí
— ¿podrías quedarte un rato más? ¡me hace feliz tenerte aquí!
— bueno, podría quedarme pero ya es tarde — dije — y volveré sola a casa.
— puedo ir a dejarte
— de verdad, no quiero causar molestias
— no es ninguna molestia — dijo sonriendo
— okey...— en eso Josh llegó
— ¿Ey que hacen? — preguntó
— trato de convencer a Denisse que se quede un rato más con nosotros — le contestó Edward
— sería genial si te quedaras — agregó Josh
<bueno, tal vez pueda quedarme un rato más, solo por él>
— te iré a dejar a casa después — Josh sonrió mientras decía eso
— yo me había ofrecido a llevarla — le dijo Ed — pero ya, ¡llévala tú! — esto último lo dijo con cierta molestia en su tono de voz y se fue con los otros.
Estoy agradecida con Dios por haber puesto a esas personas en mi vida que me han ayudado a salir adelante.
Pero sobre todo agradezco por la vida de Josh, en este tiempo le he tomado mucho aprecio. Ha demostrado ser un excelente amigo.
Estoy enamorada de él aunque me cueste admitirlo pero es cierto.
Mi anhelo es que él tambien sienta lo mismo por mi.
Pero por ahora me conformo con que sea mi amigo solamente...
De poco a poco me voy recuperando de la muerte de mi hermana.
No es fácil despertar cada día y no verla.
Pero se que Dios está conmigo y hasta este momento él me ha dado las fuerzas para no desmayar, para no mirar atrás.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro