Capítulo 11: TODO VA A ESTAR BIEN
echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
1º de Pedro 5:7
●°●°●—————— 🌊 ——————●°●°●
Estaba desesperada, Habían pasado horas y no teníamos ningún tipo de información acerca de mi hermana.
Mamá se notaba preocupada.
— Lo siento, esto es mi culpa
— no mamá, no digas eso, nada de esto es tu culpa
— si lo es, si les hubiese prestado más atención esto no hubiera sucedido.
— ella estará bien...hay que tener fe en Dios...— le dije para animarla
— ¿Dios?...dudo que él quiera escucharme — dijo entre sollozos
— Él si puede escucharte mamá, tu lo sabes, él nunca aleja de nosotros, siempre es fiel — le dije y ella sonrió.
Minutos después una enfermera apareció en la sala de espera.
— Familiares de la niña Saray
— ¡Aquí! — contestó mamá y la enfermera le hizo señas para que fuera. Yo también me levanté de mi asiento y fui.
— El doctor las está esperando en su oficina, pasen — exclamó la enfermera
Nos guió por los pasillos, nos detuvimos frente a un pequeño cuarto que supuse era la oficina del doctor. La enfermera abrió la puerta y nos indicó que pasáramos.
— Buenas tardes, por favor, tomen asiento — dijo el Doctor.
— Doctor ¿qué tiene mi hija? — mamá preguntó preocupada.
— Mi nombre es Abel, Soy el Doctor que reviso a su hija, lamento decirle que, su hija está muy enferma...— solo bastó que el Doctor dijera eso para que mamá empezará a llorar
— ¿pero?...¿qué es lo...que tiene?
— Tiene un tumor y al parecer es cáncer.
<no, no, eso no puede ser posible, mi hermana no>
— ¿por qué no nos habíamos dado cuenta antes? — cuestioné
— era solo cuestión de tiempo para que se viera afectada e hiciera efecto en ella — me explicó
¿Por qué?
— ¿y? ¿No se puede hacer nada?
— le haremos una cirugía en dos días, para extraer las células malignas pero si eso no es suficiente...necesitaremos hacer más estudios para ver cómo evoluciona — le dijo el Doctor a mamá.
— ¿podemos verla? — pregunté
— por supuesto, su habitación está a pocos pasos de aquí.
Junto a mamá me diriji hacia donde estaba mi hermana.
Verla ahí acostada en una camilla conectada a varios aparatos me rompió el corazón...
— ¡Saray! ¡pequeña! — mamá corrió a abrazarla
— ¡mami! ¡mami! ¡viniste!
— si pequeña, aquí estoy
— ¡Hermanita! ¡me da gusto que hayas despertado!
— ¡Deni! ¡te extrañé!
— ¿cómo te sientes? — le preguntó mi madre a lo que Saray respondio:
— estoy bien, muy bien, me siento de maravilla...
— Cariño, hace poco hablamos con el doctor y nos dio tu resultado — mamá empezó a decir viendo a mi hermana.
— Lo sé mami, no te preocupes, voy a estar bien, no me queda mucho tiempo lo sé, Él ya me lo dijo, me dijo que todo va a estar bien, que no tenga miedo, dijo que ustedes también estarán bien sin importar pase lo que pase...
— ¿Saray? ¿Quién te dijo que? — preguntó mi mamá sorprendida ante la respuesta de ella.
— Mamá, estaré bien...— agregó ella con una enorme sonrisa en el rostro.
A pesar de estar en esa situación ella continuaba sonriendo como si nada estuviera pasando, No sé le veía triste, estaba feliz, su sonrisa brillaba en su rostro.
Y no pude evitar preguntarme ¿cómo ella que estaba enferma podía estar tan calmada?.
Cuando se quedó dormida mamá y yo salimos de su habitación. Le dije que llamara a papá pero ella no quiso hacerlo.
Sin embargo yo lo hice, llamé a papá y le comenté algo acerca de que Saray estaba en el hospital, él prometió que al día siguiente estaría ahí para verla, cosa que no sucedió.
[.....]
Los días pasaban y la salud de mi hermana cada vez empeoraba.
La cirugía que le realizaron no había funcionado, el cáncer había vuelto a parecer y comenzó a expandirse más rápido.
Comenzo con quimioterapias y a raíz de eso tuvo que cortarse todo el cabello, fue ahí cuando por primera vez desde que estaba en él hospital la vi llorar.
Todas las mañanas iba a la escuela y por las tardes me encargaba de cuidar a mi hermana, le llevaba libros, películas, juegos de mesa y demás cosas para entretenernos y que ella no se sintiera sola.
MES DE NOVIEMBRE.
Saray permaneció en el hospital desde mediados de Octubre, Noviembre había llegado y no se veía mejoría en ella.
Mamá trabajaba solo unas horas, y el resto se la pasaba en el hospital.
Les había pedido a mis amigas, amigos y a los pastores de sus oraciones a favor de mi hermana.
Todos oraban por la sanidad de Saray.
Unos días despues las chicas decidieron venir a verla y hacerle compañía, o hacernos compañía.
— Hola Sara ¡tienes visita! — exclamé en cuando crucé la puerta
— ¿¡en serio, quien!? — dejó a un lado el libro que estaba leyendo y alzó la vista
— ¡¡Sorpresa!! — gritaron mis amigas
— Yare, Ross, July ¡Vinieron! — Saray estaba tan emocionada
— y también vino una amiga nueva — comentó divertida Ross
— ¿¡en serio!? ¿¡quien!?
— ¡Hola Sara! ¡seguro ya me conoces! ¡Soy Michelle! — dijo la rubia — te traje algo — le extendió una pequeña bolsa de regalo.
— Hola, Si, Mi hermana me habló de ti — sonreí cuando dijo eso, y si le había contado sobre ella, desde el principio.
— espero que te haya dicho cosas buenas — Michelle rió
— créeme que sí— agregó Saray — ¿qué es? — le preguntó viendo la bolsa
— abrelo — todos estábamos expectantes para ver que era lo que contenía, cuando lo abrió gritó de emoción.
— ¡Un panda! ¡justo lo que quería!
Era un peluche de un panda muy bonito, con un corazón rosa.
— Gracias Michelle
Estuvimos platicando y riendo toda la tarde, Contando anécdotas y comiendo dulces y chocolates que las chicas habían traído.
Estabamos tan concentradas en nuestra plática que no nos dimos cuenta de que alguien había entrado a la habitación.
Eran dos personas, apagaron la luz provocando que todas pegaremos un grito de susto y luego de eso la prendieron y nos dimos cuenta de quiénes eran.
— ¡Edward! ¡casi me matas del susto! — Rosalie exclamo llevándose la mano a su pecho y dándole un pequeño golpe en el hombro al chico.
— Ross, hubieras visto tu cara — Edward rió mientras la chica lo veía con mala cara, siempre he pensado que esos dos terminarán juntos.
— ¡Hola chicas! ¡queríamos darles una sorpresa! — dijo Josh
— ¡Josh! ¡es bueno verte por aquí! — habló mi hermana
Josh y Saray se llevaron bien desde que se conocieron, cuando él me hiba a visitar se la pasaban viendo tele y haciéndose bromas.
— ¡Holi! ¡Sara! ¿Cómo te sientes? — le preguntó Edward
— estoy bien, ahora que ustedes están aquí, me siento mucho mejor
— okey, eso me da gusto— le dijo él con una cálida sonrisa
Más tarde los chicos y chicas tuvieron que retirarse y yo me qude ahí con mi hermanita.
Permanecimos por varios minutos en silencio, después ella dijo algo que me hizo llorar, ella...ella se estaba despidiendo...
Yo no entendía porque si justo hace unos momentos estaba bien.
— ¿Denisse?
— ¿Si?...
— ya tengo que irme
— ¿a dónde? — le pregunté confundida
— Denisse cuida a mamá y a papá...diles que los amo mucho...y que voy a estar bien...
— Saray, no digas eso, te vas a poner bien...— dije mientras las lágrimas comenzaban a salir de mis ojos
— pase lo que pase quiero que sepas que te quiero mucho y que fuiste la mejor hermana de todo el mundo
— Saray, por favor, no te vayas
— voy a estar bien...no te preocupes...
— Dios te va a sanar, estoy segura de eso...
— tranquila, no quiero que llores, no quiero que sufras por mi, dile a mamá que no quiero que llore por mi...
— Saray, por favor, se que puedes resistir....no me dejes...
Tomé mi teléfono y llamé a Josh:
— Hola
— ¡Josh! ¡Saray!
— ¿qué ocurre con ella?
— se esta yendo...
— tranquila, voy para aya...
Di por terminado la llamada...
No sabia que hacer, estaba asustada, no quería que mi hermana muriera...
Mire hacia el techo y en susurró dije:
— Dios....no te la lleves...
— ¿Denisse? — voltee a ver a Saray y ella estaba sonriendo
— ¿qué pasa?
— ¡mira! — señaló con su dedo hacia el techo, voltee y no había nada — ¡Mira! ¡puedo ver el cielo! ¡Jesús está sentado en su trono! ¡me está extendiendo sus brazos! ¡puedo ver a los angeles! ¡todo es tan hermoso! — ella seguía con una amplia sonrisa en su rostro mientras me compartía lo que estaba observando...
Luego volteó a verme y me dijo:
— Todo va a estar bien...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro